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EL ARTE OSCURO

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lunes, 19 de marzo de 2012

Akenatón y los Místicos del Logos Solar




Akenatón y los Místicos del Logos Solar

Juan Antonio Vega

Antes de entrar en materia deseo anticipar que las siguientes reflexiones son la consecuencia o el fruto de las citas y datos entresacados de una parte de la extensa bibliografía a la que he tenido acceso y ocasión de consultar.

Quede, pues, suficientemente aclarado que mi tesis sobre los "Místicos del Sol" tiene un carácter meramente divulgativo. Por lo tanto, dicha exposición queda expuesta a deducciones interpretativas que bien pudieran ser diferentes a las que personalmente he llegado.
Como vamos a ver, el tema es fascinantemente complejo. No en vano raya
a la altura de los astros. Accedemos a él, pues, con humildad, con la mente de
puntillas, como quien entra en un lugar protegido por el halo de la más misteriosa fascinación. A partir de aquí, es seguro que pronto nos daremos cuenta de que la astrología, al menos intuitivamente, fue el arte o ciencia más antigua cultivada por el hombre. Es casi seguro que el "horno erectos", con más atención que a otra cosa de la naturaleza, comenzó por mirar a los astros. Entre otros significados, para él las estrellas eran el reloj de la noche.
De acuerdo con los testimonios arqueológicos encontrados unos veinte siglos a. C., los caldeos ya practicaban la astrología como técnica religiosa o modo de relacionarse con los astros que para ellos simbolizaban a los dioses. Entre todos, de modo particular, el SOL era el astro Rey símbolo de toda la creación.
Otra referencia más moderna que da idea de lo temprano que el hombre
comenzó a interesarse por la ciencia interpretativa de los astros, nos la proporciona el matemático y astrónomo Hiparco de AIejandría, que vivió en el
siglo II a. C. Ya entonces, Hiparco escribía que "la astrología es una ciencia que se funda en setenta mil años de observaciones". La autoridad científica
de Hiparco viene avalada, entre otros, por los siguientes descubrimientos: el
año de 365 días y 6 horas, el astrolabio y el asentamiento de las bases de la. ..
trigonometría.
De lo dicho se deduce que con Hiparco, al contrario de lo que anteriormente habían pensado algunos filósofos, también griegos, la práctica de la astrología más que una especulación pasaba a ser un hecho. Esto no quiere decir, ni mucho menos, que otros filósotos anteriores no hubieran echado mano de la astronomía para sustentar sus tesis filosóficas. Entre otros, pueden ser citados Anaximandro (siglo VII a. C.) Heráclito y, a mi modo de entender dentro de la Escuela presocrática o de Mileto, sobresale Empédocles. Como se sabe, este filósofo era de Agrigento (Sicilia) en la Magna Grecia. En su concepto cosmológico predomina la idea de que hay dos soles: uno auténtico, el dispensador del fuego, y otro reflejado que es el que vemos. Según Empédocles, la noche se produce por la interposición de la tierra entre el sol y
el fuego. En cuanto a las estrellas y los planetas son auténtico fuego no refleja-
do. Otra importante faceta de este filósofo fue la biología. Empédocles tuvo
la sospecha de que las plantas tenían sexo. Los seres, decía, son mortales
pero sus principios son eternos. De la misma manera creía en la transmigración de las almas. De sí mismo dice:
"yo he sido muchacho y muchacha, un arbusto y un ave y también un pez
mudo en el mar. Con esta referencia termino, por ahora, las alusiones a los filósofos griegos, pero no olvidemos que a lo largo de esta disertación, dentro del campo del ocultismo, encontraremos otras alusiones a los "dos soles de Empédocles". Pero de este tema trataremos más ampliamente en la segunda parte de este trabajo.

LOS EQUINOCCIOS


Simplificando términos, tal modo de pensar y medir no es extraño que el
hombre de las épocas primitivas, ya fuera por observación física o por medio de instrumentos apropiados, pronto se diera cuenta de la precisión de los
equinoccios. Naturalmente, este hecho le llevó a creer en la influencia que la
posición de los astros en la bóveda celeste podría tener sobre el devenir en
el destino del propio hombre. La posterior o simultánea concepción zodiacal
no hizo más que reforzar dicha creencia. Para los astrólogos, la aparente
posición del Sol dentro de la franja celeste sobre la elíptica es decisiva en
la vida y destino de los nacidos en el signo de cada una de las doce constelaciones que forman el Zodiaco. No cabe duda de que esta creencia, transmitida desde la más rancia antigüedad ha tenido y aún sigue teniendo multitud de adeptos. Siguiendo este principio vamos a tratar de examinar algunas de las vidas y hechos de hombres extraordinarios que la tradición señala como "hijos místicos" del SOL o iniciados en el LOGOS SOLAR.

AKENATON, EL HIJO DE ATON


Este príncipe, hijo del faraón Amenofis III, irrumpe en la vida del imperio egipcio en el siglo XIV a. C. Para ser más exactos, en 1372-1354. De acuerdo con la tradición iniciática, Amenofis IV que, posteriormente en honor del Sol, tomaría el nombre de AKENATON fue una reencarnación de los reyes pontífices Atlantes.
La teoría o realidad de la Atlántida hasta hoy aún sigue unida a la tradición
esotérica. En este sentido, Platón vincula los ciclos de la Humanidad con el
continente perdido. En el Critias este gran filósofo describe minuciosamente
las características de Poseidonis, una ciudad de la Atlántida. Según Platón,
entre otras magnificencias, Poseidonis tenía unas enormes puertas de oro. Su
sistema de gobierno estaba regido por reyes-sacerdotes que administraban las
leyes dictadas por los dioses.
Siguiendo la transmisión esotérica, a esta casta de "reyes-pontífices" pertenecía AKENATON. De aquí que, en consonancia con lo anterior, no sea raro tropezar con textos como el siguiente que reza así: "El primer foco de la
religión solar fue verosímilmente la Atlántida o una comarca situada a 50 grados de latitud Norte." ¿Se trataba de la Hiperbórea? Allí fue creada la primera esfera celeste soportada por Atlas y concebido el Zodíaco, que en cierto modo constituye el reloj de la religión solar , cuyas fiestas anuales señala, así como las transformaciones a través de los siglos. En efecto, de la Atlántida la religión solar pasó a México, al Perú, a Egipto y a Caldea. Así reunidos por una tradición común, la de los atlantes, que han sido denominados "el pueblo del SOL ", egipcios, mexicanos y babilonios, entre otros, edificaron templos en cuyo frontispicio se veía el disco solar acompañado de dos alas símbolo del dualismo del derniurgo; el Día y la Noche, en el mito cósmico el conflicto entre Horus-Seth, el Bien y el Mal, Dualismo que a partir de Zoroastro (adaptado por Mani o Manas) tomaría la denominación de "Maniqueísmo" base de la doctrina cátara.
Seguramente el estudio especulativo de tanta teoría amasada con una buena
porción de datos históricos, nos llevaría mucho tiempo y varios tomos que
emborronar. Pero, incluso someramente estudiado, en la búsqueda resultan
abrumadores los detalles que abonan la existencia de la Atlántida. Aparte de
Platón, que tan sabia e ingeniosamente se recrea en el "Banquete" con la descripción del " Andrógino", hay otros autores de la antigüedad tales como
Hornero, Solón, Herodoto, Estrabón y Diodoro. Todos ellos hablan e incluso
afirman la existencia del "Continente Perdido" llamado la Atlántida.
En nueva alusión al "androginado" merece la pena insistir en la forma en
que el "divino iniciado" (así fue llamado Platón) utiliza este simbolismo para
desarrollar su teoría sobre la atracción amorosa entre los distintos sexos. Pero,
como luego veremos, la misma teoría también podría aplicarse para la comprensión de otros misterios.
No sería pues ocioso pensar que del principio del "BISEXUADO INMORTAL" parte el dios bíblico para la formación de la pareja humana. Así se lee:
"Dijo luego Yahveh: No es bueno que el hombre esté solo, voy a hacerle una
compañía adecuada." (...) Entonces Yahveh Dios hizo caer un profundo
sueño sobre el hombre el cual se durmió y le quitó una de sus costillas. De
la costilla que Yahveh Dios había tomado del hombre formó una mujer y la llevó ante el hombre. Entonces este exclamó: "Esta vez sí que es huesos de mis huesos y carne de mi carne". Literalmente, lo anterior puede leerse en el
Génesis (1I-21-23). Sin embargo, nótese que anteriormente en el Génesis,
(1-27), se dice: "Creó pues Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de
Dios le creó macho y hembra los creó."
(...) Aquí surge la pregunta: ¿No podría deducirse de lo anterior que la extracción de la costilla se tradujo en la separación de lo que ya eran dos en
uno? O sea el andrógino. Si bien se mira, esta teoría sale todavía más reforzada en el propio Génesis (111-5); cuando la tentadora pero sabia serpiente le dice a la mujer: "Es que Dios sabe muy bien que el día que comiéreis de él [se refiere al fruto del árbol prohibido] se os abrirán los ojos y seréis como dioses, conocedores del bien y del mal."
Excusado es insistir en que, siguiendo esta lista simbólica con la separación del andrógino queda establecido el principio de la dualidad de sexos, el macho y la hembra. La pareja, condenada a una ardorosa búsqueda para fundirse en su anterior estado de dos en uno. El abrazo de atracción sexual que Shakespeare denominó como "la bestia de doble espalda".

LAS LETANIAS DEL SOL


Por su parte, en la mística ocultista, tal principio trasciende lo puramente
terrenal, elevándose hasta el sagrado concepto cosmogónico que, según se
revela en el Libro de los Muertos, tenían los iniciados egipcios. La tradición esotérica aún enseña que en el principio el Sol y la Luna estaban unidos formando un solo cuerpo. Posteriormente con la separación de estos
dos astros queda establecido el supremo principio de lo MASCULINO y lo
FEMENINO astral. O sea, el maridaje del SOL y de la LUNA.
En la Cosmogonía iniciática egipcia, la "Barca Sagrada" que todas las noches navega por las Doce Regiones del mundo interior, si bien simboliza a la luna en creciente, también tenía esculpido el Sol. De esta boda de opuestos surge el fruto de la vida. La naturaleza está plena de opuestos que son la expresión del pensamiento del Divino Creador. A este propósito dice el sabio:
"Equipara cada pensamiento con su exacto opuesto. Porque su boda es la
destrucción de la ilusión. Esto se encuentra escrito en el Libro de los Muertos. Libro iniciático que, de acuerdo con los diferentes papiros, se designa con los nombres de "Libro de la Morada Oculta", "Libro de las Puertas", “Libro de las Respiraciones" y también recibe el nombre de "Libro de las Letanías del Sol". Leyendo esta esotérica obra se comprende el por qué para un selecto número de adeptos egipcios conocedores de lo oculto, a la muerte se la consideraba como una initim, en latín o iniciación que daba paso a un renacer a la "Vida". A este respecto, el tres veces sabio Hermes Trismegistos dice: "Nada muere, sino que lo que estaba compuesto se divide: esta división no es una muerte; es el análisis de una combinación; pero la finalidad de este análisis no es la destrucción, es la renovación. ¿Qué es, en erecto, la energía de la vida? ¿No es el movimiento? ¿y qué hay inmóvil en el mundo? Nada, hijo mío". ¿Qué sería, pues, la vida sin la muerte, el amor sin el odio, la paz sin la guerra, la alegría sin el sufrimiento, la luz sin la oscuridad?
¿Qué es un Universo vivo sino un grito de dolor y una canción de amor a la
vez?

EL ANDROGINO AKENATON


Aunque tal vez resulte demasiado amplio el anterior preámbulo, creo que
era necesaria dicha exposición para una mejor comprensión del por qué se le
concede tanta importancia al sexo indefinido del iniciado Akenaton. Los seguidores de este "hijo del sol' (que aunque parezca mentira aún existen)
sostienen que el faraón "atlante” fue andrógino.
Los numerosos vestigios documentales encontrados aportan enigmáticas
y hasta inquietantes muestras que, si cabe, aun refuerzan la suposición acerca de la extraordinaria cualidad andrógina de AKENATON. Dichos datos, esculpidos en los pétreos bajorrelieves y graníticas estatuas, dan lugar a descripciones como la siguiente que entresaco de los trabajos de Daniel Rops y Merezhkovski. Ambos autores, refiriéndose a AKENATON, se plantean los siguientes interrogantes. ¿Quién era? ¿Qué era? ¿Un hombre? No, otro ser
que con una forma humana no tenía nada de terrestre. Ni un hombre ni una
mujer, ni un anciano, un eunuco y una eunuca, un aborto decrépito. Brazos y
piernas espantosamente flacos como huesos de esqueleto, estrechos hombros de niño, sin embargo las caderas eran anchas y redondas. El pecho hundido con unos senos prominentes como los de una mujer, el vientre hinchado
como el de una mujer encinta. Una cabeza enorme de cráneo en forma de
calabacín pesadamente inclinada sobre un cuello delgado, largo y flexible como el tallo de una flor, una frente huidiza, el mentón colgante, la mirada fija y en los labios la sonrisa vaga de un loco. El dios ATON es el padre y la madre. Tiene los dos y ningún sexo.
Bien mirado, en el ámbito puramente ocultista tiene cierta lógica el que para los devotos, admiradores de este místico sacerdote de ATON, las mencionadas deformaciones anatómicas sean una prueba concluyente que les haga
creer que AKENATON fue "el faraón andrógino, un Dios del fuego solar entre los hombres."
Como a este propósito escribí en otro trabajo publicado en la revista
SOPHIA, los antiguos adoradores del fuego eran lisiados y varios de los
grandes iniciados padecían algún defecto físico. Por otra parte, al decir de
los estudiosos de estos temas. las relaciones místicas entre el SOL y el androginado se encuentran en todas las enseñanzas iniciáticas. Entre otros, se citan a H.P.B. quien en La Doctrina Secreta escribe: "El Dios único, Jehová; tenía un aspecto andrógino en los primeros capítulos del Génesis, antes de hacerse (por medio de ciertas transformaciones cabalísticas) enteramente MASCULINO, cainita y fálico". Por su parte, también en las enseñanzas del rosacrucismo se hace alusión a la interrelación del androginado con la mística solar.
Pero, volviendo a AKENATON y a su fenoménica contextura física, existen
otras circunstancias que tal vez debieran de tenerse en cuenta.
Siguiendo la tradición histórico-iniciática, los faraones egipcios se creían
descendientes directos de Osiris. Este dios, de ascendencia cósmica y cuyo
nacimiento, por mandato divino, al grito de "ha nacido Osiris, el Benéfico".
anunció Pamyles en el templo de Tebas, al llegar a la edad núbil se casó
con su hermana Isis. De aquí que, para una perfecta conservación de la divinidad heredada, los faraones de algunas dinastías se casaran preferentemente con sus hermanas. Actualmente están demostradas las alteraciones psico-físicas que tan prolongada e incestuosa endogamia proyectan en la descendencia. Sin embargo, a fuer de sinceros, hay que reconocer que no fue éste el caso de Amenofis IV que era hijo de    Amenofis III y de la princesa fenicia Tiy . El, a su vez, se casó con la princesa mitannia Taduhepa, la cual alestablecerse el culto al dios único ATON, cambió este nombre por el de Nefertiti.

LA REFORMA ATONIANA


Siguiendo la historia de Akenaton en su introducción al Libro de los Muertos, Albert Champdor describe cómo e emperador ario impuso la reforma "Atoniana", es decir, el culto al dios único y universal.
A semejanza de otros grandes iniciados reformadores de la historia,
AKENATON llevó a cabo su reforma religiosa en el momento oportuno,
adaptanto la religión a las circunstancias y necesidades espirituales y temporales del hombre. ATON, el disco solar. era el dios del calor y de la luz y
comunicaba su calor y su luz a los cuerpos ya los espíritus. El sumo sacerdote proclamaba que sólo ATON es, a un tiempo, la forma definitiva y la
matriz del universo. Ciertamente, con anterioridad, ya se había efectuado la
fusión de Amon con Ra, dios solar. No obstante, en los templos de Tebas seguía existiendo el politeísmo que tan buenos resultados materiales proporcionaba a los sacerdotes de Amon.
Aparte de lo anterior, en la nueva doctrina del Dios único, uno de los principios fundamentales era el AMOR UNIVERSAL. De la misma manera, también contenía aspectos prácticos encaminados al bienestar físico de sus súbditos. Sin menoscabo de esta filosofía, AKENATON demostró ser un gobernante
práctico que, como vamos a ver, liberó a sus vasallos del expolio y de la tiranía
a la que los tenían sometidos la casta sacerdotal tebana. El poder que acumulaban los sacerdotes del dios Amon-Ra, depositarios de los temibles secretos de los Misterios de Osiris, era inmenso.
Entre sus privilegios y prebendas estaban las de cobrar impuestos por sus
servicios religiosos. La degollación de los numerosos animales destinados a
los sacrificios de Amon-Ra y de los demás dioses invocados por el clero
politeísta de este dios, era una carga económica difícil de soportar por las
clases humildes. Por otra parte, la poderosa casta se había dotado de un
verdadero ejército destinado a su protección personal ya la de sus templos.
Es decir, a semejanza de lo que ocurriera en Europa, y sobre todo en España en siglos pasados con los dignatarios católicos, la oligarquía clerical se había constituído en un Estado dentro del Estado. Frente a este despótico poder, Amenophis IV aplicó su reforma estableciendo la religión del Dios único, o sea, la adoración al disco solar, ATON. Bien mirado, esta religión es de carácter impersonal, No existe una representación de ATON. Unicamente se conoce un disco solar de oro cuyos rayos orientados hacia abajo terminan en unas manos que sostienen el Ankh, la cruz ansata egipcia símbolo de la vida.
Resulta cuando menos curioso que un signo de características muy similares pueda ser contemplado hoy en día en las puertas de algunos sagrarios de
las iglesias cristianas donde se custodia el Santísimo Sacramento,
Apreciamos, pues, que en la monoteísta religión de AKENATON no existe una personificación del Dios ATON. Al contrario de la divinización personal del resto de los faraones que se creían dioses, la filosofía mística de la nueva religión se traduce en una adoración de la "energía cósmica". El propio AKENATON se creía parte de esta substancia de la cosmogonía universal. Por lo tanto, dicha energía debía ser el único motivo de adoración por todos los pueblos, sin excepción ni preferencia. En esta metafísica también se podría interpretar que el VERBO solar hecho carne pasó de la ubicuidad del espacio a la mutación y la muerte, y por medio de ésta vuelve a la eternidad de donde procede. Para los iniciados, conocedores de la gnosis revelada, el SOL segregaba su simiente en el cuerpo del adepto para así crear en él su globo secreto.
En una palabra, su SER o Mundo Interior. El nacimiento en la Tierra no era
sino la consecuencia lógica de la muerte en el más allá. De la misma manera,
la muerte en la tierra era el signo del nacimiento en el más allá.
Resumiendo, en palabras de Heráclito. "Los hombres viven su muerte y mueren su ida. " De hecho, aún hoy día, la universalidad adorativa a la energía cósmica subsiste, sin excepción, en todas las grandes religiones.
Las escrituras revelan que el joven faraón hacía hincapié en la palabra VERDAD. Sobre esta piedra angular estaba fundamentada la filosofía del culto al SOL. Y, ciertamente, la figurativa y hasta la concreta VERDAD queda implícita en este pensamiento: "Por muy lejos que busquemos, es en nosotros
mismos donde se encuentra el sol del espíritu."' Personalmente, también creo
que, místicamente, cada hombre, de por sí, es un sol que navega por el
horizonte de la vida y que busca desesperadamente la Gran Luz más allá de la
muerte.
En el aspecto material, Amenophis IV fue un progresista que se adelantó a
su tiempo. Según el testimonio de los restos encontrados a cierta distancia de
la capital, allí existió un poblado mandado construir por el emperador con
destino a los obreros empleados en la edificación de las tumbas para los dignatarios. Cada familia disponía para su alojamiento de una casa con cuatro
estancias y un huerto. También legisló en favor de los esclavos, aligeró la vida
de las bestias de carga y prohibió la pesca, la caza y los sacrificios cruentos. Como soberano entregado a la práctica de la más absoluta paz disolvió el ejército, pues consideraba al estamento militar "como lo más ínfimo en la escala de valores humanos".
Igualmente, hizo posible que los humildes y los menesterosos accedieran a
la educación, pudieran embalsamar a sus difuntos así como participar en el
culto al dios Unico.
¡Salve a Tí, que te elevas en el cielo y esparces tu luz por el horizonte!
jSalve a Tí, ATON, gran Dios de la Paz!

AKENATON EL INICIADO PRECURSOR


A juzgar por lo anterior, si hemos de creer a Jean-Michel Angebert, es posible que Akenaton hasta fuese un precursor del cristianismo. En ese sentido, ateniéndonos a la multitud de puertas que pueden dar acceso a la mística, no se debe descartar ninguna posibilidad. Pero, a estas alturas, no cabe la menor duda sobre la condición de precursor del "paganismo Solar" y de adepto que asistía a AKENATON.
Como muestra ilustrativa, dejando para un próximo capítulo el comentario
del salmo bíblico 19 (18) titulado Yahveh, Sol de Justicia, establecemos una
comparación entre algunos números del salmo 104 (también de la Biblia) y
el Himno a ATON. Dice el salmo:

1. Bendice, alma mía, a Yahve! Yahve, Dios mio, tú eres grande. Estás rodeado de esplendor y majestad.
2. Revestido de luz como de un mundo. Como una tienda tendió los cielos.
3. Alza sus moradas sobre las aguas, hace de las nubes su carro y vuela sobre
las plumas de los vientos.
4. Tiene por mensajeros a los vientos y por ministros llamas de fuego.
5. El fundó la tierra sobre sus bases para que nunca después vacilara.
6. La cubriste con los mares como un vestido, y las aguas cubrieron los montes.
7. A tu increpación huyeron y al sonido de tu voz se precipitaron.
8. Y se alzaron los montes y se bajaron los valles hasta el lugar que les habías
señalado.
9. Pusistes un límite que no traspasarán, no volverán a cubrir la tierra.
10. Hace brotar en los valles los manantiales que corren luego entre los montes.
14. Hace nacer la hierba para los animales y el heno para el servicio del hombre, para sacar de la tierra el pan. (…)
19. Hizo la luna para medir los tiempos y que el sol su ocaso conociese.
20. Tu tiendes las tinieblas y se hace noche, por ella corretean todas las bestias salvajes.
21. Rugen los leoncillos por la presa pidiendo así a Dios su alimento (...)

Ahora escuchemos el HIMNO A ATON.

¡Apareces maravilloso en el horizonte del cielo,
Tú, ATON viviente, comienzo de la vida!
Una vez te has levantado sobre el horizonte oriental has conferido tu belleza a
todos los países.
Eres gracioso, grande, brillante y alto sobre los países.

Tus rayos alcanzan a las tierras situadas en el límite de todo cuanto has creado.
Aunque estés a la vista de los hombres, NINGUNO DE ELLOS CONOCE TUS
VIAS.
Cuando desapareces en el horizonte occidental el país está en la oscuridad y
parece como muerto.
Los leones salen de su antro.
La oscuridad es como una mortaja y la tierra está silenciosa...
Al amanecer, cuando te levantes en el horizonte, expulsas a la oscuridad y das
tus rayos...
Los hombres hacen su trabajo. Todas las bestias son felices en sus pastizales, árboles y plantas son florecientes, los pájaros que vuelan de sus nidos...
Todos los animales saltan a tus pies, todo lo que vuela y se posa...
¡Oh, DIOS UNICOS, sin igual, creaste el mundo según tu deseo, cuando TU estabas solo.
¡Qué eficaces son tus planes, oh Señor de eternidad, estás en mi corazón.

FIN DEL EMPERADOR-SACERDOTE


Al establecer el culto al dios único ATON, AKENATON fundó su vaticano en la
ciudad de Akhen-Aton, actua]mente reemplazada por EI-Amarna.
Al cabo de 18 años de pontificado, devorado por la sífilis, murió el emperador "ebrio de Dios". Su sucesor y yerno, Tutankamon, como su nombre indica, apoyado por el ejército, volvió a la ortodoxia, restableciendo el culto de AMON. Esta fue la ocasión para que los vengativos sacerdotes de este Dios guerrero se tomaran el desquite contra el "Rey hereje", pues como tal consideraron a AKENATON. En consecuencia, se entregaron a una furia iconoclasta no sólo de la ciudad santa de Akhet-Aton, sino de todo lo relacionado con el propio AKENATON. Hasta tal punto llegó su odio, que se dice que la tumba del iniciado príncipe fue saqueada y los restos de su momia esparcidos al viento. Por contra, otros autores creen que al trasladar a Tebas la capital, Tuntankamon mandó llevar la momia de su suegro al Valle de los reyes.
Con AKENATON terminó en el antiguo Egipto el culto oficial al Dios único, disco solar A TON. Los sacerdotes de Amon establecieron el culto a su dios y con el politeísmo. Según algunos estudiosos, posteriormente el clero de Amon cayó en la magia negra. Ello dio lugar a que este pueblo, antes tan religioso, perdiera el sentido de lo sagrado entregándose al saqueo de tumbas. No obstante, un puñado de iniciados conservaron encendida la antorcha del saber cuyo testigo pasaron a la actual "Heptada. Entre otros adeptos del LOGOS SOLAR cabe mencionar a Juliano el Apóstata, Federico II de Hohenstaufeny y, sobre todo, al padre de la religión aria, apóstol del Fuego y de la Mística solar, Zoroastro.
Todos los anteriormente nombrados y muchos más, son como astros que giran y se valen de la iniciación egipcia que tan sublimemente encarna AKENATON.
Como humilde homenaje a este hijo espiritual de la LUZ de ATON termino con la cita del epitafio y testamento que, según la tradición, estaba esculpido en el féretro de oro en el que fue depositado su cuerpo momificado: "El bello Príncipe, el Elegido del Sol, rey del Alto y del Bajo Egipto. que vive en la VERDAD, Señor del doble país, AKENATON, el hermoso hijo del viviente
ATON, cuyo nombre permanecerá para siempre."
La diferencia entre la metafísica atoniana y la del Dios Amon queda reflejada en la inscripción del rey Tutmes III, el Conquistador, que refIriéndose al Dios AMON dice. "Dios se alegra en la batalla viendo la sangre."
Por su parte, la de AKENATON reza así: AMON ES EL DIOS DE LA GUERRA.
ATON EL DIOS DE LA PAZ. Hay que escoger entre ellos y yo he escogido a
ATON. Bajo mi reinado los hombres vivieron en paz y en gracia. Bajo mi
reinado los arcos y las espadas estuvieron ociosos."
Por mi parte, para orlar tan sublimes conceptos, humildemente me permitiría añadir: Habrá guerra mientras haya muchos pueblos y muchos dioses, pero
cuando no haya más que un solo Dios, que un solo pueblo, entonces habrá
PAZ.




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