LA DIVINA COMEDIA -- ALEGORIAS -- REALIDAD DEL TEXTO DE LA DIVINA COMEDIA
Estos comentarios incluyen interpretaciones de las alegorías o significados místicos que contendría el texto, que otros prefieren leer como un relato literal. Esta tendencia se acentuó en el siglo XX entre los exégetas y críticos de "La divina comedia", muchos de los cuales sostienen que Dante narró una historia en el mundo material de ultratumba tal como se lo concebía en su tiempo.
Cada una de sus partes está dividida en cantos, a su vez compuestos de tercetos. La composición del poema se ordena según el simbolismo del número tres (número que simboliza la trinidad sagrada, Padre, Hijo y Espíritu Santo, así como también, el número tres simboliza el equilibrio y la estabilidad en algunas culturas, y que también tiene relación con el triángulo): tres personajes principales, Dante, que personifica al hombre, Beatriz, que personifica a la fe y Virgilio, que personifica a la razón; la estrofa tiene tres versos y cada una de las tres partes cuenta con treinta y tres cantos. La estructura matemática de la Divina comedia, por otra parte, es mucho más compleja de lo que aquí se esboza. El poema puede leerse según los cuatro significados que se atribuyen a los textos sagrados: literal, moral, alegórico y anagógico. En este poema, Dante hace gala además de un gran poder de síntesis que es característico de los grandes poetas.
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SOLAMENTE VERENOS ALEGORICAMENTE, LO SIMBOLOS DE LA DIVINA COMEDIA
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SIMBOLISMO Y
ALEGORIAS
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Dante nació en 1265 y se consideraban los treinta y cinco años como la mitad de una vida normal. La acción de la Comedia
tiene lugar en la Semana Santa de 1300, dando comienzo, según la mayor parte de los intérpretes el Viernes Santo, 8 de
abril, y acabará siete días después.
La selva oscura es la vida viciosa, el pecado; pero también la confusión de su pensamiento; e incluso la turbulencia
política. No debemos tal vez excluir, como en otras discutidas alegorías dantescas, la pluralidad de significados.
De hecho, superación moral, superación del error doctrinal y evocación de la actualidad política son tres constantes de
este viaje de ultratumba.
El monte alegoriza la vida virtuosa que tanto esfuerzo requiere para ser alcanzada por el poeta. Notar la antítesis
«oscuridad»/«luz» con que se acentúa el contraste «vicio»/«virtud», «error»/«verdad» aquí alegorizado.
El sol.
La onza, o leopardo, es una alegoría de la lujuria.
Se creía que el mundo había sido creado en primavera, al igual que en primavera tuvo lugar su redención con la muerte de
Cristo.
El león representa la soberbia.
La loba alegoriza la codicia en la mayor amplitud de su significado.
Virgilio nació en el 70 a.C. y murió en el 19 a.C. Nació, por tanto, en tiempos de Julio César (100 44 a.C.), pero no
fue del todo contemporáneo.
Virgilio fue conocido en la Edad Media sobre todo como autor de la Eneida, poema en que a través de la historia de Eneas
se glorificaba a la ciudad de Roma y al emperador Augusto. Como sabemos, Eneas fue un principe troyano que huyó de la
ciudad destruida llevando a sus dioses tutelares y tras de un largo viaje por el Mediterráneo (en cuyo relato Virgilio
imita la Odisea), llegó a la peninsula Itálica, donde tras largas guerras con los habitantes de la misma, descritos
según el modelo de la Ilíada, desposó con Lavinia (Infierno, III), dando así origen a la estirpe fundadora de Roma. La
Eneida es una exaltación de la idea imperial, que con tanta fuerza abrazó el Dante de sus años últimos.
El lector que lea estas notas se podrá dar cuenta de cuánta verdad encierran las palabras humildes de Dante.
Muchas son las teorías acerca de la identificación de este Lebrel que conseguirá expulsar a la loba, pero se tiende a
pensar que Dante se refiera, en sentido genérico, a la restauración del poder civil representada por la figura del
emperador, que vendría a acabar con las discordias que asolaban Italia y con la corrupción de la misma Iglesia.
Se ha pensado también en Cangrande Della Scala, Señor de Verona, amigo y protector de Dante; e incluso en un futuro papa
que restaurara la pureza evangélica y que tuviese una humilde procedencia. «Entre Feltro y Feltro», en el v. 105, se
interpretaría como «nacido entre paños humildes», en vez de darle una interpretación geográfica. Feltre, en el Friuli y
Montefeltro, en la Romana, lo que significaría que el Lebrel procedería de la Italia septentrional.
Son todos personajes de la segunda parte de la Eneida: Camila fue una doncella guerrera muerta en combate contra los
troyanos; Niso y Euríalo, amigos proverbiales, murieron juntos combatiendo contra los volscos; Turno, rey de los rútulos,
principales rivales de los troyanos, fue muerto por el propio Eneas, dando así fin a la epopeya.
La codicia ha sido directamente enviada por Lucifer, el Envidioso por antonomasía.
Virgilio será el guía de Dante en el Infiemo y el Purgatorio, pero en el cielo necesitará la guía más digna de lo misma
Beatriz.
El padre de Silvio es Eneas, y su bajada a los infiemos, a imitación de la que narra de Ulises la Odisea, ocupa el libro
VI de La Eneida. Roma, la ciudad fundada por los descendientes de este héroe, fue elegida como sede de los papas y cabeza del mundo cristiano.
El «Vaso de Elección» es San Pablo. La imaginación medieval daba crédito al rapto celeste que San Pablo narró en su
segunda carta a los corintios, y que fue el comienzo de su conversión, pero la fantasía popular le adjudicó a partir de
esto, un viaje al Infiemo.
Virgilio se hallaba en el Purgatorio, entre aquellos que se encuentran suspendidos entre el deseo de ver a Dios y su
falta de esperanza de lograrlo.
Se trata de Beatriz, a quien por vez primera se alude en el poema.
La histórica Beatriz, amada por Dante en la tierra, era hija de Folco Portinari, noble florentino. El poeta la vio por
vez primera en 1274, cuando aún era un niño, y se enamoró de ella en 1283. Alrededor de 1286 se casó con Simone dei Bardi y murió en 1290
Su dueño, en el original «il signor mio», es Dios mismo.
El cielo de esfera más pequeña es el de la luna, bajo el cual se halla la tierra; es decir. Beatriz excede a todos los
mortales.
La Virgen María, de la que Dante fue un ferviente devoto.
Santa Lucía de Siracusa, a quien Dante atribuyó la curación de una enfer medad de la vista que a ella estaba encomendada
por la forma de su suplicio. En la Comedia representa la gracia iluminante.
Raquel, mujer de Jacob, representa la vida contemplativa, por oposición a su hermana Lía, por ello está sentada junto a
Beatriz.
Por el amor a Beatriz, Dante se apartó de los poetas vulgares, dedicándose a cantar a su amada con poemas excelsos.
El poder, la sabiduría y el amor, son las tres personas de la Trinidad cristiana.
Se trata de los indiferentes, y de los ángeles que en la lucha suscitada por Lucifer, permanecieron neutrales. Se
comprende que Dante que vivió toda su vida en la necesidad de tomar partido en una Italia desgarrada, condene en el
Infierno a los que no se comprometen con causa alguna. ¿Qué pensaría, por ejemplo, de los florentinos que intentaron
permanecer ajenos a la lucha entre gibelinos y güelfos, o entre güelfos negros y blancos, corno única manera de
encontrarla paz?
Es posible que se trate del papa Celestino V, llamado en la vida Pietro da Morrone. Fue este un eremita con gran fama de
santo, que fue elegido papa a los setenta y nueve años de edad y que abdicó seis meses más tarde por considerarse indigno
de la tarea, dando así lugar a la elección del cardenal Caetani a quien las malas lenguas hacían culpable de haber
provocado la renuncia del anciano, asustándole con voces nocturnas que tomaría el nombre de Bonifacio VIII, y que tan
fatal había de ser para el poeta.
Un fragmento del verso original «Chi fece... il gran rifiutto» sirve de título a un célebre poema de Cavafis.
Más que la de los indiferentes se trata ahora de los pusilánimes.
El Aqueronte es el primero y más grande de los rios infernales; nace, como el resto de ellos, en la estatua del viejo de
Creta (Infíerno, XIV) y desemboca en la Estigia (Infierno, VII).
Caronte, hijo de Erebo y de la Noche, estaba según la mitologla encargado de cruzar las almas de los muertos a través de
la laguna Estigia, que separaba la vida de la muerte.
Cuando muera Dante no vendrá a montar en la barca de Caronte que le lleve al Infierno, sino en otra que le llevará desde
la desembocadura del Tiber hasta el Purgatorio (Purgatorio, II).
El primer círculo del Infierno es el Limbo, donde se encuentran aquellos que no han recibido el bautismo, bien por haber
nacido antes de Cristo, haber vivido sin conocer la Revelación, o haber muerto antes del tiempo. Más adelante
encontraremos, sin embargo, bastantes excepciones a esta regla.
Virgiilo murió en el 19 a.C.; llevaba sólo cincuenta y dos años cuando vio llegar a Cristo redentor, bajando a los
infiemos gloriosamente después de su crucifixión.
Jacob sirvió catorce años a su suegro Labán, antes de poder desposar a Raquel.
Se trata, en efecto, de los grandes modelos de Dante: Homero con sus dos grandes poemas Ilíada y Odisea; Ovidio, autor de
Las Metamorfosis y Las Heroidas; Horacio, de las Sátiras, y Lucano, autor de La Farsalia, a los que se van a añadir
Virgilio, autor de La Eneida y, completando el sexteto, el propio Dante, que añade así su Comedia a la Lista de los
grandes poemas épicos precedentes.
Anoto sucintamente los personajes del engorroso catálogo con que, a la manera de la época, Dante va a ilustrar este
pasaje. Como apunta el maestro Borges, sólo en el episodio de Francesca del canto siguiente Dante superará estas frías
enumeraciones, dando la voz a personajes concretos y humanizándolos.
121 3 Electra es la hermana de Orestes; Héctor y Eneas, príncipes troyanos; César es el dictador romano, a quien Dante
considera el primer emperador.
124 126 Camila ya apareció en Infierno, I; Pantasilea es la reina de las Amazonas, muerta por Aquiles. El rey Latino y
Lavinia son personajes importantes de la Eneida, pues ésta se desposó finalmente con Eneas.
Lucio Junio Bruto, que expulsó a Tarquino el Soberbio de Roma, para vengar la violación que su hijo había hecho a
Lucrecia, esposa de Tarquino Colatino, y modelo de mujer virtuosa, que se dio muerte para huir de la deshonra.
Julia es la hija de César y mujer de Pompeyo, cuya muerte no pudo evitar la guerra entre los dos caudillos; Marcia es la
mujer de Catón de Utica, como veremos en Purgatorio, I; Cornelia es la hija de Escipión el Africano y madre de los Gracos;
fue también considerada como el modelo de virtudes de la matrona de la Roma republicana.
Salah ed din, sultán de Egipto, considerado como modelo de caballero musulmán, comparable a los caballeros cristianos
(ll37 ll93). Como veremos, no es el único musulmán de que da cuenta este pasaje.
Después de los personajes heroicos, Dante nos muestra a los filósofos y científicos, empezando por Aristóteles.
139 141 Tulio es Marco Tulio Cicerón. Dioscórides observó las cualidades medicinales de las plantas. Orfeo y Lino son
músicos y poetas de la mitología griega.
Se trata del `Comentario' a las obras de Aristóteles.
Al círculo donde se castiga el pecado de la lujuria.
Minos, según la antigua mitología, después de haber reinado prudentemente en Creta, fue considerado como uno de los
jueces infernales, junto con Radamante y Eaco (Eneida, VI, 432 3), pero aquí Dante lo transforma en una fiera un tanto
grotesca.
Semíramis, nombre griego de una reina asiria famoso entre los medievales por su vida licenciosa y violenta. Para algunos
representa en la Comedia el amor vicioso.
Dido, reina de Cartago, rompió por su amor hacia Eneas la fidelidad debida a su antiguo marido Siqueo. Representaría el
amor apasionado.
Cleopatra, reina de Egipto (69 30 a.C.), representaría el amor interesado, dadas sus relaciones con César y Marco
Antonio.
Elena, hija de Júpiter y Leda, causante de la guerra de Troya, representaría el amor ambicioso.
Aquiles, el más célebre griego de la guerra de Troya, cuyo sitio en el Infiemo, como amante de Polixena, no es tal vez el
que más convendría a su figura heroica.
Paris, príncipe troyano, hijo de Príamo y raptor de Elena. Tristán, sobrino del rey Marcos de Comualles y amante de Iseo,
la mujer de éste último. Su historia fue celebérrima en la Edad Media.
Francesca, hija de Guido da Polenta, señor de Rávena, y amigo de Dante; y Paolo Malatesta, hermano del marido de ésta, el
feroz Gianciotto Malatesta, señor de Rímini, con quien Francesca había sido casada por motivos políticos alrededor de
1275. Como veremos, la propia Francesca narrará a Dante el amor desdichado que les ha condenado, en uno de los pasajes
más bellos y conocidos de toda la Comedia. Toda la historia parece ser un ejemplo vivo de la teoría amorosa del «Dolce
stil novo».
Es decir, como apuntamos antes, del grupo de pecadores arrastrados por la pasión amorosa, no por la sensualidad a otras
razones.
El perso es un color mezcla de púrpura y negro (Convivixm, IV, XX, 2).
Eco del verso de Guido Guinizzelfi: «Al cor gentil rimpaira sempre amore.»
A Paolo.
Descubierta, en efecto, su pasión amorosa, los amantes fueron muertos alrededor de 1285 por el marido burlado, que será
condenado en la Caína, zona del círculo noveno donde se castiga a los asesinos de consanguíneos (Infierno, XXXII).
Pues fue un famosísimo poeta en el mundo, y ahora una sombra más en el Limbo, sin esperanza de salvación.
Se trata de una de las novelas escritas en francés que tan famosas fueron en toda Europa a partir del siglo XII.
Junto con la de Tristán e Iseo, la de Lancelot y la reina Ginebra, es la historia de amor más conocida del ciclo artúrico
popularizada por la novela. El pasaje aquí aludido es aquel en que el caballero Gallehault, o Galeotto, sin saber su
secreto amor, condujo a uno a la presencia del otro, e indujo a la reina a que besara al caballero.
Cerbero es el perro de tres cabezas que guardaba las puertas del Infierno, una vez atravesada la laguna Estigia. Dante lo
hace sólo guardián del tercer círculo, el de los glotones.
Ciacco, el primer florentino que Dante encuentra en el Infiemo, debió ser un conocido parásito de la ciudad, amigo de ser
invitado a los festines de sus paisanos. Hay quien le identifica con el poeta Ciacco dell'Anguilliaia.
La ciudad partida es, por supuesto, la Florencia dividida en bandos políticos.
El bando salvaje o de los blancos, dirigido por la familia Cerchi, derrotará en 1300 a los negros, capitaneados por los
Donati; pero en 1302 serán éstos quien logren expulsar a los blancos, con la ayuda de Bonifacio VIII, lo que provocará el
exilio del poeta.
No es del todo convincente el que Dante aluda a sí mismo y a Guido Cavalcanti.
En efecto, nos los iremos encontrando a lo largo de nuestro viaje por la Comedia.
No encontrarán la verdadera perfección, pero su castigo será más perfecto después del Juicio Final, en que se reunirán
las almas que ahora penan con los cuerpos que aún se hallan en la tierra.
Se trata del dios romano de la riqueza, hijo de Démeter y de Casón, que preside el próximo círculo, el de los pródigos y
los avaros.
Renunciamos a escoger una entre las numerosísimas explicaciones dadas a las palabras de Pluto, que podemos resumir en una exclamación de rabia ante la presencia de los viajeros.
Cuando el arcángel Miguel derrotó a los demonios rebeldes.
El estrecho de Mesina, donde se hallaban las mitológicas rocas de Scila y el torbellino de Caribdis.
Porque creen que la Fortuna es la señora de los bienes terrenos, cuando únicamente su distribuidora.
Descienden al quinto círculo, que es el de los iracundos, acidiosos, soberbios y envidiosos, sumergidos en las fangosas
aguas de la Estigia.
No era permitido estar en el Infierno más que una noche (Eneida, VI).
También es una referencia virgiliana. Según la antigua mitología, Estigia era una laguna que separaba el mundo de los
vivos del reino de los muertos.
La acidia es el vicio que entristece el ánimo sin motivo.
Según algunos antiguos comentaristas, Dante habría escrito los siete primeros cantos en Florencia, antes de partir al
exilio, y allí habrían quedado dentro de un cofrecillo, que volvió a su poder en 1306 continuando de este modo la obra.
No parece ser una hipótesis demasiado fiable, pero no deja de ser atractiva.
Flegias era un hijo de Marte, que vengó una afrenta hecha por Apolo a su hija Coronide, incendiando su templo de Delfos.
Su nombre significa «El incendiario»
Filipo Argenti dei Adimari fue contemporáneo de Dante. El sobrenombre de «Argenti» se debe a que en alguna ocasión hizo
herrar a su caballo con herraduras de plata. Era famoso por su carácter soberbio, pero no olvidemos que fueron los
Adimari quienes se quedaron con la casa de los Alighieri al partir Dante al exilio.
Dite es un nombre latino de Hades, dios de los infiemos. Dante llama así a Lucifer y a la ciudad donde se castiga a los
pecadores por malicia, no por incontinencia.
Mezquitas en oposición a iglesias, como el mal se opone al bien.
Los demonios intentaron oponerse a la entrada de Cristo en los infiernos, cerrándole la puerta que desde entonces quedó
sin cerrojos.
1 3 Virgilio, al ver a Dante empalidecer de miedo, procura disimular su turbación para reconfortar al poeta.
23 27 Eritone es una hechicera mencionada por Lucano en Farsalia, VI. Dante se vale de esta supuesta bajada de Virgilio a
los infiemos, conjurado por la maga, y de la que no existen fuentes literarias, para justificar así la experiencia de
Virgilio como guía del viaje. Los comentaristas no se ponen de acuerdo en qué alma fue a buscar Virgilio al pozo de los
traidores.
Son las Erinias, hijas de Aqueronte y de la noche, servidoras de Proserpina.
De la cabeza de Medusa, una de las tres Gorgonas muertas por Perseo, ya conocemos su virtud de petrificar a aquellos que
miraba, incluso después de ser cortada por el héroe.
Las furias han hecho mal en no tomar venganza de los humanos que intentaron entrar vivos en el Infiemo, como Teseo, que
junto con Piritoo intentó rescatar a Proserpina siendo hecho prisionero y posteriormente rescatado por Hércules (Eneida,
VI).
Muchas son las interpretaciones a las que se ha prestado la alegoría de la cabeza de Medusa: la herejía, la desesperación,
el miedo, o los bienes terrenos, que endurecen el corazón del hombre. Dada la oscuridad que Dante mismo confiere al
pasaje, no han faltado interpretaciones relacionadas con el ocultismo. Pero es posible que, en el fondo, la cuestión, de
tan ambigua, carezca de interés.
A raíz de ser encadenado por Hércules, al que intentó impedir su entrada en el Hades (Eneida, VI, 392 93).
En Arlés y en Pola, ciudad del norte de Italia, junto al golfo de Carnaro, existían gran número de sepulturas de la época
romana.
130 131 En cada sepulcro se encuentra el jefe de una recta herética y sus seguidores, sometidos a mayor o menor castigo
en razón de la gravedad de sus doctrinas. En efecto, como bien sabemos, el castigo de los herejes en el mundo, no sólo en
el Infierno, era el ser quemados en la hoguera.
Es decir, después del Juicio Final.
Epicuro (342 270 a.C.) es el jefe de la escuela epicúrea, tan mal entendida por la posteridad, y que, en efecto,
proclamaba la mortalidad del alma. Esta última fue seguida en la Edad Media por muchas sectas y estuvo particularmente
extendida entre los gibelinos, o al menos eso afirmaba la propaganda güelfa. Esto explica los personajes que escoge Dante
para ilustrar este círculo.
El de saber si en aquel lugar había paisanos suyos.
Farinata degli Uberti, por quien Dante ya preguntó a Ciacco (Infierno, VI), fue uno de los más importantes personajes
de la Florencia del siglo XII. Fue uno de los jefes de la facción gibelina y expulsó a los güelfos en 1248, fue expulsado
por éstos en 1258, y tras el triunfo gibelino de Monteaperti volvió a expulsar a sus rivales en 1260, oponiéndose a la
destrucción de la ciudad que proponían otros jefes gibefinos. Murió en 1264. Dante hace de él una figura inolvidable y
grandiosa en medio de su tormento.
Cavalcante dei Cavalcanti, padre de Guido Cavalcanti, el gran poeta amigo de Dante y jefe de filas del dólce stil novo,
pertenció a los güelfos y era bien conocida su confesión epicúrea.
Es posible que Guido no hubiese tenido gran admiración por Virgilio, pero algún comentarista piensa que a quien Guido
desprecia fue a Beatriz, es decir, a la teología, pues sostuvo ideas cercanas al ateísmo. Esta es la versión que hemos
elegido; si, en cambio, optáramos por la primera, podría leerse: «quien allá aguarda por aquí me lleva; / vuestro Guido,
tal vez, desdén le tuvo». La versión original dice: «colui ch' attende là, per qui mi mena / forse cui Guido vostro ebbe
a disdegno». Como vemos, la interpretación depende del valor que demos a «cui»
Guido murió pocos meses después del supuesto viaje infernal, en el otoño de 1300. Esto explica las palabras de Farinata
en v. 103.
No pasarán cincuenta meses lunares, de abril de 1300 a junio de 1304, sin que sepa Dante lo duro que es para un exiliado
intentar el regreso a su patria. En efecto, Dante, desterrado en 1302, intentó regresar a Florencia por la fuerza
inútilmente, antes del verano de 1304.
Los Uberti fueron excluidos de la paz firmada en 1280 entre las facciones florentinas. En el solar de sus torres abatidas
por güelfos, surgirá la actual Piazza del Popolo, símbolo del bando popular.
La batalla de Monteaperti, a la que ya hemos aludido, el 4 de septiembre de 1260 entre sieneses y gibelinos florentinos
contra güelfos que resultaron derrotados por completo.
97 99 En efecto, Farinata conoce el futuro de Dante, pero Cavalcante ignora la suerte de su hijo Guido.
Es decir, tardó en contestarles porque se extrañó de que no conociese que Guido aún vivía.
Federico II tuvo, en efecto, una gran fama de epicúreo entre los cronistas de la época y al parecer afirmaba que el
hombre nada es después de exhalar el último aliento. Fue también amigo de musulmanes, y excomulgado por Roma.
Ottaviano degli Ubaldini, obispo de Bolonia a los 26 años, desde 1240 a 1244, y posteriormente cardenal, murió en 1275,
aunque combatió a Federico II y a Manfredo, debió ser gibelino en el fondo. Fue notable por su riqueza y su cultura y muy
odiado por los güelfos de Florencia.
Naturalmente, Beatriz.
El papa Anastasio II (496 98), según una tradición no comprobada, aceptó las doctrinas de Fotino de Tesalónica, que
negaba el nacimiento divino de Cristo.
Aquí comienza la descripción de la geografía y la estructura moral del Infiemo dantesco. Espero que el lector no
encuentre demasiadas dificultades para hacerse una idea del mismo. Tres son los círculos infernales que restan: el
séptimo está dividido a su vez en tres recintos: el primero castiga a los violentos contra el prójimo; el segundo, a los
violentos contra sí mismos; y el tercero, los violentos contra Dios y sus designios: blasfemos, homosexuales y usureros.
Como veremos, el octavo círculo llamado Malasbolsas es donde se castigan las muy diversas formas de fraude. En el noveno, por fin, se condenan las diversas formas de traición.
La bíblica Sodoma, destruida a causa de sus pecados (ver XVIII XIX) da nombre a la homosexualidad; Cahors, ciudad
francesa famosa por los usureros.
La Ética de Aristóteles.
Los pecados que se castigan en los primeros círculos son aquellos causados por la incontinencia, no por la maldad. Tienen
un alcance individual y no colectivo y por ello merecen un castigo más leve, aunque no por ello menos eterno.
En efecto, las palabras de Aristóteles en las que se basa este pasaje se encuentran al comienzo de su Física.
La naturaleza actúa imitando a Dios y el hombre siguiendo a la naturaleza.
Traducido libremente, pero conservando la idea que Dante quiere expresar, siguiendo las palabras de Génesis, III, 19:
«Comerás el pan con el sudor de tu frente.» El verso original es «... convene / prender sua vita ed avanzar la gente».
El usurero, en efecto, busca su sustento en el préstamo de dinero, lo que contradice el mandato divino.
Nos hallamos en el amanecer del nuevo abril, cuando la constelación de Piscis surge sobre el horizonte, y la Osa Mayor se
encuentra en la dirección del Coro o viento del nordeste.
Dante parece referirse a una región entre Verona y Trento llamada Slavini di Marco, para describir la pendiente entre el
sexto y el séptimo círculo.
El Minotauro, que concibió Pasifae, mujer de Minos, rey de Creta, de un toro del que se había enamorado por instigación
de Neptuno, para lo cual hizo que el arquitecto Dédalo le fabricase una vaca artificial.
El Duque de Atenas es Teseo, que mató al Minotauro encerrado en el laberinto, gracias a la ayuda de la princesa Ariadna,
poniendo así fin al tributo humano que los atenienses debían pagar al rey de Creta.
Esta ruina se produjo cuando Cristo murió y, según Mateo, XXVII, 51, tembló la tierra. La gran presa alude a la posterior
bajada de Cristo a los infiernos ya comentada en Infierno, IV. Virgilio, en efecto, en su primer viaje, pudo ver aún
intacto este lugar.
Virgilio sigue aquí la doctrina de Empédocles que sostenía que el cosmos se mantenía por la discordia de los cuatro
elementos, y que el amor entre ellos los llevaría a mezclarse y regresar al caos primigenio. Virgilio creyó que aquel
terremoto pudiera ser la vuelta a dicho caos.
Se trata del río Flegetonte, que ya había descrito Virgilio en la Eneida.
Los centauros, con su doble naturaleza humana y equina, representan las fuerzas de la violencia ciega, al igual que
Minotauro.
Neso se enamoró de Deyanira, esposa de Hércules, a la que ayudaba a vadear un río sobre su grupa, a intentó violarla, por
lo cual Hércules lo mató con sus flechas.
Quirón no era hermano del resto de los centauros y fue maestro y educador de Aquiles y otros héroes griegos. Destacaba
entre los otros por su sabiduría y prudencia.
Folo fue uno de los centauros que intentaron violar a las mujeres de los lapitas en las bodas de Piritoo a Hipodamia.
Alejandro de Macedonia, o acaso Alejandro, tirano de Fero, en Tesalia (siglo IV a.C). El otro tirano es Dionisio el
Viejo, tirano de Siracusa (431-367 a.C.)
Ezzelino III da Romano (ll94 1259), señor de Verona, Padua y Vicenza, fue durante muchos años tirano en la Marca de
Treviso y fue el principal sostenedor de la causa gibelina en el norte de Italia.
Obiao II de Este, señor de Ferrara, fue muerto al parecer por su hijo bastardo Azo VII.
En este círculo Virgilio aconseja a Dante que escuche las palabras del
centauro que le serán de más provecho que las suyas.
Guido de Monforte mató en una iglesia de Viterbo a Enrique, sobrino que dio
del rey Eduardo I de Inglaterra, para vengar la muerte injusta que este último fue
había dado a su padre. El corazón del príncipe fue trasladado a su patria y colo cado en una copa que sostenía una
estatua en la abadía de Westminster. El hecho ocurrió en 1271 y Guido murió prisionero en Sicilia dieciséis años después.
Atila es, por supuesto, «El Azote de Dios»; jefe de los hunos, muerto en 453.
Pirro es acaso un hijo de Aquiles de quien habla VirgiLo en Eneida, II que dió muerte a Polixena, hija de Hécuba, sobre
la tumba de su padre. Sexto hijo de Pompeyo, que manchó con su crueldad la memoria respetada de su padre.
Raniero de Cornetto y Ranier Paso fueron dos nobles de baja condición que se dedicaron al bandidaje en la Toscana.
Confines de la Maremma toscana.
Las arpías, hijas de Taumante y Electra, tenían cuerpo de pájaro y rostro de mujer. Virgilio en Eneida, III, las colocaba
en la isla de Estrófade, de donde echaron a los troyanos de Eneas, ensuciando la mesa en que comían.
Este juego de palabras parece inspirado en el estilo cancilleresco, o diplomático, en el que fue muy experto el personaje
que conoceremos a continuación y debe tener, por ello, un carácter paródico.
Escondida detrás de los árboles, naturalmente, y no que fuesen los árboles mismos.
Para este episodio, Dante se inspira de nuevo en Virgilio, Eneida, III. De igual manera lo recogerá T. Tasso en su
Gerusalemme Liberata.
Pier della Vigna, nacido en ll80, poeta y protonotario de Federico II. Fue el más íntimo de sus mensajeros reordenando
toda la legislación del estado en 1231. En 1248 perdió la gracia del emperador y fue encarcelado acusado de traición
dándose la muerte en 1269, rompiéndose la cabeza contra el muro.
La envidia de los cortesanos fue, según el diplomático, la causante de su desgracia junco al emperador.
Aparecen ahora otros dos condenados, no como suicidas, sino como dilapidadores de sus bienes (ver Infierno, XII). Se
trata de Ercolano Maconi de Siena miembro de la cofradía de dilapidadores de la que Dante hablará en Infierno, XXIX que
murió en la batalla de Toppo contra los aretinos en 1287; y de Giacomo de Sant Andrea, riquísimo noble de Padua que gastó
su fortuna de una manera escandalosa, llegándose a contar que arrojaba monedas a los peces.
El suicida cuya alma se ha transformado en este arbusto es un florentino de difícil localización; acaso un tal Rocco dei
Mozzi.
Florencia, según cuenta Dante en varias ocasiones, había estado puesta en la antigüedad bajo el patronato de Marte, a
quien estaba dedicado el templo que luego sería transformado en el Baptisterio de San Juan, que pasaría a ser el nuevo
patrono de la ciudad. En venganza de ello, Marte no deja de enviar castigos a la ciudad, y aún más enviaría de no ser
porque en el Ponte Vecchio aún quedaban vestigios de una estatua suya rescatada del fondo del río. Dicha estatua al
parecer, estaba dedicada en realidad al rey ostrogodo Teodorico (Paraíso, XVI, 26).
Según la leyenda, Atila habría destruido Florencia para reconstruir Fiesole y vengar así al romano Catilina. Pero al
parecer se confundía a Atila con el ostrogodo Totila, que asedió la ciudad en 542.
Nos encontramos ahora, y en los dos siguientes cantos, en el segundo recinto del círculo séptimo, donde se castiga a los
violentos contra Dios en un arenal ardiente sobre el que cae una incesante lluvia de fuego: blasfemos, que yacen boca
arriba; homosexuales, caminando sin tregua; y usureros, sentados.
Lo cuenta Lucano en Farsalia X, 382 y ss.
Dante unifica aquí dos hechos que cuenta la apócrifa Epístola de Alejandro a Aristóteles: una nieve copiosísima, que los
soldados debían pisar para fundirla; y una lluvia de fuego.
Se trata de Capaneo, uno de los siete reyes que lucharon contra Tebas en ayuda de Eteocles. Blasfemando contra Júpiter y
el resto de los dioses nos lo presenta Estacio en Tebaida, X, 738 y ss.; 897 y ss.
52 57 Los Gigantes habían intentado expugnar la morada de los dioses, dándose una gran batalla entre unos y otros hasta
ser precipitados, por los rayos que Vulcano fabricaba para Júpiter, al valle de Flegra, en Tesalia. Volveremos a ello en
Infierno, XXXI.
Se trata nuevamente del Flagetonte.
Fuente termal cercana a Viterbo, donde según la costumbre se bañaban las prostitutas.
Las puertas del Infiemo.
Alude a Satumo, bajo cuyo reinado tuvo lugar la paradisiaca Edad de Oro.
Rea o Cibeles, mujer de Saturno, escondió de éste a su hijo Júpiter, para que no lo devorase como había hecho con el
resto de sus hermanos, en la isla de Creta. Allí ordenó que cuando el niño llorase, los habitantes prorrumpieran en
gritos, para que Saturno no se diera cuenta de la presencia de quien posteriormente habría de derrotarle.
Es muy posible el recuerdo de la visión de Nabucodonosor en Daniel, III. En este pasaje, como en aquél, la estatua del
Viejo debe representar la historia de la humanidad: la estatua vuelve la espalda a Damiata, en el Oriente, de donde vino
la civilización; y mira a Roma, que es la meta espiritual del hombre. El pie de barro es el poder espiritual y el otro el
temporal. El oro señala una época de inocencia primigenia; la plata y el cobre no señalan ninguna época concreta, sino
dos sucesivas etapas de corrupción. Existen, como el lector podrá suponerse, muchas otras interpretaciones.
Las culpas del hombre tras la pérdida de la pureza originaria dan forma a los ríos infemales, de los que ya conocemos
tres: Aqueronte, Estigia y Flegetonte.
Es, como veremos, el río del noveno círculo.
Dante no ha caído en la cuenta de que el Flegetonte fuera el río de sangre que ha contemplado en los cantos precedentes:
el Leteo nos lo encontraremos en la cima del Purgatorio (Purgatorio, XXVIII).
El Brenta es el río que riega Padua.
Al parecer, territorio del ducado de Carintia, en Austria.
Se trata de un grupo de pecadores contra la naturaleza, es decir, de homosexuales que no siguen las leyes naturales de la
procreación. Este primer grupo, en el que Dante encontrará a Bruneto Latino, está formado por gente de Iglesia y de
letras; en el canto siguiente encontrará un segundo grupo de hombres dedicados a la polltica.
Bruneto Latino nació en Florencia alrededor de 1210. Perteneció al partido güelfo y ocupó importantes cargos políticos,
entre ellos el de embajador ante Alfonso X de Castilla, aparte de su dedicación a la tarea filosófica. Exilado en Francia
tras la batalla de Monteaperti, escribió allí su libro Tresor en francés. Regresó a Florencia donde debió mantener
relaciones cordiales con el joven Dante y murió en 1293, rodeado de prestigio entre sus contemporáneos. Con Bruneto se
abre en Florencia la gloriosa sucesión de políticos humanistas, que supieron conciliar la vida de acción con la
especulación intelectual, contribuyendo así a dar gloria a la ciudad. Como vemos por el pasaje, Dante conservaba por él
una enorme admiración y cariño. El colocarle a pesar de ello en este círculo de condenados, da cuenta del rígido sistema
moral con el que Dante concibe su Comedia.
El pueblo de Florencia, que parecía conservar de sus legendarios orígenes fiesolanos la dureza del monte en que esta
ciudad está colocada.
Güelfos y gibelinos, que se disputarán el apoyo del poeta.
Se refiere a las palabras de Ciacco en Infierno, VI, cuya explicación espera obtener de Beatriz.
Prisciano de Cesarea fue un gramático latino que enseñó en Constantinopla a comienzos del siglo VI, y tuvo una gran
influencia en el Medioevo, pero es posible que Dante lo confunda con el hereje Prisciliano, a cuya secta, como a tantas
otras, se acusaba de sodomía, o a un Prisciano que enseñó en Bolonia en el siglo XIII, lo cual parece más probable, dado
que Dante sólo cita aquí personajes contemporáneos.
Francesco D'Accorso fue profesor en la universidad de Bolonia y posteriormente en Oxford, donde fue llamado por Eduardo I,
murió en 1293, con una gran fama de jurisconsulto.
Andrea dei Mozzi fue obispo de Florencia, de donde fue trasladado por el papa a la sede de Vicenza, sobre el río
Bachiglión, donde murió en 1296. Aparte de sodomita, no debió ser un hombre de mucho juicio a juzgar por los antiguos
comentaristas.
«Il Tessoretto» es un poema didáctico escrito en lengua vulgar, elogiado por Dante; los Livres du tresor; escrito en
francés, es una gran enciclopedia de saber medieval.
Era una carrera pedestre típica de las fiestas de las ciudades italianas. El «Lienzo verde» era la bandera con que se
premiaba al ganador, mientras que el que llegaba el último era premiado con un gallo y un guante.
Para algunos comentaristas Dante alude a los luchadores grecorromanos, mas para otros, a las prácticas de los juicios de
Dios de la Edad Media En todo caso, la imagen de estos tres nobles florentinos, desnudos y agarrados dando vueltas, no
puede ser más humillante para su dignidad.
36 39 Guido VI Guerra fue un nobilísimo capitán de los güelfos florentinos, famoso por su valor y sus hechos de armas; en
1255 fue el general de los güelfos que derrotaron a los gibelinos de Arezzo, después de haber sido nombrado benefactor de
la Iglesia por el pontffice Inocencio IV. Exiliado tras Monteaperti, volvió a Florencia en 1267 y murió en 1272. Fue, en
efecto, nieto de Gualdrada dei Ravignani, mujer considerada un modelo de virtudes domésticas, pues en ll70 se había
negado a dar un beso de bienvenida al emperador Otón IV. Gualdrada era a su vez, lejana parienta de los Alighieri, pues
una hermana suya casó con Alighiero, hijo de Cacciaguida y fue, por tanto, bisabuela de Dante.
Tegghiaio Aldobrandi degli Adimari, podestá de Arezzo, y ya muerto en 1267, aconsejó a los florentinos que no atacasen a
los sieneses, con lo que hubieran evitado la derrota de Monteaperti.
Jacoppo Rusticucci, también güelfo y contemporáneo de los anteriores, debió estar desposado con una mujer de muy mal
carácter, que justificaría sus prácticas homosexuales.
También Bocaccio habla en el Decamerón (I, 8) de este noble y virtuoso florentino muerto cerca de 1300, y por tanto
acabado de llegar al Infierno.
La gente de los alrededores de Florencia ha invadido la antigua ciudad, donde se enriquece súbitamente (ver las palabras
de Cacciaguida en Paraíso, XVI).
Dante compara la caída del río infemal Flegetonte del séptimo al octavo círculo con la cascada del Montone, río de
Romagna, que cae desde el Apenino antes de unirse con el Po, cerca de un gran monasterio benedictino donde debería ser
recibido por mil monjes, pero que ahora se encuentra despoblado.
Esta cuerda que Dante lleva ceñida y con la que pensó vencer a la onza, símbolo de la lujuria, es el cordón que se ceñían
los miembros de la orden tercera franciscana, es decir, los laicos que, como Dante debió hacer, seguían la regla de San
Francisco. Tras haber dejado atrás todos los círculos donde se purga la lujuria, Dante ya no necesita este símbolo de la
castidad, y Virgilio la usa para llamar con ella a Gerión, como veremos más adelante.
«Comedia» no como título de la obra, sino como descripción genérica en oposición a «Tragedia», pues, como Dante escribe,
empieza mal y concluye bien.
Gerión, monstruo con cuerpo de serpiente y rostro humano, es el símbolo del fraude según Virgilio (Eneida, VIII, 202) y
otros antiguos, Gerión es un rey famoso por su crueldad, que Hércules mató en uno de sus doce trabajos.
Aracne, a quien ya veremos en Purgatorio, XII, es la famosa princesa que desafió a Atenea a medir su arte como tejedoras,
y convertida en araña por la diosa ganadora (Metamorfosis, VI).
45 63 Se trata de los condenados por el pecado de la avaricia, a quienes describe por medio de sus escudos de armas. El
poeta nos presenta en primer lugar . un miembro de la familia Cianfigliacci, güelfos de Florencia; y de los Obriachi,
ambién florentinos.
Tal vez Reginaldo Scrovegni, de Padua, cuyo hijo encargó a Giotto los frescos de la capilla de la Arena, levantada en
satisfacción de la avaricia de su padre.
Vitaliano del Bente, paduano, podestá de Vicenza en 1304.
Giovanni dei Buiamonti, florentino, como los primeros, murió en 1310, es decir, que aún lo esperan en el Infierno.
107 109 Faetón a Ícaro, como bien sabemos, son dos ejemplos, consagrados por la tradición, de caídas trágicas, el uno del
carro del sol, que conducía, y el otro al deshacerse sus alas de cera.
A partir de este canto Dante va a narrar su viaje por el círculo octavo, el más extenso de todos, que recibe el nombre de
Malasbolsas (en el original «Malebolge»), que está dividido en diez bolsas o valles circulares, concéntricos, donde se
castigan los diferentes tipos de fraude, y tan separado del círculo de los violentos que se precisa de Gerión para pasar
de uno al otro. Los diferentes valles están unidos por escollos a manera de puentes. El lector no se debe extraviar por
este pasaje, que Dante se esfuerza en describimos tan detalladamente.
Es el círculo noveno.
El primer valle de Malasbolsas es el que castiga a los seductores.
En efecto, tal ordenación del tráfico de pergrinos fue adoptada en Roma en el jubileo de 1300.
Venedico Caccianemico dell' Orso, violento noble de Bolonia, parece que favoreció los amores de su hermana Ghisolabella
con Azzo VIII de Este, señor de Ferrara, para ganar su amistad.
En dialecto boloñés ciudad situada entre los ríos Savena y Reno- «sipa» equivale al verbo «sia», que sirve como
afirmación.
Jasón, jefe de los Argonautas en busca del vellocino de oro, sedujo a la princesa Hipsipila o Isifile, en la isla de
Lemmos, donde las mujeres habían dado muerte a todos los varones, menos al rey Toante, gracias a la astucia de su hija.
Posteriormente Jasón abandonó a la muchacha. Lo relata Estacio en Teaida, V.
Jasón había seducido primeramente a Medea, hija del rey de la Cólquide, a quien abandonó para casarse con Creusa, hija
del rey de Corinto.
Nada sabemos de este noble luqués, salvo que vivía en 1295.
En el original «zucca».
Tais, cortesana ateniense, es un personaje de la comedia de Terencio Eunuco, pero aquí Dante parece confundir dos pasajes
distintos de la misma comedia a través de un texto que cita Cicerón.
Simón es, según Hechos de los Apóstoles, VIII, el mago de Samaria que, una vez bautizado, quiso comprar a Pedro y Juan el
don de transmitir el Espíritu Santo, con la imposición de las manos, como ellos hacían. Por él se llama «simonía» a la
compra de cargos eclesiásticos u otras cosas sagradas.
El baptisterio de Florencia estaba provisto de unos pozos donde se efectuaba antiguamente el bautismo por inmersión.
19 21 El hecho acaeció siendo Dante prior de Florencia, y acaso levantó algunos malévolos comentarios entre sus enemigos,
acusándole de sacrilegio.
Era el suplicio llamado «propagginazione», que consistía en introducir al condenado en un hoyo que se recubría de tierra,
a fin de asfixiarle; cuando se llegaba a la altura de la boca se detenían un momento para la confesión del reo.
52 87 Quien habla es Nicolás III Orsini, papa desde 1277 a 1280, que está esperando a Bonifacio VIII, con el cual
confunde a Dante y que no llegará a empujarle más al fondo hasta 1303, siendo a su vez hundido por el francés Clemente V
en 1314. La fama de simoniaco de este último fue proverbial en la época, y con él comenzó la residencia de los papas en
Avignon y tuvo lugar la horrible persecución de los templarios por deseo de Felipe IV el Hermoso.
A sus relaciones con este rey aluden los siguientes versos, cuando compara al papa con Jasón, sumo sacerdote de los
hebreos, y al rey francés con el Antioco de Siria, que según Macabeos (IV, 7 26) ofreció a aquél su cargo de sacerdote
a cambio de dinero.
Matías fue elegido tras la muerte de Jesús para completar el número de doce apóstoles que había dejado libre la traición
y muerte de Judas (Hechos, I).
Se decía que Nicolás III había conspirado por dinero contra Carlos de Anjou, dando lugar a las famosas «Vísperas
sicilianas».
Se refiere al pasaje de Apocalipsis, XVII, en que San Juan ataca a la Roma pagana y a Dante le sirve para aludir a la
Iglesia corrompida de su tiempo.
De nuevo la Iglesia, pero esta vez armada con los cuernos de los Mandamientos y los siete sacramentos.
Alude Dante a la supuesta cesión que del dominio de Roma hizo Constantino al papa Silvestre tras su conversión, y que se
tenía como el fundamento real del poder temporal del papa. Hasta el siglo XV esta cesión fue tenida por histórica, hasta
que Lorenzo Valla demostró científicamente que carecía de todo fundamento.
«Perlesía» es parálisis.
29 30 En el original: «chi a piu scellerato the collui, / che al giudicio divin passion porta?». Algunos comentaristas
refieren estos versos no a los condenados, por adivinos, sino a los que, como Dante, se apenan de sus cuitas, con lo que
podríamos traducir. «¿Quién es más criminal que fuera ése / que del juicio divino se apenara?»
Anfiareo, uno de los siete reyes que combatieron contra Tebas, había huido anteriormente de la lucha, pues sus dotes
adivinatorias le hablan predicho que moriría en ella, hasta que se vio obligado a combatir de nuevo por la traición de su
esposa Erifile (Purgatorio, XII). Fue entonces cuando la tierra se tragó su carro, provocando la burla de los tebanos
(lo cuenta Estacio en Tebaida, VII).
Tiresias es el más conocido de los adivinos de la antigüedad, sobre todo por su participación en los episodios del ciclo
tebano correspondiente a la historia de Edipo. Ovidio cuenta en Metamorfosis (III, 324 31) que habiendo separado con su
vara a dos serpientes que copulaban, fue convertido en mujer durante siete años, hasta que volvió a encontrar a la misma
pareja de serpientes y las volvió a separar.
Aronte fue un arúspice etrusco llamado a Roma durante la guerra civil, y según Lucano (Farsalia, I) predijo la victoria
de César.
Manto fue hija de Tiresias. Tras la caída de Tebas, para huir de Creonte, llevó una vida errante hasta aposentarse, como
leemos, en el lugar sobre el que más tarde sería fundada Mantua, llamada así en honor suyo.
Los obispos de Trento, Verona y Brescia, cuyas sedes confluían en dicho sitio, sobre cuya exacta localización no se ponen
de acuerdo los comentaristas.
Peschiera, fortaleza de Verona contra Bérgamo y Brescia en la orilla sur del lago de Garda, y junto a dicha ciudad nace
el río Mincio.
Sin hacer ningún tipo de rito mágico, como era costumbre en la remota antigüedad. Según Virgilio (Eneida, X), su ciudad
natal fue fundada por Ocno, hip del río Tiber y de la propia Manto.
95 96 Piamonte dei Bonacolsi arrebató con engaños la señoría de Mantua a Alberto da Casoldi y gobernó la ciudad de 1272 a
1291.
Euripilo fue un adivino griego en la época en que todos los varones partieron a la guerra de Troya, y junto con Calcante
aconsejó el momento propicio para que partiera la flota congregada en Aulide. El pasaje al que alude Virgilio es Eneida,
II, ll3 53.
ll6 ll8 Miguel Escotto fue astrólogo de Federico II, al igual que Guido Bonati. Asdente de Parma era zapatero y adivino,
y ya lo cita Dante con ironía en Cornvivium, IV XVI, 6.
Dante alude genéricamente a las brujas, muy perseguidas en su tiempo.
Todavía hay quien ve en las manchas de la luna la figura de un hombre cargado con un haz de leña. Hemos de suponer que
nos encontramos a las seis de la mañana del nueve de abril.
En el original «Malebranche».
Santa Zita es la patrona de Lucca, de donde este condenado era magistrado («anziano»).
Bonturo Dati, jefe de la facción popular de Lucca a comienzos del siglo XIV, fue considerado como el mayor de los
estafadores, especialmente amañando elecciones políticas. Como veremos, los demonios nunca hablan en serio.
«Ita» es «sí» en latín.
48 49 Una antigua talla de Cristo, supuestamente obra de Nicodemo, se veneraba en la iglesia de San Martín de Lucca,
cerca de la cual cruza el río Serquio.
94 96 En efecto, Dante estuvo presente en la rendición de los pisanos de la plaza de Caprona en 1289, asediada durante
ocho días por los güelfos de Florencia y de Lucca.
En el original «Scarmiglione».
Se refiere a la bajada de Cristo a los infiemos, como ya hemos visto en otros pasajes.
Los nombres originales de estos demonios que envía Malacola (Malacoda) son: Alichino, Calcabrina, Cagnazzo, Barbariccia,
Libicocco, Draghignazzo, Ciriatto, Graffiacana, Farfarello y Rubicante.
En efecto, Dante participó en las correrías militares de los florentinos por tierras de Arezzo, tras la batalla de
Campaldino en 1289.
Se trata de un dicho popular. «In chiesa coi santi e in taverna coi ghiottoni», que invita a adaptarse a todo tipo de
circunstancias, como ahora a la compañía de los demonios.
Era creencia vulgar de la época que los delfines avisaban a los marineros de la cercanía de una borrasca.
Ciampolo de Navarra, de quien apenas sabemos más que lo que el mismo Dante relata.
El rey Teobaldo de Navarra reinó de 1253 a 1270.
Fray Gomita de Cerdeña, vicario de Ugolino Visconti, fue juez de la ciudad sarda de Gallura de 1275 a 1296, donde se dejó
corromper por los enemigos pisanos del Visconti, a los que había puesto en prisión.
Miguel Zanque, también sardo, casó con una hija de Branca Doria, el cual le mató a traición (Infierno, XXXIII, 137).
Cuando algún condenado sale a la superficie y ve que no hay demonios cerca avisa a los otros para que salgan.
Dante parece aludir a una fábula que puede resumirse de este modo: una rana quería ahogar a un ratón fingiendo ayudarle a
pasar un río; en el momento en que está tirando del roedor aparece un halcón que se lo lleva por los aires, y a la rana
con él, pues se encuentra agarrada a éste.
Pintada por sus ropas, pues los hipócritas tienen una apariencia por fuera y otra por dentro, como veremos por su castigo.
La etimologia griega de Hipócrita es «Bajo el oro» (Ypocrisis).
¿Hay una velada alusión a la hipocresía de los cluniacenses?
Los comentaristas apuntan que Federico II usaba unas capas de plomo con las que recubría a los traidores de lesa majestad
y luego les sometía al fuego, pero ningún dato nos dan los documentos ni los cronistas de la época.
En Florencia.
103 108 Los Frailes Gozosos o Caballeros de la Gozosa Virgen María, fue una Orden militar y religiosa fundada en 1261,
constituida para evitar las disensiones civiles en la Italia de la época. A esta Orden pertenecieron los boloñeses
Catalano dei Catalani, güelfo, y Loderingo degli Andalo, gibelino, que tras ejercer muchos cargos públicos en diversas
ciudades, fueron llamados a ocupar juntos el cargo de podestá en Florencia en 1266 con la misión de pacificar las
discordias entre los bandos. Al poco tiempo la facción güelfa se levantó contra los gibelinos, destruyendo las casas de
los Uberti en el barrio del Gardingo. Luego ambos abandonaron la ciudad en medio de las sospechas, no comprobadas, pero
que Dante confirma, de haber favorecido secretamente a los güelfos.
ll5 ll7 Caifás, sumo sacerdote de los judíos, aconsejó en el Sanedrín la crucifixión de Cristo con estas palabras.
121 123 Anás y todos los que participaron en aquella reunión del Sanedrín.
Tal vez porque en su anterior bajada no se encontraba allí, o simplemente por la naturaleza del castigo.
Malacola le había asegurado que encontrarían un paso, cuando en realidad se encuentra roto, y tienen que subir trepando.
1 3 Entre el 21 de enero y el 21 de febrero el sol entra en la constelación de Acuario y los días comienzan a alargarse.
Se refiere a la pluma con que escribe el copista, pues la escarcha copia la nieve, pero por poco tiempo, pues pronto se
derrite.
El monte del Purgatorio.
No es muy seguro que sea este el Vanni Fucci que pronto conoceremos.
Todo este pasaje está tomado de Lucano, Farsalia, IX.
El desierto de Arabia.
Hierba y piedra preciosa que según los antiguos tenía el poder de curar las picaduras de serpientes, y de hacer invisible.
Ver nota a Infierno, XXV,
El mito del Ave Fénix aquí aludido es uno de los más conocidos y divulgados de la antigua mitología a través de la Edad
Media. Sirvió también de alegoría de la Resurrección.
Epilepsia.
Vanni Fucci fue hijo bastardo del pistoiés Fucci dei Lauari y fue, en efecto, un hombre violento, que perteneció al bando
de los güelfos negros, y cometió un robo sacrílego en la sacristía de la catedral de Pistoia, siendo castigada por ello
gente inocente. Las últimas noticias que de él tenemos son de 1295, en que combatió duramente a los blancos de Pistoia.
143 150 En 1301 los negros de Pistoia fueron expulsados de la ciudad, con la ayuda de los Cerchi de Florencia; y en 1302
los blancos lo fueron de Florencia (Dante entre ellos, como ya sabemos). Marte, como vimos en Infierno, XIII, 144, fue
el primer patrón de Florencia, a la que no deja de combatir, ahora en la persona de Moroello Malaspina, jefe de los
luqueses aliados de los negros.
Antiguo nombre de Pistoia.
Es un conocido signo de burla, que consiste en poner el dedo pulgar entre el índice y el corazón, dirigiendo así la mano
hacia el escarnecido.
10 12 Se pensaba que Pistoia había sido fundada por los supervivientes de la rebelión de Catilina, por lo cual sus
descendientes se caracterizaban por su carácter cruel y pendenciero. Así lo pensaban al menos los florentinos, sus
vecinos.
Capaneo (Infierno, XIV).
Caco era hijo de Vulcano, y es Virgilio quien le da naturaleza de medio hombre y medio animal (Eneida, VIII, 193 305)
que Dante transforma en centauro, separado de los otros debido a sus hurtos. En efecto, Caco robó fraudulentamente un
rebaño a Hércules, cambiando las herraduras a las reses, para que pareciese que caminaban en dirección contraria.
Hércules le dio la muerte, en venganza. Como sabernos, su nombre ha quedado en castellano para denominar a los ladrones.
Cinco son los ladrones florentinos que nos va a presentar Dante en esta bolsa infernal: primeramente Agnello dei
Brunelleschi, Buoso dei Donati, Pucio dei Caligai; después, en figura de serpiente, Cianfa dei Donati, que se abalanza
contra Agnello; y Francesco dei Cavalcanti, que se trasmuta con Buoso. Los cinco vivieron a finales del slglo XIII.
Las muertes de estos dos soldados del ejército de Catón, mordidos por serpientes en la campaña de Libia, la cuenta Lucano
en Farsalia, IX, 761 88: uno cayó convertido en cenizas; el otro se hinchó hasta hacer estallar la coraza.
Ovidio cuenta la tranformación de Cadmo en serpiente en Metamorfosis, IV, 563 y ss., y la de Aretusa en fuente en
Metamorfosis, V, 572 671.
Francesco dei Cavalcanti fue muerto por gente de Gaville, y cruelm vengada su muerte en sus habitantes.
Creencia común de los antiguos.
Prato, pequeña ciudad cercana a Florencia, no se contaba entre los peores enemigos de la ciudad del Amo, y sin embargo
también, como ellos, desearía su ruina.
34 36 El profeta Eliseo, que se vengó, haciendo que los devoraran unos osos salvajes, de unos muchachos que se burlaban
de él llamándole calvo (2 Reyes, II, 23 24), vio a su maestro, el profeta Elías, ascender al cielo arrebatado por un
carro de fuego (2 Reyes, II, ll 12).
Según cuenta Estacio en su Tebaida, al ser quemados en una pira los cuerpos de Eteocles y Polinice, los dos hermanos
rivales, las llamas, se separaron en dos, demostrando así su odio, aun en la muerte.
Ulises y Diomedes llevaron a cabo muchas empresas juntos; Dante aquí nos recuerda la astucia del caballo de madera; el
haber inducido a Aquiles a que dejara a su mujer Daidamia en Seiro y les acompañase a la guerra troyana, por lo cual la
muchacha se dio la muerte; y el robo del Paladión, estatua de Palas Atenea que veneraban los troyanos, y cuya pérdida
ocasionaría, como así ocurrió, la caída de la ciudad.
Se trata de uno de los pasajes más bellos de la Cantiga. Dante cuenta, de una manera bastante original, el fin del héroe
homérico, por boca de éste.
La maga Circe residía en el monte Cirgello, cerca de la ciudad napolitana de Gaeta, así llamada, según Virgilio, en
memoria de la nodriza de Eneas (Eneida, VII).
El Mediterráneo, más amplio que el mar Jónico.
124 141 Ulises se atreve a sobrepasar la barrera del estrecho de Gibraltar, el límite permitido por el propio Hércules,
cuando levantó las columnas con la divisa de NON PLUS ULTRA, y se interna en la inmensidad del océano Atlántico, donde,
tras cinco meses de navegación y habiendo llegado a las Antípodas, se encuentra con la montaña del Purgatorio.
Perilo, fundidor griego, ofreció a Falaris de Siracusa un toro hueco de bronce, para atormentar a los condenados
introduciéndolos en él y encendiendo fuego bajo el horrendo aparato de tortura. Para probarlo, el tirano mandó que el
primer atormentado fuera el mismo Perilo (Ovidio, Tristia, III).
Quien habla, como veremos, es el conde Guido de Montefeltro, que requiere a Dante noticias de su patria, La Romaña. Gido
nació en torno a 1220 y fue tenido como el más astuto y sagaz hombre de guerra de su tiempo. Después de una larga vida
guerrera, siguiendo la facción gibelina, y en la que llegó a ser excomulgado se hizo franciscano ya en 1296 y murió dos
años después.
En 1299 los tiranos de Romaña habían firmado una paz que puso aparentemente fin a sus crueles disensiones, por mediación de Bonifacio VIII.
En 1300 Rávena estaba regida por Guido da Polenta, padre de Francesca. Su escudo era un águila roja en campo amarillo, y
dominaba la pequeña ciudad de Cervia.
La ciudad de Forlí se encuentra bajo el dominio de los Ordelaffi, cuyo escudo era una garra de León verde sobre campo
amarillo. Entre 1281 y 1282 la ciudad sostuvo el fuerte asedio de los güelfos italianos y franceses, enviados por Martín
IV.
Malatesta y Malatestino de Verruchio eran los tiranos de Rímini, y aprisionaron y dieron muerte a Montaña di Parcitade,
jefe de los gibelinos de la ciudad.
Faenza a Imola, regidas por Maghinardo Pagani da Susinana, cuyo emblema es un león azul en campo blanco, que cambiaba bando entre güelfos gibelinos con mucha frecuencia.
Casena, que pasa de ser posesión de los Montefeltro, a ser república libre.
Bonifacio VIII, que sosteniendo en 1297 una dura lucha contra la familia Colonna, cuya casa se encontraba junto a la
basílica de San Juan de Letrán, mandó asediar el castillo que dicha familia tenía en Palestrina, junto a Roma; y no
pudiendo tomarla por la fuerza, lo hizo mediante el engaño. No está probada la intervención del conde Guido en semejante
hecho, aunque algunos cronistas lo seguran.
La última posesión cristiana en Tierra Santa, conquistada por los sarracenos en 1291.
Se trata de una leyenda muy difundida en la Edad Media. Constantino, atacado por la lepra, hizo buscar al papa Silvestre
que se encontraba refugiado en el monte Siratti, junto a Roma, para huir de la persecución. Silvestre bautizó al
emperador y éste quedó curado.
Referencia a la abdicación de Celestino V (Infierno, III, 60).
Promesa de perdón a quien se entregara y castigar luego a quien se rindiera confiado en sus palabras.
San Francisco, fundador de la Orden a la que perteneció el conde Guido.
Dante se va a referir en los siguientes versos a las terribles guerras que tuvieron como escenario el sur de Italia las
guerras samníticas y la segunda guerra púnica (el botín de anillos hace referencia a la batalla de Cannas) y
posteriormente la lucha entre el normando Roberto Guiscardo y los árabes, o bien los bizantinos, en el siglo XI; y por
último, ya contemporáneas a él, la guerra entre Carlos de Anjou y la dinastía suaba.
Tito Livio, XXIII.
El puente de Ceperano, sobre el río Liri, era la puerta del reino de Nápoles: se dice que en esta ocasión los nobles
napolitanos traicionaron a Manfredo, dejando el paso franco a Carlos de Anjou. Según los comentaristas, Dante alude a la
batalla de Benevento.
Se trata de Erardo de Valery, que aconsejó a Carlos de Anjou fingirse derrotado y luego cayó sobre las tropas de
Corradino de Suabia cuando éstas se hallaban desprevenidas.
Mahoma es el fundador del islamismo (560 633) a quien Dante considera más como un cismático del cristianismo que como
el fundador de una nueva religión.
Alí, pariente y discípulo de Mahoma (567 660), es el fundador de una corriente cismática dentro del propio islamismo.
Dolcino da Romagnano, de Novara, fue el jefe de una famosa secta milenarista: los hermanos apostólicos, que dieron lugar
a una fuerte rebelión contra la que el papa lanzó una cruzada a comienzos del siglo XIV. Hechos fuertes los rebeldes en
el monte Zibello se vio obligado a rendirse en 1307, y posteriomente quemado por hereje.
El obispo de Novara, que dirigía la cruzada contra Dolcino.
Sembrador de discordias políticas en Bolonia y la Romagna, de quien poco dicen los antiguos comentaristas.
La llanura del norte de Italia; Vercelli está en el Piamonte y Marcabó en la desembocadura del Po.
Angiolello da Carignano y Guido dal Cassero fueron traicionados por Malatestino Malatesta, señor de Rímini, que les
convocó a una conferencia en Católica, lugar en la costa del Adriático, entre Rímini y Pésaro. El cabo de Focara cercano
a Católica, era de difícil navegación, a causa de los vientos, pero los dos nobles de Fano no necesitarán pedir una buena
travesía de regreso, porque serán asesinados antes. El hecho debió de acaecer sobre 1313.
Curión, según cuenta Lucano en Farsalia, I, 280 y ss., fue un tribuno que aconsejó a César que atravesara el Rubicón,
dando así lugar a la sangrienta guerra civil contra Pompeyo.
Alude ahora a los sucesos florentinos que dieron lugar a la guerra ente güelfos y gibelinos. Mosca dei Lamberti aconsejó
a la familia de los Amidei que mataran a Buondelmonte Buondelmonti (1215), para vengar la ofensa que éste les había
hecho al no desposar a una muchacha de la familia (ver Paraíso, XVI, 136 y ss.). Murió en Reggio en 1243.
Los Lamberti fueron exiliados de Florencia con el resto de los gibelinos en 1258.
Bertrand de Born, el famoso trovador provenzal, señor de Altaforte, vivió en la segunda mitad del siglo XII y sembró la
discordia entre Enrique II de Inglaterra y su hijo primogénito, Enrique, conocido por el nombre de «El joven rey» y que
murió en ll83.
Aquitofel, consejero del rey David, azuzó a Absalón a que se rebelara contra su padre (II Reyes, XV XVI).
Geri del Beelo, primo carnal del padre de Dante, hombre de carácter violento e incordiador, fue asesinado por un miembro
de la familia Sachetti, o bien por haber dado muerte a su vez a otro miembro de dicha familia, o bien a causa de las
discordias que sembró en ella. Ambas familias permanecieron enemistadas hasta 1342, en que Francesco, hermano de Dante, firmó la paz con los Sacchetti.
Bertrand de Born.
Dante cita tres lugares famosos por su condición pantanosa, y por el: propensos a enfermedades como la malaria y el
paludismo: Val di Chiana es una región cercana a Arezzo; la Maremma es el litoral toscano.
Lo cuenta Ovidio en Metamorfosis, VII, 523 657. Juno, celosa de la hija de Eaco, rey de Egina, mandó una peste que asoló
toda la isla, por lo que el rey, único superviviente, rogó a Zeus que la repoblara convirtiendo en hombre a las hormigas,
a lo que éste accedió.
Como veremos, se trata de Griffolino de Trezzo y de Capoccio de Siena, dos alquimistas célebres en la época de Dante.
Albero de Siena, fue al parecer hijo secreto, o protegido, del obispo de Siena e hizo condenar por herético al alquimista.
Cuatro ejemplos de la vanidad y el amor desenfrenado por el lujo de los sieneses. Stricca y Niccoló dei Salimbeni eran
hermanos y fundaron, en efecto una pandilla de jóvenes y ricos dilapidadores, a la que también perteneció Caccia D'Ascian.
Bartolomeo dei Faolcacchieri, llamado el Abbagliato («Alucinado»), fue hombre público de cierta importancia, y en 1278
multado por habérsele hallado borracho en una taberna.
Capoccio fue amigo personal de Dante, y era famoso tanto por sus prácticas alquímicas cuanto por sus habilidades como
imitador de personas.
Juno, a causa de los celos que le causaban los amores de Júpiter y Semele, hija del rey Cadmo, rey de Tebas, causó muchas desgracias a sus habitantes (Metamorfosis, III, 253 315).
Atamante, rey de Orcomene, desposado con Ino, hija de Cadmo, enloquecido por Juno, mató así a su hijo Learco. Ino se
arrojó con la otra, Melicerta, al mar (Metamorfosis, IV, 512 530).
Hécuba, reina de Troya, hecha esclava por los griegos tras la caída de la ciudad enloqueció de dolor tras la muerte de
sus hijos Polixena y Polidoro y, según Ovidio, se convirtió en perra (Metamorfosis, XIII, 399 575).
Gianni Schichi dei Cavalcanti, florentino, muerto antes de 1280, al que se debe la fechoría más adelante relatada.
Mirra, hija de Cinira, rey de Chipre, tomó la figura de otra muchacha para gozar de su padre, de quien estaba enamorada;
huyendo de éste una vez descubierta, fue convertida en planta olorosa de Arabia (Metamorfosis, X, 298 y siguientes).
Este Buoso Donati fue tío del que hemos encontrado en Infierno, XXV,140.
Algunos estudiosos modemos le identifican con un Adam inglés, que vivía en Bolonia en 1277 y que se dedicó a falsificar
florines florentinos en el castillo de Romena, en el Casentino. Los florines tenían la imagen del Bautista, patrón de la
ciudad. Una vez descubierto, fue quemado en Florencia en 1281.
Los hijos del conde Guido, señor de Romena (lnfierno, XVI, 37), Guido Alessandro, Aghinolfo a Ildebrandino.
Tal vez una fuente cerca de Casentino.
La mujer de Putifar, que según Génesis (XXXIX, 6 23) acusó a José de haberla querido forzar.
El griego Sinón, fingiendo ser perseguido por sus compañeros, convenció con sus falsas palabras a los troyanos de que
introdujesen en la ciudad el caballo de madera (Eneida, II, 57 194).
El espejo donde Narciso se rniraba es el agua.
Las propiedades de la lanza de Peleo y de Aquiles son muy conocidas en la literatura clásica y medieval, siendo muchas
veces comparada al beso o la mirada de la mujer amada.
Alude al conocido episodio de Roncesvalles del cantar de Roldán.
Los gigantes están colocados alrededor de las paredes del pozo infernal, en la línea que separa el círculo de Malasbolsas,
por el que sobresalen, del de Cocito, en cuyo hielo tienen los pies. Aunque Dante nombra a seis debe imaginarse acaso
nueve, uno por cada puente de Malasbolsas.
Castillo sienés levantado en 1213 contra Florencia, coronado por catorce impresionantes torres.
Los gigantes que se levantaron contra Júpiter fueron derrotados en la batalla de Flegra (Infierno, XIV, 58) con los
rayos fabricados por Vulcano.
La Piña de San Pedro, que al parecer había coronado el Mausoleo de Adriano, o el Panteón, se encontraba en tiempos de
Dante ante la antigua basílica. Sus dimensiones eran de cuatro metros. En la actualidad se encuentra en un patio de los
palacios Vaticanos que lleva su nombre.
Unos veinte metros.
Nembrot habla una lengua producto de la confusión de Babel, pues este personaje es quien mandó construir dicha torre,
según la tradición patrística. Se ha buscado, sin provecho, alguna interpretación a estas palabras, que acaso nada
signifiquen.
Efialte, hijo de Neptuno, intervino en la famosa batalla contra el Olimpo poniendo el monte Osa sobre el Pelión.
Briareo, hijo de Urano y de la Tierra, fue uno de los centimanos, según los clásicos, detalle que Dante prefiere suprimir
en este pasaje.
Anteo, asimismo hijo de Neptuno y de la Tierra, es famoso por su combate contra Hércules, quien debía sujetarle en el
aire para vencerle, pues al contacto con su madre recuperaba las fuerzas.
Anteo vivía cerca de Zama, donde fue derrotado Aníbal por Escipión, y no estuvo en la batalla de Flegra, por no haber
nacido todavía (Lucano, Farsalia, IV).
Ticio fue muerto por Apolo; Tifeo, como Góngora recuerda, está sepultado bajo el Etna.
Dante puede hablar bien de ellos a su regreso a la Tierra.
La Garisenda es una torre de Bolonia, levantada en ll10 por Oddo dei Garisendi, y que aún se halla junto a la Asinelli en
el centro de la ciudad. Tiene una altura de 47,51 metros y una inclinación de 2,37.
Al último circulo.
En el original, las rimas de los dos primeros tercetos intentan dar una sensación de rudeza (chiocce, buco, rocce, suco,
abbo, conduco).
Al llegar la hora de describir la región más profunda del Infierno, donde se castiga en el hielo a los traidores, Dante
invoca a las musas para que le ayuden en su empresa, como a Anfión, que levantó las murallas de Tebas haciendo venirlas
piedras con su canto.
Los viajeros se encuentran en el primer recinto del último círculo, denominado Caína, donde se castigan los traidores a
sus familiares (como Caín mató a Abel a traición).
El Tanais es el río Don para los latinos.
Monte incierto, acaso de Escandinavia o de Rusia.
Pietrapana es un monte de los Alpes.
Al comienzo del verano.
Hasta la cabeza, pues la vergüenza se manifiesta en la cara; para otros, los genitales.
Alejandro y Napoleón, hijos de Alberto de Mangona, que se mataron el uno al otro en 1282 por cuestiones políticas.
Mordec, sobrino o hijo del rey Arturo, intentó matar a éste, pero el rey lo atravesó de parte a parte de un lanzazo,
dejando pasar un rayo de sol a través de la herida.
Sobrenombre de Vanni dei Cancellieri, de Pistoia, que asesinó a su primo Detto y fue un hombre cruel. Vivió en el último
cuarto del siglo XIII.
Sassolo Mascheroni de Florencia dio muerte a un joven sobrino para apoderarse de su herencia. Descubierto el hecho, fue
ajusticiado dentro de un tonel lleno de cuchillas al que se dio vueltas, y luego decapitado. En efecto, Dante no podia
olvidar semejante castigo.
Camincione di Pazzi mató a su pariente Ubertino de una puñalada, mientras paseaban a caballo.
«Carlino hará menor mi culpa con la suya.» En efecto, este Carlino traicionó a los blancos vendiendo a los negros el
castillo de Piantra Vigui.
El segundo recinto es Antenora, llamada así por Antenor, príncipe troyano, donde se castigan las traiciones a la patria,
pues a dicho personaje se atribuía el haber entregado el palacio a los griegos, aunque Homero en la Ilíada le presenta
como a un hombre sabio que recomienda la devolución de Helena.
Se trata, como veremos, de Bocca degli Abati, que en la famosa batalla de Monteaparti traicionó a los güelfos de
Florencia, que fueron derrotados, al cortar la mano de quien llevaba el estandarte de éstos.
Buoso di Dovera, señor de Cremona, al contrario que el anterior, traicionó al partido gibelino en 1265, cuando encargado
por Manfredo de detener a Carlos de Anjou se dejó comprar por éste y no le combatió.
Tesauro dei Beccheria, legado pontificio en Toscana fue acusado de conspirar a favor de los gibelinos florentinos, tras
el destierro de éstos en 1258, y decapitado por los güelfos.
Gianni dei Soldanier, gibelino florentino, en 1266, durante el gobiemo de Catalano y Loderingo (Infierno, XXII), se
pasó a dirigir la facción güelfa. Aún vivía en 1285.
Ganelón o Gano es el traidor en la historia de Roldán. bis Toebaldello Zambriasi, abrió Faenza a los güelfos de Bolonia,
en la madrugada del 13 de noviembre de 1280, por su enemistad con la familia gibelina de los Lambertazza.
El episodio lo cuenta Estacio en la Tebaida, VIII, 740 63: Tideo, uno de los siete reyes que atacaron la ciudad, fue
herido mortalmente por Menalipo, y dando muerte a su vez a éste, mandó que trajeran la cabeza de su enemigo, que mordió
rabiosamente mientras agonizaba.
Ugolino della Gherardesca, de nobilísima famifia gibelina de Pisa, se pasó al bando güelfo junto con su yerno Giovanni
Visconti. Posteriormente, y tras la derrota naval de Meloria (1284) ante genoveses, tomó el poder en Pisa, que ejerció
de manera tiránica, cediendo a Lucca y a Florencia una serie de castillos. Vueltos a Pisa los prisioneros de la batalla
Meloria en 1288, en su mayoría gibelinos, consiguieron arrebatarle a traición el poder, bajo la dirección del arzobispo
Ruggieri. Ugolino, junto con dos hijos y dos nietos, fue encerrado en una torre, en la que los cinco murieron de hambre
en junio de 1288. Tal vez esté condenado en el Infierno por la traición hecha a su yerno.
Ruggieri degli Ubaldini, de familia gibelina, fue arzobispo de Pisa des de 1278, y tras la muerte de Ugolino dirigió los
destinos de Pisa de manera que suscitó la condena del papa Nicolás IV. Murió en Viterbo en 1295. Está condenado por
traicionar a Ugolino.
El primitivo nombre de la antigua torre que se alzaba en la actual plaza de los Caballeros, aludía a la muda de los
pájaros.
El monte de San Julián.
Tres familias gibelinas aliadas contra Ugolino.
Anselmuccio, el más joven de los cuatro, era hijo de Guelfo, hijo de Ugolino.
Gaddo sí era realmente hijo del conde, y era ya un hombre maduro.
Como propone Borges comentando el pasaje, este verso tan debatido no alude a que el conde comiera los cadáveres de sus
hijos, como, al contrario de los antiguos pensaron los comentaristas románticos, pero crea en el lector una turbia
sospecha, aunque sólo pretenda decir que el conde murió de hambre, ya que no había muerto de dolor.
Islas del mar Tirreno, posesiones de Pisa.
Llama a Pisa nueva Tebas a causa de la crueldad proverbial de sus moradores (Infierno, XXVI, XXX, etc.). Uguiccione era
hijo del conde; el brigada, por nombre Ugolino, era hijo de Guelfo y hermano de Anselmuccio.
Los condenados de la Tolomea (así llamada por el Tolomeo que asesinó a los Macabeos a traición), aquellos que
traicionaron a sus propios amigos.
Alberigo dei Manfredi, fraile gozoso, hizo asesinar a su pariente Manfredo, a quien había invitado a comer, en el momento
de traer la fruta a la mesa. Ahora ha cambiado higo por dátil, es decir, pecado por castigo.
Atropos es una de las parcas.
Branca Doria, de Génova, asesinó a su suegro Miguel Zanque (Infierno, XXII, 88), también durante un festín, para
arrebatarle su posesión de Logodoro. Branca Doria murió sobre 1315, ya aparecida esta parte de la Comedia.
Personaje no localizado por los comentaristas.
Dante respeta la condena divina, y falta así a la palabra dada al traidor, traicionándole a su vez.
La de fray Alberigo, que era de Faenza, y aún vivía en abril de 1300.
Palabras de un himno religioso debido a Venanzio Fortunato (siglo IV), aquí aplicadas a las alas de Lucifer.
Se trata de la Judea, región infernal en la que se castiga a los traidores supremos.
Dite es, siguiendo a Virgilio, el demonio (Infierno, VIII).
Los comentaristas le calculan unos mil metros (Infierno, XXXI).
Nótese el parentesco de la figura infernal que pinta Dante, con las representaciones plásticas de la época. Las tres
cabezas (roja, amarilla y negra) pueden considerarse como una parodia de la Trinidad.
Los tres supremos traidores son Judas Iscariote, que vendió a Cristo y sufre por ello mayor castigo; Bruto y Casio, los
asesinos de César, por lo que de nuevo encontramos la alusión a los supremos poderes, espiritual y temporal: la Iglesia y
el Imperio.
Como veremos, es este el momento en que pasan del hemisferio norte al hemisferio sur, pues Lucifer ocupa el centro de la
tierra, y al llegar aproximadamente a su mitad, bajando, comienza a subir desde lo más profundo del otro hemisferio.
Sobre las siete y media de la mañana.
La gran seca es la tierra, cuyo punto culminante es el Calvario.
En una esfera que se corresponde con la región infernal de la Judea.
Lucifer fue arrojado del cielo por el hemisferio austral y las tierras que allí se encontraban, por miedo a él, se
retiraron hacia el boreal (donde según el pensamiento de la época, se hallaban todas). Todo el hueco que sirvió para
formar el embudo del Infiemo, se ha levantado en forma de la montaña del Purgatorio, justo en las antípodas del Calvario.
Como veremos en Purgatorio, XXVIII, se trata del río Leteo, que lleva hasta el Infiemo las penas olvidadas de los que se
purguen en la montaña.
Las tres cantigas de la Comedia concluyen con esta misma palabra: «estrellas»
Calíope es la musa de la poesía épica, de quien Dante espera una ayuda para su canto. En el Paraíso la musa deberá
ayudarle aún más. Por ello «un poco».
Las Piérides, hijas del rey Pierio de Tesalia, desafiaron a las musas a un certamen, en que fueron derrotadas por Calíope
y convertidas luego en urracas por su osadía. La leyenda está en Ovidio, Metamorfosis , vv. 302 y ss.
El planeta Venus, que con su luz oculta a la constelación de Piscis. Estamos entre las cuatro y las cinco de la madrugada
del ll de abril de 1300.
Se trata de la Cruz del Sur, que alegoriza las cuatro virtudes cardinales.
Los hombres de la Edad de Oro, o Adán y Eva.
La Osa Mayor
Se trata de Catón de Utica, que tiene encomendada la vigilancia del Purgatorio. Catón, enemigo de la polltica de César
contra la constitución republicana, se suicidó en el 46 a.C. antes que caer en manos de éste. Dante le elige a pesar de
ello y de ser pagano por sus altas virtudes morales. En todo lo que se refiere a este personaje, Dante se inspira en
Lucano.
Así en Farsalia, II, 373 4
Es decir, «me hizo que me arrodillara ante él».
«Yo vengo del mismo lugar el primer círculo infernal donde se encuentran los no bautizados que tu esposa Marcia.»
El Aqueronte.
El junco simboliza la humildad y acaso se encuentre en conexión con la cuerda que aparece en Infierno, XVI, y acaso con
el cordón de los franciscanos.
Como veremos en el canto IX, se refiere al ángel portero de la montaña del Purgatorio.
Es decir, «me lavó la cara de toda la suciedad acumulada durante el viaje infemal».
Alusión al último viaje de Odiseo, que vimos en Inferno, XXVI.
Recordad que, según la cosmología de Dante, la montaña del Purgatorio en el hemisferio Austral que ocupan las aguas es la
antípoda exacta del monte Calvario, en Jerusalén, por lo que ambas se hallan en el mismo meridiano. En el hemisferio
Boreal, el de la tierra firme, Jerusalén ocupa el centro y España y la India los extremos occidental y oriental,
respectivamente. La noche, pues, personificada, sale del Ganges es decir, está anocheciendo en la India con el signo
de Libra, como es propio del equinoccio de primavera en el que nos encontramos. Cuando la noche «ha triunfado», es decir,
en el equinoccio de otoño, «le caen» porque esta constelación no se descubre entonces por la noche.
Comienzo del Salmo CXIII, en el que se celebra la liberación de la esclavitud de Egipto.
La sorpresa de encontrar a Dante vivo en el Purgatorio hace que las almas llegadas a purgar sus culpas se entretengan
indebidamente para saciar su curiosidad.
Como veremos en el v. 91, se trata de la sombra de Cassella, compositor de discutido origen toscano, que puso música a
alguna de las composiciones juveniles de Dante.
No olvidemos que habla un alma, libre ahora del cuerpo tras la muerte. Con respecto a la corporalidad de las almas
(antes del juicio final, en el que se reunirán con sus cuerpos verdaderos), Dante muestra muchas contradicciones a lo
largo de la obra, pues si bien, como en este caso, son totalmente inmateriales, no sucede de igual manera en otras
muchísimas ocasiones. (Cfr. Purgutorio, XXV, vv. 21 y ss.)
Dante pregunta a su amigo por qué si ha muerto hace mucho ha tardado tanto tiempo en venir al Purgatorio para dar
comienzo a su penitencia. Cassella, como veremos, no llega a expplicar claramente el porqué.
Los muertos destinados al Purgatorio se congregan en la desembocadura del Tíber; y allí deben aguardar el tiempo que Dios
decida para cada caso, antes de emprender el viaje. Cassella, sin embargo, ha podido aprovecharse del jubileo que comenzó
en la Navidad anterior, tras haberle sido negado el pasaje en varias ocasiones.
Comienzo de una canción del propio Dante, que él mismo comentó en Canvivium, III. Fue compuesta no mucho después de 1294 y puesta en música por Cassella.
Reaparece Catón, como vigilante del Purgatorio. Su cruda reconvención a las almas distraídas nos pone sobre aviso de los
peligros de los deleites sensuales en el camino de la salvación.
Virgilio parece disgustado por haber merecido él también el reproche de Catón por entretenerse en cosas banales. Recordad
el episodio en Infierno, XXX, en que es el latino quien reprocha a Dante el entretenerse con naderías.
La prisa, al igual que el reírse o cualquier otra desmesura, va contra el decoro que deben guardar las personas nobles y
sabias.
En el recuerdo de su amigo Cassella o en el reproche de Catón.
El Purgatorio es la montaña más alta de la tierra. Dante utiliza aquí un neologismo, «si dislaga».
En efecto, si en el Purgatorio son aproximadamente las seis de la mañana, hora del amanecer, en Jerusalén son las seis de
la tarde, y en Nápoles algo después del mediodía.
Virgilio, muerto en Brindisi, fue sepultado en Nápoles por orden de Augusto (Purgatorio, VII).
La razón no puede alcanzar el porqué de los designios de Dios uno y Trino, y tiene que conformarse con el «quia» (el
qué) sin preguntarse por otras cuestiones inalcanzables para las fuerzas humanas sin el concurso de la fe.
40 42 «Tú mismo has visto desear el saber aún más, sin resultado alguno, a algunos hombres de tanta altura intelectual
que hubieran podido conseguirlo. Mas por haber carecido del auxilio de la fe, ahora este deseo insatisfecho les atormenta.
Se refiere ahora a sí mismo, que comparte con los filósofos de la antigüedad el lugar de los no bautizados, y la
imposibilidad de ver a Dios y satisfacer sus ansias de conocimiento.
Lerice es un castillo, y Rurbia un pueblecillo, ambos en la costa de Li
guria.
se trata de un grupo de almas de aquellos que, a pesar de haberse arrepentido de sus culpas antes de morir, se
encontraban bajo la excomunión, y tienen que dar vueltas en torno a la montaña antes de iniciar su penitencia, durante un
tiempo treinta veces mayor que aquel que duró la excomunión.
Se trata de Manfredo, hijo natural de Federico II y de Blanca Lancia. Debió nacer en torno a 1232 y murió cerca de
Benevento en 1266, tras haber intentado asumir la herencia de su padre y haber luchado encarnizadamente contra el papado
(Inocencio IV, que le excomulgó, Alejandro IV y Urbano IV) y contra Carlos de Anjou, el hermano de Luis IX, bajo cuyas
tropas sucumbió el joven caudillo gibelino. La historiografía de la época trató su figura con comprensible disparidad
según sus opiniones políticas, pero casi todos coinciden en su atractivo y su nobleza. Dante, obviamente, se muestra muy
favorable al personaje, al que atribuye un arrepentimiento salvador antes de la muerte, cosa que no hace, en cambio, con
su padre, Federico II.
Esposa de Enrique VI de Alemania (hijo de Federico Barbarroja); fue la madre de Federico II.
Su hija, también llamada Constanza, fue esposa de Pedro III de Aragón, de quien tuvo a Federico, rey de Sicilia, y a
Jaime II, que le sucedió en la corona peninsular.
Bartolomé Pignatelli, obispo de Cosenza.
Clemente IV, papa desde 1265 hasta 1288.
Manfredo va a referirse en los siguientes versos a la no comprobada leyenda acerca de su muerte. Según ésta, su cuerpo
enterrado fuera de lugar sagrado fue cubierto de grandes piedras que arrojaron sus barones, hasta que el obispo mandó
trasladarlo fuera de su territorio, por ser éste de jurisdicción eclesiástica, y lo mandó enterrar cerca del río Verde,
en el confín de la comarca.
Manfredo quiere decir que si el obispo hubiese leído atentamente el pasaje evangélico (Juan, VI, 37) sobre el
arrepentimiento, no hubiese obrado de esta manera.
Por haber sido excomulgado.
Manfredo, y Dante por su boca, pide las oraciones de los vivos para acortar las penas de las almas del Purgatorio. Esta
idea es constante en esta etapa del viaje.
Constanza, hija de Manfredo, vivió hasta 1302.
Contra las doctrinas platónicas o maniqueas.
El sol, que recorre quince grados en una hora, había subido cincuenta grados; es decir, habían pasado tres horas y veinte
minutos desde el amanecer. Cuando Dante temió que Virgilio le hubiese abandonado había pasado una, otras dos mientras
andaba hasta la montaña y se encontraron el grupo de los excomulgados y hablaban con Manfredo.
En este terceto Dante compara la subida a la que se ven obligados en el Purgatorio con tres de los lugares más abruptos
de la geografía italiana. Sanleo está cerca de Urbino, Noli en la Liguria, Bismantova es una montaña de los Apeninos en
la región de Reggio. Otros leen en lugar de «cacume»: “cumbre”, Cacume, monte del Lacio cerca de Frosinone, con lo que,
aceptada esta lectura, la traducción del verso sería «se sube a Bismantova y a Cacume».
De Virgilio.
La ladera del monte tenía una inclinación mayor de 45°.
Para mirar con satisfacción el camino recorrido o tal vez porque es de buen augurio mirar a oriente para orar. Dante se
vuelve hacia la playa, a oriente, y ve que el sol se alza por su izquierda, pero recordemos que se encuentran en el
hemisferio austral.
«El sol salía entre nosotros y el Aquilón, es decir, el norte, al contrario que en el otro hemisferio, que sale entre
nosotros y el Austro, o viento sur.»
En el original «Cástor a Poluce». Si el sol estuviese en Géminis se vería la rueda del Zodiaco girar más al norte, pero
ahora el sol se encuentra en Aries.
Los fenómenos del hemisferio austral y boreal son totalmente contrarios. El camino que mal supo seguir Faetón con su
carro es la eclíptica que lleva los signos del Zodiaco.
El círculo que divide en dos el cielo cristalino es llamado en astronomía Ecuador y está siempre entre el sol y el
invierno, porque cuando el sol está en Capriconuo es inviemo en el hemisferio norte, y cuando está en Cáncer lo es en el
hemisferio sur.
Antes de la diáspora.
Dante y Virgilio han llegado al antepurgatorio, donde se encuentran las almas de aquellos que fueron tardos en el
arrepentimiento.
Se trata, como veremos, de Belacqua, llamado acaso Duccio di Banavia.
El perezoso habla irónicamente a Dante por esforzarse tanto en una estéril disquisición astronómica.
Belacqua fue tal vez un fabricante de instrumentos florentino contemporáneo de Dante, de quien debió ser conocido en su
juventud de poeta trovadoresco. Se cuenta que reprochándole Dante su pereza, el indolente le contestó con palabras de
Aristóteles que «sentado se adquiere la sabidurla» a lo que Dante replicó que entonces no habría hombre tan sabio como él.
Según algún documento de la época, aún debía estar vivo en 1299.
Tiene que aguardar el comienzo de su auténtica purgación en el antepurgatorio como todos los tardos en arrepentirse, el
mismo tiempo que estuvo con vida. No nos dice nada Dante de en qué círculo debía terminar luego su purificación.
Es ya el mediodía. Marruecos equivale al norte de Africa, donde ahora es medianoche.
Es un eco de la Eneida, VI, 554, «Stat ferrea turris ad auras».
Obviamente, ruborizándose.
El salmo L. El nuevo grupo que se acerca es uno de aquellos que fueron muertos violentamente y se arrepintieron de sus
pecados en el último momento, perdonando incluso a sus verdugos.
Virgilio le insta para que no se detenga a pesar de los ruegos de aquellos que vienen a implorarle que lleve al mundo
noticias de sus penas, ya que aún sigue con vida.
Arrepentidos de sus pecados, y perdonando a sus asesinos.
Se trata de Jacobo del Cassaro, de una noble familia de Fano perteneciente a la facción güelfa. Enemigo acérrimo de los
Este de Ferrara, fue muerto a traición por sicarios de Azzo VIII, con la posible intervención de Malatestine de Rímini
(Infierno, XXVII).
La Marca de Ancona está situada, en efecto, entre la Romaña y Nápoles.
En Padua, que se creía había sido fundada por Antenor, príncipe troyano (Eneida I, 247 55).
El citado Azzo VIII de Este, que al parecer tenía buenas razones en su rivalidad con Jacobo.
La Mira es un pueblecito entre Padua y Oriaco. Dante, en este pasaje, se ajusta muy estrechamente a la geografía de la
zona, hasta en el pequeño detalle del pantano.
Bonconte de Montefeltro era hijo de Guido (Infierno, XXVII). Perteneció al partido gibelino y luchó al servicio de
Arezzo contra Florencia, muriendo en la batalla de Campaldino, que tuvo lugar el ll de junio de 1289 y en la que tomó
parte el propio Dante.
Su esposa Giovanna y «los demás», su hija Manentessa (esposa luego de Guido Selvatica, que acogió a Dante en 1306) y su hermano Federico.
Se trata del valle superior del Arno que ya hemos visto en Infierno, XXX. El Arquiano es un afluente del Arno que nace
cerca del famoso convento de Camaldoli fundado por San Romualdo, a quien encontramos en Paraíso, XXII.
Porque desemboca en el Arno.
Irritado el diablo por no haberse podido llevar el alma de Bonconte, a causa de su postrer arrepentimiento, decide
apoderarse de su cuerpo.
El propio diablo.
Se trata de una altísima cordillera del Apenino que separa el Val d'Arno casentinense del Val d'Arno superior.
Es decir, con todo lo que el río llevaba en aluvión.
Aunque apenas nos dice nada de ella, salvo su nombre y los lugares de su muerte y su nacimiento, lo que ha dado pie a
infinitas conjeturas y controversias, debe tratarse de Pia dei Tolomei, belllsima muchacha sienesa, desposada con el
despótico Paganello Panochieschi, señor del castillo della Pietra en la Maremma sienesa, partidario de los güelfos, y
podestá de Volterra y de Lucca. Este cruel Nello había ya estado casado en dos ocasiones, y al parecer, deseando
desposarse con Margarita Aldobrandeschi, a cuyo padre conoceremos en Purgatorio, XV, y viuda a su vez de Guido de
Monforte (Infiemo, XII) y de Orsello Orsini, decidió deshacerse de ella arrojándola por una ventana del apartado
castillo de la Pietra (1297). No es admisible la opinión de algunos de que Pia muriese de fiebres palúdicas, ni que la
causa de su muerte fuera su infidefdad o los celos de su marido.
El propio Nello.
Es decir, repitiendo las jugadas para ver en qué ha consistido su fallo.
Benincasa da Laterina, jurisconsulto del siglo XIII, fue muerto, en efecto, por Ghin de Tacoo (caballero sienés dedicado
al bandidaje y citado por Boccaccio en el Decamarón), en venganza por haber aquel condenado a muerte a un hermano y a un 21
tío de éste.
Se trata de Guccio dei Tarlati, señor de Pietramala, en la comarca de Arezzo, que se ahogó en el Arno, luchando contra
los güelfos. Otros comentarios le prefieren muerto en 1289, tras la batalla de Campaldino.
Federico Novello, muerto en 1289 ó 1291, por uno de los Bostoli, güelfos de Arezzo. El de Pisa debe ser Gano Scomigniani,
muerto a instancias del conde Ugolino della Ghererdesca en 1287. Fue hijo del a continuación citado Marzucco Scornigniani,
hombre de gran reputación muerto en 1301 tras haber profesado como franciscano en Santa Croce de Florencia donde Dante debió conocerlo. Su fortaleza consistió en hacer las paces con el temible Ugolino, tras la muerte de su hijo, para
facilitar la reconciliación entre las facciones rivales.
Orso degli Alberti, hijo del conde Napoleón que vimos en Infierno, XXXII, fue muerto por su primo Alberto en 1286. La
familia de los Alberti di Mangona, a la que ambos pertenecían, padeció un verdadero destino trágico durante varias
generaciones.
Pier da la Braccia, o Pierre de la Brosse, fue un famoso médico francés de los reyes Luis IX y Felipe III. En 1276 acusó
a la segunda esposa de éste, Maria de Brabante, de la muerte del primogénito, que Felipe habia tenido de su primera mujer,
para asegurar la sucesión de su hijo, luego Felipe el Hermoso. A su vez la reina acusó a Pierre de estar en tratos con
el rey Alfonso X de Castilla, y Felípe III le mandó ahorcar por traición, pues Castilla y Francia se encontraban en
guerra (1278). Otros comentadores aseguran que la reina denunció al médico por haber atentado contra su castidad.
Que se arrepienta de su falsa acusación antes de morir (no lo hizo hasta 1321) si no quiere ir a parar a un lugar peor
que éste donde se encuentra su víctima, es decir, en las Malasbolsas donde se codean los falsos acusadores.
En Eneida, VI, 376, escribe Virgilio «Desine fata deum flecti sprerare precando», donde parece negar la posibilidad de
cambiar el designio divino mediante la oración.
Porque eran paganos.
Se trata, como veremos, del alma del trovador Sordello de Goito, mantuano nacido a comienzos del siglo XIII. La vida de
Sordello es digna de la mejor novela de aventuras. Al parecer, raptó a la bella Cunizza da Romano, a quien veremos más
adelante, hermana de Ezzelino III, y esposa de Ricardo di S. Bonitafio, a cuyo servicio se encontraba el poeta. Huyendo
luego de la venganza del noble anduvo errante por las principales cortes de la época, siendo muy apreciado como hombre de
armas y como poeta por Carlos de Anjou. En 1266 se encontraba prisionero en Navarra y fue liberado poco después por
intercesión del papa Clemente IV. En 1269, ya liberado, obtuvo cinco castillos en recompensa a sus servicios, muriendo
poco después.
Escribió su brillante obra poética en provenzal, y aparte de numerosos poemas de carácter amoroso, compuso una célebre
obra titulada Ensanhament d'onor en la que pasaba revista a la mayor parte de los soberanos de su tiempo. Esta es al
parecer una de las principales razones que le movieron a Dante a encomendarle papel tan preeminente en su obra, pues como veremos en el siguiente canto es Sordello quien guía a los otros dos poetas al valle de los reyes. Dante lo cita en «De
vulgare eloquentia» como poeta y orador político.
Virgilio iba a comenzar su respuesta a Sordello con algo así corno «Mantua me vio nacer...» cuando es rápidamente
interrumpido por el trovador.
La invectiva de Dante contra las discordias políticas de Italia parece estar inspirada en el propio Sordello.
Los paisanos de una misma ciudad, desgarrados entre las facciones politicas de su tiempo.
«¿De qué vale que Justiniano te hubiera dado prudentes leyes si ahora no hay nadie para aplicarlas?»
Los italianos deberían consentir la autoridad imperial que unificaría la multiplicidad de estados siempre en discordia.
Se refiere al precepto evangélico (Mateo, XXII 21): «Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.»
Probablemente se refiere a los religiosos ávidos de riqueza y poder.
Alberto I de Austria, hijo del emperador Rodolfo. Fue elegido para la dignidad imperial en 1298 y muerto en 1308 por Juan
de Suabia. Nunca estuvo en Italia, donde el imperio se consideró vacante desde la muerte de Federico II hasta la llegada
de Enrique VII. Dante le reprocha su desinterés y su abandono de las cosas de Italia en manos de Bonifacio VIII. Dante
amenaza con el castigo divino a su descendencia, en este caso el citado Enrique VII.
Tanto Rodolfo como Alberto se dedicaron a los asuntos de Alemania, despreocupándose de Italia, el jardín del imperio.
Dante ahora pasa revista a una serie de familias italianas célebres por sus opiniones contrarias, bien fueran de ciudades
diferentes, bien de la misma ciudad. La identificación de estas familias ha sido bastante discutida por los comentaristas.
Los Capuletos y Montescos no está claro que sean los mismos que recoge la leyenda de Romeo y Julieta, de Verona. Los
Monaldos y Filispescos eran de Orvieto.
Posesión de la antigua familia gibelina de los Aldobrandeschi, ahora en decadencia, que había pasado al poder de Siena.
Roma invoca la presencia del emperador como garantía del poder civil.
Dios, o mejor, el propio Cristo
Dante debe aludir al romano Claudio Marcelo (cónsul en el 50 a.C.), acérrimo enemigo de la política de César, y aquí
tomado como ejemplo de oposición a la política imperial.
En efecto Florencia había cambiado de constitución política en 1282, 1293 1295, 1300, 1301, y a partir de este año la
política florentina está como sabemos marcada por las discordias entre güelfos blancos y negros, y posteriormente de 1303
a 1308, por las distintas facciones de negros hasta la muerte de Corso Donati. También hace referencia a los continuos
exilios.
Según los usos del tiempo, los mayores en dignidad abrazaban a los menores por el cuello; los que tenían una pareja
condición se abrazaban estrechándose la espalda; los menores abrazaban a los mayores en los muslos o en las rodillas. Los
primeros abrazos que se cruzan Sordello y Virgilio son los de dos simples paisanos que se encuentran. Al conocer ahora
Sordello al autor de la Eneida, le demuestra toda su reverencia.
«Me encuentro en el infierno no por haber cometido falta alguna, sino por no haber conocido la doctrina de Cristo.»
No está del todo claro por qué razón se encuentra Sordello en el antepurgatorio. Algunos opinan que se encuentra entre
los muertos de muerte violenta, pero no es probable que Sordello muriese asesinado.
Se refiere, como veremos, al pequeño valle en que descansan los grandes monarcas.
Nótese el carácter alegórico de las palabras de Sordello. Sólo con la luz de la gracia es posible el progreso hacia la
perfección espiritual. Sin esta luz bien se puede bajar, y caer de nuevo en el pecado, o dar vueltas sin emprender el
camino de la purificación.
Porque Virgilio no conoce las leyes del Purgartorio.
La elección del «Salve Regina» puede estar justificada porque son reyes o grandes de la tierra quienes la entonan.
Comienza ahora un largo repaso a los principales monarcas que reinaron en la segunda mitad del siglo XIII. El trovador
Sordello había compuesto un planto a la muerte del caballero Blacatz, en el que afirmaba que con la muerte de éste se
acababan las virtudes caballerescas, a invitaba a los reyes europeos de la anterior generación a comerse su corazón para
que heredasen su valentía.
Rodolfo de Austria, a quien ya había aludido en el canto anterior por desatender los asuntos italianos. Fue emperador de
Alemania entre 1283 y 1291, habiendo derrotado su candidatura las pretensiones imperiales de Alfonso X de Castilla.
De su sucesor Enrique VII.
Otokar II Bohemia, que había sido en el mundo enemigo del anterior. El Molda es el río Moldava, el Albia es el Elba. Fue
rey desde 1253 y murió en 1278. Valiente en la guerra y tirano como gobernante, se le atribuye el haber aconsejado a
Carlos de Anjou el asesinato de Corradino (Purgatorio, XX). Dame afirma que ya de joven era mejor que su hijo en edad
adulta.
Wenceslao IV, nacido en 1270, rey de Bohemia a la muerte de su padre. Murió en 1305, dejando una fama, acaso injusta, de
vida corrupta.
Felipe III de Francis, el Atrevido que conversa con Enrique I de Navarra. Nació en 1244 y sucedió a su padre Luis IX en
1270. Fue padre de Carlos de Anjou y de Felipe IV, murió en 1285, derrotado por Roger de Lauria en su lucha contra los
aragoneses. El detalle de su nariz chata lo confirma la iconografía de la época.
Enrique I de Navarra, el Gordo, sucedió a su hermano Tebaldo (Infierno, XXII) en 1270 y murió en 1274. Su hija Juana
fue esposa de Felipe IV el Hermoso.
El mal de Francis es el citado Felipe IV.
Pedro III de Aragón, llamado el Grande. Fue hijo de Jaime I al que sucedió en 1276. Casado con Constanza, hija de
Manfredo (Purgatorio, III), fue rey de Sicilia tras la rebelión de las Vísperas Sicilianas en 1282. Murió en 1285. Fue
un rey muy afamado por su virtud, fortaleza y sabiduría.
El narigudo es Carlos I de Anjou, hermano de Luis IX, nacido en 1220. Lo conocemos ya como rival de Manfredo al que
derrotó en la batalla de Benevento. Coronado rey de Nápoles por el papa, murió en 1285. La postura de Dante con respecto
al personaje es bastante ambigua (Purgatorio, XX, Paraíso, VIII).
El sucesor de Pedro III fue su hijo Alfonso III, que murió a los veintisiete años en 1291 dejando tras sí mala fama, tras
seis años de reinado. Es posible que Dante aluda aquí al hijo menor, Pedro, muerto muy joven, antes que su padre.
Jaime II de Aragón y Federico II de Sicilia comparten el desprecio de Dante por sus figuras como gobemantes.
Dios mismo
Lo dicho sobre la sucesión de Pedro III vale para la de Carlos de Anjou, Carlos II que gobemó indignamente Apulia y la
Provenza, región que Carlos I había heredado por su matrimonio con Beatriz, hija del último duque.
Quiere decir Dante que tanto menor es Carlos II de Anjou en relación a su padre Carlos I, como éste lo es respecto a
Pedro III; o literalmente: cuanto Constanza, su esposa, tiene mayor razón de envanecerse de su marido, que la citada
Beatriz y Margarita de Borgoña, segunda mujer del de Anjou, la tienen para hacerlo del suyo.
Enrique III de Inglaterra, muerto en 1272, príncipe inepto y débil a quien sucedió Eduardo I, Ilamado el Justiniano
inglés. En el planto de Blancatz Sordello, recomendaba a Enrique que comiese grandes cantidades de corazón del héroe,
para que le infundiese valor.
Guillermo VII Sapalunga, marqués de Monferrato, que ocupa una posición más baja que los monarcas. Murió en 1292 tras una rebelión popular, encerrado en una jaula. Para vengarle su hijo hizo la guerra de la ciudad de Alejandría, en la Liguria,
perdiendo algunas tierras en su posesión de Monferrato y Canaves.
«Te lucis ante terminum, rerum Creaton», himno compuesto por San Ambrosio y que se canta a la hora de completas para
implorar protección frente a las tentaciones nocturnas.
19 21 La necesidad de aguzar bien los ojos viene dada por el peligro de interpretar de una forma errónea una alegoría en
apariencia muy simple. En realidad, las almas del Purgatorio ya no necesitan pedir la ayuda divina para vencer la
tentación; pero con ello se quiere alegorizar la necesidad de la oración para las almas que en la tierra emprenden el
camino de la penitencia.
Representación de la justicia y la misericordia divinas. Las espadas truncas son la defensa contra la tentación, de la
que el hombre puede defenderse, pero a la que no puede atacar.
Ugolino Visconti, hijo de Giovanni Visconti y de una hija de Ugolino della Gherardesca, ¡unto al que ocupó el gobierno de
Pisa en 1285. De las discordias entre ambos se aprovehó el arzobispo Ruggieri. Tuvo un papel de suma importancia en las
discordias entre güelfos y gibelinos en Toscana. Murió en 1296. Fue gobemador de Gallura, en Cerdeña. Acaso Dante lo
conociera en el cerco de Caprona en 1289 (Infierno, XXI) o acaso en la misma Florencia. Ambos compartían las mismas
ideas güelfas.
¿No había advertido Sordello hasta ese momento que Dante estaba vivo? Su sorpresa y el no haber preguntado nada al
encontrarse así lo hace suponer.
Sordello se vuelve a Virgilio, como pidiendo una explicación; Nino Visconti a Conrado Malaspina, de quien hablaremos más
adelante.
Su hija Juana había nacido en torno a 1291 de su mujer Beatriz de Este y tuvo a la muerte de su padre una vida llena de
sinsabores, muriendo alrededor de 1339.
La mujer de Nino, Beatriz de Este hija de Obizzo II, casó tras la muerte de aquél con Galeazzo, hijo de Mateo Visconti,
señor de Milán, en 1300. Las «Blancas tocas» eran la indumentaria propia de las viudas.
La víbora del escudo de los Visconti de Milán, gibelinos, honrará menos la tumba de Beatriz que el gallo del escudo de
los Visconti de Pisa, güelfos (recordemos que Nino había sido gobemador de Gallura, en Cerdeña). Víbora y
gallo se oponen también como simbolos negativo y positivo, respectivamente.
Las virtudes teologales. Las otras cuatro, como ya sabemos, son las cardinales.
Conrado Malaspina fue hijo de Federico I, marqués de Villafranca, que vivió hasta 1294. Villafranca se encontraba en el
centro de Val de Magra, en la comarca de Lumiguiana.
Conrado Malaspina el Viejo vivió en la primera mitad del siglo XIII.
Se preocupó tanto de favorecer a los suyos que no se preocupó de salvar su alma.
En efecto, Dante no visitó las posesiones de los Malaspina hasta 1306.
La casa de los Malaspina, en efecto, fue conocidísima en toda Europa, tanto por su valor como por su liberalidad con los
trovadores.
La inclinación natural y la educación.
¿De nuevo un ataque al papado?
Conrado predice a Dante que no pasarán siete años sin que conozca personalmente la virtud de los Malaspina. En 1306, en
efecto, Dante fue huésped de dicha familia, con la que, como hemos visto, se muestra especialmente generoso en sus
alabanzas.
La Aurora estaba desposada con Titón, que alcanzó de los dioses el don de la inmortalidad, pero no de la juventud,
convirtiéndose en un eterno anciano.
Dante nos dice que en Italia está amaneciendo en estos momentos, alzándose con la constelación de Piscis, o de Escorpión
según otros comentaristas, mientras aquí en el Purgatorio son alrededor de las tres de la mañana.
«Me venció el sueño porque aún me pesaba el cuerpo con sus necesidades materiales.» Recordemos que los cinco son Virgilio,Sordello, Nino, Conrado y el propio Dante.
Recordemos ya la citada fábula ovidiana de Progne y Filomena.
El águila del sueño le recuerda a Dante la que Zeus enviara al monte Ida acaso él mismo metaforseado a raptar al bello
Ganimedes para que le sirviera de copero en el Olimpo.
La esfera del fuego se suponía colocada entre la del aire y el cielo de la luna.
Dante se refiere a la leyenda según la cual, profetizada la muerte del joven Aquiles si marchaba a la guerra de Troya,
Tetis, su madre, le condujo mientras dormía de la custodia del centauro Quirón a la ciudad de Squira, donde fue
disfrazado de muchacha y educado como tal, hasta que Ulises vino a buscarle y supo astutamente reconocerlo, ofreciendo a
las muchachas ricos presentes entre los cuales había deslizado un puñal, que el joven héroe se apresuró a recoger, sin
poder ocultar su instinto bélico.
Es decir, al verdadero Purgatorio, pues hasta el momento Dante y Virgilio han estado recorriendo el Antepurgatorio.
Eran las ocho de la mañana del 11 de abril.
Lucía, símbolo de la gracia iluminante (Infierno, II, 97) que mientras él soñaba con el vuelo en las garras del águila
le había realmente transportado hasta la puerta del Purgatorio.
Ya que todo este pasaje alegoriza el sacramento de la penitencia, el ángel guardián acaso represente al sacerdote. La
espada puede significar la justicia o las palabras del sacerdote que mueven a la penitencia.
El primer peldaño alegoriza el examen de conciencia; el segundo, la confesión propiamente dicha; el tercero, la
satisfacción de la penitencia.
La firmeza de la autoridad eclesiástica.
Una por cada uno de los pecados capitales que se purgan en las siete cornisas del Purgatorio. Como veremos, Dante se verá
libre de ellas, una por una, a medida que vaya completando su ascensión.
El color del hábito simboliza la humildad del sacerdote.
De las dos llaves, la de oro simboliza la autoridad derivada de Dios para perdonar los pecados; la de plata la ciencia y
prudencia del sacerdote para examinar y juzgar las faltas.
Que fuese más incliado a la indulgencia que al rigor.
Quien aún tuviese nostalgia del pecado.
La historia la cuenta Lucano (Farsalia, III, 154 55). César quiso apoderarse del tesoro público custodiado en la roca
Tarpeya al cuidado de Cecilio Metelo. Expulsado de allí éste y poniendo César las manos en el tesoro, la roca resonó en
señal de protesta ante el atropello.
El famoso Te Deum, himno de acción de gracias, se atribuye a San Ambrosio y a San Agustín.
Recordemos la prohibición angélica de volverse hacia atrás que vimos en el canto anterior.
Tienen que caminar procurando no chocar con las estrechas paredes, ambiando de lado según los vericuetos del camino.
Sobre las diez y media de la mañana. Han pasado dos horas desde el despertar del poeta a la puerta del Purgatorio, hasta
la llegada al primer círculo.
De tan escarpada como era no podía ser escalada.
32 y ss. Escultor griego del siglo V a.C., famoso por su canon dórico. Estos relieves, ya en el suelo, ya en las paredes
del círculo, lo superan con creces, pues su escultor es, obviamente, el propio Dios. En ellos encontramos ejemplos de
mansedumbre, y el primero de ellos está, como siempre en el Purgatorio, referido a María; en este caso se trata de la
Anunciación.
55 69 La segunda historia esculpida es la de David bailando ante el arca de la Alianza (Samuel, II, VI, 21 22) cuyo
contacto indebido podía causar la muerte del infractor (v. 57). La escena representa también a Micol, esposa de David,
avergonzada ante la conducta de su esposo que considera impropia de un rey.
El oído decía «no», pues no se escuchaba nada; pero la vista decía «sí», tal era la perfección de la escultura.
La tercera historia, que Dante sigue paso a paso, fue atribuida a Trajano por Dion Casio (XIX, 5). Fue muy difundida en
la Edad Media.
El papa Gregogio Magno, según se pensaba en tiempos de Dante, consiguió que Dios sacase a Trajano del Infierno, que como no bautizado le estaba destinado, y lo llevase al Paraíso, donde le encontraremos (Paraiso, XX), lo que hace suponer en
él afinidades con el cristianismo de todo punto improbables.
En el original, «giustizia vuole a pietà mi ritene».
Dios, que ha existido antes que cosa alguna.
Las almas de los soberbios, aplastados por el peso de las piedras que les humillan.
Es decir, en la superación de la pena, tras cumplir el castigo.
Las penas del Purgatorio, por duras que éstas sean, no seguirán tras el Juicio Final.
En el original: «già scorger puoi come ciascun si picchia», que algunos explican como si los condenados fueran
golpeándose el pecho. Como veremos, esta actitud se contradice con el propio castigo al que están sometidos.
El canto comienza con una paráfrasis del Padrenuestro, puesta en boca de los soberbios, casi como una cura de humildad.
«No que estés dentro de los cielos, pues estás en todas partes, sino porque aquí demuestras más tu poder y tu amor hacia
los ángeles.»
La caridad divina.
Las almas del Purgatorio ya no pueden pecar, pero de igual manera que tas reciben las plegarias de los vivos, ruegan a su
vez para que éstos no caigan en tentación.
La oscuridad del pecado.
Virgilio.
Está hablando Omberto Aldobrandeschi, hijo de Gughelmo, famoso gibefino muerto a mediados del siglo XIII. Omberto, señor
de Campagnatico, castillo cercano a Siena, se dedicó al bandidaje y fue muerto por los sieneses en 1259, o bien
defendiendo su castillo, o según otros ahogado en su lecho. Los Aldobrandeschi fueron, en efecto, una antiquísima y
soberbia familia feudal.
Dante, que se sabe de carácter altivo y soberbio, reconoce en el círculo de los soberbios su propio lugar en el
Purgatorio (Purgatorio, XIII).
Oderissi da Gubbio, miniaturista de la segunda mitad del siglo XIII muerto en 1299 y conocido de Dante. Trabajó para los
papas y fue muy celebrado en su tiempo.
Nada sabemos apenas de este Franco de Bolonia, acaso fuera un alumno de Oderisi, lo que pondría aún más de manifiesto la aprendida humildad de éste.
Estaría en el Antepurgatorio.
La fama del artista dura poco, a menos que le siga una época de decadencia, con lo cual su nombre queda preservado más
largo tiempo.
Para ejemplificar lo dicho anteriormente, Dante se vale, por boca de Oderisi, de dos ejemplos, tomados uno de la pintura
y otro de la literatura. El pintor florentino Cimabue, representante aún de la influencia bizantina, fue superado
totalmente por las nuevas formas plásticas de Giotto, por quien Dante mostró gran admiración. Guido Cavalcanti superó a
su maestro Guido Guinizzelli, y a su vez será superado por otro poeta, acaso el propio Dante.
El original «anzi che tu lasciassi il 'pappo' e’1 'dindi'» hace referencia al lenguaje infantil.
El de las estrellas fijas, que según Convivium, II, XIV, II, tarda 360 siglos en completar su vuelta.
Provenzano SaJviati, de Siena, jefe de los gibelinos toscanos, vencedor en Montaperti. Muerto en la batalla de Colle di
Valdelsa (1269). Fue decapitado por los florentinos. Dice la leyenda que el diablo había profetizado a Salviati que su
cabeza sería la más alta de los sieneses. Él creyó asegurada la victoria, pero su cabeza entró en Siena en lo alto de una
pica. Vueltos al poder los güelfos, borraron toda la fama que de él quedaba en la ciudad.
Porque se vende por dinero.
El Sol.
133 38 Carlos de Anjou había, en efecto, hecho Prisionero a un amigo suyo, por cuyo rescate exigía una suma desorbitada.
Salviati, no disponiendo de esa cantidad, se puso a mendigar públicamente en la Plaza de Siena.
140 41 Oderisi profetiza tal vez la necesidad que tendrá Dante de mendigar en el exilio.
25 63 Se abre aquí una larga serie de estrofas acrósticas; las cuatro siguientes comienzan con V; las cuatro siguientes
con 0; las cuatro siguientes con M, dando como resultado Vom, es decir, «hombre». En los versos 61 63 aparecen las tres
variantes. En toda la serie se recogen los ejemplos de soberbia castigada que, esculpidos en el suelo de la comisa,
aleccionan a los soberbios. Según algunos comentaristas, los cuatro primeros son los soberbios contra Dios, castigados
por él mismo. El segundo grupo los que causaron su ruina con su propia vanagloria. El tercero es el grupo de los
soberbios contra el prójimo, castigados por sus propias víctimas.
Briareo, que se sublevó contra los dioses olímpicos.
Marte, Palas Atenea y Apolo, luchando contra los gigantes.
La torre de Babel.
Niobe, que se ensoberbeci6 ante Latona por tener siete hijos y siete hijas, mientras que ésta sólo tenía a Apolo y Diana,
que exterminaron a los nióbidas, fue convertida en piedra.
Saúl se suicidó tras su derrota en Gelboé a manos de los filisteos. David maldijo aquel valle con la sequía (2 Samuel,
121).
Aracne, que desafió a Atenea a tejer y fue convertida en araña por la diosa.
Roboán, hijo de Salomón, tuvo que huir del pueblo, sublevado contra él por no haber querido, en su arrogancia, disminuir
los impuestos (1 Reyes, XII, 1 18).
Erifile fue muerta por su hijo Alcmeón en venganza por haber traicionado ésta a su esposo Anfiarao, que dada su condición
de adivino (Infiemo, XX, 31 39), sabía que moriría en caso de acudir a luchar contra Tebas. Argia, mujer de Polinice,
ofreció a Erifile un collar si conseguía que su esposo acudiera a la batalla, como en efecto hizo, provocando la
presagiada muerte del esposo (Esta cio, Tebaida, II, 265 ss.; IV, 187 y ss. También en Metamorfosis y en Eneida).
El rey asirio Senaquerib se había burlado de la confianza del rey Ezequía en el Dios de los hebreos. Un ángel exterminó
su ejército y sus hijos le asesinaron (2 Reyes, XIX; Isaías, XXXVII).
Tamiris, reina de los masegetas o escitas, a quien el persa Ciro había matado a su hijo, se vengó de éste, una vez
derrotado, cortándole la cabeza. Dante lo cita de Orosio (Historia,II, 7 6), que debe inspirarse en un pasaje de
Herodoto.
Holofernes, decapitado por Judit en el cerco de Betulia.
El último ejemplo es el de la soberbia Troya incendiada y arrasada por los griegos. Este terceto resume no sólo el
acróstico, sino los tres tipos de soberbia a los que hemos aludido anteriormente.
El ángel guardián del primer círculo, que borrará a Dante la primera P de su frente.
Han pasado seis horas del día. Ha pasado, pues, la hora del mediodía cuando los dos viajeros se aprestan a subir a la
segunda cornisa.
Eco de Mateo, XXII, 14: «Muchos son los llamados y pocos los elegidos.»
La iglesia de San Miniato domina la ciudad de Florencia (la irónicamente llamada «bien guiada») al otro lado del Arno,
que es preciso cruzar por el puente llamado Rubaconte, por el podestá que comenzó su construcción. El sumario y las pesas
hacen referencia a dos grandes escándalos que entre la magistratura y los comerciantes respectivamente tuvieron lugar en
Florencia, ambos en 1299.
Principio de la primera bienaventuranza del Sermón de la Montaña (Mateo, V, 3). A pesar del plural en el original
«voci», debe ser entonada por un solo ángel, como en el resto de las cornisas.
Los viajeros han llegado al repecho donde se purga el pecado de la envidia Éste es lógicamente menor que el primero,
porque al tener la montaña forma cónica va disminuyendo hacia la cumbre.
A continuación tres casos de amor al prójimo, como ejemplos en contra de la envidia. El primero referido a María, hace
referencia a las bodas de Caná.
El siguiente ejemplo hace referencia a la proverbial amistad entre Orestes Pílades, que se hizo pasar por su amigo para
salvarle la vida.
El tercer ejemplo son palabras del propio Jesús en el Sermón de la Montaña (Mateo, 44): «Amad al que os ofende.»
Se trata de una práctica común en cetrería para amansar a las aves de presa. Da cuenta de ello Federico II en «De arte
Venendibus cum avibus».
Para evitar que Dante corra peligro de caerse.
De la Ciudad de Dios, o Jerusalén Celeste.
Sapía dei Salvani, era tía del Provenzán ya conocido por nosotros (Purgatorio, XI), esposa de Ghinibaldo di Saracino
(Infierno, XXXI). Envidiosa de la prosperidad de éste en Siena, al parecer mostró su satisfacción ante la derrota y
vergonzosa muerte del sobrino. Murió en 1274.
La batalla de Colle tuvo lugar en 1269, como hemos visto, entre los florentinos güelfos y sieneses gibelinos, con la
derrota de estos últimos.
La derrota de los sieneses, que ya estaba predestinada por Dios.
Según la fábula, el mirlo viendo un buen día ya a finales de enero canta «ya no te temo, Dios, pues salí del inviemo»,
cuando lo peor está aún por pasar.
Piero da Campi, llamado Pettinaio a causa de su profesión de vendedor de peines. Al parecer, murió a los ciento nueve
años en 1289 con una extraña fama de santidad. Compraba peines en Pisa y en Siena y tiraba los de mala calidad, pues
decía que podía ser engañado, pero no engañar a su vez.
De nuevo los temores de Dante de ser condenado a purgar su soberbia al parecer con razón, según algunos contemporáneos suyos.
En estos últimos versos alude Sapia a dos empresas descabelladas de lo sieneses, que acabaron en fracaso estrepitoso. La
una es la construcción de un puerto Siena, recuérdese, es una ciudad del interior en Telamón, localidad muy insalubre.
La otra era la búsqueda infructuosa de un río subterráneo llamado Diana, que abasteciera de agua a la ciudad.
«Los almirantes», acaso los encargados de la construcción del puerto que, junto al dinero, el tiempo y las esperanzas,
perdieron la vida a causa de la malaria tan frecuente en Telamón.
Los que hablan son: primero (v. 10), Guido del Duca, de la familia de los Onesti, de Rávena, que dejó una gran fama de
hombre envidioso y murió en 1245; el otro (v. 25) es Riniero dei Paolucci, señor de Calboli, güelfo de la región de
Romaña. Murió en una batalla en 1296.
Monte del Apenino en que nace el Arno.
Nótese el tono de humildad que, tras la visita al círculo de los soberbios, adopta Dante para referirse a su, por el
momento (1300), corta carrera literaria.
31 33 El Arno nace en la región más abrupta e intrincada de los Apeninos (macizo del que los antiguos pensaban que
Sicilia se había desgajado por un
terremoto). El Peloro es el cabo de Faro, en dicha isla.
El sol evapora el agua del mar formando las nubes, que luego van a originar las lluvias de las que se generan los ríos.
Porque el lugar impulse naturalmente al mal a sus habitantes, o por la costumbre arraigada en éstos.
Circe es la famosa hechicera que convertía en bestias a los hombres d Ulises.
Se refiere ahora a la ciudad de Arezzo.
Los lobos son ahora los florentinos, más malignos aún que los perros aretinos.
Ahora se refiere a Pisa.
El propio Rinier, que debe escuchar la maldad de su sobrino.
Ahora se refiere a Dante.
El sobrino de Rinier es Fulcieri da Calboli, podestá en varias ciudades italianas que gobernó con gran crueldad Florencia
en 1303, en nombre de los negros y dirigiendo una feroz represión contra blancos y gibelinos.
Recuérdese que Dante no ha contestado aún a la pregunta de Guido al principio del canto.
En el original, «là "v" é mestier di consorte divieto». Es decir, bienes que quien los obtiene no quiere compartir con
nadie. Veremos esta cuestión en el próximo canto.
En la Rornaña. Ahora es esta comarca la que va a sufrir la repulsa de Dante por medio de Guido, que lamentará la
decadencia de las grandes familias feudales.
Lizio da Valbona vivió en la segunda mitad del siglo XIII y fue amigo de Riniero. Arrigo Mainardi vivió en los primeros
años del siglo, y fue amigo de Guido.
Pier Traversaro, de Rávena, gibelino muerto en 1225. Guido di Carpigna, e Montefeltro, güelfo muerto hacia 1289.
Fabbro del Lamberza, gibelino, podestá de varias ciudades, murió en 1259 y tuvo gran fama de hombre sabio.
Bernardino di Fosco, era de origen humilde, y llegó también a ser podestá en varias ciudades. En 1240 defendió Faenza
contra Federico II.
Guido da Prata vivió entre los siglos XII y XIII.
Ugolino de Azzo era toscano, de la familia Ubaldino; murió en 1293.
Personaje casi desconocido.
Dos principales familias de la Romaña, famosas, como dice Dante, por su forma de vivir los ideales caballerescos.
Pequeña ciudad cerca de Forlí, famosa por la liberalidad de sus caballeros. Su familia acaso aluda a los Mainardi (v.
97) o a una antigua familia extinguida en 1177.
La estirpe de los Malvicini, condes de Beguacavallo se había reducido en 1300 a tres hijas, una de ellas esposa de Guido
Novello da Polenta. Los herederos de las otras dos ciudades son indignos de sus antecesores.
Señores gibelinos de Faenza, que mejorarán de condición cuando haya muerto su demonio, Maghinardo (Infierno, XXVII, 50
51).
Ugolino dei Fantolín, güelfo de Faenza, a quien los hijos no podrán deshonrar, pues no tuvo descendencia.
Una vez terminado el discurso de Guido y dejados atrás este grupo de envidiosos, los viajeros escuchan en el aire unas
voces que amonestan contra la envidia. La primera es la de Caín, cuyo estigma en la frente impide que le mate nadie
(Génesis, IV, 14).
Aglauro, hija de Cécrope, rey de Atenas, fue convertida en piedra por oponerse a los amores de su hermana, a quien
envidiaba, con el dios Hermes (Metamorfosís, II, 708 832).
La del Sol, que parece oscilar entre los trópicos.
Comienza la tarde en el Purgatorio. En Italia era la medianoche.
Que el del Sol.
El rayo se refleja con un ángulo igual al ángulo de incidencia, mientras la piedra cae verticalmente.
El ángel guardián de la segunda cornisa, que les mostrará el paso a la tercera. Notar cómo en este paso Dante ya no
advierte la desaparición de la P correspondiente.
Beati misericordis, «bienaventurados los misericordiosos», es el comienzo de la quinta bienaventuranza (Mateo, V, 7).
Goza tú que vences se refiere a la victoria sobre la envidia. Ambas frases son cantadas por el ángel.
Dante aprovecha la subida para aclarar una duda surgida de las palabras de Guido del Duca (Purgatorio, XIV). Lo que da
pie a una obvia disquisición dantesca sobre la diferencia de los bienes materiales, que disminuyen al compartirse, y dan
motivo a la envidia; y los bienes espirituales, como el amor divino que se acrecienta al repartirse.
Al llegar a la tercera comisa, las de los iracundos, Dante es sorprendido por tres visiones que ejemplifican la
mansedumbre. La primera es la de Jesús niño, perdido en el templo de Jerusalén (Lucas, II, 48).
«Otra» es otra mujer.
La segunda visión corresponde a una anécdota de Pisistrato, tirano de Atenas por cuyo patronato lucharon Atenea y
Poseidón, que relata Valerio Maximo (V, I, ext. 2).
La tercera escena es el martirio del protomártir San Esteban que éste acepta perdonando a sus asesinos (Hechos, VII, 54
60). La cualidad de joven atribuida al santo no procede de la escritura, sino de la iconografia.
Las visiones eran verdaderas, pero únicamente en su interior.
El humo simboliza que la ira ofusca el entendimiento de no puede discernir el bien del mal.
Habla, como veremos, Marco de Lombardía. Este personaje fue, según los antiguos comentaristas, un sabio cortesano,
político y diplomático que frecuentó a los soberanos del norte de Italia, y vivió en la segunda mitad del siglo XIII. De
él se conservan algunas anécdotas que demuestran su rectitud.
La observación de Marco de que la gente no se inclina a la virtud, a la imprecación de Guido del Duca contra la Romaña,
por lo que Dante pide al cortesano que le explique la causa de que el mal se enseñoree de la tierra una inclinación
forzada por los astros, o más bien se debe al propio carácter de los hombres.
Sin la libertad no habría ocasión para el castigo o la recompensa a las acciones humanas.
Los astros únicamente influyen en los impulsos iniciales de una acción, nunca la determinan.
Al principio el alma encuentra ciertas dificultades para vencer el influjo de los cielos, pero luego consigue obrar
libremente.
Los hombres están sujetos a Dios, sin perder por eso su libertad.
La ciudad auténtica es la Civitas Dei agustiniana. El poder público debe orientar a los hombres hacia el bien.
Dante mezcla aquí un eco de la escritura, XI, 3 8) con una explicación de Santo Tomás a una alegoría que contiene dicho
pasaje. En efecto, para el de Aquino, «rumiar» significa conocer bien la doctrina; y la pezuña partida representa la
distinción entre el bien y el mal, entre lo espiritual y lo temporal, distinción que los papas han olvidado.
A los bienes terrenales.
Marco Lombardo, gibelino, condena la confusión del poder espiritual y político que ha llevado a cabo el papado de su
época. Dante había escrito sobre el tema en su obra «De Monarchia». Frente a los «dos soles» aquí citados, Bonifacio VIII
hablaba del Sol y la Luna, para referirse al papado y al imperio, cuyo poder venía como un reflejo del poder de Roma.
En Lombardía. Marco va a ejemplificar sus palabras con las discordias entre Federico II y Gregorio IX, por quien fue
excomulgado en 1227, dando lugar a innumerables desórdenes, que acaso hubieran podido evitarse.
Es decir, cualquier malvado.
Corrado III da Palazzo, señor de Brescia. Sabemos de él que fue capitán de la facción güelfa y hombre muy admirado por
sus virtudes. El Buen Gerardo es Gherardo Da Camino, que Dante alaba en Convivium IV, XIV, 12 13. Murió en Treviso en
1306.
Guido da Castel, también mencionado laudatoriamente en Convivium, IV, XVI, 6, murió en torno a 1315; Dante posiblemente
lo conoció en Verona, donde se refugió al ser expulsado de Reggio por ser gibelino. Para los franceses el término
«lombardo» era igual a italiano, y tenía connotaciones muy negativas, de las que se salva este personaje: en el original,
«semplice» equivale tal vez a «leal».
Los levitas no podían poseer bienes terrenales, pues estaban encargados del culto hebreo. Así debían hacer los sacerdotes
cristianos (Números, XVIII).
Sorprendido Marco de que Dante no conozca al buen Gherardo da Camino, muy amigo de los Donati florentinos, piensa que o le engaña o es un ardid para que le cuente cosas de él.
Si no «El Buen Gherardo», sólo podría llamarle «El padre de Gaia». La hija de este noble, muerta en 1315, no dejó muy
buena fama entre sus contemporáneos.
El ángel que guarda la tercera cornisa y muestra el camino de la cuarta.
El topo tiene los ojos cubiertos por una pielecilla, en la que los naturalistas de la antigüedad no advirtieron una
pequeña abertura que les permite la visión.
Sobre las seis de la tarde del 11 de abril.
Cuando no son los sentidos los que mueven a la facultad imaginativa (aquí «la fantasía») es una fuerza («una luz»)
que procede del cielo, bien sea por sí misma, en forma de influencia astral, bien sea directamente inspirada por el
Querer divino.
Comienza ahora una serie de visiones que Dante debe compartir seguramente con los condenados a purgarse en este círculo, a modo de ejemplo de los daños causados por la ira.
La primera es la historia de las hermanas Progne y Filomena, que relata Ovidio (Metamofosis, VI) y que gozó de
amplísima fama. Según la leyenda, Filomena fue violada por su cuñado Terco, y Progne, en venganza, sirvió de comer a éste
el cuerpo de su hijo. Los tres personajes de la historia fueron posteriormente convertidos en pájaros: Filomena en
ruiseñor, Progne en golondrina y Terco en abubilla. Dante debe confundir en este pasaje a las dos hermanas, pues no fue
Filomena la impía, sino Progne.
Se trata ahora de Amán, ministro del rey Asuero (Ester, III VII), que intentó perder a Mardoqueo, el tío de Ester, y a
la población judía, siendo al fin condenado a muerte.
El tercer ejemplo procede del propio Virgilio (Eneida, XII, 595 607). Amata, mujer del rey Latino y madre de Lavinia,
se suicidó al conocer la muer:e del rey Turno, a quien su hija estaba prometida, temiendo que ésta, como realmente
sucedió, pasara a las manos de Eneas.
Llora más la muerte de su madre que la de Turno.
Es la voz del ángel del tercer círculo que les muestra la subida del cuarto.
Al pasar al circulo cuarto Dante se encuentra libre del peso de otra de las P que el ángel portero había marcado en su
frente.
La Bienaventuranza de Jesús está en Mateo V, 9. Dante, como los escolásticos, distingue una ira mala y otra buena.
Los rayos del sol poniente ya sólo alumbran la cima de la montaña
Esta larga digresión en tomo al amor y a su mal uso como causa de todo pecado posible, se corresponde en cierto modo con
el canto XI del Infierno, donde se describe la conformación del mismo. Dante sigue, como es habitual en él, las doctrinas
escolásticas.
Dante, en el Convivium, III, trata, en efecto, el amor natural.
Las cosas deben amarse forzosamente a ellas mismas.
No puede entenderse a ninguna criatura que se valga por sí misma, o que se encuentre separada de su prircipio, es decir,
de Dios; y como nadie puede desear su propio mal, nadie puede odiar a Dios.
Estas tres formas de amor desviado de su objeto, soberbia, envidia y afán de venganza, o ira, se purgan en los tres
primeros círculos que ya conocemos. Existe aquí cierta correspondencia con los condenados en la laguna Estigia del
Infierno.
Es decir, el llamado pecado de acidia que se purga en este cuarto círculo.
Los bienes mundanos.
La avaricia, la gula y la lujuria, como veremos más adelante, en los círculos quinto, sexto y séptimo de la montaña.
Se inicia aquí una larga digresión virgiliana acerca de la naturaleza de amor.
El alma ha sido creada con la potencia de amar, y cualquier imagen de bien hace que esa potencia se convierta en acto,
para disfrutar de dicho bien.
Los sentidos forman en nuestro interior la imagen de bienes apetecido en el exterior, y el alma se dirige a dicha imagen,
deseando gozar de ella.
El fuego por naturaleza tiende hacia lo alto, donde se encuentra la propia esfera ígnea. De igual manera el alma tiende a
aquello que considera un bien.
Opinión de los filósofos epicúreos. Pero la bondad del amor depende del objeto al que se dirija.
Es decir, si va hacia la cosa amada sin poder evitarlo, como ya hemos visto que hace el fuego dirigiéndose a lo alto
necesariamente.
Virgilio sólo puede explicarle lo que ve la razón. El resto tendrá que aguardar a que se lo explique Beatriz, pues ya es
materia de fe. Intentaré explicar brevemente su argumento: toda alma, unida al cuerpo pero diferente de éste, posee una
virtud que únicamente se pone de manifiesto mediante sus efectos. Nada sabemos de la procedencia de la conciencia o de
los apetitos, pues éstos son instintivos, y no merecen alabanza ni desprecio. Pero en el hombre también es innata la
razón, que le hace discernir el bien del mal; y la voluntad, que debe tender hacia el primero y rechazar el segundo. La
razón es quien termina por dar el consentimiento o no a una acción que se presenta al alma, y este es el fundamento de
toda la rnoralidad.
La luna tardó en salir casi hasta la media noche, moviéndose de occidente a oriente, en sentido contrario al del Sol, que
en Roma se pone en dirección a Córcega y a Cerdeña durante el invierno.
Virgilio nació en el pequeño pueblecillo de Pietola, junto a Mantua.
Se trata de una turba de los que purgan el pecado de acidia, corriendo noche y día por el cuarto círculo de la montaña,
gritando ejemplos de solicitud y pereza.
Los tebanos celebraban a Dionisos, su patrón, corriendo de noche con grandes antorchas encendidas a las orillas de los
ríos Ismeno y Asopo.
María, que marchó diligente a visitar a su cuñada Isabel al saber que ése encontraba encinta de San Juan
Ya hemos visto cómo César mandó a Bruto incendiar el puerto de Marsella al dirigirse hacia España. Para atacar a Afranio
y Petreyo, partidarios de Pompeyo (De bello civili, XX, l).
«Perdona si nuestro deseo de reparar nuestra acidia nos hace ser descorteses contigo, y no nos detenemos para indicaros
el camino.»
Tal vez Gherardo II, que murió en 1187. Nada sabemos de este personaje. Milán fue arrasada por oponerse a Federico
Barbarroja en 1162.
Alberto della Scala, señor de Verona, cercano ya de la muerte en 1300, pues murió en 1301. Llorará el haber impuesto a su
bastardo como abad de San Zenón.
Giuseppe, hijo bastardo del anterior, y abad de San Zenón desde 1292 a 1333. Era contrahecho y de escasas luces
intelectuales. Sin embargo, Dante no culpa al hijo, sino al padre. Notad la independencia de criterio del poeta
mostrándose tan crítico con el padre de sus protectores y admirados Cangrande y Bartolomé della Scala, de cuya
hospitafidad gozó Dante en el exilio.
Al final de la comitiva dos ejemplos de los males que acarrea la acidia, El Primero el de los hebreos que murieron sin
ver la tierra prometida por haber sido remisos a obeceder a Moisés.
El segundo ejemplo se refiere a los compañeros de Eneas, que decidieron permanecer en Sicilia y no participaron con él en
la gloria de la conquista de Italia (Eneida, V, 604 y ss.).
Dante, ya caída la noche, e imaginamos que agotado por la caminata de todo el día, se duerme. Es su segunda noche en el
monte del Purgatorio.
Poco antes del amanecer, cuando el calor del día anterior, ya agotado no puede combatir con el frío que viene de la luna.
La Fortuna Mayor es una constelación entre Acuario y Piscis. Los geomantes son los astrólogos.
Símbolo de los vicios de la avaricia, gula y lujuria, que se purgan en los tres círculos restantes.
O bien como al estar enamorada una persona parece embellecerse, o como la mirada del amante embellece a la persona amada.Recordar la fábula recogida en la Odísea.
Es la templanza que viene a proteger a Dante contra el vicio y que reprocha a Virgilio el que no la haya expulsado él
mismo (v. 28). Es curioso que Dante se valga de un sueño para dejar a su maestro en posición bastante desairada.
Como en el sueño de la noche anterior le había despertado el fuego donde parecieron arder él y el águila.
La mañana del 12 de abril.
Es la voz de un nuevo ángel que les conduce al quinto círculo
Bienaventurados los que lloran porque serán consolados (Mateo, V, S).
Las bellezas del cielo.
64 66 La comparación viene dada por la palabra «reclamo» del v. 62.
La quinta cornisa es la de aquellos que purgan el pecado de la avaricia.
Salmo CXVIII: «Mi alma se ha postrado en el suelo. Vivifícame según tu palabra.»
Es decir, dando la derecha al precipicio y no a la pared rocosa, o de otro modo, que rodeen hacia la derecha
«Sabe que yo fui sucesor de Pedro.» Ottobuene dei Fieschi, perteneciente a una riquísima familia genovesa, fue elegido
papa con el nombre de Adriano V en 1276 y muerto en Viterbo aquel mismo año, sin recibir siquiera la tiara, dejando sus
bienes a la Iglesia y a las Ordenes mendicantes. Al parecer, su conversión fue tardía, pero sincera.
El condado de Lavagna, en Liguria, posesión de los Fieschi.
El texto está en Mateo, XXII, 25 30, y se refiere a un problema que plantearon los saduceos a Jesús, sobre a qué marido
pertenecería tras el juicio Final una mujer que se hubiera casado con siete hermanos muertos consecutivamente. Jesús
contestó que ni ellas se casarían tras el juicio (Neque nubent neque nubentur), sino que todos serían como los ángeles
de Dios. Así pues, en el más allá se borran todas las diferencias entre los mortales.
Vv. 91 92.
Alagia, hija de Niccoló dei Fieschi, hermano de Ottobuene, casó con Moroello Malaspina, de quien quedó viuda en 1315,
tras lo cual volvió a Génova con los suyos, por lo que Ottobuone teme no vaya a contaminarse de su avaricia. Dante debió
ser huésped del matrimonio en Lunigiana.
De saber algo más acerca de Adriano V.
Cfr. Infierno, I, 111.
Alusión al Lebrel de Infierno, I, que expulsará a la loba de la codicia.
Como en los restantes círculos de la montaña, aquí escuchamos ejemplos que exaltan la pobreza. El primero alude al parto
de María en el establo de Belén (Lucas, II, 7).
El segundo alude a Fabricio Luscinio, cónsul de la época republicana que rechazó el soborno de los samnitas, según
Valerio Máximo.
Según una leyenda muy extendida en el medievo, San Nicolás, obispo de Mira entre los siglos III-IV, y patrón de Bari,
salvó de la prostitución, siendo aún joven, a las tres hijas de un hombre pobre, ofreciéndoles a escondidas una
considerable suma de dinero para su dote.
El personaje que está hablando con Dante ahora es Hugo Capeto, primer monarca de la dinastía reinante en Francia tras
haber puesto fin al gobierno carolingio en 987. Pero el poeta confunde a este Hugo, llamado Capeto por la capa que vestía
por ser abad laico de S. Martín, con su padre, Hugo I el Grande, conde de París y de Orleáns, que sin ser rey gobernó, de
hecho, bajo los carolingios Luis IV y Lotario y murió en 956, habiendo hecho coronar aún en vida a su hijo Roberto II «El
Piadoso». Muy duro es el juicio de Dante sobre la familia Valois, que junto a reyes crueles o codiciosos había dado
también otros santos Luis IX y prudentes, pero en cuyo origen está la usurpación de la corona, por un personaje de baja
extracción, movido por la codicia; y cuya política siempre había sido fuertemente antiimperial.
Ciudades flamencas sublevadas contra Felipe el Hermoso, a quien derrotaron en Coltray en 1302.
Este dato pertenece por completo a la leyenda, a la que Dante se acoge o bien dándole crédito, o como una prueba más del
triunfo de la humildad.
El último carolingio vivo a la muerte de Luis V era su tío Carlos, obligado a la profesión monástica por Hugo Capeto.
Recuérdese que Carlos de Anjou, hermano de Luis IX, estaba desposado con Beatriz, hijo del último conde de Provenza,
Ramón Berenguer IV, por lo que esta riquísima comarca pasó a la familia real francesa.
Porque la boda había sido realizada mediante la coacción y el engaño. Ahora se abre un pasaje lleno de sarcasmo donde se
da cuenta de las rapiñas y latrocinios cometidos por los últimos Valois.
Corradino, hijo de Corrado IV y nieto de Manfredo fue hecho decapitar por Carlos de Anjou en 1268, a los 16 años, tras la
batalla de Tagliacozzo, dando fin a la dinastía suaba.
La leyenda de que Carlos de Anjou hizo envenenar a Tomás de Aquino carece de fundamento.
Carlos de Valois, hermano de Felipe IV, llamado a Italia por Bonifacio VIII, llegó a Florencia en 1301, siendo la
principal causa de la ruina de los güelfos blancos y del propio Dante.
La traición y la mentira.
Carlos II de Anjou, hijo de Carlos I, muerto en 1309. Estuvo prisionero de los aragoneses desde 1284 a 1288, tras una
batalla naval, y casó a su hija Beatriz con Azzo VIII de Este, señor de Ferrara en 1305 a cambio de una grandísima dote.
Es citado por Dante en otros lugares de la Comedia: Purgatorio, VII, 127 9; Paraíso, VI, 106 108; XIX, 127 29.
Alude a uno de los hechos más vergonzosos de la historia de la época, cual fue la cautividad de Bonifacio VIII en 1303, a
manos de Guillerrno Nogaret, enviado de Felipe el Hermoso, que puso fin a una antigua rivalidad llena de excomuniones por
una parte y de intentos de revocar al pontífice por la otra. Bonifacio murió pocos meses después. Dante odiaba
personalmente sin disimulo a Bonifacio VIII, pero no puede justificar la vejación de la que es objeto la figura del
vicario de Cristo. Por otra parte, su odio contra Felipe IV, como vernos, es aún mayor y sin condiciones.
El propio Felipe el Hermoso. Así fue llamado, en un discurso que Dante pudo haber conocido, por el papa Benedicto XI en
1304.
En 1307 el rey francés disolvió el Temple, tras quemar a sus dos maestres, para adueñarse de sus muy cuantiosas
posesiones, con la ayuda del papa francés Clemente V a quien conocimos en el Infierno.
97 102 Acabada la diatriba contra los Valois, Hugo Capeto contesta a la segunda pregunta de Dante, es decir, por qué
repite las alabanzas de la pobreza con las que ha comenzado el canto. Por la noche estas alabanzas se vuelven
excecraciones contra la codicia.
Pigmalión no confundir con el escultor de la leyenda es un rey de Tiro que mató a sus parientes para adueñarse de sus
bienes (Eneída, I, 340 51).
El conocido Midas, que pidió a los dioses que lo que tocase se convirtiera en oro, y murió de inanición (Metamorfosis,
XI, 85 145).
El hecho es citado en Josué, VI, 17 19, y VII, 1 26.
Safira y su marido quisieron estafar a San Pablo en la venta de un campo (Hechos, V, 1 ll ).
Heliodoro intentó adueñarse de los tesoros del templo de Jerusalén, cuando fue derribado por un ángel montado a caballo
(2 Macabos, III, 7 40).
Otro personaje de la Eneída. Polinéstor era rey de Tracia, mató por codicia a su tío Siqueo, esposo de Dido (Eneída, III,
19 68). Polidoro, hijo de Príamo y Hécuba (Infierno, XXX, 16 21).
Se trata de M. Licinio Craso, que compartió el triunvirato con César y Pompeyo, famosísimo por sus riquezas , murió en el
53 a.C. luchando contra los partos que le hicieron beber oro derretido (Cicerón, De officiis, I, 30).
Latona, madre de Apolo (el sol) y Diana (la luna) se refugió en Delos para huir de los celos de Hera (Metamorfosis,
VI, 189 y ss.).
Son las palabras que en Lucas II, 14, dirige el ángel a los pastores de Belén.
El innato deseo humano de saber sólo se sacia con la revelación divina. El episodio de la samaritana está en Juan, IV, 6
15.
Porque se encuentra llena de las almas tendidas de los avariciosos.
El episodio de la aparición de Cristo resucitado a unos discípulos en el camino de Emaús está, en efecto, en Lucas, XXXV,
13 15.
Se trata de la sombra de Estacio, como veremos más adelante.
El designio infalible de Dios.
Virgilio está condenado a permanecer en el limbo.
De las tres parcas que rigen la vida de los mortales, Cloro prepara la lana, Láquesis la hila, y Atropos se encarga de
cortar el hilo cuando el hombre muere.
Un alma que, creada en el ciclo, al cielo retorna después de haberse purificado.
Es decir, la puerta del Purgatorio.
Se refiere a Iris.
Cuando un alma se siente del todo purificada siente un deseo irrefrenable de ascender. Antes también lo deseaba, pero el
talento, es decir, su voluntad condicionada de espiar la culpa, se lo impedia.
Publio Papinio Estacio nació en Nápoles hacia el año 50 y murió en la misma ciudad en torno al 96. Fue uno de los
principales representantes de la llamada edad de plata romana, y en la Edad Media estimado al par que Virgilio, por sus
poemas épicos la Tebaida y la Aquileida que quedó inconcluso. Hasta el siglo XV no fue conocida su obra Selvas,
descubierta en un monasterio suizo por el humanista Poggio Bracciolini, y hasta ese mismo siglo era confundido con Lucio
Estacio Ursolo, retórico de los tiempos de Nerón, nacido en Tolosa. Tito destruyo Jerusalén durante el reinado de su
padre Vespasiano en el año 72.
El nombre de poeta.
La Tebaida trataba de la rivalidad entre Eteocles y Polinice, hijos de Edipo; la Aquileida pretendía narrar todo el ciclo
de leyendas sobre este héroe griego, pero no pudo concluirla. Como vemos en estas notas, el primer poema es una de las
fuentes principales de la Comedia No así el segundo.
Es decir, «el ejemplo de la Eneída fue lo que me impulsó en mi labor de poeta épico, al igual que la de gran cantidad de
imitadores».
Por haber conocido a Virgilio, Estacio hubiese consentido permanecer un año solar, o un cielo solar, que consta de
veintiocho años, más de lo debido, en el Purgatorio.
La gente de natural sincero, como Dante, no puede disimular sus sentimientos.
Alusión a una nueva bienaventuranza: «Bienaventurados los que tienen sed y hambre de justicia, porque ellos serán
saciados» (Mateo, V, 6). El ángel sólo llega al «tienen sed».
Cualquier amor nacido de la virtud, sólo con manifestarse externamente suscita otro.
Décimo Junio Juvenal, contemporáneo de Estacio y admirador de la Tebaida, fue el famoso poeta de las Sátiras.
Corta para estar más tiempo con Estacio, pues cuando acabe tendrán que separarse.
Virgilio ha pensado, lógicamente, que el pecado de Estacio fuese la avaricia, vicio impropio de un hombre sabio, pues no
sabe ni nosotros lo sabíamos hasta ahora que en las cornisas del Purgatorio se purifica un vicio y el exceso contrario;
el pecado de Estacio, pues, fue la prodigalidad.
El verso de Virgilio (Eneida, I, 56 57) dice: «Quid non mortalia pectora cogis / auri sacra fames», donde «sacra» tiene
el significado de «execrable».
En el círculo de los avaros y los pródigos, Infierno, VII.
Por prodigalidad, que es considerada pecado pocas veces.
Es la primera noticia (y el único caso) que conocemos de esta particularidad del Purgatorio.
La doble tristeza de Yocasta son los gemelos Eteocles y Polinices, protagonistas de la Tebaída de Estacio, como ya hemos
visto
Dante alude ahora a Virgilio como poeta bucólico, contraponiéndole a Estacio poeta épico, porque el pasaje que encaminó a
Estacio a la salvación fue la famosa supuesta profecía mesiánica de la égloga IV (ver más abajo) en la que Virgilio
debía aludir al nacimiento de un vástago de la familia imperial, o de rico Polión protector del poeta, y posteriormente
se tomó como anuncio de la venida de Cristo, lo que contribuyó a sacralizar la figura de Virgilio y ponerla la par de los
profetas bíblicos, atravesando de esta forma toda la Edad Media.
De San Pedro, es decir, de la Iglesia.
«Por ejemplo, de tu Eneida, y las palabras de la citada égloga» (vv. 65 66).
Domiciano, hijo de Vespasiano, fue emperador del 81 al 96. Su persecución contra los cristianos, comúnmente admitida
desde el siglo II, es hoy en día puesta en entredicho por los modernos historiadores.
En el original, «E pria ch'io conducessi i Greci a’fiumi / di Tebe poetando». Es decir, no sólo antes de comenzar el
poema (como se desprendería de la traducción), sino, en concreto, el libro IX. Apunto otra posible traducción,
igualmente incompleta: «Y antes de que a los griegos condujera / a los ríos de Tebas, bauticeme.»
Acabada la historia de su vida, Estacio pide a Virgilio noticias de algunos de los principales poetas latinos: los
comediógrafos Terencio, Plauto y Cecilio; Vario Rufo fue amigo de Horacio y Virgilio.
Persio, el autor de las célebres sátiras (34 62 d.C.)
Homero. Todos están, pues, en el limbo.
Del Parnaso, en donde están las musas.
Cita ahora Virgilio a varios autores griegos y a diversos personajes del poema la Tebaída de Estacio, que para la época,
recordémoslo, tenían todas las garantías de haber sido personajes reales, corno los de la Eneída o el resto de las
leyendas mitológicas.
La única hija de Tiresias, el adivino tebano, que cita Estacio en la Tebaida es Manto, a la que Dante ha colocado junto
su padre en el círculo octavo (Infierno, XX). Su mención aquí ha provocado una larga disputa entre los comentaristas.
Tetis y Deidamia son personajes de la Aquileida
Eran sobre las once de la mañana.
Tenía la forma de cono invertido.
Varios ejemplos de templanza: María, que en las bodas de Caná no pensaba en comer, sino en la verguenza de los novios;
las matronas romanas de la república, el eco de cuya virtud llega hasta el propio Quevedo; el profeta Daniel, que no
quiso comer en la mesa de Nabucodonosor para evitar contaminarse (Daniel, I, 3 20), los moradores de la edad de oro,
que sólo se alimentaban de bellotas (recuérdese la alabanza de Don Quijote) y finalmente Juan el Bautista, del que
hablan Marcos (1, 6) y Mateo (III, 4).
El cazador.
Se trata de un verso del famoso Miserere, es decir el salmo L 17: «Abre,
Señor, mis labios, y mi boca cantará sus alabanzas.»
Son las almas de los glotones.
Erisitone, hijo del rey de Tesalia, habiendo cortado una encina consagrada a Ceres fue condenado por ésta a padecer un
hambre insaciable, hasta el punto de devorar a una hijita suya y a sí mismo. Lo cuenta Ovidio en Metamorfosis, VIII, 726
881.
Referencia a los padecimientos de los judíos en el cerco de Jerusalén por Tito, al que aludió en Purgatorio, XXI, 82.
María es la hebrea María de Eleazar Lo cuenta Flavio Josefo, Bell. ivd., VI, 3.
Opinión difundida entre predicadores medievales.
Forese Donati, hermano del cruel Corso y de la joven Piccarda que encontraremos en el Paraíso (Paraiso, III, 46 y ss.),
fue amigo de la juventud florentina del poeta, que estaba casado con su prima Gemma. Era llamado Bicci Novello, es decir,
Bicci el joven, y murió en 1296. Se conserva una tensón de seis sonetos satíricos que ambos se intercambiaron en 1290,
llenos de burlas no siempre inocentes. Su gula debía ser probervial, pues ya alude a ella Dante en dicha tensón juvenil.
Dante quiere que antes de contarle a Forese su vida, ésta le explique cuál es la forma de su castigo.
Porque la purgación les conducirá al Paraíso.
Recordad las palabras de Cristo en la cruz . «Dios mío, Dios mío, por qué me has abandonado» (Mateo, XXVII, 46; Marcos,
XVI, 34).
En el Antepurgatorio de los tardos en arrepentirse.
Apenas sabemos nada de la mujer de Forese, sólo que Dante en el primer soneto cruzado con su amigo le había presentado
sola y abandonada por éste en su lecho. Las palabras de Forese contradicen aquel viejo ataque, y le dan pie a una
invectiva contra la corrupción de las florentinas.
Región semisalvaje de Sicilia, comparada aquí con la misma Florencia.
El castigo del látigo.
Es decir, dentro de unos quince años. En 1315, en que tuvo lugar la batalla de Montecatini, donde fueron derrotados los
negros florentinos, pero la profecía de Forese acaso tenga un valor genérico, como tantos otros pasajes de la Comedía
ll4 La sombra que proyecta Dante.
Dante tenía al parecer muchos motivos para reprocharse el tipo de vida que llevaba en los años de su amistad con Forese.
La luna.
Estacio sube más despacio de lo que lo hubiera hecho si no se hubiese encontrado con su admirado Virgilio.
Encontraremos a Piccarda en Paraíso, III, 34 y ss.
El poeta y notario de Lucca, Bonagiunta Orbiciani, aún vivo en 1296 pertenecía a la corriente poética contraria al dolce
stil nuovo, que seguía la convenciones de la escuela siciliana y provenzal. Fue atacado por Dante en «De Vulgari
elocuentia».
El papa francés Simon de Bries, llamado Martín IV (1281 85). Favoreció la política proangevina en Italia. En efecto,
dicen que remojaba las anguilas en vino para que resultaran más sabrosas.
Porque así puede llevar noticias de ellos a la tierra.
Ubaldino degli Ubaldini, hermano de Ottaviano (Infierno, X, 120) y de Ugolino de Azzo (Purgatorio, XIV, 105) y padre
del cardenal Ruggieri que vimos en Infierno, XXXIII. Bonifacio dei Fieschi fue sobrino del papa Inocencio IV y llegó a
ser arzobispo de Rávena en 1274, cuyo báculo estaba rematado por una torre. Murió en 1294.
Marchese degli Arglioso, de Forlí, fue podestá de Faenza en 1296. Se cuenta que al preguntar qué opinión tenía de él el
pueblo le respondieron que se hablaba de lo mucho que bebía, a lo que él contestó: «¿Por qué no dicen que siempre tengo
sed?»
Gentucca Morla, que aún era una niña en 1300, fue una mujer amada por Dante que la conoció en Lucca en 1308. Estaba
casada con Buaccorso Fondora. Este amor reconciliará a Dante con una ciudad con la que siempre había sido renuente
(Infierno XXI, 41 42).
El primer verso de la primera canción de La Vita Nuova «Donne ch'avate inteletto d’amore», una de sus composiciones
juveniles preferidas por el propio Dante. Lo que diferenciaba la nueva poesía de la antigua era la espontanceidad y la
sinceridad, frente a lo artificioso y retórico de la vieja escuela de Buonagiunta o de Guittone de Arezzo (Purgatorio,
XXVI, 124 126), que representa la poesía toscana, o del notario Jacobo Lentini, secretario de Federico II, que
representa la siciliana.
De este verso ha salido el nombre de la escuela poética a la que perteneció el propio Dante, junto con Guido Gunizzelli,
Guido Cavalcanti y Lapo Gianni.
A Corso Donati, hermano de Forese, el principal enemigo de Dante y causante de su ruina. Murió en 1308 en una escaramuza contra los propios negros, o contra los catalanes. Su muerte es narrada de diversas maneras. Dante cruelmente, por boca
de un impávido Forese, lo pinta arrastrado hasta el Infierno atado a la cola del caballo, que era la muerte propia de los
traidores.
Es decir, dado el giro a la curva del monte, que antes impedía ver el árbol.
Ejemplos de intemperancia puestos tal vez en la boca de un ángel. Los centauros, embriagados en las bodas de Piritoo e
Hipodemia, intentaron raptar y violar a las mujeres de los lapitas, siendo vencidos por Tesco. Los centauros habían
nacido de una nube a la que Zeus dio la forma de Juno, y de Ixión (Metamorfosis, XV, 210, 535).
El segundo ejemplo está tomado de Jueces, VI. Gedeón sólo llevó al combate contra los madianitas a trescientos de sus
hombres que tomaron el agua con las manos, dejando al resto que había bebido inmoderadamente (Jueces, VI, 11; VII, 25)
El ángel que les indica el paso al séptimo recinto, que con sus alas perfumadas borra la P de la gula de la frente de
Dante.
Siguiendo el son de la voz que ha escuchado.
Paráfrasis de Mateo, V, 6: el hambre y la sed de justicia se oponen a la gula.
Son alrededor de las dos de la tarde
«Tienes tensada la cuerda del arco hasta tocar el hierro de la flecha.»
«Cómo pueden adelgazar los que ya son sólo espíritus.»
La leyenda contaba que un oráculo había profetizado la muerte de Meleagro, príncipe de Caledon, el día que se extinguiese
un tizón que su madre había guardado. Airada la reina contra su hijo por haber matado a dos hermanos de aquélla, arrojó
al fuego el tizón que se consumió rápidamente y con él la vida de su hijo (Metamorfosis, VII, 260 546).
El problema de la relación entre el cuerpo y el alma era central en la filosofía de la época. Dante, por boca de Estacio,
que es cristiano a diferencia de Virgilio, va a intentar ahora una explicación convincente. Para el comienzo de este
pasaje recuérdese que en la Florencia democrática Dante se había inscrito, no sin razón, en el gremio de los médicos.
37 y ss. La sangre que no es necesaria para el alimento de los órganos adquiere en el corazón del padre la virtud de
crear miembros nuevos, y al descender a los testículos se convierte en semen que se une con otra sangre perfecta en la
matriz de la mujer, dando lugar al proceso de la generación. En este proceso la sangre femenina es el principio pasivo y
la masculina, que procede de corazón, el activo.
En el semen del hombre está ya el germen de la vida vegetativa. Pero mientras en las plantas es su estado perfecto, en el
hombre es el comienzo de una larga evolución que describe seguidamente: vegetativa, sensitiva y racional.
Averroes (Infierno, IV, 144) negaba la doctrina aristotélica recogida por los escolásticos de que nuestra razón fuera
doble, el intelecto agente, que dirige el conocimiento sensible, y el intelecto posible, que da el intelectivo. Este
segundo era, para el filósofo musulmán, un principio intemporal, abstracto y común para todos, separado de un alma
únicamente sensitiva y particular (vv. 64 66). Esta doctrina, pues, anulaba la idea de la vida ultraterrena del alma
invidual.
37
La creación de la inteligencia racional humana es obra directamente de Dios, a diferencia del estadio vegetativo y
sensitivo, que evolucionan espontáneamente desde el principio de la concepción.
La razón recién formada integra ahora los dos estadios anteriores.
El ya citado intelecto posible.
Recuérdese que Laquesis es la Parca que teje el hilo de nuestra vida.
Una vez muerto el cuerpo, la vida vegetativa y la sensible («lo humano») quedan mudas porque carecen de órganos para
sustentarse, dejando al alma completamente pura, con sus tres facultades superiores («lo divino»).
En la del Aqueronte si está condenada; en la desembocadura del Tiber si es digna del Purgatorio.
El alma entra ahora en acción irradiando en torno suyo como una especie de cuerpo aéreo, o de ectoplasma, en el cual la
vida vegetativa y la sensible pueden volver a encontrar una especie de acomodo.
Los viajeros han llegado ya al séptimo círculo, el de los lujuriosos.
El viento que sopla desde el exterior hace que las llamas se plieguen contra la pared, dejando un estrecho camino a los
viajeros.
Summao, Deus clementiae, es un himno propio de la mañana del sábado, muy apropiado para los lujuriosos.
Como ya estamos acostumbrados, aparecen ejemplos de castidad. El primero son las palabras de María poniendo de manifiesto su virginidad al ángel que le anuncia su próximo parto (Lucas, I, 34).
Las ninfas que acompañaban a Diana debían guardar, como ella misma la castidad, pero Elice fue seducida por Zeus
(Metamorfosís, II, 401 530).
Deben ser las cuatro o cinco de la tarde.
Para no dejar de purificarse, que es el único deseo de estas almas.
Es el ama de Guido Guinizzelli, como ya veremos.
Las almas que han aparecido antes van en la misma dirección que los viajeros de izquierda a derecha y éstas vienen de
frente. Esto alude, como veremos, a su condición de pecadores contra natura.
Unos son los lujuriosos que pecaron de homosexualidad; el pecado de los otros es, como se verá más adelante, hermafrodita,
es decir, entre hombre y mujer.
Lo cuenta Suetonio en su vida de César. La voz popular aludía a las relaciones que el joven César había mantenido con
Nicomedes, rey de Bitinia. Años después sus legionarios le cantaban: «César sometió las Galias y Nicomedes a César.»
Guido Guinizzelli nació en torno a 1230, en Bolonia, y perteneció al bando obelino. Fue autor de un breve cancionero
amoroso, renovó la escuela poética doctrina del norte de Italia y se acerca al nuevo estilo florentino (ver Purgatorio,
XXIV).
Se refiere Dante a un pasaje de la Tebaída de Estacio. Isifile (Purgatorio,
XXII, 112), esclava del rey Licurgo, abandonó al hijito de éste mientras iba a enseñar a los griegos la fuente Langía, y
el niño murió picado por una serpiente. Condenada a muerte la esclava, fue rescatada de la hoguera por sus hijos
(Tebaída, V, 720 22).
Guido Guinizzelli señala a Arnaut Daniel, el famoso poeta provenzal del Trovar clus, que floreció entre 1180 y 1200 en la
corte de Ricardo Corazón de León. Fue especialmente admirado por Dante, como se demuestra en De Vulgari Eloquientia. De él se nos ha conservado sólo un pequeño cancionero.
En el original «parlar materno», o lengua vulgar, se opone a la «gramática» o latín. Recuérdese que este apelativo, «il
miglior fabbro», fue aplicado por T. S Eliot a Ezra Pound, ferviente admirador de la poesía provenzal y stilnuovista.
El Limosín es Giraut de Bornelh, conocido entre 1175 y 1220. lntrodujo en la poesía provenzal formas más populares y
cultivó gran variedad de géneros. Dante debe reprocharle la simpleza de su estilo.
Guirtone de Areno nació en tomo a 1230, vivió en Florencia y murió en 1294. Fue un escritor fecundísimo, y la cabeza de
la escuela doctrinal (Purgatorio, XIV, 56). Dante no le fue muy favorable en sus juicios, por las misma razones que
respecto a Giraut Bornelh.
Es decir, salvo el final: «No nos dejes caer en la tentación ... »
El trovador provenzal habla, como sería natural, en su propia lengua. «Tanto me complace vuestra cortés pregunta / que no
puedo ni quiero esconderme de vosotros / Soy Arnaldo que llora y va cantando / pensativo veo la pasada locura / y alegre
veo el gozo que espero, delante / Ahora os pido por aquel Valor / que os guía hasta lo alto de la escalera / que os
acordéis a tiempo de mi dolor.»
Está anocheciendo en la montaña del Purgatorio, mientras amanece en Jerusalén. En España era medianoche, y en la India,
mediodía.
Comienzo de la sexta bienaventuranza «Bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Dios» (Mateo, V, 8).
Es una exhortación a la castidad.
Al que escucharán mientras estén cruzando el fuego en señal de purificación. Dentro de las pruebas iniciáticas que Dante
está atravesando a lo largo de este viaje, la del fuego va a ser la que le cueste un mayor esfuerzo para vencer su miedo,
pero una vez vivida, ya dejará atrás todo sufrimiento.
Cfr. Infierno, XIX, 50 51.
No olvidemos que Dante había sido condenado a morir en la hoguera por los negros, cosa que tal vez hubiese ocurrido de
haber caído el poeta exiliado en manos de sus perseguidores.
Cfr. Infierno, XVII.
Porque el vestido no se quemará.
La leyenda está en Metamorfosis, IV, 55 166. Habiéndose citado a las afueras de Babilonia los amantes Píramo y Tisbe,
ésta, que había llegado primero, se vio forzada a huir de una leona, dejando detrás su velo desgarrado. Al llegar el
joven pensó que su amada había muerto, se suicidó, y a su regreso, también Tisbe, tiñendo de rojo un moral que había allí
cerca.
Estacio, que había caminado entre Virgilio y Dante, se coloca ahora detrás de éste para darle protección.
Las palabras que atribuye Mateo a Cristo (Mateo, XXV, 34), dirigiéndose a sus elegidos en el juicio. Quien las entona
es el ángel que guarda el último círculo y que debe haber quitado la última P de la frente de Dante.
Por tercera vez duerme Dante en el Purgatorio y por tercera vez tiene un sueño premonitorio, siempre a la hora antes del
alba. Citerca (v. 95) es el planeta Venus.
Se trata de Lía, hermana de Raquel y esposas ambas de Jacob (Génesís, XXIX), la una, fea y fecunda; la segunda, bella
pero estéril, que alegorizan la vida activa y la contemplativa, respectivamente, como las evangélicas Marta y María.
El espejo de Raquel es Dios mismo.
Es el amanecer del 13 de abril.
La Felicidad, representada en el Paraíso Terrenal.
Como Raquel o como Lía.
Bellísimas estas palabras de Virgilio, que anticipan su próxima despedida.
Hacia occidente.
El pinar de Classe se encuentra muy cerca de Rávena. Eolo es el dios que gobernaba los vientos, guardándolos en una
caverna.
Si en la selva salvaje del canto I del Infierno le impedían el camino tres fieras, en esta selva antigua lo hace un manso
arroyo. Se trata del Leteo.
La aparición de esta muchacha ha sido anticipada por el sueño del canto anterior. Se trata de Matelda, personaje sobre
cuya formación mucho se ha discutido, pero que junto con Beatriz puede formar la pareja dantesca equivalente a Lía y
Raquel que vimos antes. O tal vez, mejor, representar la santa felicidad terrena. Como vemos, para Dante, el antiguo
poeta del dulce estilo nuevo, las figuras femeninas son de una importancia capital en su gran poema épico cristiano.
Proserpina fue raptada por Hades, dios de los infiernos, cuando recogía flores con sus compañeras, en Sicilia.
Herida Venus casualmente por una flecha de su hijo Cupido, se enamoró perdidamente de Adonis, muerto trágicamente
(Metamorfosis, XX, 525-26).
El Helesponto, que Leandro atravesaba todas las noches a nado para reunirse con su amada Hero, hasta su trágica muerte en una tempestad (Ovidio, Heroidas, XVIII, 139 y ss.). Jedes pasó el estrecho en un puente de barcas después de haber
mandado azotar al mar, pero luego fue derrotado por los griegos.
Salmo XCI: «Señor, me has alegrado el corazón con tus obras, yo me gozo en las obras de tus manos.»
De lo que Estacio había dicho acerca de la ausencia de fenómenos meteorológicos en el Purgatorio.
Bueno e inclinado al bien.
Para que las perturbaciones meteorológicas no molestaran al hombre en el Paraíso terrenal, colocó éste en un lugar tan
alto que no le alcanzaban.
En la puerta del Purgatorio.
El Aire gira junto al Primer Móvil, pero se encuentra con el obstáculo de la selva del Edén, y da lugar al suave viento
del que allí se goza.
Las plantas movidas por el aire, lo impregnan de sus semillas, y éste luego las esparce.
El hemisferio de los vivos.
Porque procede de las semillas que el viento trae desde el Paraíso terrenal.
El agua del Leteo no procede de la lluvia, sino del propio Dios.
Los griegos consideraban al Leteo como un río infernal, cuyas aguas hacían olvidar la vida pasada a los muertos. Dante lo
coloca en el Edén y sólo le hace quitar la memoria del pecado. El otro río, el Eunoé («Buena mente»), de invención
dantesca, devuelve la memoria de las buenas acciones.
Advertir cómo Dante se complace en hacer concordar la cultura clásica con la concepción bíblico cristiana. Para la Edad
de Oro Dante se inspira en el Libro I de las Metamorfosis.
Salmo XXXI, 43: «Bienaventurados aquellos a los que se han perdonado sus pecados.»
Dante invoca a las musas, sobre todo a Urania, musa de la astronomía habitadoras del monte Helicón del cual manaban las
fuentes Aganipe e Hipocrene, cuyas aguas tenían virtudes de inspiración poética.
Se va a abrir ahora una larga y compleja alegoría de la iglesia representada en la larga procesión cuya descripción ocupa
el resto del canto. «La distancia me hacía creer que veía siete árboles de oro. Luego me di cuenta de que eran
candelabros.» Acaso alegorizan los siete dones del Espíritu Santo o/y los Siete Sacramentos.
La percepción sensible.
En la luna llena.
El arco Iris y el halo de la luna, llamada Delia por la isla de su nacimiento.
¿Los diez mandamientos?
Los ancianos del Antiguo Testamento, que anuncian la Iglesia, y van alabando a María.
Los cuatro animales de la visión de Ezequiel (Ezequiel, I, 4), y del Apocalipsis de Juan (Apocalipsis, IV, 608), con
quien Dante concuerda en el número de alas, frente a las cuatro que le atribula el profeta. No debe tratarse de cuatro
animales distintos (águila, toro, león, hombre), sino de cuatro animales iguales, con cuádruple rostro y compuestos con
distintos elementos. Representan los cuatro Evangelios.
La propia Iglesia, arrastrada por un grifo mitad león, mitad águila , que simboliza a Cristo con su doble naturaleza.
Las dos ruedas del carro vuelven a aludir al viejo y nuevo testamento; o los dos mandamientos que resumen todo el
decálogo: el amor a Dios y el amor al prójimo.
Para algunos comentaristas, las alas del grifo tienen en medio el don de la fortaleza y el Sacramento de la Eucaristía.
La parte de águila es de oro, pues simboliza la naturaleza divina; la de león roja y blanca, símbolo de la humana que
sufrió el tormento de la cruz siendo inocente.
Alusión a los triunfos de Augusto o de Escipión el Africano, como ejemplos de fastuosos carros humanos: y al carro del
sol que condujo Faetón antes de ser fulminado por Júpiter a causa de los daños causados por su inexperiencia
(Metammfosis, II, 107 10).
Las tres virtudes teologales: la caridad, de rojo; la esperanza, de verde; la fe, de blanco. Quién de las tres guía la
danza, y con el canto de cuál de ellas se acompasan, tienen también un valor alegórico. Los dominicos pensaban en la
primacía de la fe sobre la caridad, y los franciscanos sostenían una opinión contraria.
Las cuatro virtudes cardinales: prudencia, justicia, fortaleza y templanza. La primera posee tres ojos para ver el futuro,
el presente y el porvenir y poder juzgar y obrar por ello rectamente.
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San Lucas, que era médico, autor de los Hechos de los Apóstoles. Los «animales más queridos» por la naturaleza son los
hombres.
San Pablo, autor del mayor número de epístolas, con la espada de su elocuencia, que hiere, en lugar de curar, como el
anterior.
San Pedro, Santiago el Menor, San Juan y San Judas Tadeo, autores del resto de las Epístolas.
San Juan, como autor del Apocalipsis.
Símbolo de la caridad cristiana y del martirio.
1 6 Dante habla de los siete candelabros como si fuesen la constelación de la Osa Mayor del cielo empíreo. Dicha
constelación en el cielo terrestre guía siempre a los marineros, porque siempre señala el septentrión, el norte.
Los veinticuatro ancianos simbolizan los veinticuatro libros del Antiguo Testamento; aquel de ellos que ahora canta es el
correspondiente al Cantar de los Cantares. Se trata de una invitación dirigida a Beatriz para que aparezca.
En el juicio Final.
«A la voz de tan importante anciano.» El Cantar de los Cantares estaba atribuido a Salomón.
Canto entonado por los habitantes de Jerusalén a la entrada de Jesús el Domingo de Ramos (Mateo, XXI).
«Dad lirios a manos llenas», verso de la Eneída, VI, 883, con el que Anquises, padre de Eneas, recibía a un sobrino de
Augusto en los Campos Elíseos.
Habían pasado diez años desde la muerte de Beatriz.
Dante había conocido a Beatriz cuando ésta tenía nueve años y él no era mucho mayor. De esta pasión infantil ya nos había
hablado en la Vita Nova.
Virgilio ha desaparecido sin decir ni una sola palabra, justo en el momento en que Beatriz hace su aparición.
Todas las bellezas del Edén, perdidas por culpa de Eva, no bastaron consolarme de la pérdida de Virgilio.
Es posible que el tono que emplea aquí Beatriz en las primeras palabras que dirige a su antiguo enamorado no sean de
dulzura, si no más bien de severidad y aspereza. Es la única vez que se escucha el nombre del poeta en toda la Comedia, y
lo escucha en un momento de reproche. De otra manera hubiese sido síntoma de orgullo.
El olivo, que simboliza la paz.
«Cómo has podido venir a este lugar destinado a los virtuosos, cuando conozco la vida extraviada que has llevado después
de mi muerte», parece ser el sentido del nuevo reproche de esta rigurosa Beatriz que Dante encuentra.
Salmo XXX (1 9), que las angélicas voces no concluyen,
Los ángeles cantan siempre en conformidad con las esferas celestes.
A los ángeles que habían entonado el salmo apiadándose de Dante.
Por la influencia natal de los astros y por especial favor de la divinidad.
En el original, «La sua vita nova». Beatriz, en efecto, va a hacer ahora referencia a hechos relatados por Dante en dicha
obra.
«La otra» puede referirse a una real anécdota amorosa de Dante, pero también si Beatriz simboliza la teología, puede
indicar la inchnación, peligrosa, de Dante por el saber filosófico.
Lo cuenta el propio Dante en Vita Nuova, XXIX y XLII.
«Dirigiendo directamente a mí sus palabras, que cuando hablaba con los ángeles me habían parecido tan duras.»
Por el río Leteo, que quita la memoria del pecado, y del cual Dante no ha bebido aún.
De los otros bienes, es decir, los mundanos.
No para afilar la espada, sino al contrario, para atemperar su rigor.
«Si cuando yo vivía era tu sumo placer, al faltar yo qué otra cosa podía satisfacerte.»
61 63 El pajarillo inexperto no sabe huir a tiempo, contrariamente a lo que hacen los pájaros maduros y experimentados.
«Porque va no eres un niño » La iconografía de Dante nos lo presenta siempre afeitado, al uso florentino que seguía la
moda de la Roma republicana. En el resto de Italia la barba era distintivo de autoridad, con lo que es posible que el
poeta se la dejara crecer posteriormente para dar mayor relieve a su figura de hombre sabio.
Jarba era rey de Libia, por tanto la perífrasis significa el viento del sur.
Hacia el grifo, es decir, Cristo.
Dante se desmaya, por lo que no puede contar lo ocurrido mientras duró su pérdida de conocimiento.
Matelda.
«Rocíame con el hisopo y quedaré limpio», salmo I, 9.
Las virtudes cardinales que formaban la Cruz del Sur (Purgatorio, I)
Las tres virtudes teologales.
El grifo no cambiaba, sino tan sólo su reflejo en los ojos de Beatriz.
Las virtudes teologales son superiores a las cardinales.
La primera belleza son los ojos; la segunda, la sonrisa, de la que ha sido hasta ahora bastante avara para con Dante.
Cualquier poeta que bebiera de la fuente Castafia que mana del monte Parnaso.
Porque Beatriz se levanta el velo que hasta el momento la cubría.
Los diez años que desde 1290 a 1300 ha estado sin ver a su amada tras la muerte de ésta (cfr. XXX, 34).
La luz de los candelabros, que es «poco» en cornparacion con la vision de
Beatriz.
Caminando hacia oriente.
La rueda derecha.
Desierta porque no la habita ningtín ser humano por culpa del pecado de Eva.
El árbol de la Ciencia del Bien y del Mal.
Cristo, con su naturaleza humana, fue, naturalmente, concebido sin pecado original.
Según una vieja leyenda ilustrada por Piero della Francesca en Arezzo, el árbol con el que se fabricó la cruz procedía
del árbol de la Ciencia. Así es posible que el timón del carro simbolice la cruz de Cristo, eje de la Iglesia misma.
La de Aries, es decir, cuando llega la primavera, tras la constelación de Piscis.
La labor redentora de Cristo hace que el árbol vuelva a florecer, pero sus flores tienen el color de la pasión.
A diferencia de otros muchos himnos que ha escuchado durante su viaje por el Purgatorio.
Hermes adormeció a Argos antes de matarle (Purgatorio, XIX, 95) contándole la historia de la ninfa Siringa (así en
Metamorfosis, I, 568 747).
Dante compara la sorpresa de despertar con la que experimentaron los tres apóstoles cuando cesó la transfiguración de
Cristo (el manzano) en el monte Tabor. Los apóstoles volvieron de su desmayo por la palabra del propio Cristo, que
también ha sido capaz de resucitar a los muertos, como Lázaro.
Es oscuro el valor simbólico de esta escena. Acaso como custodia del vínculo entre Cristo y la Iglesia.
No pude seguir escuchándola al ver allí cerca a Beatriz.
En el cielo
La visión que ahora sigue es una alegoría de la historia de la Iglesia.
En primer lugar el águila, símbolo de Roma, representa las primeras persecuciones.
La vulpeja simboliza las herejías de los primeros siglos del cristianismo, ahuyentadas por la revelación divina.
Ahora el águila de Roma no persigue a la Iglesia, sino que la colma de sus riquezas. Se refiere quizás a la apócrifa
donación de Constantino, origen del poder temporal de Roma y con él de todas sus actuales desgracias.
Mahoma, cuya nueva religión apartó a tantos pueblos del cristianismo, o acaso mejor, el cisma de Oriente.
Los dones ofrecidos por Constantino acaso fueran ofrecidos con buena intención, y ahora cubren todo el carro, es decir,
se acrecentó el poder y la riqueza de la Iglesia.
Así enriquecida la iglesia se convirtió en un monstruo, víctima de los siete pecados capitales.
Los pecados más graves (soberbia, envidia, ira) se representan con dos cuernos, los más leves, sólo con uno.
La Curia romana de la época de Dante, dispuesta a entregarse al mejor postor.
Felipe IV de Francia, con el que Bonifacio VIII había estado primeramente aliado.
Dante representaba el partido antifrancés. Al mirarle la ramera es castigada por el gigante, lo que puede sirnbolizar el
suceso de Anagni.
El traslado de la corte papal a Aviñón en 1305 es el último suceso importante acaecido a la Iglesia en la época que Dante
escribe el Purgatorio.
Se trata del salmo LXXXVIII, 1: «Oh señor, han venido ¡os gentiles.» Aquí sirve para lamentar la suerte de la Iglesia.
Un grupo de virtudes cantaba un verso y el otro grupo, otro.
El llanto de Beatriz por la Iglesia se compara al de María por Cristo en la cruz.
Las palabras de Cristo a los discípulos: «Dentro de un poco no me veréis y luego de otro poco me veréis» (Juan, XVI, 16)
. Aquí puestas en boca de Beatriz como representación de la teología, que volverá a ayudar a la reforma de la Iglesia.
Por primera vez desde su aparición Beatriz aparece tranquila y calmada, y habla con Dante con indulgencia.
La Iglesia era libre y ahora ya no lo es, pero los culpables de esto deben temer la venganza divina, pues ésta es
irremisible.
Según una tradición supersticiosa de la época, aquel asesino que lograba comer una sopa nueve noches seguidas sobre la
tumba de su víctima, se veía libre de la venganza que pudieran buscar los parientes del muerto.
El imperio no estará vacante por mucho tiempo. De hecho, la corona imperial llevaba sin ser ceñida oficialmente desde la
muerte de Federico II hasta la coronación de Enrique VII.
La cifra en números latinos nos da la palabra DVX, «jefe», que puede hacer de nuevo referencia a Enrique VII, o a un
hipotético caudillo mesiánico. Como es habitual, existen otras muchas interpretaciones a este enigma.
La Esfinge que proponía el enigma que sólo Edipo fue capaz de resolver. Temis, diosa de la justicia, que tras el diluvio
de la mitología griega ordenó a Deucalión y Pirra que arrojasen huesos de su madre para que nacieran nuevos hombres. El
enigma fue resuelto por Prometeo, pues la madre de Deucalión era la tierra, y por tanto sus huesos eran las piedras.
Para entender este pasaje tenemos que comprender un poco el problema de la transmisión de los textos en el medievo. En
Metamorfosís, VII, se lee «Carmina Laiades non intellecta priorum / solverat ingeniis». Refiriéndose a que Edipo, hijo de
Layo, resolvió con su ingenio el enigma. Pero el texto de Ovidio que Dante debió manejar debía estar corrompido,
leyéndose «nayades» por «laiades», y pensé que las náyades resolvieron el enigma de la Esfinge, dando lugar a la
destrucción de los ganados y las cosechas de Tebas.
Dante dice que los hechos futuros serán como las náyades, es decir, sabrán resolver lo oscuro de las palabras de Beatriz.
Pero lo cierto es que los hechos sobre todo la muerte prematura de Enrique VII no dieron demasiada razón al augurio.
Una por el pecado de Adán, sobre la otra no se ponen de acuerdo los comentaristas.
Cinco mil años aguardó Adán en el limbo la bajada de Cristo a los infiernos tras la crucifixión.
La justicia de Dios es inaccesible e inviolable.
El Elsa es un afluente del Arno, de aguas muy calcáreas. Beatriz dice, pues, que si Dante no la entiende es como si
tuviese la mente petrificada por el error o bien oscurecida, como la mora con la sangre de Píramo (Purgatorio, XXVII).
Las palabras de Beatriz son deliberadamente oscuras.
Los peregrinos que volvían de Tierra Santa colocaban como testimonio de su viaje hojas de palmera en el bordón.
Para que Dante se dé cuenta de que la filosofía únicamente es insuficiente para conocer los misterios de la fe, y cuán
lejanos son los caminos de Dios y los de los hombres.
Dante, al haber perdido la memoria de sus pecados bebiendo el agua del Leteo (Purgatorio, XXXI, 102), no se acuerda de
su dedicación a la filosofía humana en detrimento del saber teológico.
Mediodía del 13 de abril.
Leteo y Eunoé surgen de una misma fuente y se separan al igual que el Tigris y el Éufrates. Dante, con tantas emociones
vividas, parece haberse olvidado de las palabras de Matelda en Purgatorio, XXVIII, 130 31.
Hasta aquí no se conocía el nombre de la hermosa muchacha.
En el Empíreo, o cielo de pura luz.
Para relatar lo que Dante vio en el cielo no necesita sólo ayuda de las musas, Calíope o Urania, sino del mismo Apolo.
Las dos cumbres del Parnaso son Nisa y Cirra. La primera dedicada a las musas y la segunda a Apolo. Acaso con ellas se
alegorizan las ciencias humana y divina.
Recuérdese que el sátiro Marsias retó a un certamen musical a Apolo tañendo una flauta que Minerva había arrojado al ver
cómo le deformaba el rostro al tocarla. Apolo tocaba la lira y las musas le dieron la victoria El dios terminó
desollando al sátiro aún vivo.
El laurel, que corona a los poetas y a los generales victoriosos.
Apolo, como es sabido, tenía en Delfos su oráculo y principal santuario.
Por Dafne, hija de Peneo, la desdeñosa amada de Apolo, convertida en laurel. Dante dice que Apolo debería alegrarse
cuando alguien aspira a la gloria poética.
Acabada la invocación, Dante va a especificar la hora en que comenzó su ascensión a los cielos. Los comentaristas no
terminan de ponerse de acuerdo al interpretar las palabras del poeta, pues mientras unos piensan que enlaza directamente
con el final del Purgatorio (mediodía del 13 de abril) para otros no comenzaría hasta el alba del 14. Seguimos esta
interpretación.
La lámpara del mundo es el sol, que en cada época del año sale por una parte del horizonte. En primavera lo hace por un
punto en que coinciden el horizonte, el ecuador, la eclíptica y el círculo equinoccial. También puede suponerse un valor
alegórico de las virtudes teologales y cardinales.
Con la primavera y el signo de Aries.
Allí, en la montaña del Purgatorio; aquí, en la tierra. El hemisferio austral es «todo blanco» y el boreal «negro».
En el hemisferio austral el sol sale por la izquierda.
Se trata del halcón peregrino.
Antes del pecado de Eva.
Otro caso de metamorfosis contada por Ovidio (Metamorfosis, XIII, 898, 968). Glauco era un pescador que, observando que
unos peces volvían a la vida al contacto de unas hierbas, las probó y se convirtió en una deidad marina.
«Si mi ascensión era sólo en alma, o también con el cuerpo.»
La esfera del fuego, que está situada entre la tierra y el cielo de la luna, La idea de la música celeste es pitagórica,
y fue refutada por Aristóteles y sus discipulos medievales. Dante debe tomarla de Boccio.
Un rayo que cae desde lo alto hacia la tierra, no lo hace con tanta rapidez como tú asciendes ahora hacia los cielos.
En latín, «decansé».
Los ángeles.
Toda la naturaleza, es decir, todo lo creado, tiende hacia su creador, aunque lo haga de formas diferentes.
La voluntad divina.
El Ciclo Empíreo es inmóvil y contiene la esfera del Primer Móvil, que es la más veloz de las nueve.
La libertad puede llevar a los hombres al mal.
«Tú tiendes por naturaleza, como el fuego, a elevarte hacia Dios, por tanto no te debes maravillar de tu ascensión más
que de que un río descienda de la montaña al llano.»
Antes de entrar en materia, Dante dirige una admonición a sus lectores, advirtiéndoles de la solemnidad y complejidad de
su nueva materia no tratada antes por ninguno, y reservada sólo a los iniciados en sutilezas teológicas.
Leño, metonimia común por «barco».
El Norte, es decir, la meta de mi Canto.
Cuenta Ovidio en Metamorfosis (VII, 100 y ss.) la sorpresa de los argonautas en la Cólquida, viendo a Jasón (Infierno,
XVIII, 86 87) arando un campo con una yunta de bueyes que expulsaban fuego por la nariz.
El ansia de llegar al Empíreo. Según los cálculos de la antigua astronomía, a unas 84.000 millas por minuto.
Al ciclo de la luna. No «sobre» la luna, sino dentro de ella, pues ésta es como una nube que los cubre. Para Dante
(Monarchia, III, IV, 17 18), la luna está dotada de luz propia.
La maravillosa unión, inexplicable en cualquier otro caso, del cuerpo de Dante con el de la luna, nos debe hacer pensar
en la no menos inexplicable, pero no menos real tampoco, unión de la naturaleza divina con la humana en Cristo.
Según la leyenda ya aludida en Infíerno, XX 126, en las manchas de la luna puede verse a Caín llevando unas zarzas,
condenado por Dios por haberse éste excusado de la muerte de Abel.
Va a comenzar ahora una larga y acaso ociosa digresión (la primera de las muchas con las que de ahora en adelante vamos
a encontrarnos) a causa de las manchas lunares. Dante las atribuye equivocadamente, siguiendo a Averroes, a la mayor o
menor densidad (no olvidemos que «ralo» significa «poco denso») de sus partes. Beatriz comenzará refutando el error del
poeta y posteriormente dará una explicación convincente. Intentaré anotar paso a paso su razonamiento.
64-66 «En la esfera de las estrellas fijas vemos que éstas son diversas en cantidad y en cualidad.»
67 69 «Si esto fuera causado por mayor o menor densidad supondría la existencia de un solo poder o principio
desigualmente repartido, como creía Averroes.»
70 72 «Pero al producir influjos diferentes, quiere esto decir que cada una de ellas tiene un principio cualitativamente
diferente.»
73 78 «Más aún. Si la mayor o menor densidad fuera la causa de las manchas podrían ocurrir dos cosas: que la luna
estuviera atravesada por las partes menos densas de lado a lado, o que partes densas y raras se alternasen como lo grueso
y delgado en el hombre.»
79 82 «La primera se demuestra errónea en los eclipses, pues entonces los agujeros dejarían pasar la luz, cosa que no
ocurre.»
85 87 «Si la zona poco densa no agujerea la luna, debe estar limitada por otra zona densa.»
88 90 «Desde este límite debe reflejarse el rayo, como sucede con el espejo que es un cristal (que equivale a la zona
poco densa de la luna) con una cara recubierta de plomo (equivalente a la zona de mayor densidad).»
91 93 «Tú acaso pienses que el rayo que se refleja desde este límite entre lo raro y lo denso, es más débil, pues viene
desde más lejos, es decir, no de la superficie de la luna, sino de una especie de cavidad.»
96 105 El experimento de los espejos que propone ahora Beatriz es de fácil comprensión. De su capacidad de convicción y
clandad, debe juzgar el lector.
112 y ss. Comienza ahora la explicación de Beatriz, aunque mucho me temo que, tras la refutación de la creencia de Dante,
la verdad que Beatriz le propone, acaso convenza al sumiso poeta, pero nos deje a nosotros un tanto ayunos.
De nuevo el Primer Móvil, girando dentro del Empíreo.
El de las Estrellas fijas.
118 123 Las sucesivas esferas van disminuyendo jerárquicamente respecto a la primera y difunden abajo el poder que
adquieren de arriba.
El martillo no obra por sí mismo, sino por el herrero que lo maneja.
De nuevo el de las Estrellas fijas, que toman su poder del poder divino.
133 141 Igual que el alma se une al cuerpo, cuyos distintos órganos están al servicio de distintas actividades, la
inteligencia divina se diversifica y cada estrella tiene encomendada una distinta misión que ejercita mediante sus
diversas influencias.
Las manchas de la luna proceden, por tanto, de los diversos grados de influencia que reciben de las estrellas.
Acaso la razón de esta probia y enojosa disertación de Beatriz tenga la misión, en el ánimo de Dante, de mostrar, a
partir de un hecho un tanto banal, lo inútil de la ciencia humana (Averroes) para comprender las cosas divinas (de las
que bien se encargaría Tomás de Aquino, inspirador, como de tantos otros de este pasaje).
Beatriz.
Narciso creía que su reflejo en el agua era un rostro verdadero. Por el contrario, Dante piensa que son reflejos las
almas que se dirigen ahora hacia él.
Aquellos que faltaron a algún voto, particularmente a un voto religioso.
Dante, como veremos, se dirige a la sombra de Piccarda Donati (Purgatorio, XXIV, 10 15), hermana de su amigo Forese y
de Corso, Piccarda, muchacha de gran belleza, ingresó en un monasterio de Santa Clara, de donde fue sacada a la fuerza
por su hermano Corso para ser dada en matrimonio al despótico Rossellino della Tosa.
«Nuestro amor que refleja el amor divino.»
La esfera de la luna es la que gira más lentamente y la que está más alejada de Dios.
Dios.
Neasse es una fórmula escolástica y expresa la consecuencia de un proceso lógico.
Etsi conjunción latina de carácter concesivo: «aunque».
Se refiere Piccarda a Santa Clara, a cuya Orden perteneció. Santa Clara, compañera de San Francisco, nació en Asís en
1194 y murió en 1253.
Constanza (Purgatorio, III, 113) fue hija del rey Ruggero II de Sicilia. Nació en 1154 y casó en 1185 con Enrique VI de
Suabia, hijo de Federico Barbarroja. Fue madre de Federico II, en cuya minoría ejerció el poder en Italia. Murió en 1198.
La leyenda güelfa de la época le atribuyó una falsa profesión religiosa, quizás debida a la fama de Federico II como
Anticristo, personaje al que se le atribuía el ser concebido por una monja. Según dicha leyenda, Constanza habría dejado
los hábitos después de los 50 años y habría dado a luz a Federico II a los 52. En realidad, Constanza casó con Enrique VI
a los 31.
Los tres vientos de Suabia son los tres emperadores ya citados: Federico Barbarroja, Enrique V y Federico II.
Este problema está planteado por Tomás de Aquino, aunque él niegue que puedan existir dos cosas perfectamente iguales e
igualmente atrayentes.
Daniel aclaró a Nabucodonosor el sentido de un sueño que el propio rey había olvidado, y calmó el enojo de éste que le
había llevado a condenar a muerte a los sabios del reino incapaces de descifrarlo (Daniel, II, 12 46). Beatriz, como
Daniel, es capaz de ver el interior de las personas.
En el «Timeo» Platón coloca las almas, creadas antes que los cuerpos, en las diversas estrellas, a las que después de la
muerte habrán de retornar. Dante conocía esta doctrina platónica a través de San Agustín y Santo Tomás.
Velle es un término escolástico que significa querer, voluntad.
De las dos dudas, aquella que es la más peligrosa para la fe, pues con su idea de la trasmigración de las almas
contradecía el dogma de un alma individual creada por Dios en cada momento de la concepción (Purgatorio, XXV, 67 y ss.)
28 42 Todos los bienaventurados se encuentran de igual forma en el Empíreo, como veremos más adelante. El que Dante se
los vaya encontrando en las diversas esferas que constituyen las etapas de su viaje celeste es sólo para que con su pobre
mente humana entienda mejor la disposición del paraíso.
Las almas se aparecen en la luna, pero no están allí.
La otra duda no contiene el peligro de la herejía.
67 69 El que parezca iniusto al hombre con su estrecho conocimiento, la
justicia divina, nos debe hacer creer más aún en los secretos designios del incanzable orden divino, no apartamos del
camino de la fe.
77 78 El fuego siempre tiende a recuperar su natural tendencia hacia lo alto, a pesar de la fuerza que se haga por
mantenerlo a ras del suelo.
San Lorenzo aguantó el tormento de la parrilla sin quebrantar su fe.
Mucio Scevola, joven romano de los primeros tiempos de la ciudad, se quemó la mano por haber fallado en su intento de
asesinar al rey etrusco Porsena. Lo cuenta Tito Livio (Ab uerbe ondita, II, 12 y ss.) y es una figura muy conocida de
esta legendaria etapa romana.
Aicmeón, hijo de Anfiarao (Purgatorio, XII, 49 51), mató a su madre Erifile a instancias de su propio padre.
Existe una voluntad absoluta que siempre quiere el bien y rechaza el mal, y otra relativa que escoge un mal menor para
evitar uno mayor.
Dios.
La ciencia divina.
Frustra, término escolástico que equivale a en vano.
La duda es el camino que lleva a la certeza.
De la visión de Dios.
Únicamente el hombre y los ángeles son libres.
El consentimiento del hombre al hacer el voto debe ir acompañado del consentimiento divino.
De la misma libertad, que se sacrifica al hacer el voto libremente.
En el voto hay dos elementos: uno material y otro formal
Levítico, XXVII, 38.
De la autoridad eclesiástica (Purgatorio, IX, 122).
La nueva materia del voto no puede ser de menos valor que la primera.
Por ejemplo, la ofrenda de la virginidad, que no encuentra substitución por otro voto.
Recuérdese la historia narrada en Jueces, XI, 30 40. El caudillo hebreo Jefté ofreció como prenda de la ayuda divina en
la lucha contra los ammonitas el sacrificio del primer ser que saliera a su encuentro al regresar a casa, tal vez
pensando en su fiel perro. En lugar de éste fue su hija, aún doncella, quien salió a recibirle. Antes de ser sacrificada,
obtuvo de su padre el plazo de un mes para gozar de los últimos días de su vida en compañía de sus amigas. Los Padres de
la Iglesia condenaron este voto y su cumplimiento.
Para contentar a la diosa Artemisa que mantenía paralizada la escuadra griega en Aulide, Agamenón prometió sacrificarle,
según la versión de Cicerón que Dante debe manejar, el ser más hermoso que hubiese nacido ese año, que resultó ser su
hija lfigenia. Dante sigue aquí a Cicerón que condenaba el proceder del caudillo aqueo (De officiis, III, 25). Hay
otras versiones del sacrificio de la princesa micénica.
Algunos religiosos desligaban de los votos de difícil cumplimiento a cambio de dinero.
Los hebreos practicaban una religión más austera que los cristianos.
Hacia el Ecuador, o el propio Empíreo.
El cielo de Mercurio, donde se encuentran los espíritus activos. Su actividad se encaminaba a dejar mayor memoria de sí
mismos y esto los coloca en un lugar inferior del Paraíso.
«Ved a Dante, que acrecentará nuestro amor cuando gustosamente resolvamos las dudas que nos plantee.»
La vida. Dante pertenece a la iglesia militante.
Como veremos, se trata del emperador Justiniano.
«Para ejercitar hacia mí su caridad.»
Constantino trasladó la capital a oriente, de donde muchos siglos atrás había salido Eneas para dar lugar a la fundación
de Roma.
Constantinopla, la nueva capital del imperio, se encontraba cerca de la región de la Tróada, en el Asia Menor, donde se
encontraba la ciudad de Troya, antecedente de Roma.
Justiniano, nacido en 483, fue elegido emperador de oriente en 527 y murió en 565. Más que por sus intentos de
reconstruir el imperio de sus mayores, Dante nos lo presenta como legislador, cuya tarea de recopilar y depurar todas las
leyes romanas se atribuye a una inspiración divina.
La herejía monofisita, extendidisima en las provincias de Siria y de Egipto, que negaba la unión hipostática.
Agapito I, papa desde 533 a 536, enviado por Teodato, rey ostrogrodo, a Constantinopla para pedir la paz a Justiniano, y
aunque no pudo conseguirla, al parecer sí logró convertir a Justiniano,
Es decir, ahora cree en la doble naturaleza de Cristo con la misma claridad que en un juicio contradictorio si uno de los
términos es verdadero el otro es necesariamente falso.
A su dedicación legislativa.
Belisario (490 565) fue el más importante de los generales de Justiniano. Combatió gloriosamente en el frente persa, en
el norte de África y en Italia. Parece que Dante no conociese las desavenencias entre el emperador y su general, al que
llama «mío» en el original. Los éxitos de Belisario permitieron que él se dedicara a su tarea de recopilar el «Corpus
luris civilis».
Dante, por boca de Justiniano, va a dedicar una larga digresión a la historia de Roma, y posteriormente a la del imperio
germánico, legítimo sucesor de las glorias de aquélla, simbolizados ambos por el águila emblemática. Dante se complace en
unir la historia del Imperio con la redención y la Iglesia. Anotaré brevemente las etapas del relato.
Los gibelinos y los güelfos.
Personaje de la Eneida, hijo del rey del Lacio, Evandro, que murió en la lucha contra Turno, rey de los rútulos, apoyando
la causa de Eneas. Esta digresión enlaza, pues, con el final del poema de Virgilio.
Alba Longa, mítica ciudad a la que Roma estuvo sometida en los primeros años de su historia, hasta el combate de los
Horacios contra los Curiacios, en que los primeros, romanos, vencieron a los segundos, de Alba, pasando a Roma la
supremacía imperial.
Durante la época de los siete reyes, desde el rapto de las Sabinas hasta la caída de los Tarquinos, tras la violación de
Lucrecia, que dio lugar al comienzo de la etapa republicana.
Breno, jefe de los galos que invadieron Italia en el siglo IV a.C. Pirro, rey de Epiro, defensor de las ciudades griegas
atacadas por Roma en su proceso de expansión por la península Itálica.
Algunos grandes hombres de la etapa heroica de Roma: Tito Manlio Torcuato, vencedor de los galos; Cincinato, así llamado
por su pelo rizado, fue dictador contra los samnitas, y acabada la guerra regresó pacíficamente a sus tareas agrícolas.
Son muchos los Fabios y los Decios que merecieron las alabanzas de Justiniano.
Es decir, africanos: los cartagineses.
52 54 Publio Cornelio Escipión Africano obtuvo a edad muy temprana sus principales triunfos en España contra Cartago.
Cneo Pompeyo luchó también muy joven en el partido de Sila contra Mario y obtuvo el triunfo a los 25 años; el cónsul
Fiorino destruyó la ciudad etrusca de Fiésole, junto a Florencia (Infierno, XV, 61 63; Paraíso, XV, 125 6).
César se hizo con el poder algunos años antes del nacimiento de Cristo.
Alusión a la conquista de las Galias, delimitada por esos ríos, que llevó a cabo César.
Ahora se refiere a la guerra civil entre César y Pompeyo.
Batalla en que César derrotó a Pompeyo, el cual huyó a Egipto, donde fue asesinado por orden de Tolomeo, para
congraciarse con el triunfador.
67 89 El águila, en manos de César, volvió a visitar los lugares de Asia Menor, de donde había partido, la ciudad de
Antandro y el río Simoes. De aquí César marchó a Egipto y puso a Cleopatra como reina, en lugar de su hermano Tolomeo.
70 72 César venció a Juba de Mauritania, y posteriormente al resto de los partidarios de Pompeyo en Munda, España.
73 75 Alusión a la batalla de Filipos, en la que Octavio, sucesor de César, venció a Bruto y Casio, los asesinos de su
tío (Infierno, XXXIII, 64 67). Posteriormente venció a Marco Antonio en Módena y asedió Perugia.
76 78 Cleopatra se suicidó tras la derrota naval en Accio, para burlar la prisión que Octavio le había impuesto.
79 81 Con la conquista de Egipto se inició la paz octaviana. Recuérdese que en tiempos de paz las puertas del templo de
Jano permanecían cerradas.
82 90 Va a aludir ahora a la muerte de Cristo en la época de Tiberio, tercer emperador si contamos, impropiamente, a
César. Roma, por medio de Poncio Pilatos, colaboró en la empresa de la Redención.
91 93 Tito destruyó Jerusalén en el año 70, vengando así la muerte de Cristo. Esta contradicción entre apoyo a la
crucifixión y venganza de la misma, se explicará en el siguiente canto.
94 96 Como vemos, la idea del imperio, aunque esté hablando Justiniano, legítimo sucesor de las glorias de Roma, no va a
pasar al imperio bizantino, sino al imperio Romano Germánico, a través de Carlo Magno. Dante necesita llevar el agua al
molino de sus nuevas opiniones políticas. Como vemos, Justiniano pasa de la crónica de la antigúedad a la actualidad
palpitante.
Los que se apropian del signo imperial para sus intereses particulares, y los que se oponen a él favorecen la política
francesa de los Valois, es decir, los güelfos negros.
106 108 Carlos II de Anjou (Purgatorio, VII, 24 29; XX, 79 81), líder del partido güelfo, cuyo emblema era un león,
aquí vencido por las garras del águila.
Tal vez alusión a la muerte de Carlos Martel (Paraíso, VIII, 49 y ss.), hijo de Carlos II de Anjou, que encontraremos
próximamente. Aquí acaba la digresión de Justiniano sobre el imperio.
Es decir, que la casa de Anjou triunfe sobre el Imperio.
Como ya anotamos, de los espíritus que emplearon su actividad en obtener gloria y fama, por lo que ocupan un lugar más
bajo en la jerarquía celeste.
Romieu de Villeneuve, nacido en torno a 1170, ministro de Ramón Berenguer IV de Provenza, y posteriormente regente de su
hija Beatriz (Purgatorio, VII, 128, y XX, 61), casada luego con Carlos I de Anjou. Murió en 1250. Dante se apoya en una
leyenda de la época, y acaso, en su posterior caída en desgracia, se identifique con esta víctima de las ajenas calumnias.
Margarita, esposa de Luis IX de Francia; Leonor, casada con Enrique III de Inglaterra; Sancha, esposa de Ricardo, elegido
Rey de Romanos; y la citada Beatriz, heredera de Provenza y esposa de Carlos I de Aujou.
«Salve a ti, señor de los ejércitos, que iluminas desde lo alto con tu luz a los felices esplendores de este reino.»
En el original, «s'addua», del verbo neológico «adduarsi», hacerse dos.
Con cualquier parte del nombre de Beatriz.
Adán, que no nació, sino que fue directamente creado por Dios, se condenó por no poner freno a su voluntad.
A su persona divina añadió la naturaleza humana.
Al haberse extraviado en el pecado la naturaleza humana, con la que el Verbo se unió, se hizo merecedora de la muerte en
la cruz.
Si atendemos, en cambio, a la naturaleza divina, la cruz fue una monstruosa injusticia.
La crucifixión satisfizo a los judíos, pero también a Dios, pues así se cumplían sus planes de redención.
Va a comenzar ahora Beatriz un largo discurso acerca del misterio de la encarnación de Cristo, que creo de fácil
comprension para el lector y por ello no anoto.
67 72 Las cosas que crea Dios directamente son eternas y libres.
Eternidad, libertad y conformidad con Dios.
Por misericordia, por justicia, o por ambas a un tiempo.
Desde el principio del mundo al día del juicio Final.
Cfr. v. 105.
130 141 Los elementos no fueron, a diferencia del hombre, los ángeles o el ciclo, directamente creados por Dios, como
tampoco el alma de las plantas y lo animales
142 148 El alma humana, y su propio cuerpo, en el cuerpo de los primeros padres, fue creada directamente por Dios, por lo
cual tanto el alma como el cuerpo son inmortales, lo que permite la idea de la resurrección.
Venus, así llamada por haber nacido en Chipre. Estamos en el tercer cielo, el de los espíritus amantes.
Dione, hija de Tetis y el Océano, madre de Venus según algunos mitógrafos. Cuenta Virgilio en Eneída, I, 685 88, que
Cupido tomó la figura de Ascanio, hijo de Eneas, aún de corta edad, para que Dido, reina de Cartago, lo tomara entre sus
brazos, aprovechando esta ocasión para infundirle el trágico amor por el héroe troyano.
Venus precede al sol por la mañana y lo sigue en el ocaso.
Se trata del ya citado Carlos Martel, hijo de Carlos II de Anjou y de María, hermana de Ladislao IV, rey de Hungría.
Nació en 1271, y a los dieciseis años casó con Clemencia, hija de Rodolfo de Habsburgo. Fue coronado rey de Hungría a la
muerte de su tío, pero esta coronación no se llevó nunca a efecto. Estuvo en Florencia en 1294, donde debió conocer y
estimar a nuestro poeta. Murió en 1295.
«Voi chè intendendo il terzo ciel movete» es el comienzo de una canción de Dante escrita en 1294, comentada por él en
Convivium, II.
Si no hubiese muerto joven hubiese evitado muchos males que acaecieron.
Recuérdese que los dos jóvenes se habían conocido en Florencia.
58-60 Provenza.
61 63 El reino de Nápoles.
64 66 Ya había sido coronado rey de Hungría.
67 69 También debería haber sido rey de Sicilia, llamada Trinacria por su forma triangular. Pachino y Peloro (Hoy
Passaro y Faro) son dos cabos sicilianos uno al norte y otro al sur, en la costa oriental.
Las nubes que oscurecen Sicilia se deben, no como cuenta la leyenda, al gigante Tifeo, rebelde contra Júpiter, que se
encuentra enterrado bajo el Etna recuérdese el comienzo del Poliferno gongorino , sino a las emanaciones de azufre.
71 72 «Mis hijos, que serían nietos de Carlos II de Anjou y de Rodolfo de Habsburgo.»
73 75 El grito de los palermitanos en la jornada de las Vísperas sicilianas «Muerte a los franceses» con el que se
sublevaron contra la tiranía angevina, ofreciendo Sicilia a la casa de Aragón.
Roberto de Anjou, hermano pequeño de Carlos Martel, estuvo como rehén de los aragoneses de 1288 a 1295. Durante este
periodo conoció a muchos catalanes que al parecer llevaría posteriormente a Nápoles, donde dejaron una mala memoria de
avaricia.
El gobierno de Roberto de Anjou en Nápoles se caracterizó por las grandes cargas impuestas al pueblo.
Su padre, Carlos II, fue un rey generoso. Esto va a llevar a Dante a preguntar por qué de un padre bueno puede salir un
mal hijo.
Dios.
Los planetas.
Dios no sólo da el ser a las cosas, sino que también crea la manera desenvolverse hacia un fin determinado, diferente
para cada uno.
Los ángeles.
Aristóteles, en Política, I.
124 126 Estadista como Solón, general como Jerjes, sacerdote como Melquisedec, o sabio como Dédalo.
Quirino es Rómulo, que pese a haber nacido de un padre humilde, su paternidad fue atribuida a Marte.
La naturaleza de los hijos seguiría a la de los padres si no fuese por la providencia divina que actúa mediante la
influencia de los astros.
Se debería permitir que el hombre siguiera sus inclinaciones naturales a la hora de ejercer alguna actividad.
145 148 Acaso Carlos Martel alude aquí a sus propios hermanos: Luis, hecho obispo de Tolosa en 1296; y a Roberto, hecho
rey de Nápoles en 1309, y cuya ciencia teológica alaban Petrarca y Boccaccio. También este último puede ser el Roberto
aludido en vv. 76 84, del que se nos han conservado innumerables textos religiosos.
Se trata de su hija, nacida alrededor de 1290, casada con Luis X de Francia en 1315 y muerta en 1328. Para otros, el
poeta alude a la esposa, la ya citada Clemencia de Habsburgo. Pero no olvidemos que la primera aún vivía, lo que hace
preferible su identificación.
Carlos Martel pide al poeta que guarde en secreto su revelación.
Se trata, como veremos, de Cunizza da Romano, hija de Ezzelino II y hermana del cruel Ezzelino II, nacida en torno a 1198.
Ya casada con el señor de Verona fue raptada por el trovador Sordello, ya conocido por nosotros (Purgatorio, VI), y
tras llevar una vida sentimental bastante escandalosa y contraer dos nuevas nupcias se recluyó en Toscana, donde murió a
una muy avanzada edad, después de 1279, dedicada a la caridad, es decir, trocó el influjo de Venus del amor mundano por
el espiritual.
«Que puedes ver en mi interior sin que yo necesite hablarte.»
En la marca de Treviso, que se extiende entre Venecia y los Alpes de Trentino y de Cadore, de donde procedían los
Ezzelini.
Rialto es una de las islitas sobre las que surgió Venecia.
El monte Ramano, entre Vicenza y Treviso.
Ezzelino III da Romano, tirano de dicha comarca.
El planeta Venus, recordémoslo, es el planeta que rige la pasión amorosa, a la que Cunizza fue al parecer tan inclinada.
La «resplandeciente y cara joya» que se encuentra más próxima a Cunizza es la sombra de Folco de Marsella, de quien
hablaremos más adelante. Cunizza afirma que la fama de éste se extenderá aún quinientos años más.
Los habitantes de la marca de Treviso, cuyos ríos son el Adige y el Tagliamento. Cunizza va a profetizar a continuación
una serie de desgracias que ocurrirán próximamente en dicha marca.
Se refiere a la derrota de los paduanos en 1314 a manos de Cangrande della Scala, señor de Verona, que Dante ve como un
castigo a sus errores. El agua se cambiará en sangre a causa de la derrota.
El Silo y el Cagnano se unen en Treviso. El que aún señorea del v. siguiente es Rizzardo da Camino, hijo del buen
Gherardo (Purgatorio, XVI, 124) y marido de Giovanna Visconti (Purgatorio, VIII, 71). Sucedió a su padre en 1306,
pero ya desde antes se había mostrado como hombre soberbio. Fue muerto por una conjetura en 1312.
Alude a la traición del obispo de Feltre, Alessandro Novello, que en 1314 entregó al obispo de Ferrara algunos
ferrarenses gibelinos que se habían exiliado de su ciudad y que fueron posteriormente decapitados.
Malta es el nombre de una prisión destinada a los condenados por causas notoriamente graves.
Su partido era, naturalmente, el partido güelfo.
Los tronos angélicos certifican la veracidad de la profecía de Cunizza.
De nuevo Foico de Marsella.
«Arriba», en el cielo; «aquí» y «abajo», en la tierra.
«Enela», en el original «inluia», neologismo dantesco con el sentido de «hacerse él».
Los serafines, según Isaías, poseen seis alas.
En el original «intuassi», «inmi», respectivamente. Como en v. 73, hacerse tú, hacerse yo.
El «Mayor valle» es el mar Mediterráneo, el más grande de los mares si exceptuamos el Océano que abarca toda la tierra y
ocupa todo el hemisferio austral. Se extiende entre enemigas playas, es decir, las cristianas y la sarracenas; hay cierta
inexactitud en los cálculos cartográficos de Dante en este pasaje, pues Dante le supone una extensión de 90º cuando en
realidad no tiene más de 42º.
Es decir, nació en Marsella, a medio camino entre Italia y España, y en la misma longitud que Bugía, ciudad de la costa
argelina. Folco o Folchetto, nació poco después de la segunda mitad del siglo XII. Entre 1180 95 compuso gran cantidad de
canciones trovadorescas, y tras la muerte de su amada Adalasia di Roquemartine, mujer del conde de Marsella, se hizo
cisterciense, siendo elegido abad en 1201 y obispo de Tolosa en 1205, cargo en el que se ocupó en la persecución de los
albigenses, con ayuda de la recién creada Inquisición. Murió en 1231.
El río Marra separa la Toscana de la Liguria.
Bruto conquistó Marsella por orden de César (Purgatorio, XVIII, 102).
Tres ejemplos de pasión amorosa: la hija de Belo es Dido, esposa de Siqueo. Creusa es la esposa de Eneas, antes de la
reina fenicia.
Filide, hija de Sitón, que vivía junto al monte Rodope, murió creyéndose abandonada por Demofoonte, hijo de Tesco y Fedra
(Ovidio, Heroid., II
Alcides es Heracies o Hércules, que se enamoró de Yole, suscitando así los celos de su esposa Deyanira, que provocaron su
muerte con la tunica envenenada (Ovidio, Hiroid., IX).
Prostituta de Jericó que ayudó a escapar a los espías que Josué había enviado a dicha ciudad (Josué, III 21, VI 15 25).
Los comentaristas ponen de manifiesto la similitud entre la toma de Jericó al son de las trompetas y la conquista de la
ciudad albigense de Lavour en 1211, dirigida entre cánticos religiosos por el obispo de Tolosa sucesor de Folquetto.
La «alta victoria» más que la toma de Jericó es la propia Redención, conseguida «con una y otra palma», es decir, con las
manos de Cristo clavadas al madero.
Folquetto reprocha ahora el desinterés del papado por la recuperacion de los Santos Lugares. Recordemos de nuevo su celo
antiherético.
Florencia es el retoño de Lucifer, el ángel rebelde a Dios.
Las malditas flores son la moneda de Florencia, el florín, acuñado con una flor de lis. La avaricia ha desviado al papado
de su tarea de cruzada.
Por la avaricia los estudiosos abandonan el Evangelio y los Santos Padres y sólo se preocupan del estudio más lucrativo
de las Decretales, es decir, del derecho canónico, como lo muestran las anotaciones en los márgenes de estos tratados.
De acumular riqueza.
Se refiere a la muerte de Bonifacio VIII o al traslado de la Curia a Aviñon. O mejor, como muchas profecías de Dante, a
un futuro hipotético en que la Iglesia recupere su primitiva pureza.
Los mártires.
1 3 La potencia primera es el Padre; el Amor, el Espíritu Santo; el Hijo es el Verbo.
Dante invita al lector a levantar la vista a las esferas superiores donde se encuentran dos movimientos celestes
contrarios: el diurno ecuatorial, de oriente a occidente, y el de los signos zodiacales, anual, que va de occidente a
oriente. Ambos giros coinciden en los puntos equinocciales.
El maestro es Dios.
13 18 El círculo zodiacal es oblicuo con respecto al ecuador terrestre. Si así no fuese no existiría la rotación de las
estaciones, se anularían las influencias astrales y la vida en la tierra sería difícil.
Dante no quiere insistir más en consideraciones astronómicas, que deja al cuidado del lector, y avanza en su materia.
El sol.
La constelación de Aries. Recuérdese que nos encontramos en el equinoccio primaveral.
«Yo me encontraba, sin saber cómo había llegado, en el mismo sol. Como quien tras tener una idea advierte de dónde
procede ésta.»
La cuarta familia es la de los espíritus sabios, que se encuentra en la esfera del sol, que rige la sabiduría.
El Padre genera al Hijo y de ambos procede el Espíritu Santo.
El «angélico sol» es el propio Dios.
«Mi mente, unida, sólo ocupada en Dios, se dividió interesándose por los moradores de la esfera solar.»
La luna.
Habla Tomás de Aquino que, recordemos, perteneció a la Orden de los dominicos o predicadores. Nació de noble familia en
1225. Entró en la Orden dominica en 1243 y posteriormente estudió en París y Colonia, con San Alberto Magno. Fue teólogo
de la corte pontificia y posteriormente profesor de nuevo en París. Invitado al Concibo de Lyon por el Papa murió
mientras se dirigía a dicha ciudad, se dice que acaso envenenado (Purgatorío, XX). Fue el más grande filosofo y teólogo
de su siglo. Su influencia en la Comedia es enorme.
San Alberto Magno (1195 1280). También dominico y maestro del Aquinate.
Graciano fue un célebre canonista del siglo XII, autor del Decretum sive concordia discordantíum canonum en torno a 1140.
El «uno y otro fuero» son el derecho civil y el canónico.
Pedro Lombardo (m. en 1164), autor de Sententíarum liber IV, libro teológico de enorme difusión e influjo en su tiempo.
En el prólogo de dicha obra P. L. afirma que ofrece su tarea a la Iglesia, como la viuda que relata Lucas, XXI, 1 4,
ofreció a Cristo toda su hacienda.
La quinta luz es Salomón.
Se trata de Dionisio Aeropagita, convertido por San Pablo (Hechos, XVII, 34), a quien se atribuyen tratados apócrifos
sobre la organización de los ángeles, como veremos más adelante.
Se trata del español Pablo Orosio, antecesor del Cívítas Dei agustiniano, con su obra Historiarum adversus paganos, muy
conocida por Dante, que apreciaba su estilo latino. También se ha pensado en San Ambrosio de Milán, que tuvo una enorme
influencia en la conversión del santo de Hipona.
El alma de Boecio, senador romano nacido alrededor de 480; elevado a los más altos cargos del reino y luego condenado por
Teodorico a muerte en 526. Su obra más famosa es De consolatione filosophíae, escrita en la cárcel en una mezcla de prosa
y verso, donde intenta hacer un primer compromiso entre el paganismo y la doctrina cristiana, cuyo espíritu debió
compartir, aunque no es seguro que llegase a estar bautizado. El medioevo lo consideró como uno de los mártires de la fe,
y su obra ejerció una enorme influencia.
Isidoro de Sevilla (570 636), autor de Ethymologíae. Beda el venerable, normando (674 735), autor de Hístoria
eclesíastíca gentis Anlgiorum.
Ricardo de San Víctor (m. 1173), místico escocés llamado «Magnus contemplator».
Sigiero de Brabante, filósofo seguidor de Averroes y por ello perseguido. Fue profesor en París y murió asesinado en
Orvieto por su secretario loco. Fue contradictor de los postulados escolásticos y atacado por Santo Tomás, y por ello se
discute el porqué de haberlo Dante elegido entre los santos del saber teológico. Su obra ha sido recientemente
descubierta y revalorizada por los estudiosos de la filosofía medieval a causa de su valor precursor del pensamiento
moderno (negación de la inmortalidad del alma, de la libertad, de la creación ex nihilo, etc.). Acaso Dante premie con
el cielo la honesta y perseguida tarea filosófica, sin tener en cuenta sus conclusiones heterodoxas.
La Iglesia, representada como una comunidad monástica.
Los «aforismos» hacen referencia al estudio de la medicina, por los aforismos de Hipócrates; los «iura» representan el
estudio del Derecho.
¿Alusión a sus enemigos florentinos?
Tomás de Aquino.
25 26 Paraíso, X, 96 y 114.
32 33 La Iglesia, desposada con Cristo mediante su agonía en la cruz.
En caridad y en sabiduría.
37 39 San Francisco, llamado querúbico por la fuerza de su caridad. Santo Domingo, llamado seráfico por su sabiduría.
Comienza ahora la biografía y panegírico de San Francisco, puesta en boca del dominico Tomás de Aquino, y en primer lugar
nos localiza la ciudad de Asís, en la Umbría, lugar de nacimiento del santo. San Ubaldo, luego obispo de Gubbio, fue
ermitaño en el monte Inzino.
Una puerta de Perugia de donde salía el camino de Asís, por donde entran los vientos fríos y calientes que bajan del
monte Subasio.
No porque estuviesen bajo el dominio de Perugia, sino porque se encuentran en una desventajosa situación geográfica. La
primera interpretación ha sido también sostenida por algún comentarista
San Francisco es comparado en todo este pasaje con el sol en el que se encuentran ahora los viajeros.
Porque el nombre de Asís se emparenta con «scesi» del verbo «scendere»: «subir»
Muy joven aún, Francisco tenía 24 años cuando comenzó su vida de santidad en 1206.
58 63 La dama a la que todos cierran las puertas como a la muerte, es la pobreza, a la que Francisco se entregó desde muy
joven, enfrentándose con su padre, al quedarse desnudo delante de una enorme concurrencia y del propio obispo, cuando
aquél le pidió que renunciase a los bienes que le correspondían por herencia. Ocurrió este hecho en 1207.
El primer marido de la pobreza es Cristo.
San Francisco nació en 1182
Amiclates es un ejemplo de la virtud de la pobreza. Se trataba, según Lucano, de un pobre pescador en cuya cabaña entró
un día César, al encontrar la puerta abierta, sin ningún miedo. (Farsalia, V, 519 3 l.)
79 81 El primer seguidor de San Francisco, Bernardo da Quintavalle.
Otros seguidores de la primera hora.
El padre de San Francisco era un rico comerciante, acaso de lana.
Inocencio III se mostró primeramente reacio a aprobar la Orden, hasta que tuvo un sueño en el que la basílica de San Juan
de Letrán, amenazada de ruina, era salvada por el pobre de Asís. Después de esto el Papa dio su aprobación verbal.
San Francisco viajó a Palestina con algunos de los suyos en 1219, siendo hecho prisionero en San Juan de Acre. Como Dante dice, intentó en vano convertir al sultán.
En el monte Verna, donde el santo se había retirado a hacer penitencia en 1224, recibió los estigmas de la pasión de
Cristo.
Del seno de la pobreza el alma de San Francisco marchó al cielo, mientras el cuerpo fue depositado, por deseo del mismo,
en el suelo antes de morir.
Santo Domingo.
Acabado el panegírico de San Francisco, Santo Tomás se vuelve contra la corrupción de su Orden.
La mensajera de Juno es, claro está, Iris, que se muestra en el cielo con su arco.
Como la ninfa Eco, consumida por el amor imposible de Narciso. Fue condenada por la celosa Juno a repetir únicamente la
última sílaba de las palabras de los otros.
Recuérdese Génesis, IX, 8 17.
Se trata de San Buenaventura, de quien hablaremos más adelante, a quien corresponde hacer el panegírico de Santo Domingo de Guzmán, luego que un dominico ha hecho la alabanza de San Francisco.
Dante compara la atracción que sobre él ejerce la voz del santo con la que ejerce siempre el polo norte sobre la aguja
imantada de la brújula.
Las desavenencias históricas o la simple competencia de dominicos y franciscanos (piénsese en las iglesias de Santa
María Novella o Santa Croce en Florencia, o la de los Frari y santos Giovanni y Paolo en Venecia) que llenaron la
historia de ambas en la época de su desarrollo e implantación en Europa, quedan totalmente superadas en el cielo.
Dios, o Cristo.
En España, lugar de Europa en que primero comienza la primavera.
Tras el golfo de León donde ciertos días los de solsticio de verano se oculta el sol.
El escudo de Castilla está formado por cuatro cuarteles. A un lado, uno ocupado por un león rampante se encuentra bajo
otro donde figura un castillo, y a la inversa en la parte contraria.
Santo Domingo de Guzmán nació en Caleruega en 1170. En 1215 fundó la Orden de los predicadores, destinada a la lucha
contra los albigenses y murió en 1221. Dante sigue a los antiguos biógrafos.
Según la leyenda, estando la madre del santo encinta de éste como reflejo de la sabiduría de su hijo soñó que daba a luz
un perro blanco y negro. Recuérdese que el hábito dominico es blanco con manto negro, y los predicadores gustaban
llamarse «Domini Canes» o perros del Señor (así aparecen representados en los frescos de Santa María Novella.)
Al igual que San Francisco desposa a la pobreza, Santo Domingo lo hace con la fe.
Su madrina tuvo un sueño profético sobre la suerte del santo y sus herederos los dominicos.
Domingo (Dominicus) significa «Del Señor».
El amor a la pobreza.
El nombre del padre de Domingo acaso fuera Félix; el de la madre, Juana, que significa, aproximadamente, «agraciada de
Dios».
Domingo no siguió los estudios de Derecho (como los alumnos de Eurico de Susa llamado el Ostiense) ni de Medicina
(como los de Tadeo Alderoto), los más lucrativos de la época, sino que puso todo su talento al servicio de la causa de
Dios: es decir, se hizo teólogo.
Alusión al Papa.
A la sede pontificia, donde Domingo se dirigió en 1205, comenzando en 1207 su predicación contra los albigenses.
El papado era antes protector de los humildes, pero ahora, por la malicia de aquellos que lo ocupan, les han vuelto la
espalda. Dante hace hincapié en la pobreza de Domingo y Francisco frente a las otras riquísimas órdenes y frente al mismo
papado.
Domingo no se dirigió al Papa en busca de prebendas o cargos, como tantos otros, sino permiso para luchar contra la
herejía. Domingo solicitó la aprobación de la Orden a Inocencio III, mas no la obtuvo hasta 1216 de Honorio III.
Los bienaventurados que forman las dos coronas que rodean al poeta.
En Provenza, donde, como se sabe, los albigenses o cátaros se habían hecho más fuertes.
Los dominicos (Purgatorío, XI, 28 123).
Acabado el panegírico de Santo Domingo, San Buenaventura vuelve su vista a la degradación de su propia Orden franciscana.Pero estos buenos observadores de la regla que aún quedan no serán los seguidores de Ubertino de Casale, ni de Mateo de
Acquasperta. Uno y otro representan las dos posturas extremas en la interpretación de la regla franciscana: los
espirituales, o partidarios de la línea rígida, y los conventuales, o relajados, respectivamente. Dante reprueba, por
boca de San Buenaventura, una y otra interpretación.
San Buenaventura, llamado Giovanni di Fidanza, nació en 1221. En 1238 entró en la Orden franciscana en la que ocupó altos
cargos, llegando a ser obispo de York. Murió en Lyon en 1274. Fue llamado «Doctor Seraphicus». Su obra sigue la línea
mística de Hugo y Ricardo de San Víctor.
Agustín de Asís, uno de los primeros seguidores de San Francisco, y dicen que murió el mismo día y hora que el santo.
Iluminado de Rieti acompañó al santo en su viaje a Oriente.
Hugo de San Víctor (1097 1141), escritor de orientación mística.
Pedro Mangiadore («comestor» en latín, es decir «comilón») fue un teólogo francés del siglo XII. Pedro Hispano,
lisboeta, nacido en torno a 1226. Fue elegido Papa en 1276 con el nombre de Juan XX. Murió al año siguiente en un
accidente del palacio papal en Viterbo
Natán es el profeta que reprochó a David el adulterio con Betsabé (II Samuel).
San Juan Crisósotomo (Boca de Oro), patriarca de Constantinopla entre los siglos IV y V. Representa una de las cimas de
la iglesia griega. Anselmo de Aosta, obispo de Canterbury a finales del siglo XI a quien se debe el famoso argumento
ontológico, como prueba de la existencia de Dios. Elio Donato enseñó en Roma a mediados del siglo IV.
En la gramática, primera de las disciplinas de la enseñanza medieval.
Rabano Mauro de Magonza, benedictino del siglo VIII, fue llamado «Preceptor Germaniae».
Joaquín da Celico nació en torno a 1130 y murió en 1203. Es el escritor apocalíptico, más conocido como Joaquín de Fiore,
que ejerció una enorme influencia en todos los movimientos milenaristas medievales, con su interpretación de los textos
bíblicos sobre la venida del Anticristo. Sus escritos fueron muy criticados por la Iglesia por su potencialidad
revolucionaria, como de hecho ocurrió. Dante, como en el caso de Sigiero de Brabante (Paraíso, IX), demuestra su
libertad de juicio con respecto a las opiniones oficiales de su tiempo.
En el original «ad inveggiar»: «envidiar»; «tan gran paladín» es, claro
está, Santo Domingo.
1 21 Terminadas las palabras de San Buenaventura, las veinticuatro almas de la doble corona reemprenden su danza, y para
hacemos imaginar este prodigio alude Dante a las quince estrellas de mayor grandeza según Tolomeo (vv. 4 6), junto con
las siete de la Osa Mayor (7 9) y las dos más brillantes de la menor (10 1 l), 24 en total, que girasen en círculos
como la corona que Dionisio ciñó a Ariadna y que, una vez muerta ésta, fue transformada en constelación.
El río Chiana, en la región de Arezzo, tenía un curso lentísimo a causa de los pantanos que atravesaba.
25 27 Los santos no cantaron a Apolo ni a Baco, sino a La Trinidad.
De nuevo Santo Tomás, que una vez solucionada una duda de Dante (el camino que hace avanzar al que no se extravía), va
a resolver la segunda, acerca del rey Salomón (Paraíso, X, 112 14).
37 45 Adán, de cuyo pecho salió Eva, y Cristo en cuanto hombre, cuyo pecho fue traspasado por la lanza, son los más
perfectos seres humanos creados por Dios.
Salomón.
55 57 La luz que sin hacerse diferente se desprende del astro, es el Hijo que procede del Padre, y el amor que hace tres
con ellos, es el Espíritu Santo.
Las nueve jerarquías angélicas.
La cera, es decir, la materia de las cosas, y quien la imprime, es decir, las influencias celestes.
Si la materia fuese elaborada hasta la perfección y el cielo obrase con toda la fuerza de su influjo sobre ella.
79 84 En ciertos casos puede alcanzarse la total perfección como en el de Adán, hecho de tierra, y el propio Cristo.
94 102 Según cuenta el libro de los Reyes, III, 2 12, siendo Salomón aún muy pequeño recibió la visita de Dios, quien le
prometió otorgarle el don que el muchacho pidiese. Éste no pidió, dice Dante, sabiduría para resolver vanos problemas
metafísicos o lógicos, sino prudencia para regir a su pueblo derechamente y poder así seguir el camino trazado por su
padre, David. Esta petición fue muy apreciada por Dios.
106 111 Las palabras de Tomás de Aquino sobre que no surgió nadie equiparable a Salomón (Paraíso, X 14), que han dado
motivo a la duda del poeta y a su aclaración, sólo se referían a aquél en cuanto rey, con lo cual no está en
contradicción con que Cristo y Adán sean los seres humanos más perfectos.
Ejemplos de filósofos errados en el camino hacia la verdad, porque no contaban con la asistencia divina.
Arrio (270 336) negaba el carácter divino de Cristo. Esta herejía, extendidísima en los tres siglos siguientes, fue
condenada en el concilio de Nicea, donde se definió el dogma de la Trinidad (325). Sabelio, medio siglo antes, también
había negado dicho misterio y fue condenado en el concilio de Alejandría en 261.
La hoja de la espada deforma la imagen de quien se refleja en ella.
Seor Martino y Doña Berta valen como nombres genéricos que representan la opinión del vulgo iletrado y presuntuoso, y
presuntamente bien pensante.
1 9 No olvidemos que Dante y Beatriz se encuentran en el centro de la doble corona, desde la que ha hablado Tomás de
Aquino. Ahora Beatriz habla desde el centro al borde, como antes del borde al centro.
13 18 La duda que Dante no necesita expresar es si este resplandor de los bienaventurados durará tras la resurrección de
la carne, con lo cual los sentidos corporales restituidos podrían darlarse con semejante luz.
Como siempre, por la alegría que les produce aclarar alguna duda al poeta.
28 33 De nuevo alaban a la Trinidad.
34 57 Quien habla con la misma dulzura que la de Gabriel anunciando el parto de María ha sido identificado como el propio
Salomón. La respuesta del rey Sabio es, lógicamente, sí. Espero que su razonamiento sea suficientemente claro y no
necesite de anotación.
58 60 El cuerpo resucitado poseerá órganos superiores a los de la vida terrena, aptos para los nuevos gozos que les
ofrece el Paraíso.
Cual si descaran resucitar ya en el juicio, para resplandecer y gozar más aún.
Al cielo quinto, regido por Marte, planeta rojo. Aquí nos encontramos con los espíritus militantes que lucharon por la
gloria de Dios y de la Iglesia.
Dios mismo, identificado con la divinidad solar de los griegos.
Se refiere a la Vía Láctea, sobre cuyo origen y naturaleza se produjeron en la ciencia antigua muchas controversias.
Dante mismo trató del tema en Convivium, II, XIV, 5 8, siguiendo a su otro gran maestro, San Alberto Magno.
No que Cristo resplandezca en la Cruz, sino que la Cruz producía un resplandor que era el propio Cristo; fenómeno para
cuya explicación Dante no encuentra ejemplo ninguno.
112 117 Las partículas de polvo que se ven en un rayo de luz que penetra por un toldo o una persiana.
127 136 La contemplación de la maravillosa cruz le produce un placer mayor de lo que hasta el momento había sentido,
incluido los ojos de Beatriz tal como hasta allí los había visto. Pero al ascender a una esfera superior la belleza de la
muchacha se ha acrecentado, cosa que Dante no había advertido por no haberla mirado aún.
13 18 Igual que vemos una estrella fugaz, que nos hace pensar que algún astro haya cambiado de sitio si no fuese porque
todos siguen en su lugar.
El encuentro de Anquises y Eneas lo cuenta Virgilio en Eneida, VI, 684 86. Quien ahora viene a recibir a nuestro poeta es
su tatarabuelo Cacciaguida, como ya veremos.
28 30 «Oh sangre mía, oh sangre divina infusa de tal manera, ¿a quién como a ti fue abierta alguna vez dos veces la
puerta del cielo?» Lo dice el propio Anquises, refiriéndose a César en Eneída, II, 836.
Dios es como un libro inmutable para los bienaventurados.
La sabiduría y el amor.
Pues mi sabiduría escasa no logra comunicarlo con palabras.
Cacciaguida era el más lejano pariente del que Dante conservaba noticias. Fue el padre de Alighiero I, que dio nombre a
la familia, el cual lo fue de Bellincione, padre a su vez de Alighiero II, el padre de Dante.
Alighiero I debió morir poco después de 1201, lleva por tanto casi un siglo en la cornisa de los soberbios.
Va a comenzar ahora Cacciaguida una alabanza de las viejas virtudes florentinas, cuando aún era una ciudad de pequeños
límites dentro del antiguo muro sustituido en 1173 por un segundo y en 1284 por un tercero. Las campanas que suenan aún a
tercia y a nona son las de la vieja Badía.
Porque la edad de la novia al desposarse no era excesivamente corta, ni la dote excesivamente cuantiosa.
No había palacios desmesurados para las necesidades reales de sus moradores.
Sardanápalo (el histórico Asurbanipal) era el ejemplo de la vida disoluta, entregada al lujo y a los placeres sensuales.
109 111 Aún el esplendor de los edificios florentinos, contemplados desde el monte Uccilatoio, no superaban a la Roma
divisada desde monte Mario (Montemalo). Pero Florencia superará aún más a Roma en su caída.
Belincione Berti fue uno de los grandes señores florentinos del siglo XII, padre de la Bella Gualdrada (Infierno, XVI,
137).
Dos antiguas familias güelfas.
118 120 Porque estaban seguras que morirían en el mismo lugar en que habitaban y porque Francia aún no era la meta de
los comerciantes florentinos.
Tres ciclos legendarios muy queridos de los florentinos, pues se relacionaban con la fundación de la ciudad.
127 129 Cianghella della Tosa, mujer célebre por su vida disipada, al contrario que la romana Cornelia, madre de los
Gracos, ejemplo de las virtudes republicanas. Lapo Saltarello, a pesar de ser correligionario de Dante, merece su
desprecio por corrupto y deshonesto en los asuntos públicos, frente al ya conocido Cincinto, el dictador romano célebre
por su integridad.
María, invocada en el parto por mi propia madre.
De Cacciaguida apenas sabemos más de lo que el propio Dante nos dice. Debió pertenecer a la familia Elisei, de supuesto
origen romano, y nació en torno a 1091, casó con una mujer del valle del Po, que dio nombre a su hijo Alighiero; combatió
acaso en la segunda cruzada junto al emperador Conrado III, en la que murió cerca de 1147, si es que Dante no confunde
una serie de datos históricos relativos a otro emperador, Contado II, que luchó en Calabria contra los sarracenos, sólo
que un siglo antes.
Su hermano Moronto, del que nada sabemos, conservó el nombre de los Elisei (o acaso Eliseo se refiera a un hermano
diferente, como quieren otros comentarios), mientras que de él salió la rama de los Alighieri.
Porque el Pontífice no hace nada para recuperar los Santos Lugares.
Dante, aún en el cielo, se sintió envanecido de su noble ascendencia.
La nobleza de la sangre tiene que ser acrecentada por las sucesivas generaciones.
Dante sólo trata con el «vos» («voi» en el original) de respeto a Bruneto Latino, Farinata, Cavalcante Cavalcanti y
Beatriz. A Cacciaguida primeramente le trató de «tú», pero ahora, mezcla de respeto y vanidad, le trata de «vos». El uso
del «vos» que Dante atribuye acaso dirigido primeramente a Julio César que era simplemente un hombre no se regularizó
en Roma hasta el siglo III. En la época de Dante el tuteo estaba más generalizado en Roma que en otras ciudades
italianas: «hasta a los emperadores y a los papas», dice un cronista de la época.
La vanidad de Dante provoca la risa de Beatriz, al igual que la dama de Malehaut en la novela de Lanzarote del Lago la
misma que leían Paolo y Francesca- tosió discretamente al advertir el amor de la reina Ginebra por el famoso caballero,
para indicarles que les estaba escuchando.
La capacidad de dicha es limitada en el hombre, pero ahora Dante se ha superado a sí mismo.
Como ya sabemos, Florencia, puesta bajo el patronazgo del Bautista.
Porque habla un dialecto florentino más arcaico que el del tiempo de Dante.
34 39 «Desde el día de la Anunciación hasta mi nacimiento, Marte volvió 580 veces al signo Leo.» Según los cálculos
pertinentes, siguiendo como hace siempre el poeta en sus cálculos astronómicos a Alfagrani, nos da la fecha del 25 de
marzo de 1091, fiesta de la Anunciación y primer día del año civil.
A la entrada del distrito sexto de Florencia dentro de la antigua muralla, el último al que llegaban los corredores del
palio anual celebrado en honor del santo patrón.
O por su insignificancia o por su grandeza, según las diversas opiniones. En realidad, el poeta poco más sabía de sus
antepasados.
Dante no busca la exactitud del dato, pero dice que entre Pontevecchio donde se encontraba la ya citada estatua
atribuida a Marte y la también conocida iglesia de San Juan, límites de la vieja ciudad, la población era de unos seis u
ocho mil habitantes, y aptos para las armas de 16 a 60 años alrededor de dos mil.
Toda la población, ahora mezclada de pueblos vecinos, era de pura casta florentina, de las grandes familias hasta el
último humilde artesano. De los citados pueblos, insignificantes en la época de Cacciaguida, vinieron a Florencia algunos
personajes que contribuyeron a su ruina.
Galluzzo, un pueblo en el camino de Siena; Trespiano en el camino de Bolonia, ambos muy cerca de la ciudad, con lo cual
los pueblos citados en el terceto anterior serían afortunadamente sólo vecinos de Florencia.
Otros dos enemigos de Dante pertenecientes a familias de origen campesino. Baldo de Aguglión, jurista, autor de la ley de
amnistía de 1311 de la que Dante fue excluido; Fazio de Signa, gúelfo blanco que se pasó a los negros posteriormente.
Dante ve en las luchas del papado contra el Imperio una de las causas de ese extralimitarse de Florencia que ha terminado
por corromper sus antiguas virtudes. En estas luchas la Iglesia empujó al pueblo llano contra los señores feudales
partidarios del Imperio.
Dante debe aludir a la familia de los Velluti, famosos comerciantes procedentes de Simifonte, a la que perteneció un tal
Lippo, de la facción negra.
64 66 Tres grandes familias feudales que, vencidas por la causa popular, promovida por Florencia, terminaron emigrando a
dicha ciudad, contribuyendo a su engrandecimiento territorial y a su degradación moral. Los Conti abandonaron Montemurlo
en 1219; los Cerchi emigraron a mitad del siglo XII; los Buondelmonti fueron despojados de su castillo de Val di Greve en
1135.
73 75 Cuatro antiguas y ricas ciudades etruscas ya desaparecidas y en completa decadencia.
88 93 Todas ellas antiguas grandes familias ya en extinción o desaparecidas del todo.
94 99 En el barrio de San Pedro, junto a la puerta vieja, donde vivían los Ravignani, familia a la que pertenecía el
citado Belincione Berti (Paraíso, XV, 112) y Guido Guerra VI (Infierno, XVI, 36 39), viven ahora los advenedizos
Cerchi que en sus luchas con los Donati ensangrentaron la ciudad.
Algún miembro de la familia gibelina de la Pressa había obtenido ya cargos públicos.
Otra familia gibelina que ya había obtenido el orden de la caballería.
Alude al escudo de la familia Pigli: una barra oscura sobre campo rojo.
Los que se avergüenzan de las pesas falseadas por uno de los suyos son los Chiaramontesi. (Purgatorio, XV, 105.)
Dos familias güelfas.
Los Uberti, familia gibelina, considerados casi como los padres de la ciudad (Infierno, X, 83 84).
El escudo de los Lanberti (Infierno, XXVIII, 109), familia gibelina.
112 114 Los Visdornini y los Tosinghi, familias güelfas negras, que administraban los bienes del obispado cuando éste se
encontraba vacante.
115 117 Los Adimari, familia güelfa de humilde origen alemán, entroncada con las familias más importantes de la ciudad,
de carácter violento. «Se endraga» (en el original «s'indraca»), es decir, se hacen fieros como dragones.
A Ubertino Donati, marido de una Ravigniani, no le satisfacía que su suegro, Bellincione Berti, casase con un Adimari a
otra de sus hijas.
Los Caponsacco, familia luego gibelina, vivían junto al Mercado Viejo.
Otras dos familias que posteriormente seguirían el partido feudal.
La llamada porta Peruzza, por la familia que vivía junto a ella, desaparecida ya en tiempos de Dante.
Alude ahora Cacciaguida a las familias a las que Ugo de Brandeburgo, marqués de Toscana, otorgó su escudo a finales del
siglo X. Este noble murió en 1001 en la festividad de Santo Tomás y fue enterrado en la Badía de Florencia, donde en el
aniversario de su muerte se celebraban grandes fiestas.
Gianno della Bella había tomado el partido popular en 1293, pero al pertenecer a una familia noble, el pueblo no confió
en él y lo expulsó de la ciudad.
Estas dos familias habitaban en el Burgo de los Santos Apóstoles donde luego vivieron los Buondelmonti, que dieron lugar
a numerosas luchas ciudadanas.
La familia de los Amidei, que dio origen a la división entre güelfos y gibelinos.
Buondelmonte Buondelmonti estaba prometido a una Amidei, a la cual abandonó en 1215 para desposar a una Donati (Infierno,XXVIII, 106). Los Amidei, junto con otras nobles familias, lo asesinaron el domingo de Pascua, dando lugar a que
estallasen las sangrientas luchas entre guelfos y gibelinos, aunque su origen fuera más antiguo.
142 144 «Si Dios te hubiera hecho ahogar en el río Emma, antes de venir a Florencia, se habrían ahorrado muchas
desgracias.»
145 148 De nuevo la estatua de Marte (Infierno, XIII, 146) a la que se le atribuía un influjo maligno sobre la ciudad.
El final de la tranquilidad florentina está marcado, por ello, por el sacrificio de una víctima humana, pues, según los
cronistas, Buondelmonte fue asesinado al pie de dicha estatua.
150 154 El lirio blanco sobre fondo rojo era el emblema de Florencia. En las batallas los vencedores acostumbraban a
pasear el estandarte enemigo puesto al revés, cosa que a los florentinos les ocurrió en ocasiones. Los guelfos
triunfantes en 1251 cambiaron el emblema por un lirio rojo sobre campo blanco, como quedó para la posterioridad.
1 5 Dante se parangona al joven Faeton (ya citado en otros lugares de la Comedia), quien acusado por su rival Epafo de
no ser hijo de Apolo, dios del Sol, corrió a interrogar a su madre, Climene, acerca de su verdadero origen, dando lugar
al trágico episodio del carro, con cuyo ejemplo los padres deben mostrarse cincunspectos a la hora de consentir en las
peticiones de sus hijos (Metamorfosis, I, 748 y ss.)
Como siempre, la visión de los bienaventurados halla su origen en Dios mismo.
El tetrágono es el cubo, que aquí eiemplifica la firmeza ante cualquier adversidad.
No con lenguaje ambiguo como el que confundía a los paganos, que consultaban los oráculos, cuyas respuestas eran siempre enigmáticas.
37 42 De nuevo la presencia divina no supone una cortapisa a la libertad, de igual manera que el que mira un barco
arrastrado por la corriente no es el causante de dicho movimiento.
Fedra, segunda esposa de Teseo, acusó a su hijastro Hipólito de haberla intentado seducir, en venganza de haber éste
rechazado su insano amor: el muchacho fue desterrado por su padre y posteriormente muerto a causa de un monstruo marino que hizo volcar el carro en el que marchaba (Metamorfosis, XV, 493 y ss.).
Los antecedentes del exilio de Dante podían ya rastrearse tiempo antes, debido a la política del Papa Bonifacio VIII.
La culpa de las desgracias de Florencia será atribuida a los blancos vencidos, pero el mal gobierno que posteriormente
harán los negros pondrá en evidencia la inocencia de los primeros. O mejor, las muertes de Corso Donati (Purgatorio, XX,
85 90) y del Papa Bonifacio (Purgatorio, XXIV, 82 87).
61 69 La mezquindad de sus principios correligionarios del exilio, de los que terminará apartándose tras la derrota de
Lastra en 1304 (Infíerno, XV, 70 72).
Bartolomé della Scala, señor de Verona y caudillo gibelino (lo que explica la figura del águila en su escudo) dio
albergue a Dante desde mediados de 1303 hasta su muerte en marzo de 1304. Los años siguientes Dante gozó de la
hospitalidad de otras grandes familias como los da Camino, los Malaspina, etc. Posteriormente, en 1312 regresará a Verona
donde residirá seis años bajo la tutela del hermano de Bartolomé, Cangrande.
Para la demás gente suele ser primero el pedir que el recibir lo que se pide; no asi con la munificencia de los
Escalígeros, que otorgarán a Dante sus mercedes antes de que éste las solicite.
Junto a Bartolomé Dante conocerá a Cangrande, nacido en 1291 bajo el signo de Aries, al que rige Marte. Fue señor
Verona de 1312 a 1329 y representaba para Dante la posibilidad de restaurar el poder gibelino en Italia.
Antes de que el Papa gascón Clemente V (Bertrand del Got de verdadero nombre) engañe al joven emperador Enrique VII
fingiendo apoyarle y traicionándole después, es decir, antes de 1312.
Dante, como vernos por su silencio, obedece la indicación de no referir el resto de la revelación sobre el destino de
Cangrande.
111 120 «Si pierdo un hogar, no vaya a perder otros posibles a causa de mis versos demasiado duros para alguna de las
grandes familias italianas, a muchos de cuyos miembros he visto en mi viaje de ultratumba, y que por lo que de ellos
refiero podrían molestarse los vivos.»
Es siempre de admirar la conciencia de la posteridad que tiene Dante, y de la dimensión ética y testimonial del poeta,
que prefiere, antes que el favor de sus a
contemporáneos, la gloria que le ofrecerán los hombres futuros.
Por una parte la amargura del exilio, por otra la gloria literaria y el favor divino.
16 18 La luz divina irradiaba por los ojos de Beatriz, como la imagen (el segundo aspecto) en un espejo.
Cacciaguida.
Los espíritus militantes del cielo de Marte darían ocasión para una gran cantidad de poemas épicos que narrasen sus
hazañas. A continuación se harán presentes al ser nombrados por el viejo florentino.
46 48 Guillermo de Orange, personaje histórico que dio lugar a un amplio ciclo de la épica francesa, centrado en sus
luchas contra los sarracenos. A este mismo ciclo, pero ya totalmente ficticio, pertenece el gigante Ricardo. Godofredo de
Bouillon condujo la primera cruzada que conquistó Jerusalén. El normando Roberto Guiscardo liberó el sur de Italia y
Sicilia de los sarracenos y luchó contra Enrique IV de Alemania en defensa del Papa. Murió en 1085.
Cacciaguida, al ir a reunirse con los héroes citados, pone de manifiesto que comparte con ellos su condición de tal.
Está aún más hermosa de lo que estaba antes, lo cual prueba que han ascendido a otro cielo.
64 69 Del rojo de Marte al blanco de Júpiter.
82 87 Invocación a una musa, tal vez Euterpe, llamada aquí Pegasca porque la fuente Helicona, asociada como ya sabemos a su culto, brotó de una patada del caballo Pegaso.
La gloria de los sabios inmortaliza también a sus ciudades (Virgilio a Mantua; Dante a Florencia).
91 93 «DILIGITE IUSTITIAM QUI IUDICATIS TERRAM», «Amad la justicia los que gobernáis la tierra», versículo con el que
comienza el libro biiblíco de la Sabiduría.
Pensar que la M en cuyo dibujo se detienen los espíritus, ya forma el esquema del águila con las alas desplegadas, pero
aún sin cabeza; la cual formarán los bienaventurados posteriormente llegados, antes de unirse con el resto.
De nuevo alusión al Papa Bonifacio VIII, o más generalmente al papado de su tiempo.
Con la excomunión, terrible arma en manos del pontífice, que la utilizó en muchas ocasiones, aunque de poco le valió
contra Felipe el Hermoso.
Ahora se dirige al Papa directamente, en esta ocasión al cahorsino Juan XXII, al que achaca un desmesurado afán por los
florines, moneda que tenía impresa la figura de San Juan Bautista. Otros comentaristas siguen viendo a Bonifacio VIII.
Habla en singular, como si fuera un solo ser, y tendría que hacerlo en plural, al estar compuesta de innumerables almas.
El espejo de la justicia divina es el reino de los Tronos (Paraíso, IX, 50 63).
La duda que Dante no necesitaba expresar es que si no hay salvación fuera de la fe cristiana, todos los hombres deberían
estar en condiciones de conocerla y de bautizarse. Si esto no es así, no se comprende por qué hayan de ser condenados los
gentiles que, sin culpa alguna, no conocieron la verdadera doctrina. Así, pues, la justicia divina parece una injusticia.
Aunque Dios difundiera todo su saber entre los hombres seguiría siendo inalcanzable para ellos.
Como hemos podido ver, la respuesta del águila sobre tan arduo problema sólo puede convencer a los ya previamente
convencidos.
Aún formando la imagen del águila.
En latín, «cerca».
Los condenados y los bienaventurados.
114 148 El águila va a pasar revista ahora a los gobernadores inicuos casi todos, por lo que vamos a ver de su época.
En este pasaje Dante va a utilizar de nuevo el artificio del acróstico. Tres tercetos comienzan con I, (en el original
«Lí si vedrá»); otros tres con V (en el original «Vedrasi», que he podido conservar); los tres siguientes por E (en
el original la conjunción copulativa «e»). Las tres forman la palabra LVE, es decir, «peste»
Entre las hazañas de Alberto I, ya citado en Purgatorio, VI, 97 y ss., se encontrará injusta la invasión de Bohemia en
1304.
De nuevo Felipe IV el Hermoso y el dudoso episodio de la falsificación de la moneda; el rey murió en 1314 en una cacería.
Eduardo II de Inglaterra, rey desde 1307 a 1327; y Roberto Bruce, rey de Escocia de 1306 a 1329.
Fernando IV, llamado «El Emplazado», rey de Castilla desde 1295 a 1312; Wencestao IV (Purgatorio, VII, 101 2).
Carlos II de Anjou, rey de Nápoles y de Jerusalén. Sus buenas obras se anotan con el I (la unidad) y las malas con M
(mil).
Federico II de Aragón, rey de Sicilia, en la que según Virgilio murió Anquises, padre de Eneas.
137 141 Dionís, rey de Portugal de 1279 a 1325, cuñado de los anteriores, Acon VII de Noruega, rey desde 1299 a 1319, y
del que Dante, por lo demás, debía saber bastante poco; el de Regusa (en el original Rascia) es Esteban II de Serbia
occidental, que acuñó astutamente una moneda muy parecida a la de Venecia.
38 Su tío es Jaime de Mallorca, rey desde 1262 a 1311; el hermano es Jaime II (Purgatorio, VII, 119 20), que ensucian
el recuerdo de Pedro III el Grande.
Finalmente Dante, el político, anima a Hungría y a Navarra que no caigan en la órbita francesa, una vez extinguidas sus
dinastías originarias. Una y otra cayeron en manos de la casa de Anjou, tan odiada por nuestro poeta.
145 148 El mal gobierno de Enrique II de Lusignan en Chipre (1285 1324) es buena muestra de lo que podría ocurrir en
esos dos países si cayeran en la órbita francesa.
Del lado de los otros injustos monarcas.
1 6 Al caer la noche es cuando pueden verse las estrellas que iluminan el cielo difundiendo la luz que reciben del mismo
sol.
El águila es el signo del mundo, cuyo poder civil representa el imperio; y al mismo tiempo es símbolo de los grandes
caudillos.
Los ojos. Según creencia muy común, el águila podía mirar al sol directamente.
37 42 David (Purgatorio, X, 93).
43 48 Trajano. Recuérdese todo lo que dijimos acerca de este emperador «cristiano» en Purgatorio, X, 73 93.
49 54 El rey de Judá, Ezequías, que obtuvo por mediación de Isaías el don de vivir quince años más.
55 60 Constantino, que trasladó la capital a Constantinopla, para dejar Roma al Papa. (Infierno, XIX, 115 117;
Purgatorio, XXXII, 124 29.)
61 66 Guillermo II el Bueno, nacido en 1154, rey de Sicilia en 1166 y muerto en 1189. Su muerte dejó desconsolados a sus
vasallos, los cuales tiempo más tarde padecen a Carlos II de Anjou y a Federico de Aragón, en Nápoles y Sicilia
respectivamente (Paraíso, XIX, 127 32.)
67 72 Rifeo es un personaje de la Eneida (II, 339, 394, 425 27), en la que aparece como un hombre «justísimo», en
palabras de Virgilio. La presencia de éste, aún más que la de Trajano en el cielo, motivará las lógicas dudas de Dante y
las consiguientes explicaciones del Aguila Santa. Al haberse salvado, Rifeo sabe algo más de la insondable voluntad
divina, aunque no la comprenda tampoco él del todo.
El reino de los cielos se deja por su propio gusto vencer por el amor y la esperanza de los hombres, y sus designios,
como veremos enseguida, son por completo inexcrutables (Mateo, XI, 12; Lucas, XVI, 16).
100 129 Rifeo, que tuvo fe en el Cristo por venir; Trajano, que tuvo fe en Cristo ya venido. El primero fue
milagrosamente instruido por Dios en los misterios de la fe; el segundo vuelto a la vida por intercesión del Papa
Gregorio Magno, para que su alma recibiera la enseñanza del cristiano, y muerto por segunda vez ya salvado (Purgatorio,
XXIV, 84).
Las virtudes teologales que Dante encontró en el Paraíso Terrenal.
La risa de Beatriz, tan hermosa ya en este punto del viaje, produciría en Dante los mismos efectos devastadores, como
produjo en Sernele la aparición de su amante Zeus en todo su esplendor (Metamorfósís, III, 307, 309).
Al cielo de Saturno, donde se encuentran los espíritus contemplativos, que ahora se halla en conjunción con la
constelación de Leo.
Saturno, que da nombre a la séptima esfera («cristal») fue el dios que rigió la mítica edad de oro, aludida ya en
varias ocasiones (Infierno, XIV, 96; Purgatorio, XXVIII, 140).
Tantas almas de bienaventurados.
Como veremos, es la voz de San Pedro Damián.
«Porque tus sentidos mortales no podrían soportar ni la risa de Beatriz, ni el son de nuestros cantos.»
«No he descendido más cerca porque sienta mayor amor por ti que las otras.»
Nuevamente se plantea el problema de la predestinación.
«La inteligencia que aquí es luz, es sombra allá abajo: así que piensa cómo podríais entender los hombres lo que ni
siquiera entienden por completo los elegidos.»
San Pedro Damián nació en 1007 de una familia muy humilde de Rávena. A los treinta años ingresó en el convento
camaldulense de Fonte Avellana, cercano a Gubbio, en el monte Catria, que según la tradición visitó el propio Dante. Fue
prior y posteriormente obispo y cardenal, cargos a los que renunció tras haber mostrado un gran celo contra la simonía y
la corrupción eclesiástica (vv. 130 35), volviendo de nuevo a su monasterio, famoso éste por la severidad de la regla.
Solía firmar como Pedro Pecador y representa la figura del antihumanismo. Murió en Faenza en 1072.
Tal vez se refiere a la transformación del monasterio en abadía en la época de Juan XXII.
En la abadía de Santa María de Rávena.
En realidad el uso del capelo como símbolo de la dignidad cardenalicia no se prescribió hasta la mitad del siglo XIII con
Inocencio IV.
San Pedro y San Pablo, que predicaron el evangelio con suma pobreza.
130 134 Divertida y llena de plasticidad esta caricatura que Dante nos presenta de los lustrosos personajes de la curia
papal.
10 12 Cfr. Paraíso, XXI, 61 63.
Es decir, lo que aquel grito pedía.
La venganza divina sólo parece que tarde en venir o que llega demasiado pronto a quien la espera o la teme.
Es uno de los frutos de la caridad mutua que existe en el Paraíso.
Habla ahora el alma de San Benito de Nursia el gran fundador del movimiento monástico de la Iglesia de occidente (480
543).
El monte Cairo, en cuya cima se encontraba un templo de Apolo y donde el santo comenzó su labor evangelizadora.
San Macario de Alejandría, discípulo de San Antonio, fue el promotor del monaquismo en oriente. San Romualdo de Rávena
(956 1027), que fundó la Orden de los camaldulenses.
Los benedictinos.
«Podrás verme enteramente en el cielo Empíreo, donde todos los deseos, el tuyo de verme y el mío de ver a Dios se ven
cumplidos.»
El Empíreo es inmutable, pues representa la perfección divina.
73 93 Como los franciscanos y los dominicos, a pesar de ser órdenes recientes, la vieja Orden benedictina ha degenerado
con el tiempo, mereciendo la reprobación de su fundador, en términos a los que ya Dante nos tiene acostumbrados.
79 81 La usura no es tan grave pecado como la codicia de los sacerdotes.
94 96 El Jordán volvió su curso para permitir el paso de Josué, de modo parecido a como antes se había abierto el mar
Rojo. Estos milagros son menos asombrosos, dice el poeta, que el remedio de la corrupción.
Por dicha escala ascienden al octavo cielo, el de las estrellas fijas.
«Así pueda yo volver a ver el Paraíso.»
La constelación de Géminis, bajo la cual nació Dante, aunque no conozca aún el día exacto.
Al entrar en la esfera de las estrellas fijas, lo hacen por el lado en que se encuentra dicha constelación.
La tierra.
61
136-8«Mi parecer está con el de aquellos que la menosprecian y piensan sólo en el cielo.»
La luna, despojada de las manchas.
El hijo de Hiperión es el sol.
Mercurio era hijo de la ninfa Maya. Ya hemos visto que Dione era la madre de Venus.
Entre Saturno, su padre, y Marte, su hijo. Júpiter mitiga el frío del uno y el calor del otro.
En el original «aiuola», diminutivo de «aia»: «era» (de trillar).
Sale antes del amanecer para encontrar presas.
Trivia es la luna, y las ninfas las estrellas.
Jesucristo, «potencia de Dios y sabiduría de Dios», según San Pablo.
Todas las lenguas de los poetas alimentados por las musas, de las que Polimnia formaba parte.
La Virgen María.
Los apóstoles.
«A contemplar el divino espectáculo con mis débiles ojos.»
Es la luz de Cristo la que ilumina desde lo alto, como un rayo las flores de un prado, a la muchedumbre de los
bienaventurados.
La palabra «rosa» que Dante ha dado a la Virgen.
Se trata del Arcángel San Gabriel.
El primer Móvil, o noveno cielo, que contiene todos los restantes, y está más cerca del Empíreo.
Estaba aún tan lejano de Dante y Beatriz, aún en el cielo octavo, que no podía verlo. El «Interno confín», en el original
«interna riva» es la parte cóncava del cielo, por la que lógicamente llegan los viajeros que proceden de la tierra.
La Virgen se eleva tras de Cristo.
La Vida terrena es como el exilio judío en Babilonia, comparada con el Cielo.
Los bienaventurados que creyeron en Cristo por venir; y los que creyeron en Cristo ya venido.
San Pedro.
La corona más bella de todas es la que pertenece a los apóstoles, de la que van a salir San Pedro, y luego Santiago y San
Juan, que interrogarán a Dante acerca de la fe, la esperanza y la caridad, respectivamente.
No ya el lenguaje, sino la propia imaginación es insuficiente para representar lo que vi, como un color burdo es
inadecuado para representar los matices que presentan los pliegues de una vestidura. (Recordad la admiración de Dante
por Giotto, el cual, en los frescos de la Capilla de la Arena de Padua, se había esforzado en estas sutilezas.)
46 48 Se trata de una práctica común en las escuelas de teología y filosofía medievales. El maestro proponía una cuestión
que era discutida por los alumnos con diversos argumentos («approvare» en el original) y otro día el maestro la
resolvía dando su dictamen (en el original «terminare»).
Los primopilos eran en el ejército romano los centuriones de la primera escuadra de triarios. Los que iniciaban el
combate, como los apóstoles en su lucha por la fe.
Como escribió San Pablo en la Epístola a los Hebreos, XI, 1.
64 65 Según Tomás de Aquino, «sustancia» es el fundamento de las cosas que se esperan y «argumento» es la adhesión del
intelecto a la verdad que no se comprende sin pruebas.
83 85 Después de preguntarle qué es la fe y de haber sido respondido por Dante, San Pedro le pregunta si él la tiene, y
luego de dónde le ha venido.
El Viejo y Nuevo Testamento.
Los milagros y el resto de obras maravillosas son la garantía del origen divino de las Escrituras, pues no son obras de
la naturaleza.
«¿Quién te garantiza que esos milagros existieran? Porque lo cuentan aquellos mismos que quieren convencernos, sin ningún otro testimonio ajeno, luego nos encontrarnos en un peligroso círculo vicioso.»
106 108 El mayor milagro, aunque otro no hubiera habido, es para Dante la
propia difusión del, cristianismo, y como ese hecho es evidente, no necesita mayores pruebas de que los libros en que se
basa su fe están inspirados por Dios. Como vernos, el argumento dantesco no es excesivamente sutil. Cfr. San Agustín,
Civítas Dei, XXII, 5.
San Pedro, según Juan, XX, 3 9, llegó al sepulcro de Cristo antes que el propio evangelista, que debía ser más joven, según normalmente se admite.
135 138 No sólo las pruebas de la razón, sino sobre todo las fuentes de la sabiduría revelada.
1 9 Dante siempre conservó las esperanzas de volver triunfante y rehabilita
do a su Florencia natal, gracias al éxito de su Comedia.
Santiago el Mayor, patrón de Galicia.
«Frente a mí.»
En la llamada Epístola Católica, atribuida ahora a Santiago el Menor, se contenía un pasaje que hablaba de la
misericordia de Dios y de su generosidad a la hora de salvar a los hombres. La basílica es el ciclo
32 33 «Puedes hacerlo, pues todas las veces que Jesús te eligió a ti, a Juan y a Pedro de manera especial resurrección
de la hija de Jairo, transfiguración, la oración en el huerto , tú representabas la esperanza.»
A San Pedro y a Santiago, que antes me habían hecho inclinar la cabeza.
Beatriz alude ahora al propio Dante.
Como está escrito en la propia sabiduría divina.
Como antes a Babilonia, la vida terrena es ahora comparada a la permanencia de los hebreos en Egipto. Jerusalén es el
cielo, que Dante puede ver antes de morir.
La gracia divina y las buenas obras que aseguran la salvación.
70 72 Por muchas autoridades sagradas conozco qué es la esperanza, pero sobre todo por los salmos de David, cantor del
Espíritu Santo.
Paráfrasis del salmo IX, 11.
La citada epístola de Santiago.
La meta es el propio Paraíso.
Isaías había hablado de que los elegidos poseerían «el doble» de lo que antes poseyeran (LXI, 7). Dante explica que en
su patria verdadera, en el cielo, estarán con doble vestidura, es decir, en cuerpo y alma.
San Juan, hermano de Santiago, en el Apocalipsis, VII, 9, presenta a los bienaventurados vestidos de blanco.
Comienzo del salmo IX ya citado.
Es la luz de San Juan Evangelista, que se une a los otros dos apóstoles preferidos de Cristo.
101 102 El signo de Cáncer es el opuesto al de Capricornio, que se extiende entre el 21 de diciembre y el 21 de enero.
Durante este mes, en cualquier punto del horizonte se encuentra o bien el sol, o bien alguna estrella de Cáncer. Así pues,
si alguna de ellas brillara tanto corno Santiago, durante ese mes habría siempre luz, es decir, sería sólo un día.
Para festejar a la novia, no para lucirse ella.
De este animal se pensaba que se desgarraba el pecho para dar de comer a sus crías, y por ello es símbolo de Cristo, San
Juan se apoya en el pecho de Cristo en la última Cena; y recibe el encargo de cuidar de María en el Calvario.
116-126 Como aquel que mira al sol durante un eclipse parcial y por ello queda ciego, así miraba yo a San Juan. (Dante
quiere ver si el evangelista está en el cielo con su cuerpo, pues se pensaba que San Juan había sido arrebatado en Patmos
por un águila y llevado al cielo antes de morir. Dante desmiente esta leyenda.)
Jesús y la Virgen, a los que hemos visto ascender en el canto anterior.
Porque se ha quedado ciego por mirar a San Juan tan fijamente.
Mientras Dante está ciego San Juan le interroga sobre la caridad.
Ananías, cristiano de Damasco, devolvió la vista a San Pablo (Hechos, XI, 10-22) despues de haberle cegado Cristo en el
camino hacia dicha ciudad.
«Mis ojos fueron puertas por donde me entró el amor de Beatriz.»
«Dios, principio y fin de todas las cosas, es la meta de mi amor.»
22-24 Dante tiene ahora que explicarse más claramente, o mejor, pasar una prueba más difícil y contestar quién dirigió su
amor hacia Dios.
28-36 Advierta el lector el carácter silogístico que tienen los siguientes tercetos: primera premisa: el bien enciende el
amor tanto más intensamente cuanto mayor es; segunda premisa: Dios es la esencia misma de la bondad y supera a cualquier otro bien; conclusión, la mente debe moverse, amando, hacia Dios.
Según la mayoría de los comentaristas, se refiere a Aristóteles, que demostró racionalmente cómo
eficiente y final del universo, por tanto el bien supremo al que tienden todas las criaturas amorosamente.
La voz de Dios que habló a Moisés en Éxodo, XXXIII, 19.
Son varios los pasajes del Acocalípsís a los que Dante quiere aludir, pero sobre todo al versículo I, 8: «Yo soy el alfa
y la omega, principio y fin, dice el Señor ... »
46-47 De nuevo la razón y la revelación.
58-60 La creación del mundo, la creación del hombre, y la redención.
Hasta que cobra del todo el conocimiento después de despertar.
Mientras duró su ceguera se ha añadido una cuarta luz a las tres anteriores, la de Adán.
Adán señala a Beatriz.
«Cuánto tiempo estuve en el Paraíso, y cuánto tiempo hace de ello, y por qué fui expulsado y qué lengua hablaba.»
120-123 Adán pasó 4302 años en el limbo, hasta el día de la muerte de Cristo y vivió 930.
Antes aún de que comenzase la construcción de la torre de Babel, que dio origen a la confusión de las lenguas
(Purgatorio, XII, 34-36; Infierno, XXX, 77-78).
Es un invento de Dante, I es el número romano que designa la unidad.
Elí en hebreo.
Desde el amanecer hasta poco después del mediodía. Entre las varias opiniones dadas en la época sobre esta cuestión,
Dante se atiene a la más estricta.
12-15 Los tres apóstoles y Adán. San Pedro se toma más encendido, como si el blanco planeta Júpiter se volviera rojo como
Marte (Paraíso, XIV, 86-87).
Se va a abrir ahora una dura invectiva del primer vicario de Cristo contra el papado de su tiempo. Ahora sabemos que su
color rojo es producido por la santa cólera.
El Diablo se goza de la corrupción de Roma.
Cuando Cristo fue crucificado el cielo se volvió como de sangre.
Lino (Papa del 66 al 78) y Cleto (del 78 al 91) son los sucesores de San Pedro en el obispado de Roma y ambos fueron
martirizados.
De nuevo cuatro pontífices mártires de los primeros tiempos en diferentes persecuciones.
Que el Papa favoreciera a una parte de los cristianos y despreciara a la otra.
Así, en 1229 los pendones del Papa en la lucha contra Federico II.
El sello pontificio que convalidaba las bulas o las ventas de cargos eclesiásticos.
El cahorsino Juan XXII y el gascón Clemente V, ya de sobra conocidos.
Escipión obligó a Aníbal a retirarse a África y le venció en Zama.
En pleno invierno, bajo el signo de Capricomio.
Dante miró la tierra al final del canto XXII. Desde entonces ha recorrido en el octavo cielo un cuarto de su
circunferencia, es decir, 90° , y si antes estaba sobre el meridiano de Jerusalén ahora lo está sobre el de Cádiz, y ve a
un lado el océano Atlántico que navegó Ulises (Infierno, XXVI) y al otro lado las costas de Fenicia en que Europa fue
raptada por Zeus transformado en Toro. Los climas eran siete zonas en que los geógrafos dividían la tierra.
Dante está en el signo de Géminis, y el Sol en Aries. En medio está Tauro. Por tanto, el sol no ilumina más allá de la
costa de fenicia, impidiendo ver más a Dante.
91 102 La belleza de Beatriz, mayor que cualquier otra, aun sumada la belleza natural con la que el arte produce, impulsa
a Dante a dejar el signo de Géminis (Cástor y Pólux eran hijos de Leda, y nacieron de un huevo, pues Zeus para poseerla
se convirtió en cisne) y ascender al cielo cristalino o Primer Móvil, que es tan perfecto que carece de partes
diferenciadas.
El centro es la Tierra, en torno a la que giran todos los demás planetas, hasta llegar a la novena esfera que es la que
imprime el movimiento a todas las restantes, por el poder que recibe directamente de Dios.
Este Primer Móvil esta redeado por el Empíreo, o verdadero Paraíso.
Para heredar sus bienes.
Muy discutidos por los comentaristas son estos versos, pues no se ponen de acuerdo en quién sea «La hermosa hija de quien lleva la noche y trae el día», aunque está claro que éste sea el Sol. ¿La naturaleza humana? ¿La luna? ¿Circe, la
hechicera? En cualquier caso, el sentido de los versos es muy claro.
142-143 En el calendario Juliano, vigente en la época, el año constaba de 365 días y seis horas, con una diferencia
aproximada de una centésima de día. Sumadas estas centésimas de cada año, llegaría un momento muy lejano en que estando oficialmente en enero, habría dejado de ser invierno.
Este punto, junto al que la estrella más pequeña parecería la luna, es Dios mismo en torno al cual gira un nuevo sistema
de círculos concéntricos: los nueve coros angélicos, que tienen una correspondencia inversa con las nueve esferas, como
ya veremos.
El arco iris.
Iban girando con más lentitud progresivamente.
En efecto, con respecto a la tierra, las esferas celestes son tanto más rápidas cuanto más se alejan de ella.
Por qué no sucede lo mismo en el Cielo y en la Tierra.
58-60 «No es extraño que tu ingenio sea torpe para comprender esto, pues aún nadie ha tratado este tema.»
Según vayan a recibir un mayor o menor poder para influir en la Tierra.
El Primer Móvil, el más alejado de la Tierra, se corresponde con el coro de los serafines, más próximo a Dios.
Recuérdese la vieja leyenda de la progresión geométrica, según la cual el inventor del ajedrez pidió como recompensa,
aparentemente insignificante, el trigo que resultara de poner un grano en la primera casilla, dos en la segunda, cuatro
en la tercera, dieciséis en la cuarta y seguir así poniendo en cada una el cuadrado del anterior, con lo que se llegaba a
una cifra astronómica de trigo, imposible de pagar. Quiere decir Dante, naturalmente, que el número de ángeles es
incalculable.
En latín: «donde».
Beatriz ahora va a enumerar las jerarquías angélicas.
Dante sigue a Tomás de Aquino, en que es la visión de Dios lo que produce la beatitud, no el amor de Dios, como pensaba
Duns Escoto.
Los méritos adquiridos son la medida de la visión de Dios que es concedida a cada bienaventurado.
Es decir, la primavera está siempre en su primer mes, cuando el sol está en Aries, pues los once restantes, Aries está
bajo el dominio de la noche.
130-135 Dionisio Aeropagita ya citado en Paraíso, X, 116-17, que describió estas jerarquías, y cuyo tratado no fue creído
por el Papa Gregorio Magno, de modo que cuando éste llegó al cielo y vio que Dionisio tenía razón, no pudo por menos de
reírse por su error. Dante en Convivium, II, v. 6, había seguido la opinión del Papa Gregorio.
San Pablo reveló la verdad sobre los ángeles a Dionisio, al volver del cielo al que había sido arrebatado (Infíerno, II,
28-30).
La Luna y el Sol, situados en Libra y Aries --signos opuestos-- coinciden en un momento de equilibrio en que ambos asoman,
uno para salir y otro para ponerse a un lado y al otro del horizonte. Este momento es apenas un instante, pues enseguida
uno sube y el otro baja; ese breve momento duró la mirada de Beatriz hacia el punto divino, lo cual acaso sea mucho para
la intensidad de su luz.
Ahora explicará Beatriz el origen de los ángeles. Lógicamente Tomás de Aquino y su terminología están en la base de su
exposición.
20-21 Antes de la creación no existía el tiempo.
22 y ss. Es decir, ya forma o acto puro, los ángeles a los que puso en el cielo; ya materia o potencia pura, es decir, el
mundo material que quedó abajo; ya forma y materia unidas, es decir, el hombre que quedó entre uno y otro. Estos tres
rangos fueron creados simultáneamente.
Al mismo tiempo que las sustancias fue creado el orden que las regía.
37-45 San Jerónimo estaba equivocado, según Santo Tomás, porque si los ángeles son acto puro, y su misión es mover los
cielos, no podían estar inactivos si hubieran sido creados antes que el resto del universo, pues entonces estarían sólo
en potencia. Así es que la razón confirma la autoridad de la doctrina.
Enseguida se produjo la rebelión de Lucifer y sus secuaces, que turbaron la paz de la tierra.
Que su existencia dependía de la voluntad de Dios.
¿Tienen memoria los ángeles? Ardua cuestión ésta para los teólogos medievales, para cuya resolución hay que distinguir el
doble significado de la palabra «memoria». Si ésta significa la facultad de conservar en la mente una cognición, está
claro que la tienen, pues las conservan todas; si se trata en cambio de traer a la mente una cognicion pasada, carecen de
ella, pues para esto deberían haber primero olvidado, cosa que en los ángeles es imposible.
Los que enseñan aquello en lo que ellos mismos no creen.
Beatriz equipara el afán de saber con el orgullo de los ángeles rebeldes.
97-102 Ejemplos de discusiones inútiles que hacen olvidar las simples enseñanzas evangélicas. Unos dicen que la luna
eclipsó al sol cuando murió Cristo. Otros que la luz se apagó por sí misma, por lo que el cielo se oscureció por igual en
todas partes, y no sólo en Jerusalén.
Nombres muy comunes en la Florencia de la época.
Estas falsas doctrinas hacen que el rebaño de los fieles no sepa a qué carta quedarse y se extravíe.
Alusión a la capa de los dominicos o predicadores, muy dados a inútiles disquisiciones teológicas, que se hincha de
vanidad.
Ahora Beatriz, trayéndolo un poco por los pelos, va a aludir a las indulgencias, con las que el clero engaña al pueblo
sencillo y crédulo, sin saber ellos mismos si en realidad sirven para algo, El pájaro que anida en el capuz es el propio
diablo.
Los monjes antonianos. Recordad que el famoso eremita San Antonio era representado con un cerdo, y aún hoy es el patrón
de los animales.
Daniel VII, 10, «diez mil millares le servían, y diez mil decenas de millares estaban ante él».
136-141 Cada uno de los ángeles recibe la luz divina con un diferente grado de intensidad. El antecedente de «la» es
«esta naturaleza» del v. 130.
1-13 Cuando es mediodía a seis mil millas de distancia, donde nos encontramos nosotros es una hora antes del alba, y la
tierra proyecta un cono de sombra horizontal en dirección opuesta al sol; en ese momento el ciclo comienza a esclarecer y
algunas de las estrellas van desapareciendo; luego, con la llegada de la aurora, terminan por desaparecer todas ellas. De
igual manera desapareció de su vista el coro de los ángeles que rodeaban a Dios.
«Los autores de tragedias o los de comedias nunca tuvieron que superar un escollo tan insalvable en algún pasaje de sus
obras como el que yo debo atravesar ahora, al describir la belleza de Beatriz», ahora que van a pasar del Primer Móvil al
cielo Empíreo, meta de su viaje.
»Los ángeles y los bienaventurados, que se te mostrarán tal como son, y no como hasta ahora, que sólo los has visto en
forma de luces diversas.»
Brilló alrededor mío.
Es el río de la gracia divina. El significado alegórico de esta visión casi entorpece su belleza, pero digamos que las
dos orillas suelen ser interpretadas como los dos testamentos, las chispas son los ángeles y las flores los
bienaventurados, que luego se convertirán en una inmensa rosa que imaginaremos mejor como un anfiteatro.
En la superficie convexa del Primer Móvil.
Los bienaventurados.
Al mismo centro de la rosa.
Enrique VII, tantas veces aludido ya en estas notas, que morirá .n 1313, siete años antes que Dante.
Y de nuevo una alusión a Clemente V, que fingía ayudar a Enrique cuando en realidad lo estaba traicionando (Paraíso,
XVII, 82).
Clemente V murió en 1314. Sobre su suerte en los infiernos recuérdese el canto XIX, 76 87, de la primera cantiga.
Lo mismo para Bonifacio VIII.
1 12 Una milicia es la de los mortales que han alcazado la salvación; la otra que vuela en torno a la rosa que aquéllos
forman igual que las abejas, son los ángeles.
«Aun colocada entre la rosa y el trono divino, no nos impedía verla a nosotros ni al mismo Dios derramar su luz sobre la
rosa.»
Del norte, donde siempre brillan Helice y Bootes, es decir, la Osa Mayor.
Letrán era el palacio imperial y posteriormente el de los Papas.
Una vez haya vuelto de su peregrinación.
Con la luz de Dios.
Como antes Virgilio, ahora también Beatriz abandona al poeta peregrino sin despedirse y viene a su encuentro San Bernardo
de Claraval (1091 1153), promotor de la segunda cruzada e impulsor del culto mariano en la Edad Media. Fue una de las
más grandes lumbreras de la espiritualidad medieval.
De la más alta región de la atmósfera hasta lo más profundo del océano.
Cfr. Infierno, II.
«Mi libertad.»
Es la última sonrisa que Beatriz dirige a su antiguo enamorado. Borges, el viejo dantista, glosa esta sonrisa en una
página memorable, y supone que toda la ingente obra de la Comedia sea sólo un pretexto para alcanzar este brevísimo
momento.
Un supuesto paño de la Verónica se guarda en San Pedro de Roma; allí acudían innumerables peregrinos hasta de los más
remotos lugares, por ejemplo de Croacia, para reverenciarlo.
Por donde sale el sol.
La belleza de la propia María.
Eva, culpable de la muerte de Cristo por su pecado, se sienta a los pies de la Virgen.
La hermana de Lía (Purgatorio, XXVII), que representa la vida contemplativa.
Se trata de Ruth, bisabuela de David, el cual compuso el famoso salmo conocido como «Miserere» para expiar la muerte de
Urias.
18 y ss. Esta serie de santas mujeres bíblicas sirve de separación entre aquellos que creyeron en Cristo antes de su
llegada el Viejo Testamento y los que creyeron después y pudieron ser bautizados.
Porque aún quedan bienaventurados por venir, pues o bien no han muerto aún o están en el Purgatorio.
San Juan Bautista, cuyo escaño hace pareja con el de la Virgen y bajo el cual hay una línea de santos varones que separan
también una de otra zona de la rosa.
No por sus méritos, sino por los de sus padres.
La diferencia puesta por Dios entre los hombres se ejemplifica en el caso de Esaú y Jacob.
Es decir, como Dios quiere, al igual que hace a unos rubios y a otros morenos.
Son las condiciones aludidas en el v. 43 Desde Adán hasta Abraham bastaba con la fe de los padres, desde Abraham a Cristo era menester la circuncisión; desde Cristo hasta ahora se necesita el bautismo, y los que mueren sin él deben
permanecer en el Limbo (Infíerno, IV).
La Virgen nuevamente celebrada por el arcángel Gabriel.,
San Bernardo enumeró a bienaventurados ya conocidos por nosotros, pero ahora ocupando el verdadero lugar que les
corresponde en el Empíreo: Adán, San Pedro, San Juan Evangelista, Moisés.
Ana, madre de la Virgen.
Santa Lucia (Infierno, II; Purgatorio, IX) se encuentra frente a Adán.
Pues se está acabando el tiempo concedido a tu contemplación, que es casi como un sueño.
«Para que atiendas mis plegarias.»
Que sólo conserva una vaga impresión del sueño, pero sin poder recordar los detalles.
Cuenta Virgilio que La Sibila de Cumas escribía sus oráculos en hojas de árboles, que el viento no tardaba en llevarse
(Eneida, III).
Al contrario que las otras luces que se ha encontrado en el Paraíso que le han obhgado a cerrar los ojos, la luz divina
acrecienta la capacidad de ver en aquel que la contempla y ciega si se apartan los ojos de ella.
«El breve instante que pude contemplar la luz divina ha causado en mí más olvido que veinticinco siglos a la hazaña de
los Argonautas, que fue admiración del propio Neptuno, por ser el primer navío que surcaba los mares.» De todas maneras,
es un terceto que ha suscitado muchas controversias.
Dios es inmutable y también su luz, pero al ir transformándose Dante, haciéndose más perfecto, parece que la luz
también cambiase.
No para decir lo que vi, sino sólo lo que puedo recordar.
Las tres personas de la Trinidad; el Hijo es reflejo del Padre, y el Espíritu Santo es el vínculo que une a la
Primera con la Segunda persona.
En el círculo que corresponde a la persona del Hijo encarnado, Dante cree ver una figura humana.
Cómo se unía la naturaleza divina de Cristo el círculo con la humana la imagen del hombre. Como se ve, la imagen está
en correspondencia con la del geómetra empecinado en cuadrar el círculo.
Un nuevo rayo de la sabiduría divina, que por un momento colmó todos los anhelos de saber de Dante, aunque luego lo haya
olvidado.
Primera con la Segunda persona.
En el círculo que corresponde a la persona del Hijo encarnado, Dante cree ver una figura humana.
Cómo se unía la naturaleza divina de Cristo el círculo con la humana la imagen del hombre. Como se ve, la imagen está
en correspondencia con la del geómetra empecinado en cuadrar el círculo.
Un nuevo rayo de la sabiduría divina, que por un momento colmó todos los anhelos de saber de Dante, aunque luego lo haya
olvidado.
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