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EL ARTE OSCURO

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GOTICO

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lunes, 31 de diciembre de 2007

RITUAL ROSACRUZ // EL RITUAL DEL PERDON

EL RITUAL DEL PERDÓN :

Aprender a Perdonar. Aprender a Caminar...

Atención: Este ritual es
MUY poderoso y actúa directamente en nuestro Ser y en nuestro camino, por lo tanto, debe realizarse cuando REALMENTE se sienta en el interior y cuando veamos que es el momento, no por la sencilla razón de estar expuesto aquí debe usarse a la ligera y sin responsabilidad.

Adecuado para liberar energías que nos tienen atados y que no nos permiten evolucionar, son varias las emociones que podemos sentir, entre ellas:

* Culpas, (yo no me siento merecedor de...)

* Sentimientos de inferioridad (mi padre-madre no me han valorado suficiente en mi niñez).

* Resentimientos (me he sentido tratado injustamente...).

* Dificultad de relacionarse adecuadamente, con la pareja (revisar la relación con padre-madre y liberarla a través del perdón), etc...

Premisas básicas antes de cualquier ritual:

Encender una vela y un incienso.

Abrir el ejercicio con el mudra de alineamiento: Mano izquierda, dedos índice y pulgar juntos.

Yo soy equilibrio en acción. Pido energía de purificación. Abro mi canal a la Luz. Pido a mi vehículo superior que tome el mando de mis vehículos inferiores par hacer este ejercicio.

Visualizo a la persona delante de mi y detrás de ella el Consejo de Ancianos o Tribunal Kármico.

Yo invoco a la Ley del Perdón y a través de ella yo te pido perdón:......por todo pensamiento, sentimiento, palabra o acción incorrectos emitidos hacia ti y por todo daño que te haya causado en ésta o en otras vidas.

(Hacer una pausa y observar si hay alguna sensación o molestia en el cuerpo, porque se están liberando las energías de limpieza, si la hay pasar la mano como recogiéndola y limpiarla sobre el fuego de la vela para purificarla).

Yo invoco a la Ley del Perdón y a través de ella yo te perdono:..... por todo pensamiento, sentimiento, palabra o acción incorrectos que hayas emitido hacía mi y por todo daño que me hayas causado en ésta o en otras vidas.

(Hacer una pausa y observar si hay alguna sensación o molestia en el cuerpo, porque se están liberando las energías de limpieza, si la hay pasar la mano como recogiéndola y limpiarla sobre el fuego de la vela para purificarla).

Yo invoco a la Ley del Perdón y a través de ella yo me perdono: a mi mismo/a por todo pensamiento, sentimiento, palabra o acción incorrectos que haya emitido hacia:........y hacia mí mismo/a y por todo el daño que le haya causado y me haya causado en ésta o en otras vidas.

(Hacer una pausa y observar si hay alguna sensación o molestia en el cuerpo, porque se están liberando las energías de limpieza, si la hay pasar la mano como recogiéndola y limpiarla sobre el fuego de la vela para purificarla).

Yo te doy la libertad y me libero de mi mismo/a y pongo en manos del Consejo Kármico nuestra situación.

Gracias por todo lo que he aprendido de ti y de nuestra relación.

Visualizar el símbolo del infinito ¥ entre los dos en color violeta y luego luz dorada que nos baña a los dos.

Cerrar el ejercicio con el mudra del alineamiento: Mano derecha, dedos índice y pulgar juntos
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sábado, 22 de diciembre de 2007

CONJURACION , PACTO Y EXORCISMO // MANCIA

Advertencia:
* No estamos fomentando prácticas sectarias ni demonología. Hemos puesto estos
contenidos para fines de ilustración o referencia. Quien los tome en serio y
haga lo que desee con ellos, es de su absoluta responsabilidad.
* No tenemos idea lo que es una piedra de ematilla.
* Los e-mails preguntando mayores datos sobre este tema no serán respondidos.

A MODO DE INTRODUCCION:

Recopilado de libros rarisimos antigus, que aunque siempre ha habido genteintentando hacerlos desaparecer, han lleado hasta nuestros dias, y muchos, que no, nunca podremos llear a saber hasta que punto todo es verdad, o mentira.Estractos de libros como el"Gran Grimorio" y el "Enchiridion Leonis papae". Los dos son propiamente el ritual y el breviario de los magos. El primero tiene por título "Gran Grimorio o arte de conjurar los espíritus celestes, aéreos, terrestres o infernales, con el verdadero secreto de hacer hablar a los muertos,etc".
La palabra "Grimorio", viene, según dicen, del italiano "Rimario", como quien diría: composición de versos. Los antiguos estaban persuadidos de que los versos coadyuvaban la fuerza de las operaciones mágicas; por esto las llamaban "incantatationes", de donde hemos formado la palabra "encanto", porque según hemos dicho antes, en ellas se empleaban la poesía y el canto.
El "Gran Grimorio" ha sido sacado de diversas fuentes y extractado de diferentes autores, entre otros de "La sagrada magia que Dios comunicó a Abraham a su Laneth y traducida del hebreo el año 1458", y después de las "clavículas de Salomón (Clavicula Salomonis ad filium roboam)"


CONJURACION PACTO CON LUCIFER PARA PEDIRLE CUANTO SE DESEE


Hechos todos los preparativos indicados en la Invocación anterior, suprimiendo los cirios, cruces y signos J. H. S. en absoluto y careciendo de todo temor, se dirá:
Al grande y poderoso Lucifer. Luzbel y Satanás.
¡Oh. gran Lucifer. emperador excelso de los antros infernales! yo me postro ante ti y te reconozco como señor y soberano. si me pones en posesión de las artes ocultas de la magia, dándome el don de conocer la ciencia misteriosa y sobrenatural que tú posees, para lograr, por su medio. la verdadera sabiduria Sea yo admitido entre tus escogidos véanse satisfechas mis aspiraciones de riquezas el logro de la persona deseada la destrucción y daño de mis enemigos. Deseo ser tu esclavo y para ello puedes desde hoy, disponer de mi cuerpo y de mi alma. Ello puedes desde hoy, Si aceptas mi pacto, que traigo escrito con tinta misteriosa y firmado con mi sangre preséntate ante mi para reconocerte como señor y soberano.

Yo te Invoco una vez más, ¡oh. esclarecido príncipe de tinieblas! para que aparezcas a mi lado en forma humana y me firmes el pacto que presento.

No tengo ningún temor y si gran deseo de que me concedas lo que pido. Juro seguir tu ley en adelante renegar de Dios a quien aborrezco, del agua del bautismo que sin mi consentimiento he recibido, y de todo aquello que no sea de tu agrado.

Quiero pertenecerte y formar compañia con los espíritus de tentación y daño, mas para eso es preciso que mi pacto sea aceptado firmado y confirmado.
Yo te conjuro, Lucifer, Luzbel y Satanás. por el poder de este mágico talismán que es imagen del que usaba el gran Salomón y por cuya mediación logró el dominio de la sabiduría, de las “Ciencias Mágicas”, y de todo lo creado, para que aparezas ante mi.

Aparece ya prontamente o. de lo contrario te haré permanecer eternamente en los profundos Infiernos por las poderosas palabras cabalisticas de Salomón “Abracadabra Eloim cuyo poder sólo él y tú conociais Preséntate a mi, yo lo quiero.

Al pronunciar estas palabras, si se dicen sin temor aparecerá Lucifer, diciendo: -¿Qué me quieres, hombre vil? ¿Qué es lo que pides? ¿Cuál es tu pacto?
—Quiero, dirás, que me des riquezas, poder, sabiduría, conocimiento de la ciencia secreta, dominio absoluto de las personas, don de ser Invisible, de andar sobre el agua, y todo cuanto se contiene en el pacto que presento, hecho según las reglas del arte y firmado con mi sangre.
Entonces le entregarás el pacto.
—¡Oh, mortal temerario —contestará con vos cavernosa—, si me entregas tu alma, accederé a tu pacto.
—Yo te prometo mi alma para el dia que muera, pero si no cumples lo que en el pacto pido, quedaré libre de volver a implo rar la divina misericordia.
Desde este momento y mediante que Lucifer no falte a su promesa, quedarás a su disposición para siempre.
Se ha de advertir que suele suceder que Satanás se presente en forma de persona o animal desconocido y aun puede ocurrir que lo haga en forma de un tronco con las ramas cortadas.
Por terrible e imponente que sea la aparición no deberás demostrar el menor miedo, pues teniendo en la mano el talismán “dominatour” no podrá hacerte daño alguno. También ocurre algunas veces que se aparece en forma de dragón echando llamas por la boca y ojos y lanzando aullidos espantosos.
Se hacen estas advertencias para que no se demuestre sorpresa ni temor para nada.

Que trata de los exorcismos y del modo de conocer si una persona padece de hechizos o enfermedad natural
Los exorcismos sirven para expulsar a los espíritus cuando Sé hallan posesionados de alguna persona, a la cual hacen padecer horriblemente con sus tentaciones y tormentos. A veces le sugieren pensamientos extraños y palabras repugnantes, y aun le obligan a lanzar blasfemias y gritos furiosos.

Es conveniente saber antes de proceder a la curación, si la enfermedad es ocasionada por hechizos o si es natural, pues a veces ocurre que una enfermedad desconocida para los médicos, se atribuye a causas sobrenaturales. Cuando esto sucede puede salirse de dudas ejecutando lo siguiente:

Se procurará que una persona provista de un talismán exterminador coloque su mano derecha sobre la cabeza del enfermo, diciendo con fe y voluntad:

‘Yo te ruego y ordeno, espiritu desconocido en nombre del Ser Supremo y del admirable Adonay. me declares el motivo de hallarte atormentado en este cuerpo que cubro con mi mano. También deseo me digas qué es lo que pretendes al hacerlo asi, yo te ofrezco si me obedeces, rogar a Dios por ti para que sea purificado y transportado a donde moran los ángeles celestiales".

El objeto de esta oración es saber si el espiritu anda errante por el mundo en demanda de caridad y de oraciones, pues en el momento que le digan: “Yo te ofrezco, si me obedeces rogar a Dios por ti”, etc., el doliente queda sosegado y tranquilo; mas si esto sucede se arrodillarán todos los circunstantes y elevando el alma a Dios recitarán de nuevo la Indicada oración.
Se ha de advertir que lo mismo pueden hallarse aposentados en nuestro cuerpo los espíritus buenos no perfectos, que los malos o de daño y por lo tanto, cuando el enfermo se halle tranquilo por la virtud de la oración precedente, se ha de suponer que quedará libre mediante los ruegos que todos los días se dirijan al Altisimo en demanda del perdón y purificación del espíritu, el cual en agradecimiento, dejará de molestarle; mas si es espíritu fuera del mal o de daño se conocerá en que, al oir la oración, causará más tormentos y molestias al enfermo. En este caso se tratará de expulsarle acudiendo a los exorcismos.

Si el enfermo no percibe modificación ninguna. es prueba de que su enfermedad es puramente natural.

PRECEPTO O EXCONJURACION A LOS DEMONIOS
PARA QUE NO MORTIFIQUEN AL ENFERMO
DURANTE EL TIEMPO QUE DUREN
LOS EXCORCISMOS


“Yo, como criatura de Dios, hecho a su semejanza y redimido con su sangre, os obligo por este precepto, demonio o demonios, para que cese vuestro delirio y dejéis de atormentar con vuestras lujurias Infernales, este, cuerpo que os sirve de aposento. Segunda vez os cito y notifico en el nombre del Soberano Señor, fuerte y poderoso, que dejéis ya este lugar y salgáis fuera de él no volviendo jamás a ocúparlo. El Señor sea con todos nosotros, presentes y ausentes, para que tú. demonio, no puedas jamás atormentar las criaturas del Señor. Huye, huye. o de lo contrario serás amarrado con las cadenas del Arcángel Miguel y humillado con la oración de San Cipriano dedicada a deshacer toda clase de hechicerías”
En seguida se dirá la siguiente

ORACION A SAN CIPRIANO

“Como siervo de Dios y criatura suya, desligo del espíritu maligno cuando éste tiene ligado. En el nombre del Divino Creador a quien amo desde que lo conozco, con todo mi corazón, alma y sentidos, y a quien prometo adorar eternamente, y agradecer también los beneficios que cual padre amoroso me concede sin tasa ni medida, yo te ordeno, espíritu del mal, que te separes en el acto de este cuerpo que estás atormentando y le deles libre de tu presencia para que pueda recibir dignamente las aspersiones de! agua exorcisada que, cual lluvia, echo sobre él. diciendo: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espiritu Santo (se hace así).
que viven y reinan eternamente: por las virtudes que poseen los
espiritus superiores, Adonay, Eloim y Jehovan. cuya presencia y fortaleza Invoco en este acto. Amen.

Todas estas invocaciones deben ser hechas con gran fe y amor de Dios. y es seguro que Satanás, no aguardará al final del exorcismo que va a continuación, para dejar libre al enfermo Q


EXORCISMO PARA LIBRAR A LAS PERSONAS
DE LOS MALOS ESPIRITUS



En el nombre de San Cipriano y de parte de Dios Tres veces santo, por la potestad de los espiritus, superiores Adonay. Eloimy Jehovan y Mitraton, yo N (1 ),absuelvo el cuerpo de N. para que sea libertado de todos los malos hechizos, encantos y sortilegios. ya sean produddos por hombres o mujeres. ya por cualquiera otra causa. Dios sea alabádo y glorificado y se digne disponer que todas los sortilegios queden desechos. destruidos, desligados y reducidos a nada, para lograr de este modo que el cuerpo de N. quede libre de todos los males que padece.

¡Dios grande y poderoso sea tu nombre glorificado y que por vuestra soberana Intercesión sean obligados a retirarse los espiritus que as hayan aposentado en el cuerpo de N. cesando ya él sortilegio que los causadores de este daño han empleado. Yo os conjuro y mando desaparecer sin que jamas podáis entrar a este cuerpo en el cual hago tres cruces (2) y le bendigo con el agua exorcizada a al nombre del Padre, Hijo y del Espíritu Santo que amparen y protejan a N. para que jamás se vea atormentado.

Al decir estas palabras se le rociará con agua bendita.
Es conveniente saber que el que ejecuta el exorcismo ha de estar colocado a la derecha del enfermo, y que las cruces han de hacerce precisamente de izquierda a derecha.


EXORCISMO PARA LIBRAR LA CASA DE ESPIRITUS
TENTADORES


Os conjuro. espíritu rebelde, habitante y arruinador de esta a que t demora nl pretexto desaparezcais de aquí haciendo


(1) Aquí dirá su nombre el que opera.

Se hará con el dedo pulgar de la mano derecha una cruz en
la frente; otra en el pecho y otra en el vientre del enfermo.
disolver cualquier maleficio que hayáis echado vos o alguno de vuestros ayudantes: por mí lo disuelvo cantando con la ayuda de Dios y de los espiritus de luz. Adonay. EIolm y Jehovan, quino además, atarte con el precepto formal de obediencia, para que no puedas permanecer. ni volver, ni enviar a otro, ni perturbar esta casa, bajo la pena de que seas quemado eternamente con el Luego de pez y azufre dentudos.

Se bendecirá toda la casa con agua exorcizada y se baria cruces por todas las paredes con el cuchillo de mango blanco, diciendo:

“Yo te exorcizo, criatura-casa para que seas libre de los espiritus tentadores que te han hecho su morada".
Es bueno saber que cuando los espiritas malignos se muestran en las casas haciendo ruidos y dando golpes sin atacar. las personas, es porque no tienen dominio sobre ellas, bien porque en sus manos llenen la marca de la cruz de San Bartolomé o bien porque el hechizo sólo les permita molestar sin tocar a las personas.


EXORCISMOS CONTRA LOS PEDRISCOS
Y HURACANES



Tanto la conjuración como las cruces se han de repetir cuatro veces en la dirección de los cuatro puntos cardinales.
“Yo os conjuro, nubes, huracanes. granizadas, pedriscos y tormentas. en el nombre del gran Dios viviente de Eloim, Jehovan y Mitraton, a que os disolváis como la sal en el agua sin causar daño ni estrago ninguno”.
Dicho esto a tomará cuchillo de mango blanco y se harán con él cuatro cruces en el aire como si se cortara de arriba abajo y de izquierda a derecha.

martes, 4 de diciembre de 2007

LOS PERROS DE TINDALOS // FRANK B. LONG

Los Perros de Tíndalos
Frank Belknap Long


I

-Me alegro de que hayas venido -dijo Chalmers.
Estaba sentado junto a la ventana, muy pálido. Junto a uno de sus brazos
ardían dos velas casi derretidas que proyectaban una enfermiza luz ambarina
sobre su nariz larga y su breve mentón. En el apartamento de Chalmers no
había absolutamente nada moderno. Su propietario tenía el alma medieval y
prefería los manuscritos iluminados a los automóviles, y las gárgolas de
piedra a los aparatos de radio y a las máquinas de calcular.
Quitó, en mi obsequio, los libros y papeles que se amontonaban en un diván
y, al atravesar la estancia para sentarme me sorprendió ver en su mesa las
fórmulas matemáticas de un célebre físico contemporáneo junto con unas
extrañas figuras geométricas que Chalmers había trazado en unos finos
papeles amarillos.
-Me sorprende esta coexistencia de Einstein con John Dee -dije al apartar la
mirada de las ecuaciones matemáticas y descubrir los extraños volúmenes
que constituían la pequeña biblioteca de mi amigo. En las estanterías de
ébano convivían Plotino y Emmanuel Mascópoulos, Santo Tomás de
Aquino y Frenicle de Bessy. Las butacas, la mesa, el escritorio estaban
cubiertos de libros y folletos sobre brujería medieval y magia negra, así
como de textos sobre todas las cosas hermosas y audaces que rechaza
nuestro mundo moderno.
Chalmers me ofreció, sonriendo, un cigarrillo ruso y dijo:
-Estamos llegando ahora a la conclusión de que los antiguos alquimistas y
brujos tenían razón en un setenta y cinco por ciento, y los biólogos y los
materialistas modernos están equivocados en un noventa por ciento.
-Usted siempre se ha tomado un poco a broma la ciencia de hoy -repuse,
con un leve gesto de impaciencia.
-No -contestó-. Sólo me he burlado de su dogmatismo. Siempre he sido un
rebelde, un campeón de la originalidad y de las causas perdidas. No te
extrañe, pues, que haya decidido repudiar las conclusiones de los biólogos
contemporáneos.
-¿Y qué me dice usted de Einstein? -pregunté.
-¡Un sacerdote de las matemáticas trascendentes! - murmuró con respeto-.
Un profundo místico, un explorador de reinos inmensos cuya misma
existencia sólo ahora se empieza a sospechar.
-Entonces no desprecia usted la ciencia por completo.
-¡Claro que no! Lo que no me inspira confianza es el positivismo de estos
últimos cincuenta años, ni tampoco las ideas de Haeckel ni de Darwin ni de
Bertrand Russell. Creo que la biología ha fracasado lamentablemente
cuando ha intentado explicar el origen y el destino del hombre.
-Déles usted un margen de tiempo.
Los ojos de Chalmers despidieron chispas:
-Amigo mío -murmuró-, acabas de hacer un juego de palabras
verdaderamente sublime. ¡Deles usted un margen de tiempo! Yo se lo daría
encantado, pero precisamente cuando les hablas de tiempo, los modernos
biólogos se echan a reír. Poseen la llave, pero se niegan a utilizarla. ¿Qué
sabemos del tiempo? Einstein lo considera relativo y cree que se puede
interpretar en función del espacio, de un espacio curvo. Pero no hay que
quedarse ahí detenido. Cuando las matemáticas dejan de prestarnos su
apoyo, ¿acaso no se puede seguir adelante a base de... intuición?
-Ese es un terreno muy resbaladizo. El verdadero investigador evita siempre
caer en esa trampa. Por eso avanza tan despacio la ciencia moderna. Sólo
admite lo que es susceptible de demostración. Pero usted...
-Yo, ¿sabes lo que haría? Tomar hachís, opio, todas las drogas. Yo imitaría a
los sabios orientales y acaso así consiguiera...
-¿Consiguiera qué?
-Conocer la cuarta dimensión.
-¡Eso es pura teosofía, una estupidez!
-Puede que sí, pero estoy persuadido de que las drogas consiguen
aumentar el alcance de la conciencia humana. William James está de acuerdo
sobre este particular. Además, he descubierto una nueva.
-¿Una nueva droga?
-Fue utilizada hace siglos por los alquimistas chinos, pero apenas se conoce
en Occidente. Posee ciertas propiedades ocultas verdaderamente
asombrosas. Gracias a esta droga y a mis conocimientos matemáticos, creo
que puedo remontar el curso del tiempo.
-No comprendo qué quiere usted decir.
-El tiempo no es más que nuestra percepción imperfecta de una nueva
dimensión espacial. El tiempo y el movimiento son otras tantas ilusiones.
Todo lo que ha existido desde el origen del universo existe ahora también.
Lo que sucedió hace milenios sigue sucediendo en otra dimensión del
espacio. Lo que sucederá dentro de milenios sucede ya. Si no lo podemos
percibir es porque tampoco podemos penetrar en la dimensión espacial
donde sucede. Los seres humanos, tal como los conocemos, no son sino
partes infinitesimales de un todo inmenso. Cada uno de nosotros está unido
a toda la vida que le ha precedido en nuestro planeta. Todos nuestros
antepasados forman parte de nosotros. De ellos sólo nos separa el tiempo, y
el tiempo es una ilusión.
-Creo que empiezo a comprender -murmuré.
-Basta con que tengas una vaga idea del asunto para poderme ayudar. Lo
que pretendo es arrancar de mis ojos el velo de la ilusión que los cubre y ver
el principio y el fin.
-¿Y usted cree que esta nueva droga le serviría de algo?
-Estoy convencido de ello. Y pretendo que me ayudes. Quiero tomarla
inmediatamente. No puedo esperar. Tengo que ver -sus ojos lanzaron
extraños destellos-. Voy a viajar en el tiempo. Voy a retroceder en el tiempo.
Chalmers se levantó y tomó de encima de la chimenea una cajita cuadrada.
-Aquí tengo cinco gránulos de la droga Liao. Fue utilizada por el filósofo
chino Lao-Tse y, bajo su influencia logró contemplar el Tao. Tao es la fuerza
más misteriosa del mundo. Rodea y penetra todas las cosas y contiene en sí
la totalidad del universo visible y todo lo que denominamos realidad. El que
logre contemplar el misterio del Tao sabrá todo lo que fue y todo lo que
será.
-Fantasías -comenté.
-Tao es como un enorme animal reclinado e inmóvil que contiene en sí todos
los mundos, el pasado, el presente, el porvenir. A través de una hendidura
que llamamos tiempo percibimos sectores de ese monstruo terrible.
Mediante esta droga voy a ensanchar la hendidura. Contemplaré así el
rostro mismo de la vida; veré la bestia entera, inmensa y agazapada.
-¿Y cuál será mi misión?
-Escuchar, amigo mío. Escuchar y anotar lo que escuche. Y si me alejo
demasiado hacia el pasado, me tendrás que sacudir violentamente para
traerme de nuevo a la realidad. Si vieras que estoy sufriendo dolores físicos
intensos, me debes hacer regresar al instante.
-Chalmers -dije-, este experimento no me gusta nada. Va a correr usted un
peligro terrible. No creo en la cuarta dimensión y mucho menos en el Tao.
Tampoco apruebo el uso de drogas desconocidas.
-Para mí no es desconocida -repuso-. Conozco sus efectos sobre el animal
humano y también sus peligros. La droga en sí no es peligrosa. Yo lo único
que temo es extraviarme en el abismo del tiempo, porque has de saber que mi
intención es colaborar activamente con la droga. Antes de tomarla me
concentraré en los símbolos geométricos y algebraicos que he trazado en
este papel -me enseñó el diagrama que tenía sobre las rodillas- y así
prepararé mi espíritu para el viaje transtemporal. Primero me aproximaré todo
lo posible a la cuarta dimensión mediante el solo esfuerzo de mi propio ego,
y luego tomaré la droga que me dará el poder oculto de percepción. Antes
de penetrar en el mundo onírico del misticismo oriental dispondré de toda la
ayuda matemática que pueda ofrecerme la ciencia. La droga abrirá las
puertas de la percepción y las matemáticas me permitirán comprender
intelectualmente lo que así perciba. Así mis conocimientos matemáticos y mi
aproximación consciente a la cuarta dimensión complementarán la pura
acción de la droga. En mis sueños ya he conseguido captar muchas veces la
cuarta dimensión en forma intuitiva y emocional, pero en estado de vigilia
no he sido después nunca capaz de recordar el resplandor oculto que me era
revelado momentáneamente en sueños. Creo, sin embargo, que con tu
ayuda podré hacerlo esta vez. Tu anotarás todo lo que diga durante mi
trance, por muy extraño e incoherente que te parezca. A mi regreso espero
poder proporcionarte la clave de todo lo que no hayas entendido. No estoy
seguro de mi éxito, pero, si lo tengo -sus ojos volvieron a despedir un
extraño fulgor-, ¡el tiempo ya no existirá para mí!
De pronto, se sentó.
-Voy a hacer el experimento ahora mismo. Ponte, por favor, junto a la
ventana y no dejes de vigilarme. ¿Tienes pluma?
Asentí hoscamente y saqué mi pluma Waterman verde claro del bolsillo
superior de la chaqueta.
-¿Y has traído algo donde escribir, Frank?
De mala gana saqué una agenda.
-Insisto enérgicamente una vez más en que no apruebo este experimento -
gruñí-. Va a correr usted un peligro terrible.
-¡No seas niño! -agitó un dedo ante mí-. Estoy decidido a hacerlo a pesar de
todo lo que me digas, y además a hacerlo ahora mismo. Por favor, estate en
silencio mientras medito sobre estos diagramas.
Puso los dibujos ante sí y se concentró intensamente en ellos. En el silencio
oí cómo el reloj de la chimenea iba desgranando segundos. Una angustia
indefinida me oprimía el pecho.
De pronto, el reloj se paró. En ese momento, Chalmers introdujo la droga en
su boca y la tragó.
Rápidamente me aproximé a él, pero con la mirada me advirtió que no le
interrumpiera.
-El reloj se ha parado -murmuró-. Las fuerzas que lo gobiernan aprueban mi
experimento. El tiempo se detuvo y yo tomé la droga. ¡Dios mío, haz que no
me extravíe!
Cerró los párpados y se extendió en el sofá. Su rostro estaba exangüe, y
respiraba con dificultad. Era evidente que la droga estaba actuando
extraordinariamente de prisa.
-Comienzan las tinieblas -murmuró-. Anótalo. Todo se está poniendo oscuro
y se van desdibujando los objetos familiares de la habitación. Aún los veo,
pero borrosos, y se están desdibujando rápidamente.
Sacudí la pluma estilográfica, pues la tinta fluía mal, y seguí tomando
veloces notas taquigráficas.
-Abandono la habitación. Las paredes se disuelven como niebla. Ya no veo
ninguno de los objetos, pero todavía te veo la cara. Supongo que estarás
escribiendo. Creo que estoy a punto de dar el gran salto a través del
espacio, o acaso del tiempo. No lo sé. Todo es confuso, incierto.
Permaneció en silencio durante algún tiempo, con la barbilla apoyada en el
pecho. De pronto, se puso rígido y abrió los ojos.
-¡Dios mío! -exclamó-. Veo.
Se hallaba todo contraído, tenso, mirando fijamente la pared que había
frente a él. Pero yo sabía que su mirada la atravesaba y que los objetos de la
habitación no existían para él.
-¡Chalmers! ¡Chalmers! ¿Le despierto?
-¡De ninguna manera! -aulló-. ¡Veo todo! Ante mí veo los billones de vidas
que me han precedido en este planeta. Veo hombres de todas las épocas, de
todas las razas, de todos los colores. Luchan, se matan, construyen, danzan,
cantan. Se sientan en torno a la hoguera primitiva, en desiertos grises, e
intentan elevarse en el aire a bordo de monoplanos. Cruzan los mares en
toscas barcas de troncos y en enormes buques de vapor. Pintan bisontes y
elefantes en las paredes de cuevas lúgubres y cubren lienzos enormes con
formas y colores del futuro. Veo a los emigrantes procedentes de la
Atlántida y Lemuria. Veo a las razas ancestrales: a los enanos negros que
invaden Asia y a los hombres de Neanderthal, de cabeza inclinada y piernas
torcidas, que se extienden por Europa. Veo a los aqueos colonizando las
islas griegas y contemplo los rudimentos de la naciente cultura helénica.
Estoy en Atenas y Pericles es joven. Me hallo en tierra italiana. Participo en
el rapto de las sabinas. Camino con las legiones imperiales. Tiemblo de
respeto y de pavor cuando flamean los gigantescos estandartes y el suelo
trepida bajo el paso de los hastati victoriosos. Paso en una litera de oro y
marfil arrastrada por negros toros de Tebas y ante mí se postrernan mil
esclavos y las mujeres, cubiertas de flores, exclaman: "¡Ave César!". Yo les
sonrío y saludo a la multitud. Soy esclavo en una galera berberisca. Veo
cómo, piedra a piedra, se va levantando una catedral. Contemplo durante
meses, durante años, cómo van colocando en su sitio cada uno de los
sillares. Estoy crucificado, cabeza abajo, en los perfumados jardines de
Nerón y veo, con ironía y desprecio, cómo funcionan las cámaras de tortura
de la Inquisición. ¡Es un espectáculo divertido!
«Penetro en los más sagrados santuarios. Entro en el Templo de Venus. Me
arrodillo, en adoración, ante la Magna Mater y arrojo monedas al regazo de
las prostitutas sagradas que, con el rostro velado, esperan en los Jardines
de Babilonia. Penetro en un teatro inglés de la época isabelina y, en medio
de una multitud maloliente, aplaudo El Mercader de Venecia. Paseo con
Dante por las estrechas callejuelas de Florencia. Mientras contemplo,
arrobado, a la joven Beatriz, la orla de su vestido roza mis sandalias. Soy
sacerdote de Isis y mis poderes mágicos asombran al mundo. A mis pies se
arrodilla Simón Mago, implorando mi ayuda, y el Faraón tiembla ante mi sola
presencia. En la India hablo con los Maestros y huyo horrorizado, pues sus
revelaciones son como sal en una herida sangrante.
»Todo lo percibo simultáneamente. Todo lo percibo a la vez y desde todos
los ángulos posibles. Formo parte de los billones de vidas que me han
precedido. Existo en todos los seres humanos y todos los seres humanos
existen en mí. En un instante veo a la vez toda la historia del hombre, el
pasado y el presente.
»Mediante un pequeño esfuerzo soy capaz de contemplar pasados cada vez
más lejanos. Ahora me remonto hacia el mismo origen, a través de curvas y
ángulos extraños. A mi alrededor se multiplican los ángulos y las curvas.
Hay grandes sectores de tiempo que los percibo a través de curvas. Existe
un tiempo curvo y un tiempo angular. Los moradores del tiempo curvo no
pueden penetrar en el tiempo angular. Todo es muy extraño.
»Sigo retrocediendo cada vez más. De la tierra ya ha desaparecido el
hombre. Veo reptiles gigantescos agazapados bajo enormes palmeras y
nadando en pútridas aguas negras. Ya han desaparecido los reptiles. Ya no
hay animales terrestres, pero veo perfectamente bajo las aguas formas
sombrías que se mueven lentamente entre las algas.
»Las formas que veo son cada vez más simples. Ahora los únicos seres
vivos son células. A mi alrededor hay cada vez más ángulos, ángulos
totalmente ajenos a la geometría humana. Tengo un miedo horrible. En la
creación existen abismos en los que nunca ha penetrado el hombre.»
Seguí sin perderle de vista. Chalmers se había levantado y gesticulaba como
pidiendo ayuda. Al poco volvió a hablar:
-Atravieso ángulos ajenos al espacio terrestre. Me aproximo al horror
supremo.
-¡Chalmers! -exclamé-. ¿Quiere usted que intervenga?
Se llevó la mano al rostro, como para no ver una visión indeciblemente
espantosa. Pero dijo trabajosamente:
-¡Todavía no! Quiero seguir adelante... Quiero ver... lo que hay... aún más
allá...
Tenía la frente cubierta de sudor frío y movía los hombros de modo
espasmódico. Su rostro espantado era de color gris ceniciento.
-Más allá de la vida existen cosas que no logro distinguir. Pero se mueven
lentamente a través de ángulos alucinantes.
En ese momento percibí por primera vez en la estancia un olor bestial e
indescriptible, nauseabundo, insoportable. Me lancé a la ventana y la abrí
de par en par. Cuando volví al lado de Chalmers y vi su expresión, estuve a
punto de desmayarme.
-¡Me han olido! -lanzó un alarido-. ¡Lentamente se dan la vuelta hacia mí!
Todo el cuerpo le temblaba horriblemente. Durante un momento agitó los
brazos en el aire, como buscando un asidero, y luego le cedieron las piernas.
Cayó al suelo, donde permaneció boca abajo, sollozando, gimiendo.
En silencio contemplé cómo se arrastraba por el suelo. En aquellos
momentos, mi amigo no era un ser humano. Enseñaba los dientes y en las
comisuras de la boca se le formó una espuma blanquecina.
-¡Chalmers! -grité-. ¡Chalmers, basta ya! Basta ya, ¿me oye?
Como en respuesta de mi llamada, comenzó a emitir unos sonidos roncos y
convulsivos, semejantes a ladridos, y a caminar en círculo a cuatro patas
por el suelo. Me incliné y le cogí por los hombros. Le sacudí violentamente,
desesperadamente, y él intentó morderme la muñeca. Me sentía enfermo de
horror, pero no le solté, pues temía que se destruyese a sí mismo en un
paroxismo de rabia.
-¡Chalmers! -murmuré-. Basta ya. Está usted en su habitación. Nada malo le
puede suceder. ¿Comprende?
A fuerza de sacudirle y de hablarle, logré que la expresión de locura fuera
desapareciendo de su rostro. Tembloroso y convulsivo, quedó como un
grotesco montón de carne en el centro de la alfombra china.
Le ayudé a caminar hasta el sofá y a tumbarse en él. Su rostro estaba
contraído de dolor y me di cuenta de que seguía luchando sordamente
contra recuerdos espantosos.
-Whisky -murmuró-. Está ahí, en el mueblecito, junto a la ventana, en el
cajón superior de la izquierda.
Cuando le alcancé la botella, la asió con tal fuerza que los nudillos se le
pusieron azules.
-Casi me cogen -dijo entrecortadamente.
Bebió el estimulante a grandes tragos irregulares y poco a poco le fue
volviendo el color a la cara.
-Esa droga -dije- es el diablo en persona.
-No era la droga -gimió.
Su mirada ya no era de loco. Ahora daba impresión de un profundo
desaliento.
-Me han olido a través del tiempo -susurró-. He llegado demasiado lejos.
-¿Cómo eran? -pregunté para seguirle la corriente.
Se inclinó hacia mí y me agarró el brazo hasta hacerme daño. Otra vez fue
dominado por horribles temblores.
-¡No hay palabras para describirlos! -murmuró roncamente-. Han sido
vagamente simbolizados en el Mito de la Caída y en cierta forma obscena
que a veces aparece grabada en algunas tablillas arcaicas. Los griegos le
daban un nombre que ocultaba la impureza esencial de esos seres. La
manzana, el árbol y la serpiente son símbolos del misterio más atroz.
Al cabo de unos momentos su voz se convirtió en un aullido:
-¡Frank! ¡Frank! ¡En el comienzo se consumó un acto terrible e
inmencionable! Antes del tiempo, el acto, y después del acto...
Comenzó a andar histéricamente por la estancia.
-Las consecuencias del acto se mueven a través de ángulos en los oscuros
recodos del tiempo. ¡Tienen hambre y sed!
-Chalmers -intenté razonar-, ¡estamos en el tercer decenio del siglo XX!
Pero él siguió ululando:
-¡Tienen hambre y sed! ¡Los Perros de Tíndalos!
-Chalmers, ¿quiere usted que llame a un médico?
-Ningún médico puede ayudarme. Son horrores del alma y, sin embargo -
ocultó la cara entre las manos-, son reales, Frank. Los vi durante un
momento horrible. Durante un instante he llegado a estar al otro lado. Me
encontré en una ribera lívida, más allá del tiempo y del espacio. Había una
luz espantosa que no era luz y un silencio hecho de aullidos, y allí los vi. En
sus cuerpos flacos y famélicos se concentra todo el Mal del universo. En
realidad no estoy seguro de que tuvieran cuerpo: sólo los vi un instante.
Pero los he oído respirar. Durante un momento indescriptible sentí su
aliento en mi cara. Se volvieron hacia mi y huí dando alaridos. En un solo
instante huí a través de millones de siglos.
Pero me han olido. Los hombres despiertan en ellos un hambre cósmica.
Hemos escapado momentáneamente del aura impura que los rodea. Tienen
sed de todo lo que hay limpio en nosotros, de todo lo que emergió
inmaculado de aquel acto. En nosotros hay elementos que no participaron
en el acto y ellos los aborrecen. Pero no te imagines que son literal y
prosaicamente malos. En el plano donde habitan no existen el bien y el mal
tal como nosotros los concebimos. Son lo que, en el principio quedó
desprovisto de pureza para siempre jamás. Al cometer el acto, se
convirtieron en cuerpos de muerte, en receptáculo de toda impureza. Pero no
son malos en el sentido que nosotros damos a esta palabra, porque en las
esferas en que se mueven no existe pensamiento ni moral ni bueno ni malo.
Allí sólo existen lo puro y lo impuro. Lo impuro se expresa en ángulos; lo
puro, en curvas. El hombre, o mejor dicho, lo que hay en él de puro, procede
de lo curvo. No te rías. Hablo completamente en serio.
Me levanté para irme. Mientras iba hacia la puerta, dije:
-Me da usted mucha pena, Chalmers. Pero no estoy dispuesto a oírle delirar.
Le enviaré a mi médico. Es un hombre de edad, muy comprensivo, y no se
ofenderá aunque usted lo mande al diablo. Pero confío en que siga usted las
indicaciones que le dé. Se pasa usted una semana descansando en un buen
sanatorio y verá qué bien le sienta.
Mientras bajaba las escaleras le oí reír. Era una risa tan desprovista de
alegría que me hizo llorar.

II

Cuando Chalmers me telefoneó a la mañana siguiente, mi primer impulso fue
colgar inmediatamente el receptor. Me llamaba para pedirme algo tan
insólito, y tan anormalmente alterada estaba su voz, que temí por mi propia
cordura si seguía adelante con este asunto. Pero no pude dejar de percibir la
sinceridad de su angustia, y cuando se le quebró la voz y comenzó a
sollozar, decidí acceder a su petición.
-De acuerdo -dije-, ahora mismo voy y le llevo la escayola.
De camino hacia casa de Chalmers, me detuve en una droguería y adquirí
diez kilos de escayola. Al entrar en el cuarto de mi amigo, le vi agazapado
junto a la ventana, contemplando la pared de enfrente con ojos enfebrecidos
por el terror. Cuando me vio entrar, se puso en pie y me arrebató el paquete
de la escayola con una avidez que me puso los pelos de punta. Había
sacado todos los muebles de la estancia, la cual presentaba ahora un
aspecto absolutamente desolado.
-¡Aún podemos salvarnos! -exclamó-. Pero tenemos que actuar rápidamente.
Frank, hay una escalera plegable en el vestíbulo. Tráela inmediatamente. Y
ve a buscar también un cubo de agua.
-¿Para qué? -murmuré atónito.
Se volvió vivamente hacia mí y vi un relámpago de ira en sus ojos.
-¿Para qué va a ser, so bobo? ¡Para hacer la masa con la escayola! -gritó,
fuera de sí-. Para hacer la masa que nos salvará el cuerpo y el alma de una
contaminación indecible. Para hacer la masa que salvará al mundo de un
peligro... ¡Frank, tenemos que cerrarles las puertas!
-¿A quiénes? -pregunté.
-¡A los Perros de Tíndalos! -exclamó-. Sólo pueden llegar hasta nosotros a
través de ángulos. ¡Eliminemos todos los ángulos de la habitación! Voy a
poner escayola en todos los ángulos, en todos los rincones, en todas las
hendiduras. ¡La habitación quedará como el interior de una esfera!
Habría sido inútil discutir con él. Le llevé la escalera. Chalmers mezcló la
escayola con el agua y estuvimos trabajando durante tres horas. Tapamos
las cuatro esquinas de la pared y también las intersecciones de ésta con el
suelo y el techo. Por último, redondeamos los duros ángulos de la ventana.
-Ahora me quedaré en esta habitación hasta que se vayan -dijo Chalmers

cuando hubimos dado fin a la tarea-. Al darse cuenta de que el olor que
siguen les obliga a atravesar curvas, se volverán. Se volverán, hambrientos,
frustrados, insatisfechos, al plano de impureza de donde proceden, anterior
al tiempo y más allá del espacio.
Sonrió afablemente y encendió un cigarrillo.
-Te agradezco mucho que hayas venido.
-¿Sigue usted sin querer ver a un médico? -rogué.
-Quizá mañana -repuso-. Ahora tengo que vigilar y esperar.
-¿Esperar qué? -apremié.
Chalmers sonrió débilmente.
-Te crees que estoy loco -dijo-; me doy cuenta perfectamente. Eres
inteligente, pero también eres muy prosaico y no puedes concebir la
existencia de ninguna entidad independiente de toda energía y de toda
materia. Pero, mi querido amigo, ¿se te ha ocurrido pensar alguna vez que la
energía y la materia son las barreras que el tiempo y el espacio imponen a
nuestra percepción? Sabiendo, como yo sé, que el tiempo y el espacio son
lo mismo y que son engañosos porque ambos no son sino manifestaciones
imperfectas de una realidad superior, no tiene sentido buscar en el mundo
visible ninguna explicación del misterio y del terror del ser.
Me levanté y me fui hacia la puerta.
-Perdona -exclamó-. No he querido ofenderte. Tienes una gran inteligencia,
pero yo tengo una inteligencia sobrehumana. Es natural que yo sea
consciente de tus limitaciones.
-Telefonéeme si me necesita -dije, y bajé las escaleras de dos en dos-.
«Ahora sí que le envío a mi médico -me iba diciendo a mí mismo-. Está loco
de remate y sabe Dios lo que puede pasar si no se ocupa alguien
inmediatamente de él.»

III

Resumen de dos artículos publicados en la Patridgeville Gazette del 3 de
julio de 1928:


TEMBLOR DE TIERRA EN EL CENTRO DE LA CIUDAD


A los dos de la madrugada de hoy, un violento terremoto ha hecho temblar
los barrios céntricos de la ciudad, rompiendo varias ventanas en Central
Square y causando graves daños en el tendido eléctrico y en las
instalaciones de la red tranviaria. En los barrios periféricos también fue
observado el fenómeno resultando completamente derruido el campanario
de la iglesia baptista de Angell Hill, que había sido diseñado por
Christopher Wren en 1717. Los bomberos luchan por apagar el incendio que
se ha declarado en las naves de la fábrica de neumáticos. El alcalde ha
prometido abrir un expediente a fin de determinar responsabilidades si las
hubiere.


ESCRITOR OCULTISTA ASESINADO POR VISITANTE
DESCONOCIDO
Horrible Crimen en Central Square


Un misterio impenetrable envuelve la muerte de Halpin Chalmers
A las nueve horas del día de hoy fue hallado el cuerpo sin vida de Halpin
Chalmers, escritor y periodista, en una habitación vacía situada encima de la
Joyería Smithwich & Isaacs, en el número 24 de Central Square. La
investigación judicial puso de manifiesto que dicha habitación había sido
alquilada amueblada al señor Chalmers el día 1 de mayo último y que el
propio inquilino se había deshecho de los muebles hace quince días. El
señor Chalmers era autor de varios libros sobre temas de ocultismo.
Pertenecía a la Asociación Bibliográfica y anteriormente había residido en
Brooklyn (Nueva York).
A las siete de la mañana, el señor L. E. Hancock, inquilino del apartamento
situado frente al del Chalmers en el edificio de Smithwich & Isaacs, sintió un
olor especial al abrir la puerta para dejar entrar a su gato y recoger la edición
matinal de la Patridgeville Gazette. El olor, según afirma, era
extremadamente acre y nauseabundo, y tan intenso en las proximidades de
la puerta de Chalmers que tuvo que taparse la nariz cuando se aventuró por
dicha zona del rellano.
Estaba a punto de regresar a su propio apartamento cuando se le ocurrió
que acaso Chalmers se hubiera olvidado de apagar el gas de su cocina.
Considerablemente alarmado por esta posibilidad, decidió investigar lo
sucedido y, comoquiera que nadie contestase sus repetidas llamados a la
puerta de Chalmers, avisó al encargado del edificio. Este último abrió la
puerta mediante una llave maestra y ambos penetraron en la habitación de
Chalmers. La estancia estaba totalmente desprovista de mobiliario y
Hancock asegura que, al ver lo que había en el suelo, se sintió enfermo,
teniendo que permanecer el encargado y él asomados un rato a la ventana
sin mirar atrás.
Chalmers yacía boca arriba en el centro de la habitación. Estaba
completamente desnudo y tenía el pecho y los brazos cubiertos de una
especie de gelatina azulada. La cabeza, totalmente separada del tronco,
reposaba sobre el pecho y sus facciones aparecían horriblemente retorcidas
y mutiladas. No había ni rastro de sangre.
La habitación presentaba un aspecto insólito. Todas las aristas habían sido
cubiertas de escayola, que en algunos sectores se había agrietado y en
otros, desprendido. Los fragmentos de escayola caídos habían sido
agrupados en torno al cadáver, formando un triángulo perfecto.
Junto al cuerpo se hallaron varias hojas de papel amarillo casi enteramente
consumidas por el fuego. En ellas había dibujado varios símbolos
fantásticos y extrañas figuras geométricas y podían leerse diversas frases
escritas apresuradamente a mano. Dichas frases, sin embargo, son tan
absurdas que no proporcionan la menor pista sobre el posible autor del
crimen. He aquí algunas de tales frases: «Vigilo y espero. Estoy sentado
junto a la ventana y vigilo las paredes y el techo. No creo que lleguen hasta
aquí, pero debo tener cuidado con los Doels porque acaso puedan
ayudarles a pasar. También los ayudarán los Sátiros y éstos pueden
avanzar a través de los círculos purpúreos. Los griegos sabían cómo
impedirlo. Es lamentable que hayamos olvidado tantas cosas...»
En otro papel, en el más quemado de los siete u ocho fragmentos recogidos
por el Sargento Detective Douglas (de la Policía de Patridgeville), había
garrapateado lo siguiente:
«¡La escayola se cae! La ha agrietado una vibración terrible. ¡Un terremoto
parece! No podía preverlo. Se va yendo la luz de la habitación. Telefonear a
Frank. ¿Pero llegará a tiempo? Debo intentarlo. Recitaré la fórmula de
Einstein. ¿Voy a Rompen! ¡Están pasando! ¡Consiguen atravesar! Sale humo
de las esquinas de la pared sus lenguas.»
A juicio del Sargento Detective Douglas, Chalmers ha muerto envenenado
por algún desconocido producto químico. La policía ha enviado muestras
de la extraña gelatina azul que cubría el cuerpo de Chalmers al Laboratorio
Químico de Patridgeville y confía en que el informe correspondiente arroje
alguna luz sobre este crimen, el más misterioso de los últimos años. Se sabe
que Chalmers tuvo un visitante la noche anterior al terremoto, pues su
vecino oyó sin lugar a dudas, al pasar ante su puerta, rumor de
conversación. El principal sospechoso es, pues, este desconocido visitante,
cuya identidad la Policía se esfuerza afanosamente por averiguar.

IV

Informe del doctor James Morton, químico y bacteriólogo:
«Señor Juez de Instrucción: la sustancia semilíquida que usted me remitió
para su estudio es la más extraña que he analizado en mi vida. Presenta
ciertas analogías con el protoplasma, pero en ella no se encuentran ni aun
indicios de enzimas. Las enzimas son catalizadores de las reacciones
químicas que se producen en el seno de la célula viva. Cuando las células
mueren, las enzimas las desintegran mediante hidrólisis. Sin enzimas, el
protoplasma poseería una vitalidad prácticamente infinita, es decir, sería
inmortal. Las enzimas, por así decir, son los elementos negativos del
organismo unicelular, que constituye la base de la vida, y, en opinión de los
biólogos, sin ellas no puede existir materia viva. Y, sin embargo, tales
cuerpos indispensables se hallan ausentes de la gelatina viva que usted me
remitió. ¿Se da usted cuenta del significado que puede tener este
descubrimiento para la ciencia?»

V

Fragmento de un manuscrito titulado «Los que velan en silencio»,
original del fallecido Halpin Chalmers:
«¿Y si existiese otra forma de vida paralela a la que conocemos, pero carente
de los elementos que destruyen la nuestra? ¿Y si en otra dimensión existe
una fuerza diferente de la que genera nuestra vida? ¿Y si esta fuerza emite
una energía, que, procedente de su dimensión desconocida, consigue
alcanzar nuestro espacio-tiempo y crear en él una nueva forma de vida
celular? Cierto es que no se puede demostrar que tal forma nueva de vida
exista en nuestro universo, pero yo he visto sus manifestaciones y he
hablado con ellas. De noche, en mi habitación, he hablado con los Doels. Y
en mis sueños he contemplado a su Creador. Lo he visto en lejanas riberas,
más allá del tiempo y la materia. Se mueve a través de curvas extrañas y de
ángulos alucinantes. Algún día viajaré en el tiempo y me enfrentaré con él
cara a cara.»


FIN

jueves, 29 de noviembre de 2007

ORACION DE SAN CIPRIANO // SANTERIA ?? // MAGIA NEGRA O MAGIA BLANCA ??

EL LIBRO DE SAN CIPRIANO

SAN CIPRIANO, O CIPRIANILLO:
PATRON DE LAS ARTES MAGICAS,BRUJAS Y HECHICEROS.

SANTERIA

MAGIA NEGRA O MAGIA BLANCA

BREVE HISTORIA DE SAN CIPRIANO, Y LOS LIBROS DE MAGIA


Quizá no haya habido nunca un libro más codiciado y buscado, ni que despertase más pasiones y deseos de poseerlo, hasta el punto de que mucha gente cayera en la locura, enfermase gravemente o se arruinara económicamente, sólo por intentar conseguir un ejemplar del mismo o por poner en práctica los rituales que en él se contenían. Estamos hablando del Libro de San Cipriano, popularmente conocido como Ciprianillo.

El Libro de San Cipriano es un grimorio, es decir, un libro que recoge fórmulas mágicas, atribuido a San Cipriano de Antioquia, el santo mago por excelencia, y en el que una parte fundamental se ocupa del desencanto de tesoros, incluyendo también, en muchas de sus ediciones, una lista de tesoros del Reino de Galicia y de partes de Portugal, con localizaciones detalladas de dónde encontrarlos.

Parece que no hay testimonios de gente que se hiciera rica gracias al Ciprianillo, aunque seguramente lo que pasó fue que, quienes se hicieron ricos por estos medios, lo mantuvieron en silencio para evitar robos, como pasa hoy en día con los ganadores de la lotería. Sin embargo muchos de los inicialmente felices poseedores del libro, después no lo fueron tanto, ya que agotaron capital y salud buscando los magníficos tesoros prometidos. Esto fue especialmente cierto en Galicia, donde abundaron los casos de gente que adquiría algún ejemplar, pagando grandes sumas de dinero que juntaban, a menudo, vendiendo toda su hacienda. El escritor e historiador orensano Vicente Risco relata en su trabajo “Los tesoros legendarios de Galicia” publicado en 1950 en la “Revista de Dialectología y Tradiciones Populares”, que en los años 20 y 30 del siglo XX se llegaba a pagar en Galicia 500 ptas. por un libro que adquirido en Portugal o Brasil podía valer 3 o 4 ptas. Toda esta especulación económica llevó al historiador gallego Bernardo Barreiro a publicar, en 1885, en su obra “Brujos y astrólogos de la Inquisición y el Libro de San Cipriano”, una versión muy parcial del mismo, con el fin de que toda la gente lo pudiera adquirir a un precio popular y vieran además lo absurdo de su contenido, destruyendo así su fama y que la gente dejara de buscar tesoros.

En Galicia circularon leyendas que situaban dicho libro en algún departamento reservado de la Biblioteca de la Universidad (según otros de la Catedral) de Santiago, donde se encontraba encadenado para que ningún incauto lo pudiera abrir y leer su contenido (y suponemos que para que el libro no pudiese escapar de allí). El propio Bernardo Barreiro cuenta que cuando estuvo trabajando en el Archivo de Simancas (Valladolid) iban hasta allí paisanos a pedirles una copia del famoso libro y que, ante la respuesta de que allí no se encontraba ningún Libro de San Cipriano, la gente se mostraba recelosa y era muy difícil de convencerles de ello, aunque se les dijera, incluso, por los propios empleados que si hubiera allí algún Ciprianillo, ellos ya serían ricos y no estarían trabajando en aquel sitio.


La figura de San Cipriano


El santo al que se le atribuye la redacción del libro es, San Cipriano de Antioquia, que vivió en el S. III D.C. (no tiene nada que ver con San Cipriano, Obispo de Cartago, con el que a menudo es confundido). El relato de la vida de San Cipriano más conocida (aunque ya hay citas en el s. IX) es la recogida en las diversas obras publicadas con el título de Flos Sanctorum (entre ellas la del padre jesuita Pedro de Ribadeneyra editada en Madrid 1599-1601). Según estos relatos, San Cipriano nació en Antioquía, entre Siria e Arabia; sus padres, idólatras y poseedores de grandes riquezas, lo destinaron, por sus cualidades, al culto de los falsos dioses. Fue hombre de gran cultura, viajó mucho (por Grecia, Egipto, la India y Caldea) y llegó a ser un profundo conocedor de las artes mágicas. A los treinta años se convierte al cristianismo, gracias a la predicación de Antipo, Obispo de Antioquía y por culpa de un episodio que le ocurrió: un joven llamado Aglaide se enamora de Justina y la pide en casamiento, que ella rechaza por estar consagrada a Jesucristo. Aglaide recurre a Cipriano para que Justina se rinda a sus deseos, lo que intenta con todas las artimañas posibles, sin resultado. Entonces Cipriano invoca a Lucifer para que le diga por qué son inútiles todos los sortilegios que hace a Justina, y Lucifer le responde que el Dios de los cristianos es el señor de todo lo creado, estando él también sujeto a su poder, de forma que no podía hacer nada contra quien hiciese el signo de la Cruz.

Entonces San Cipriano renegó de él y se convirtió al cristianismo, abandonando la práctica de la magia, no sin antes, según la tradición popular, recoger en un libro todos sus conocimientos mágicos. Posteriormente Cipriano y Justina llevaron una vida de oración y predicación del cristianismo, hasta que el juez Eutolmo los mandó al suplicio metiéndolos en tinas de pez ardiendo, de las que salieron ilesos. Ante semejante milagro, Atanasio, gran sacerdote pagano y discípulo anterior de Cipriano, creyendo que era un truco, se arrojó al tonel, y murió quemado en el acto. Cipriano y Justina fallecieron decapitados el 26 de Septiembre en los márgenes del río Gallo en la ciudad de Antioquia y sus reliquias fueron repartidas entre Roma (iglesia de San Juan de Letrán), Toulouse, y la catedral de León. La fama de San Cipriano como mágico se extendió por toda la cristiandad y pasó posteriormente a la memoria popular, poniéndolo al mismo nivel que otros famosos magos de la Antigüedad, como Simón el Mago o Salomón, a los que también se les atribuye la autoría de numerosos libros mágicos. Para darnos cuenta de la popularidad del santo y la vigencia de su leyenda, que fue transmitida de forma popular durante siglos hasta hace muy pocos años, basta con mencionar que circularon pliegos de cordel con su vida en verso.
A San Cipriano, además, se le hizo patrón de las artes mágicas, de los hechiceros y de las brujas, y su nombre estuvo vinculado a numerosas prácticas mágicas, tanto conjuros como oraciones, como atestigua la famosa Oración de San Cipriano, y que vale para protegerse de maleficios de cualquier tipo. Los estudiosos consideran asimismo la historia de San Cipriano como uno de los más directos antecedentes del desarrollo de la historia de otros magos famosos, como por ejemplo, Fausto, cuyos primeros relatos datan del s. XVI.

En Cataluña la devoción al Santo debió ser muy popular ya que Palau cita ocho folletos publicados de la Oración de San Cipriano, a veces acompañada de la Oración a la Santa Cruz de Caravaca, escritos en catalán y en castellano.


El libro de San Cipriano y los libros de magia

El libro de San Cipriano se encuadra perfectamente en la categoría de los grimorios o libros de nigromancia, lo que significa que es un libro de magia ritual dedicado a la magia negra. Aunque gran parte del mismo se dedique a la magia blanca (curación de enfermos, etc.), lo cierto es que en todos ellos aparece, aunque sea una mínima parte de magia negra, lo que hace que caigan directamente en dicha categoría.

Quisiéramos hacer unas puntualizaciones en este libro, por supuesto personales, pero que consideramos importantes a fin de clarificar conceptos esenciales en magia que son fuente de confusión y de grandes errores. Por supuesto no somos teólogos ni tenemos ningún titulo en dogmas, fe y religión, pero si hemos investigado mucho, reflexionado, meditado y sacado conclusiones que queremos transmitir con el único interés de aportar luz útil a aquel que la busque. La verdad hay que buscarla y esta es la nuestra.

Los límites entre magia negra y blanca son muy difusos y sujetos a numerosas discusiones, porque en realidad no existen ambas magias. La energia es Una y solamente la intención o el objetivo marcan la diferencia entre blanco y negro bien y mal luz y oscuridad, pero eso nada tiene que ver con Diós. El es creador y esta por encima de nuestras pequeñas o grandes manipulaciones e intentos de imitarle; no es manipulable, no interviene directamente en la obra humana. Si fuera de otra forma, toda la vida cambiaria de sentido, porque indicaría en el caso de la victima de un trabajo de magia negra, que le ha sido robada su conexión con la divinidad sin su permiso. Eso equivaldría a conceder mas poder a la fuerza del mal que al propio creador y entonces ¿como podría liberarse del trabajo si no tiene ya libertad de elección?...
Lo que nosotros llamamos Bien y Mal, Luz y Oscuridad, Amor o Justicia, son cualidades con las que identificamos al creador para hacerlo mas asequible a nuestra pequeña y limitada mente humana pero que en realidad son intentos de imitar un algo superior e inmenso no catalogable en nuestra entelequia, puesto que nadie jamás lo ha visto, desde este plano material, y lo mas que se ha conseguido es la visión o revelación de una imagen del incosciente colectivo creado en el plano astral, y mediante el cual identificamos a algo tan inconmensurable, que si por casualidad pudieramos percibir una micronésima de su ser seriamos desintegrados inmediatemente a causa de la fuerza de su vibración. El poder de la fuerza atomica seria una pompa de jabon a su lado. Para los misticos hebreos que en realidad fueron los que difundieron la fe en Occdente, Dios es nombrado como AIN SOFT( lo no manifestado, lo que no se ve, aquello sin forma y con existencia propia), para los santeros es el “innombrable” y para los místicos de la antigüedad la nube de NO SER, porque en sus visones la Imagen divina aparece envuelta en una nube. Asi pues queremos dejar constancia que la magia es energia, generada a partir de la obra creadora divina y por consiguiente su potencia pertenece a un nivel inferior a su creador, nada de lo que se produzca a través de ella tiene relación directa con el creador.
Hay quien dice que la magia cuyo fin sea beneficiar al mago y que coartando la libertad del otro e invocando a espíritus infernales para ponerlos al servicio del nigromante, corresponde al trabajo de magia negra. Se me ocurre una pregunta según esa definición : ¿y cuando no lo hace?, todo trabajo de magia potencia digamos las “habiliades del mago, como toda práctica ya sea física mental o espiritual potencia al practicante o sino ¿Qué sentido tendria hacerlo?, otra cosa es la intención o el objetivo de la practica. Dicen que coharta la libertad individual: ¿Dónde esta el limite entre mi deseo y el deseo del otro ¿…¿Cuál seria el fin de la magia sino conseguir mediante artes ocultas lo que aparentemente no logro con mi propio magnetismo personal . Y en cuanto a la invocación de espiritus infernales, pues lógicamente cada practicante de magia recurre a aquellos seres con los que se identifica mejor…pero la magia en si es UNA y como todo en este plano denso tiene dos polaridades, positivo, negativo, de cómo lo cataloguemos dependerá en el lado que nos encontremos los participantes.

¿Es posible hacer un trabajo de magia amorosa sin perjudicar?, No y Nunca. Solo si la propia pareja acude al mago pidiendole que les una y lo soliciten los dos, es el único caso en que no habrá manipulación, y aun así corren el riesgo de torcer ellos sus propios caminos puesto que nadie puede garantizar que son pareja de por vida. Mi opinión personal es que si son pareja de por vida, ¿Qué necesidad tienen de recurrir a otras artes para unirlos ¿ ¿Tan poca confianza tienen en su amor que necesitan recurrir a manos ajenas para mediante su cesión de voluntad manipulen sus vidas?…

Richard Kieckhefer en su libro “La Magia en la Edad Media”, Colección Drakontos, Editorial Crítica, 1992, dice que los fines perseguidos en los grimorios son básicamente influir en las mentes y deseos de los demás (ya sean personas, animales o espíritus para que hagan o dejen de hacer algo), actuar sobre la naturaleza física de personas y animales para hacerles bien o mal, influir sobre las cosas, elementos del tiempo o contingencias inciertas del futuro y, por último, crear ilusiones, descubrir secretos o ver hechos pasados, presentes o futuros. Para ello se usa un elemento visual (círculos mágicos, talismanes, etc.), uno oral (la realización de conjuraciones, en éste se ordena al espíritu que haga algo, a diferencia de la oración en que sólo se pide), y uno de acción (realización de sacrificios, ofrendas, magia simpática, etc.).

La palabra grimorio es una palabra oscura de la que no se sabe muy bien su procedencia, para algunos es una palabra genuinamente española, de la que después derivaría la francesa grimoire, según otros es al revés, también se relaciona con la palabra gramática, grammaire, con la idea de un conjunto de reglas, en este caso mágicas. La palabra nigromancia, de la que se cree que derivó la de magia negra por confusión de términos, proviene del latín y éste a su vez de las palabras griegas Necros y Mantica, es decir, adivinación invocando a los muertos (como hacía Circe en la Odisea de Homero). En la Edad Media el término pasó a designar a la magia diabólica, ya que se creía que era imposible que los muertos volvieran a la vida mediante conjuros, sino que eran demonios los que acudían a la llamada, en forma humana o animando cuerpos de difuntos. La nigromancia está relacionada con la goetia o goecia que es la magia que se realiza invocando a espíritus malévolos o demoníacos, a diferencia de la teurgia que se practica invocando a ángeles o espíritus buenos.

Respecto al contenido, se articula en gran medida alrededor del concepto del pacto con potencias suprahumanas, tanto demoníacas como celestiales (in-fluenciado por la Cábala y la religión judía). Esta idea de pacto tiene una génesis culta que se difundió por Europa hacia el s. IX. Los grimorios, a menudo, se dividen en tres partes, la preparación del propio nigromante y de los utensilios mágicos (que implicaba muchas veces el empleo de materias primas muy difíciles de conseguir: partes de animales, metales preciosos, etc., construyéndolos en unas horas y días muy concretos) y la realización del círculo mágico para defenderse de las potestades que se invoquen (tanto en suelo como en telas) y, finalmente, la puesta en práctica del ritual y recetas mágicas para llevar a cabo (que a menudo tienen un contenido absurdo, lo que hizo que muchos ocultistas célebres afirmaran que dichas recetas eran alegóricas).

Los grimorios combinan la magia astral, típicamente árabe y de origen persa y griego (que actúa por el poder de los astros celestes y depende su efectividad de ciertos signos celestes, días, horas, posiciones planetarias, todo ello unido a fumigaciones y aspersiones), con los exorcismos (típicamente cristianos y judíos), la magia natural (lo que los antiguos consideraban la ciencia oculta, que se refire al uso de sustancias naturales) y la magia diabólica (en que intervienen de seres infernales), categorizaciones que en la práctica no eran fáciles de hacer y que llevaron a los eruditos de la Edad Media a enzarzarse en discusiones de si un tipo de prácticas mágicas eran diabólicas o no.

Respecto al origen de los grimorios, éste es incierto. Se sabe que en el Antiguo Egipto ya existieron libros que recopilaban conjuros. Sus más claros precedentes proceden de la magia babilónica, que influyó en la magia judía. En los últimos siglos del Imperio Romano circularon extensamente obras de magia, muchas de ellas de posible origen judío, que dejaron su impronta posteriormente en los grimorios medievales. En Europa comenzó su difusión a partir del s. XII, al producirse una serie de cambios en el mundo de la cultura y de la vida intelectual europea, como el florecimiento de las Cortes y de las Universidades como centros culturales, al margen de las escuelas catedralicias y monasterios, lo que promovió una sed intelectual de búsqueda en fuentes ajenas a la ortodoxia o en el conocimiento clásico atesorado por el mundo islámico, que se produjo en zonas de confluencia donde ambos mundos convivían en armonía. El Islam heredó de la Antigüedad Griega, junto con el saber clásico, la astrología y la alquimia, que se incorporan en este siglo al saber europeo y, también dentro del saber árabe, se difundieron los conocimientos mágicos judíos.

En el s. XIV ya aparecen mencionados algunos libros mágicos, basados en los ciclos que luego serán más famosos, como el de Salomón. En el s. XV, la llegada del Renacimiento, la caída del Imperio Bizantino con la invasión de Constantinopla por los turcos y la expulsión de los judíos de la península ibérica, provoca la difusión general del saber clásico y de los conocimientos mágicos judíos. La época de máximo esplendor de la práctica de la magia ritual corresponde al período que va entre 1480 y 1680, cuando se editaron muchas de las obras clásicas de magia (ej. las obras de J. Tritemius, H.C. Agrippa, John Dee, Pedro de Abano y de Giordiano Bruno).

El empleo de este tipo de libros fue siempre dentro de los ámbitos cultos y eclesiásticos, ya que las clases populares no sabían leer, abundando en los anales históricos las referencias a condenas de frailes, monjes y clérigos por su posesión. Circulaban por villas y ciudades copiados a mano en secreto, por el evidente peligro que tenía la posesión de este tipo de libros, lo que hizo que, al pasar el tiempo, las diversas versiones de un mismo grimorio fuesen diferentes entre sí.

La difusión y popularización de los grimorios se produjo en los siglos XVII y XVIII (sobre todo en Francia), cuando caen algunos en manos de maestros impresores y se deciden a publicarlos al ver su rentabilidad económica, a menudo ocultando, para evitar condenas, el editor, título de la obra, o con lugares de impresión falsos. Los más famosos impresores fueron los Hermanos Beringos de Lyon, de los que sus obras se convirtieron en clásicos que aún hoy se siguen reeditando. Dada su gran acogida, enseguida otras librerías comenzaron a publicar gri-morios de contenidos y calidades muy variadas, muchas veces poniendo los mismos títulos, lo que provocó gran confusión. En la Península Ibérica, dada la vigencia de la Inquisición, es improbable que hubiese una gran industria de edición de grimorios. Algunos de los que circulaban por aquí eran importados de Francia y otros países, o incluso, traducciones de los publicados en otras tierras.

Desde mediados del s. XVIII, los grimorios cayeron en descrédito, no siendo hasta el s. XIX cuando resurge la afición por este tipo de literatura de la magia ceremonial y el ocultismo en general (a pesar de la llegada del racionalismo y la cultura científica) con las obras de Francis Barret, Eliphas Levi, Papus, C. W. Leadbeater, Aleister Crowley y Arthur E. Waite. En esta época se reeditan los grimorios más famosos de siglos anteriores y se publican un nuevo género de grimorios “fantásticos” (inventados), fundamentalmente por el establecimiento de la propiedad comercial e intelectual y la prohibición de copiar libros de otros editores y autores.

Ello hizo que se tuviese que buscar materiales inéditos en antiguas bibliotecas y que, dada su poca longitud, tenían que editarse en compilaciones con los más diversos títulos (El Tesoro del Viejo de las Pirámides, La Gallina Negra, Secretos de las Artes Mágicas, El Libro Negro de la Magia, y algunas ediciones del Libro de San Cipriano, Tesoro del Hechicero) como luego veremos.

En la Península Ibérica existen citas de grimorios desde tiempos muy tempranos, Menéndez Pelayo en su obra “Historia de los heterodoxos españoles”, cita el libro De Invocatione Demonum, Liber Salomonis, quemado en Barcelona en el s. XIV y otro libro catalán de la misma época El Libre de Poridat, en el s. XVI cita al Libro de Salomón. Julio Caro Baroja en “Vidas mágicas e Inquisición” (Ed. Istmo, 1992), cita el Liber Salomonis quemado por el inquisidor Eymerich en el s. XIV y, también, las obras quemadas al famoso Marqués de Villena (sin embargo hay que tener en cuenta que en aquella época cualquier libro con grabados inentendibles por los inquisidores, ej. libros de astronomía, ya se consideraban mágicos y se quemaban sin más contemplaciones), y la Clavicula Salomonis mandada a la hoguera por el Obispo de Barcelona. En los siglos XVI y XVII abundan condenas por la posesión de la Clavícula de Salomón (en las Palmas de Gran Canaria, en Toledo, en Burgos ) y en Cuenca por la posesión del Alma del Salomonis y el Picatrix: Liber Imaginibus Salomonis. Lo cierto es que en la península ibérica toda esta corriente literaria, como ya dijimos, debió ser menor, dada la persecución implacable de la Inquisición.

Los grimorios más famosos e influyentes de magia negra fueron popularizados a través de las ediciones publicadas en Francia durante el s. XIX (que provenían de ediciones del s. XVIII, muchas veces italianas) y, en España, en el cambio del s. XIX al XX, comentando, a continuación, los más importantes, los que guardan más similitud con el Ciprianillo:

El Gran Grimorio del Papa Honorio, escrito supuestamente por el Papa Honorio III. Existen diversas ediciones, alemanas, francesas, las más conocidas la de Paris de 1670 y la que sigue la de Roma de 1760 (las españolas están basada en ésta, entre otras la de la Librería de Rosendo Pons, hacia 1915). Tiene una parte conforme al ritual católico, de exorcismos y oraciones y otra de invocación a los siete espíritus infernales (Surgat, Lucifer, Frimost, Astaroth, Silchard, Bechard, y Guland), le sigue una lista de diferentes recetas mágicas con las finalidades típicas (amor y salud) y un curioso porcentaje de recetas contra animales dañinos, que revela su antigüedad. Este grimorio tiene parentesco con el Grimorium Verum (traducido del hebreo por Plaingiere, dominico jesuita) y publicado supuestamente en Memphis, por Alibeck, el Egipcio, en 1517 (realmente es de 1817). Su semejanza es evidente, ya que coinciden algunos de los espíritus infernales invocados y algunas de las recetas mágicas que aparecen al final de los dos grimorios.
Otro sería el Dragon Rouge, del que circulan numerosas versiones, entre ellas la de “El Verdadero Dragón Rojo donde se trata del arte de mandar a los espíritus infernales, aéreos y terrestres, hacer que aparezcan los muertos, saber leer en los astros, poder descubrir los tesoros ocultos, los manantiales, las minas, etc. Y además La Gallina Negra edición aumentada con los secretos de la reina Cleopatra. Secretos para que una persona llegue a ser invisible cuando quiera; los secretos de Artephius, etc.“. Hay ediciones francesas, la más famosa de Nimes de 1825 y, en castellano entre otras, la de la editorial Maucci de alrededor de 1910 y la supuesta de Venecia de 1905 por Enediel Shaiah. Esta edición comparte con el Grand Grimoire y con algunos Libros de San Cipriano, gran parte de sus contenidos, manera de hacer la varita rabdomántica, confección del círculo mágico, pactos con el diablo (en realidad con el lugarteniente de Lucifer, Lucifugo Rofocale), el espejo de Salomón, el Anillo de Giges, y otros apartados que aparecen en otros grimorios, astrología, fisiognomía, etc. Comparte sellos con el Gran Grimorio del Papa Honorio.

Otro sería Le Grand Grimoire (el Gran Grimorio), del que se conocen numerosas ediciones, las más famosas las francesas de 1750 y 1845. Hay una edición española de 1820. Es el grimorio europeo por excelencia y ha servido de modelo para muchos otros y es al que más se parecen algunas versiones del Ciprianillo. Trata de la preparación del mago y de sus instrumentos, del círculo cabalístico, invocación y pacto con Lucifer, lista de espíritus infernales, y una lista de secretos mágicos (la mano de gloria, espejo de Salo-món, etc.). Un libro editado en castellano prácticamente idéntico a éste es el titulado Los Secretos del Infierno o sea El Emperador Lucifer y su ministro Luci-fugo Rofocale. Contiene la gran Llave de los Pactos para dominar a los Espíritus, el Secreto para hablar con los Muertos, la Cábala para ganar a la Lotería y la Magia para descubrir los Tesoros Ocultos. Contiene, además, los Responsos al Revés para hacer devolver lo robado y castigar a los que nos quieren mal o nos han ocasionado algún daño o perjuicio, sacado de un manuscrito de 1522. La edición más conocida es la del Mago Bruno, publicada por la imprenta La Neo-tipia de Barcelona, hacia 1910, reedición supuesta de una francesa de Nimes, del año 1823 o 1835.

Para acabar mencionaremos otros grimorios de los que también existen ediciones españolas, los atribuidos a San Alberto Magno, Obispo de Ratisbona y santo de finales del s. XIII, Los Admirables Secretos de Alberto el Grande (conocido popularmente como “El Gran Alberto”), que es básicamente un tratado de magia natural, con las virtudes de animales, plantas y piedras, libro muy popular del que hubo innumerables ediciones desde el s. XVII hasta nuestros días. En castellano ha tenido diversas ediciones, entre otras la de Alejandro Martínez, Barcelona, 1889.

Otra obra que se le atribuye es “Secretos Maravillos de la Magia Natural y Cabalística del Pequeño Alberto” (conocido popularmente como “El Pequeño Alberto”), grimorio muy popular entre los brujos franceses (la edición más famosa la de los Hermanos Beringos de 1729), con sus recetas de magia blanca y negra (con apartados de fisiognomía y quiromancia, talismanes, recetas de amor, para conseguir una mandrágora, la mano de gloria, etc.).

De otra de las fuentes más prolíficas de grimorios, las Clavículas de Salomón, ha habido desde el s. XIX numerosas ediciones, y de ellas mencionaremos la versión editada por el Mago Bruno hacia 1916 titulada “Clavículas de Salomón o sea el Secreto de los Secretos traducido del hebreo por Iroe el Mago, copia de la edición hecha en Amberes, M.DCC.XXI (1721)”, ya que dada su similitud con el Grimorium Verum y a algunos Libros de San Cipriano podría considerarse un grimorio de magia negra, al incluir también pactos con espíritus demoníacos.

Entre finales del s. XIX y el primer tercio del s. XX, hubo un gran número de ediciones de grimorios (incluido el Libro de San Cipriano) en España, sobre todo en Barcelona y en Madrid, al principio por editores y libreros (Manuel Saurí y Rosendo Pons en Barcelona y por Francisco Pueyo en Madrid, entre otros) y, posteriormente, por editoriales, como Maucci de Barcelona.

Después de la Guerra Civil desaparecen estas publicaciones, por la censura cultural y religiosa de la Dictadura y proliferan las ediciones realizadas en Argentina y México (por Domingo Ferrari y editoriales como Caymi y Saturno). Con la Democracia se vuelven a publicar en España estas obras (en editoriales como Edicomunicación S.A., Humanitas, Edaf, etc.) pero casi siempre, salvo honrosas excepciones, sin explicar la procedencia de las ediciones reeditadas y con la novedad, en concreto, en los Libros de San Cipriano, de publicar traducciones de ediciones portuguesas.


ORACION DE SAN CIPRIANO


ORACION DE SAN CIPRIANO. PARA COMBATIR TODA CLASE DE HECHIZOS, SACAR LOS MALOS ESPIRITUS DEL CUERPO, ALEJAR AL DEMONJO, BENDECIR UNA CASA. ES EFICAZ ASIMISMO CONTRA RAYOS, PEDRISCOS, HURACANES, TEMPESTADES , ETC.

Y0 no conocía tu Nombre santo y terrible, Altísimo Señor; mas ahora sé que eres Dios fuerte, Dios grande, Dios omnipotente, Dios sempiter­no.

+ Yo ataba las nubes e impedía cayese la Lluvia sobre el haz de la tierra, y la hierba de la tierra se secaba, y los árboles no daban fruto, y las mieses se marchitaban en los campos. Yo pasaba por en medio de un rebaño y las bestias se dispersaban y se perdían. Yo encantaba a un hombre, a una mujer, a un niño, solo con un rayo de mi mirada; mi poder para el mal era muy grande, pero hasta ahora no he conocido la ciencia secreta del bien,

+oh grande y podero­so Señor!

+

+Oh, Dios omnipotente y sempiterno! Yo te ruego concedas a tu humilde siervo Cipriano que todo hombre o mujer que rezare devotamente mi oración se vea libre de hechizos, posesiones, sortilegios, encantamientos y otras malas artes de brujería, así como le preserves de tempestades, terremotos, huracanes, rayos e incendios.
+ Amen.


Anula y desvanece, Altísimo Dios Creador Nuestro,

+ por las oraciones de los Ángeles buenos y por los Santos que te rodean, todos los sortilegios y ligaduras que se han hecho o hagan (de día o de noche) por hombres infames y mujeres perversas contra tu siervo. Y que sus enemigos y contrarios sean malditos... Y que sea desembrujado de cualquier maleficio hecho por invocación
+ virtudes y potestades infernales, ya sea hecho por figuras grabadas en oro, plata, cobre, estaño, hierro, plomo u otro metal cualquiera; ya sea por huesos de muerto, de hombre, o animal de cuatro patas, o de aves nocturnas; asimismo si fuera hecho el embrujamiento con pedazos de lana, de lino, de seda, de algodón o de cáñamo, pertenecientes a un muerto o a una persona viva, sana o enferma; o con cabellos o uñas de cristiano, de moro, de judío o de hereje; o bien fuesen enterrados en sepultura de gigantes, o de hebreos, o de sarracenos, o de cristianos, y los que están hechos en piedra, o en madera, o en hierbas, o en agua (de mar o de río), y asimismo los maleficios por medio de libros o palabras o en estatua, de metal o de cera, o en sig­nos dibujados en pergaminos; y también los hechos en montañas o en valles, en fortalezas o en castillos de moros; en campos o en viñas; en bosques o en selvas; junto a un árbol o bajo una mata o bajo una piedra; en cabaña o en casa de campo; en la pared de una iglesia, convento o ermita; en el lecho; o en el pozo de una casa; o en cualquiera otro sitio de la tierra elevado o profundo; asimismo los que se dan en comida o en bebida, o se pudren en aguas corrompidas, o se consumen o han sido consumidas por el fuego.
+Oh, Dios santo, Dios poderoso, bueno y terrible! Haz que desaparezcan y queden deshechas todas las malas cosas dichas y hechas de Levante a Poniente... librando de todo mal y peligro, de vientos y pedriscos, de aguaceros y turbiones, de rayos y centellas, de fantasmas y visiones, de emboscadas y traiciones, de dagas y cuchillas y de toda cosa mala.
+ Gloria a! Padre,
+ Gloria al Hijo,
+ Gloria a! Espíritu Santo.
+ Amen.


Grábese sobre una planchita de plomo el pentáculo 8 en una cara, y en la otra el pentáculo 9. La operación se hará en sábado. Una vez terminada la medalla, llévese encima, suspendida del cuello.


ACTO DE ENCOMENDARSE A LOS CUATRO EVANGELISTAS. S1RVE PARA TENER SUERTE EN EL JUEGO Y EN LOS NEGOCIOS TODOS los días, al ir a acostarse, se hará la señal de la santa Cruz; se rezarán un Padrenuestro y un Avemaría.

Luego se leerán los siguientes versículos:

+ Huic thalamo presto Lucas defensor adesto.
+ Marce praecare Jesmn ne simus doemonis oesu.
+ Te precor ut damnes fantasmata cuc Joannes.
+ Esto custos meus dum dormiam nocte Mattheus.
+ Jesu Filii David miserere mei.
+ Amen.

+ In nomine Patris
+ et Filii
+ et Spin tus Sancti,
+ Amen.

Los anteriores versículos se escribirán en pergamino virgen, el cual se perfumará con incienso. Llévese este talismán dentro de una bolsita de seda azul, prendida del cuello, y se alcanzarán los favores indicados.

martes, 23 de octubre de 2007

NOTA: . LEER CON LETRAS OSCURAS

EN REALIDAD, ESTO ES UN FALLO MIO, EL QUE HACE EL BLOG, ES UNA SOLA PERSONA, Y LA HISTORIA, ES QUE NO TENGO UN BLOG SOLO, SINO UNOS 15 (HE TENIDO MAS, Y HAY ALGUNO, QUE ESTA POR AHY, Y NO SE DONDE, JJAJAJAJAJAJA.)BUENO, AL TEMA, MUCHAS VECES CUANDO SUBO COSAS, NO ME ACUERDO A LO MEJOR DEL COLOR DEL FONDO, O QUE DETERMINADOS COLORES, NO SE VEN BIEN; EL TRUCO PARA LEERLO, ES "CON EL BOTON DERECHO DEL RATON, ABRES EL MENU CONTEXTUAL, Y LE DAS A "SELECCIONAR TODO...", COMO SI FUERAS A COPIARLO, Y SE ENCENDERA TODO EL ARTICULO" ; "OTRA MANERA, ES LO MISMO, PERO SIN ELEGIR TODO, IR MARCANDO ZONAS, QUE VALLAS A LEER A CONTINUACION, COMO SI FUERAS A COPIARLAS CON EL RATON, Y SE IRA ENCENDIENDO PARTE A PARTE, ESTA ES LA MANERA QUE USO YO, CUANDO ME ENCUENTRO UNA PAGINA ASI; Y LO DICHO, OS VUELVO A PEDRIR DISCULPAS, ATENTAMENTE, SNAKE // ARKAIKO

lunes, 6 de agosto de 2007

LOS ROSACRUCES - UNA SOCIEDAD SECRETA

LOS ROSACRUCES


1.
Los orígenes: la leyenda y la historia


En 1614 y en 1615 la Hermandad de la Rosa-Cruz manifestó públicamente su existencia con tres obritas: la «Reforma Universal» (All-gemeine und General Reformation), la Fama Fraternitateis Rosae Crucis y la Confessio Fraternitatis, escritos cuyo autor fue verosímilmente J.V. Andreae (1586-1654) La Fama relataba la fundación de la Orden por el alemán Christian Rosenkreutz (designado con las iniciales C.R.C.), iniciado por los Sabios de Siria en el curso de un viaje a Oriente; también se encontraba en ella el relato del descubrimiento de la tumba de Rosenkreutz, en la cual los discípulos hallaron, además del cuerpo del Maestro que llevaba en la mano un libro simbólico escrito sobre pergamino, toda suerte de objetos rituales: «espejos de diversas virtudes, campanillas, lámparas encendidas (las famosas "lámparas perpetuas" de los Rosacruces), extraños cantos artificiales (¿una máquina parlante?)... » [1]. Tal es la leyenda que refiere el origen de la Hermandad y la historia de su fundador, «Cristián Rosacruz [o Rosa-Cruz]», que es, evidentemente, un personaje alegórico, y no el gentilhombre de raza germánica que según dicen dicen vivió de 1378 a 1485. Pero es necesario que el investigador estudie las fuentes reales del movimiento rosacrucista, tarea bastante difícil, pues los documentos seguros faltan a menudo, como todas las veces que se trata de buscar los orígenes de una tradición ocultista.

Hemos visto que, durante todo el Medioevo, a pesar de las hogueras y de la Inquisición, nunca cesó la fermentación intelectual: el esoterismo, cristiano o no, fue propagado por organizaciones iniciáticas, sociedades secretas que sintetizaban en teosofías sutiles corrientes de pensamiento de muy diverso origen. Hubo principalmente numerosas asociaciones de alquimistas, hermetistas, cabalistas. El Renacimiento había de acarrear condiciones ideales para el nacimiento de tales sociedades secretas: el ocaso del poderío de la Iglesia Católica permitía a la curiosidad intelectual, que ya no era frenada por el dogma, desarrollarse cada vez más, favoreciendo el gran progreso de las más heterodoxas doctrinas. Los viajes relacionaban cada vez más los adeptos de todos los países: Nicolás Barnaud (1535-1601) nos refiere cómo, desde 1589, viajó a través de toda Europa «para buscar a los aficionados a la química (es decir, a la alquimia) y comunicarles sus ideas políticas». En cuanto al célebre Paracelso, había de llegar a ser la gran autoridad para todos los autores rosa-crucistas, que utilizaron con abundancia sus doctrinas, aludiendo más de una vez a su profecía relativa a la llegada del Elías artista: «Dios permitirá -dijo- que se haga un descubrimiento de mayor importancia que debe quedar oculto hasta el advenimiento de Elías Artista... Y es la verdad, no hay nada oculto que no deba ser descubierto, por eso tras de mí vendrá un ser maravilloso, que no vive aún, y que revelará muchas cosas» (Ese Elías artista-decía el Rosa-Cruz Andreae- no es un individuo, sino un ser colectivo, que no es otro más que nuestra Hermandad misma.)

Los Rosacruces fueron «alquimistas que mezclaban cuestiones políticas y religiosas con sus doctrinas herméticas» (F.Hoefer). Fue en Alemania, medio propicio a las ideas de Reforma, donde nació dicha Sociedad secreta, muy al final del siglo XVI, si no muy al principio del siglo siguiente: la más antigua fecha a que podamos llegar es 1598, en la cual el alquimista Studion funda en Nuremberg una asociación denominada Militia Crucifera Evangelica, especia de arquetipo de la Rosa-Cruz, y cuyas teorías se hallan reunidas en una curiosa obra, intitulada Naometria(1604), que estudia «la medida del Templo místico», utilizando el símbolo de la Rosa y de la Cruz, y anunciando una «reforma general» y una «renovación de la Tierra». Observemos igualmente que se descubren todos los símbolos rosacrucistas en uno de los pentáculos del Amphitheatrum Sapientiæ Æternæ(1598) de H.Khunrath.

Los autores han acudido a veces al esoterismo musulmán, y asimismo a los Alumbrados españoles para dar cuenta del movimiento, pero lo esencial de la inspiración de los Rosacruces parece haber sido tomado en las teorías desarrolladas por los discípulos alemanes de Paracelso, conocidas con el nombre de Pansophia («Conocimiento Universal»), aun cuando se encuentran casi todos los vestigios de las doctrinas más o menos teosóficas y místicas. La Hermandad parece haberse constituido hacia 1600, sin que puedan darse detalles precisos: el juramento de respetar el secreto absoluto respecto de la Orden parece que fue bien seguido por los afiliados hasta 1614, fecha en la cual la Rosa-Cruz creyó conveniente manifestar su existencia al mundo. Sin embargo, parece que debe atribuirse un papel de primer plano a los alquimistas que odeaban a Rodolfo II de Habsburgo y otros soberanos, como el conde Mauricio de Hesse-Cassel. El pastor luterano J.V.Andreae fue quien habló en nombre de la Hermandad, cuya existencia había de intrigar durante tanto tiempo al público culto de entonces (así como por lo demás, al pueblo).

Antes de abordar el desarrollo y las doctrinas de la Hermandad, es conveniente investigar el significado profundo del símboloque ha dado su nombre a la Orden: el de la «Rosa-Cruz esencial».

La Rosa-Cruz es el símbolo formado por una rosa roja fijada en el centro de una cruz, también de color rojo, «pues ha sido salpicada por la sangre mística y divina de Cristo».

Ese símbolo, enarbolado - nos dice Robert Fludd (Summum Bonum) - por los Caballeros cristianos en tiempo de las Cruzadas, tiene doble significación: la Cruz representa la sabiduría del Salvador, el Conocimiento Perfecto; la Rosa es símbolo de la purificación, del ascetismo que destruye los deseos carnales, e igualmente el signo de la Gran Obra alquímica, es decir, la purificación de toda mácula, el acabado y perfección del Magisterio. Puede igualmente verse en ella la cosmogonía hermética, pues la Cruz (emblema masculino) simboliza la divina Energía creadora que ha fecundado a la matriz oscura de la substancia primordial (simbolizada por la Rosa, emblema femenino) y ha hecho pasar el universo a la existencia.


2.
Expansión del Rosicrucianismo


El movimiento de los Hermanos de la Rosa-Cruz alcanzó gran extensión en Alemania, donde sus adeptos más destacados fueron Andreae Mynsicht (llamado Madathanus), Gutman y Michael Maier (1568-1622). El gran místico Jacob Boheme (1574-1624), cuyas obras están salpicadas de alusiones a la «Piedra filosofal espiritual», al Cristo, «la santa Piedra angular de la Sabiduría» ( la misma expresión en el gran doctor del grupo, el inglés Robert Fludd), estuvo muy influido por esa mezcla de teorías teosóficas, cuya repercusión fue considerable [2]. Pero el rosicrucianismo enjambró fuera de su patria de origen: así el checo Comenio, uno de los principales jefes de la secta de los Hermanos moravios, autor de varias obras teosóficas en las que exhortaba a los hombres a que construyeran «un Templo de la Sabiduría según los principios, reglas y leyes del Gran Arquitecto, el propio Dios», marchó a Holanda, donde tuvo discípulos . (Los Países Bajos eran, por lo demás, un país ideal para adeptos, pues existía libertad de pensamiento casi completa.) Francia parece haber sido poco todada, aun cuando la Rosacruz tuvo sus afilidados, como Michel Potier y el cirujano Dabid de Planiscampy. La mayor expansión de la Orden se vio en Inglaterra, gracias a los esfuerzos del médico Robert Fludd (1574-1637). Fludd había viajado durante seis años por el continente (1598-1603), recorriendo Francia, Italia, España y Alemania hasta los confines de Polonia: estuvo en relaciones con Hermanos alemanes, y es hizo iniciar en los ritos y en las doctrinas de la Fraternindad. De vuelta a Inglaterra, Fludd fundó en Londres grupos que se extendieron rápidamente y es verosímil que fuera el Gran Maestro de la rama británica de la organización. Hacia 1650, la Rosa-Cruz estaba poderosamente organizada en Inglaterra. Ella fue la que debiá introducir en la Francmasonería el sistema de Altos Grados, llamados «Escoceses».


3.

Los Rosa-Cruces y la Francmasonería

La Hermandad de la ROSACRUZ tomó impulso, a mediados del siglo XVII, en la Francmasonería: sus adeptos hallaron refugio en los talleres masónicos, y luego de hacerse recibir como accepted Masons,«Masones aceptados», utilizaron el simbolismo de las Corporaciones de constructores para propagar sus enseñanzas; eran «Masones simbólicos», trabajando en «edificar el Templo invisible e inmaterial de la Humanidad». Modificando el ritual introduciéndole sus concepciones herméticas y cabalísticas, crearon el grado de Maestro con su ritual característico de iniciación, que hace revivir al recipiendario la muerte, la «pobredumbre» y la resurrección de Hiram (Véase Cap.V, § II); fueron ellos, igualmente, quienes introdujeron los Altos Grados, tan cargados de esoterismo cristiano, callados en las Constituciones de Anderson, pero que habían de reaparecer luego, en forma más o menos alterada. Así, puede decirse sin paradoja que la Francmasonería moderna ha copiado y continuado el esoterismo de los rosacruces, tomando de ellos sus más típicos símbolos herméticos, como el pelícano, el fénix que renace de sus cenizas, el águila bicéfala, etc.

Hubo así, durante la primera mitad del siglo XVII, una gran mezcla de ideas, un gran desarrollo de las Sociedades secretas, que se copiaban recíprocamente unas de otras. Por lo demás, es bastante difícil orientarse en ese período donde las efusiones místicas y la alquimia corrían parejas con las investigaciones científicas y los deseos de reforma social, que se traducen en el gran número de Utopías de entonces; citemos entre otras, la Ciudad del Sol, de Campanella (cuyo Templo presenta curiosas analogías con una Logia) y la New Atlantis, de Francis Bacon, que, escrita a partir de 1622, describe la «Casa de Salomón» donde residen los sabios, acudiendo a los símbolos arquitectónicos.


4.
Los ritos de iniciación


Sería interesante estudiar los ritos de iniciación de los Rosacruces, así como los diferentes grados. Los Rosa-Cruces alemanes practicaron el sistema de «Superiores desconocidos», en el que los afiliados inferiores ignoraban la personalidad de los miembros superiores de la jerarquía. Por lo demás, esa concepcion se veía favorecida por las concepciones de los Hermanos, que admitían una suerte de conservación de la tradición secreta por grandes iniciados, hombres que se han librado de la dominación de los sentidos, y recorren incansablemente el mundo: son los verdaderos Rosacruces, por oposición a los simples «Rosacrucistas».

Tenemos algunas alusiones a diversos ritos iniciáticos en obras como las Noces chymiques de J.V.Andreae [3], que constituye al mismo tiempo un tratado de alquimia: muchos intérpretes han tratado de dar una explicación de las diferentes ceremonias, representaciones y pruebas por que atraviesa durante siete días Christian Rosenkreutz. Se encuentra igualmente el relato de una iniciación, destinada a hacer revivir al neófito la suerte de Elías y de Enoc (que han sido raptados al Cielo) en el Tractatus theologo-philosophicus, de Fludd [4]. Los textos sobre esos puntos son raros y bastante reticentes. Pero hay un medio indirecto de conocer los ritos iniciáticos de los Hermanos: recurrir al estudio de los rituales que se encuentran en los Altos grados de la Masonería «escocesa», grados cargados de un simbolismo hermético y cristiano muy característico. Sin embargo, es sumamente difícil reconstituir los grados originales, que en el curso del siglo XVIII sufrieron numerosos arreglos sucesivos.

No obstante, un estudio de los símbolos y de las alegorías empleados por el ritual de esos «Altos Grados» no dejaría de ser interesante: en él se encuentran casi todas las doctrinas herméticas, tal cual fueron codificadas por los adeptos del siglo XVII. He aquí, a título ilustrativo, la descripción, según Vuillaume, de la Jerusalén Celeste, tal cual está representada en el capítulo de los Rosa-cruces [5]

«En el fondo [de la última habitación] hay un cuadro en el que se ve una montaña de la que corre un río, a cuya orilla crece un árbol que lleva doce clases de frutas. En la cima de la montaña se halla un zócalo compuesto de doce piedras preciosas en doce hiladas. Encima de ese zócalo hay un cuadrilátero de oro, que lleva en cada uno de sus lados tres ángeles con nombres de cada una de las doce tribus de Israel. En ese cuadrilátero hay una cruz, en el centro de la cual está acostado un cordero»

Esta descripción (inspirada en el Libro XXI del Apocalipsis de San Juan) debe relacionarse con los desarrollos de Fludd en su Tractatus theologo-philosophicus. Ese grado de Rosa-Cruz (del que la joya reproduce precisamente el símbolo del mismo nombre) es característico con su esoterismo cristiano y su Cena mística [6]


5.
Las doctrinas y los fines


Las ideas rosicrucistas están fácilmente al alcance de historiador, pues los Hermanos escribieron mucho, y las grandes bibliotecas europeas poseen numerosas obras de ese género, de la primera mitad del siglo XVII, a menudo ilustradas con gran número de figuras simbólicas, emblemas y diagramas de lo más interesantes. El escritor más notable de la Orden fue Robert Fludd, cuyos numerosos trabajos constituyen una verdadera suma, en que se abrevaron los adeptos de la Alta Filosofía masónica de los siglos siguientes.

Es muy difícil resumir, aunque sólo fuera ligeramente, la doctrina rosacrucista de filosofía religiosa tal cual está sistematizada por Fludd [7]. Es un vasto sistema teosófico, un cristianismo esotérico fuertemente influido por el Hermetismo, la Cábala Judía, el Neo-platonicismo y la Gnosis: es un sistema compuesto, que ha reunido los vestigos de todas las tradiciones más o menos secretas que caminaron subterráneamente durante todo el medioevo y el Renacimiento. Se encuentran desarrollados todos los temas clásicos del esoterismo (principalmente la Cosmogonía sexual, pues se atribuye el origen del universo a la unión del Fuego macho y de la materia hembra). Todos los seres sólo son desarrollos varos del Ser único, de la Mónada, que se manifiestan en diferentes grados y están destinados a entrar en la Unidad primordial. Los Hermanos, depositarios de la antigua filosofía secreta perpetuada desde los tiempos primitivos, anuncian el próximo retorno de la edad de oro.

El hombre, privado de la Divinidad por su rebelión, debe reintegrarse a ella por el éxtasis; puede, debe volver a ser Dios. Traen una gnosis destinada a operar la «Reforma universal» religiosa y social. La Gran Obra hermética es ante todo el Ergon, la búsqueda interior de la Piedra Filosofal, la santificación del adepto, y es también el Parergon, subordinado al primero, que es la busca física de la Piedra, capaz de «santificar» la materia transmutándola en oro puro.

«El Cristo habita en el hombre: lo penetra enteramente; y cada hombre es una piedra viviente de esa roca espiritual, aplicándose así las palabras del Salvador a la humanidad en general; así se construirá el Templo, cuyas figuras fueron la de Moisés y la de Salomón. Cuando el Templo esté consagrado, sus piedras muertas se transformaran en vivientes, el metal impuro se transmutará en oro fino y el hombre recobrará su estado primitivo de inocencia y perfección» [8]

Observemos particularmente la creencia en una continuidad de laRevelación, y conservándose la Tradición secreta por una sucesión ininterrumpida de «grandes iniciados», que son los verdaderos Rosa-cruces, en sentido absoluto del término (pues los miembros de la Hermandad son sólo simples Rosicrucistas), depositarios de la Ciencia total, poseedores de la Piedra filosofal y el arte de prolongar la vida indefinidamente, dotados de poderes sobrehumanos y desconocidos de la muchedumbre. Son los «Invisibles» que muchos personajes de aquellos tiempos intentaron en vano encontrar; hubo, naturalmente, algunos hombres que pretendieron hallarse entre esos «Rosa-cruces». (Así un médico refiere que en 1615 viajó «con un hombre de mediana estatura, aspecto común y vestido sencillamente, que hablaba toda clase de ciencia, curaba a los enfermos gratuitamente, llevaba el traje del país, declaraba que era Rosa-Cruz, conocía las virtudes de las plantas, sabía lo que los otros decían de él, hablaba lenguas muertas y extrañas; comió impunemente brionia, hizo predicciones; era un anciano monje de ochenta y un años, el tercero de la Hermandad; hablaba sin desdecirse jamás; desapareció, y no quedaba más de dos noches seguidas en la misma localidad».) Hacia 1625 corrió el rumor de que esos «Reveladores» habían vuelto hacia su país de origen: el Oriente misterioso. Desde esa fecha, y hasta nuestros días, operó en Europa cierto número de personajes que pretendían ser «grandes Iniciados»; los más célebres fueron el Conde de Saint Germain y Cagliostro, en el siglo XVIII.

La Rosacruz, esa Sociedad secreta aún tan misteriosa, ejerció un papel mucho más importante de lo que se cree: así, Descartes, seducido por esas teorías místicas y humanitarias durante su permanencia en Alemania y Holanda, tuvo oportunidad de afiliarse, sin duda por mediación de su amigo el matemático Faulhaber; y el famoso «Sueño» de Descartes, así como varios opúsculos de su juventud, como las Olympica, son reveladoras sobre el particular

Esta Sociedad se integró a la Francmasoneriá, que ha sido fuertemente influida por esos adeptos; en cuanto a las organizaciones modernas que han pretendido, o pretenden, prolongar el movimiento, no tienen nada en común con las Rosa-Cruces del siglo XVII (a ese tipo pertenecen la «Orden Cabalística de la Rosa-Cruz» de S. de Guaita, la «Rosa-Cruz católica» de Péladan, la Rosicrucian Fellowship de Max Heindel, y otras sociedades menos conocidas.)

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